El régimen de monopolio en las oficinas de farmacia en España: ¿para cuándo su abolición?

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Por Mateo Silos Ribas y Juan Luis Jiménez

Desde al menos la segunda mitad del siglo XIX, y particularmente desde los años cuarenta del siglo XX, la normativa que regula el sector de la venta minorista de medicamentos en oficinas de farmacia en España incorpora múltiples restricciones a la competencia, que configuran un régimen de monopolio contrario al interés general.

Aunque Nada es Gratis ya ha analizado este tema en otras ocasiones (véase, por ejemplo Llobet en 2013, o Maudes, Sobrino y Romero en 2016), en este post profundizamos en los efectos negativos de estas restricciones, su ausencia de justificación y los beneficios de su eliminación. Por esto último, abogamos por un régimen más favorable a la competencia en la dispensa minorista de medicamentos, que aumente el bienestar social y permita aprovechar todas las ventajas que brinda el progreso tecnológico.

¿Cuáles son las principales restricciones normativas a la competencia en el sector de oficinas de farmacia en España?

1. Restricciones de entrada. Destacan los límites cuantitativos al establecimiento de farmacias y las distancias mínimas (por ejemplo, aquí o aquí). En la mayor parte de las Comunidades Autónomas, el número máximo de farmacias que pueden existir en una zona de salud está determinado por módulos poblacionales (2.800 habitantes es el tramo inicial, en la mayoría de los casos). También se establecen distancias mínimas entre farmacias, de unos 250 metros generalmente.

2. Restricciones de ejercicio. Entre otras (por ejemplo, aquí o aquí): solo los egresados en farmacia, y además colegiados, pueden ser propietarios de una farmacia; solo estas pueden distribuir medicamentos (por ejemplo, en España es ilegal vender ibuprofeno en un supermercado o en una droguería, algo normal en Reino Unido o Estados Unidos). La distribución online de medicamentos sin receta también está reservada a las farmacias – la distribución online de medicamentos con receta está prohibida en España. Adicionalmente, la normativa prohíbe la integración vertical y horizontal de farmacias. La competencia en precios está prohibida de forma general, puesto que los precios mayoristas de los medicamentos están regulados y los márgenes de distribución minorista están fijados por la normativa. Solo en el caso de los medicamentos sin receta y no financiados por el Sistema Nacional de Salud (cuyo precio es libre) se podría llegar a competir en precio, aunque el descuento máximo legal es del 10%. Por último, existen restricciones en materia de horarios de apertura y publicidad.

¿Cuáles son los principales efectos negativos de estas restricciones sobre el bienestar?

Las restricciones producen una escasez artificial de farmacias, en particular a través de los límites cuantitativos, cuyos efectos se han estudiado en varios países. Schaumans y Verboven (2008) estiman que las restricciones de entrada en la distribución minorista de medicamentos reducían en más de un 50% el número de farmacias en Bélgica. Para España, Borrell y Fernández-Villadangos (2009) evaluaron que las regulaciones de entrada reducían en un 71% y un 36% el número de farmacias en Andalucía y País Vasco, respectivamente.

Estas restricciones aumentan el coste de acceder a los medicamentos, por varios motivos:

i)                Al impedir la integración vertical y horizontal de farmacias (a través de cadenas, por ejemplo) o la distribución de medicamentos en establecimientos distintos a las farmacias (como supermercados, entre otros) y de forma online, se reduce la competencia y se dificulta la generación de eficiencias y el aumento de la productividad, lo que se traduce en mayores costes de distribución y mayores precios;

ii)               La regulación impide que las farmacias puedan competir en márgenes y, de este modo, competir en los precios finales de los medicamentos. De acuerdo con una estimación de la OCDE para medicamentos over-the-counter (OTC, medicamentos que pueden adquirirse sin receta, como por ejemplo el Paracetamol) en un panel de 25 países de la Unión Europea, la fijación de los márgenes mayorista y minorista en la normativa elevaba el precio minorista de estos medicamentos en un 22%

iii)             Al crear escasez de farmacias, fuerzan a las personas que necesitan medicamentos a emplear más tiempo y recursos en desplazarse para adquirirlos, incrementando así el coste de acceder a los medicamentos.

Añadido a esto último, la menor presión competitiva reduce la calidad y el rango de elección de los consumidores. Piénsese en cómo restringir la distribución online de medicamentos dificulta el acceso a estos por parte de personas con movilidad reducida, obligándoles a desplazarse a una farmacia; o el propio concepto de la farmacia de guardia, restricción horaria que se configura mediante un acuerdo entre operadores económicos cuya finalidad es restringir la competencia en una variable no precio, los horarios. Eso sí, es un acuerdo colusorio que goza de amparo normativo.

Todo lo anterior genera una redistribución de renta de los consumidores (necesitados, por tener que adquirir medicamentos), y en definitiva de los contribuyentes, hacia los propietarios de farmacias, que operan en régimen de monopolio protegidos por privilegios normativos. Teniendo en cuenta que quienes consumen medicamentos han tenido mala suerte en la lotería natural, el efecto redistributivo del monopolio en este caso es aún más perverso.

¿Se encuentran estas restricciones justificadas desde la óptica del interés público?

Una restricción normativa a la competencia estaría justificada cuando (i) es necesaria para corregir un fallo de mercado o alcanzar un objetivo de interés público y (ii) es además la medida más proporcionada, en términos de minimización de la distorsión competitiva, para alcanzar tal objetivo.

¿Es este el caso de las restricciones comentadas? La respuesta es, claramente, no.

Los poderes públicos argumentan que han establecido estas restricciones por varios motivos de interés público. En primer lugar, para asegurar la accesibilidad a los medicamentos y fomentar un servicio de calidad. No obstante, observamos cómo estas restricciones reducen la disponibilidad de establecimientos que dispensan medicamentos y aumentan su coste, por lo que afectan negativamente a su accesibilidad. A su vez, al limitar la competencia, repercuten negativamente en la calidad, la innovación o el rango de elección de los consumidores. Por lo tanto, estas restricciones tienen un efecto contrario a los objetivos que supuestamente persiguen.

En segundo lugar, los poderes públicos argumentan que la reserva de actividad de las farmacias o las restricciones a la distribución online, entre otras, están justificadas para proteger la salud pública. No obstante, existirían otras medidas menos restrictivas para asegurar dicho objetivo, como el requisito de que un técnico competente dispense los medicamentos o requisitos relativos al almacenamiento y conservación de los medicamentos.

Finalmente, conviene señalar que muchas de las restricciones comentadas en este post no existen en varios países de nuestro entorno (OCDE, 2014). La restricción de propiedad reservada a los farmacéuticos solo existe en siete países europeos. Dieciséis países europeos permiten la venta de medicamentos OTC en establecimientos distintos a las farmacias y en veintiuno no se regula el margen minorista en la dispensa de este tipo de medicamentos. Trece países europeos no establecen restricciones de localización de las farmacias o límites cuantitativos basados en módulos poblacionales.

Eliminando las restricciones, toda la sociedad mejoraría (excepto los propietarios de farmacia actuales)

La evidencia disponible pone de relieve cómo la eliminación de estas restricciones beneficiaría a la sociedad. Por ejemplo, cuando los límites cuantitativos geográficos se flexibilizan o eliminan el número de farmacias aumenta considerablemente. En el año 2000, Navarra eliminó el límite cuantitativo máximo y redujo la distancia mínima entre farmacias. Cinco años después de esta reforma, el número de farmacias en Navarra aumentó aproximadamente un 80% (CNMC, 2015). Navarra es, de lejos, la región española con más farmacias por cada 10.000 habitantes (9,3).

La flexibilización de las restricciones de entrada en otros países, como el Reino Unido, también ha favorecido una reducción de la escasez (OFT, 2010), con un aumento considerable del número de farmacias, una reducción de la distancia de la población a una farmacia, mayor accesibilidad en materia de horarios comerciales y una reducción en el precio de los medicamentos OTC.

Otro caso interesante son los beneficios derivados de eliminar la reserva de actividad y permitir la competencia en precios. Por ejemplo, en Portugal se permitió la entrada de establecimientos distintos a las farmacias en la distribución de medicamentos OTC y se eliminaron las restricciones a la competencia en precios en este segmento. Los supermercados ofrecían estos productos a un precio un 20% inferior a las farmacias. Las farmacias afectadas por una mayor competencia por parte de los supermercados redujeron los precios entre un 4% y un 5% (Moura y Barros, 2019).

En Italia se adoptaron reformas similares con la Ley Bersani de 2006 y nuevos entrantes (hipermercados y, sobre todo, pequeñas parafarmacias) ofrecían medicamentos OTC con descuentos del 22% y el 16% en términos medios respectivamente (OCDE, 2009), mucho mayores que el descuento medio en farmacias (8%) observado tras la reforma.

Si los perjuicios son tan evidentes, ¿por qué las administraciones públicas mantienen estas restricciones desde hace décadas?

La respuesta solo podemos encontrarla en la lógica de la captura regulatoria (Stigler, 1971; Peltzman, 1976), que fructifica y prospera en contextos donde los beneficios de restringir la competencia se concentran en unos pocos y los costes de restringirla se distribuyen entre todos los ciudadanos. Aquellos a quienes las restricciones benefician, se organizan y se esfuerzan por capturar a las administraciones públicas para que mantengan o introduzcan restricciones, aunque no exista ningún interés público que las justifique.

Los ejemplos de captura, connivencia y actuación coordinada entre “regulador” y “regulado” en este ámbito son numerosos. Por citar uno, el mismo día en el que se publicó el estudio de la CNMC que recomendaba la eliminación de restricciones a la competencia en este sector, el Ministerio de Sanidad publicó una nota de prensa oponiéndose frontalmente a todas las recomendaciones y defendiendo el régimen de monopolio vigente. Esto lo hizo de forma simultánea y alineada con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Nótese el parecido entre ambos comunicados.

A modo de conclusión

La distribución de medicamentos en oficinas de farmacia en España es un sector en el que podría tener lugar una competencia intensa en variables precio y, lo que aún puede ser más relevante, no-precio (accesibilidad, horarios, localización, o innovación, entre otras), con efectos muy beneficiosos para el conjunto de la sociedad.

Por desgracia, los poderes públicos en España insisten desde hace décadas en mantenerlo en un régimen de monopolio que es contrario al interés público, anteponiendo el beneficio de unos pocos a la pérdida injustificada, ineficiente e injusta de muchos.

Dichos poderes públicos tienen en su mano aumentar el bienestar social. ¿Cómo? Aboliendo este régimen de monopolio y apostando por uno más favorable a la competencia, con mayor libertad de entrada y capacidad de competir, verdaderamente alineado con el interés general de los ciudadanos. Esperemos que esta reforma llegue cuanto antes.

Hay 51 comentarios
  • Hola:
    Disculpen mi incapacidad de comprensión, pero en Navarra ¿hay de media 9,3 oficinas de farmacia (casi una decena) por cada habitante (habitante=ciudadano/a)?
    "Navarra es, de lejos, la región española con más farmacias por habitante (9,3)."
    Gracias y saludos.

  • Buenas
    Evidentemente el gráfico del número de farmacias por habitante está mal. Hay un error de unidades. Ese es el número de farmacias por 10.000 habitantes. Descuidos de ese tipo desmerecen un buen artículo como el aquí presentado, sobre un tema relevante.
    Por lo demás, enhorabuena por vuestro post.

  • Sin estar en contra de forma general al articulo, tambien deberia mirarse desde otra perspectiva:
    El libre acceso a medicamentos aumentria su uso y abuso, junto con la automedicación, con consecuencias negativas para la salud.
    Por muchos minoristas que haya distribuyendo un bien, si la produccion de ese bien esta monopolizada, el precio no bajará.
    Y si se aumenta la presión en el margen del distribuidor final, éste estará incentivado para recomendar productos alternativos con mayores margenes, y no siempre optimos para la salud.
    Desregular si, pero con cuidado.

    • Estimado Iván,
      gracias por su comentario. Por partes:
      1. Desconozco la existencia de trabajos que justifiquen que en mercados liberalizados existe ese consumo incorrecto de medicamentos por parte de los ciudadanos.
      2. No solo es el precio. El tiempo y el acceso a los medicamentos también deben ser considerados: si hay más oferta, menores costes para los usuarios.
      3. En cualquier caso, no estamos abogando por un modelo perfecto, sino por uno que mejorará sustancialmente el actual.
      Un saludo

  • Las restricciones a la entrada y los (altos) márgenes regulados generan menos farmacias que con libre entrada, pero el artículo apunta a una liberalización más profunda y creo que no está claro que conduzca a más y no menos farmacias, porque si la competencia reduce márgenes aumentará la facturación mínima necesaria. La OCDE dice que tenemos más farmaceuticos activos que otros países. Estoy de acuerdo con la idea que subyace al artículo, pero sólo quería apuntar que varios cambios legislativos simultáneos pueden conducir a alguna de las variables (número de farmacias) en sentido contrario al que se mueven si los cambios son aislados

      • Pues para tener tantas evidencias debes haber estudiado poco.
        Porque España es uno de los países con más farmacias por habitante (eso no lo cuentas)
        Y el único diría yo en el que existen farmacias en todos los barrios, como los de rentas bajas y pueblos pequeños.

        Y además creo que lo omites en tu artículo a posta.

        La competitividad del sistema español es brutal. Incluso en la distribución donde tenemos unos ratios de eficiencia espectaculares. Pero no solo eso sino que con el dinero de las farmacias más grandes se financia que mínimo una vez al día haya reparto en las zonas más remotas (y por ley, no gracias al mercado)
        Pídele eso a boots, la mayor cadena de farmacia, solo en localizaciones que les interese, implicados en muertes por venta masiva de opioides e incitacion a los farmacéuticos a vender lo que los jefes digan.

        Otro día por favor te documentas mejor y haces una crítica por los dos lados, no solo por una.

        Gracias

        • Estimado Carlos,
          gracias por su comentario. Le respondo:
          1. Como se expone en el post, el número de farmacias por habitante puede ser aún mayor que el actual si hubiese una reforma en este sentido (el caso de Navarra).

          2. La comparación con otros países que Vd. opina (sin argumentar, porque no aporta dato alguno), no considera que, en muchos de ellos, está permitida la venta de productos fuera de las oficinas de farmacia. Y ello, obviamente, afecta al número de farmacias.

          3. Sería una enorme aportación al post que se mostrasen esos ratios de competitividad (que no competencia) y eficiencia que Vd. señala, de forma comparativa con otros países de la UE.

          4. Como Vd. bien conoce, existe un mecanismo de subsidio en España, que se nos olvidó citar en el texto, que son las Farmacias de Viabilidad Económica Comprometida. Por citar un ejemplo (no actual): en este enlace se citan dos injerencias por parte de la FEFE. De una parte, se solicita que no se abran más farmacias y de otra, se argumenta la aplicación de VEC. http://fefe.com/2016/observatorio-medicamento/evitar-apertura-abrir-farmacia-inviabilidad-economica-vec/

          5. Relacionar la venta masiva de opioides en EEUU con un modelo farmacéutico diferente al español es, cuando menos, un ejercicio falto de rigor (e incluso de respeto).

          6. Y, en cualquier caso: ¿qué miedo hay a la competencia?

          Espero haberle respondido. Estaremos encantados de recibir la documentación que Vd. dispone para poder entablar un debate argumentado sobre este tema. Mientras tanto, solo ha expresado una opinión.

          • En Navarra lo han pasado francamente mal. Y subsisten gracias al poder de compra de los ciudadanos navarros (el mayor de España)
            Pero ten en cuenta que el empleo se ha restringido mucho. Si antes las farmacias de Pamplona tenían varios farmacéuticos adjuntos y bastante poder negociador con la industria, ahora muchas no pueden permitirse tener contratado un farmacéutico y su poder de negociación con los laboratorios para salvar descuento ha disminuido.

            Yo soy farmacéutico, y en España si detecto un mal uso de medicamentos, por ejemplo opioides en una pauta exagerada, bloqueo la receta electrónica de tal manera que el paciente ha de volver al médico.

            Y eso es porque conozco perfectamente a todos mis pacientes.
            Además si sumas las aportaciones de IRPF de los 22.000 farmacéuticos españoles veras la gran cantidad de impuestos que se pagan. Que por supuesto tres cadenas de farmacia nacionales no pagarian.

            Por último, no me refería a las VEC sino a la distribución de medicamentos por cooperativas. Tu pides un medicamento en el pueblo más alejado de Castilla y León y por la tarde te lo ha traído una furgoneta de reparto. Esas rutas deficitarias se financian con el capital suscrito por todos los farmacéuticos en nuestras cooperativas de transporte: cofares y bidafarma por citar las más.importanres en cuanto a mercado

            Gracias por tu respuesta

            • Estimado Carlos,
              le respondo:
              1. La mayor competencia reduce los beneficios de todas las empresas. Es resultado habitual y es una demostración más que en este sector se alcanzan beneficios extraordinarios derivados de las barreras a la entrada en el mismo (entre otros). Otro marcador más de la falta de competencia: los precios observados en los traspasos de farmacias. Una pena que esto último sea solo una observación personal que no puedo cuantificar en una investigación al respecto y, por tanto, expongo solo como mera opinión.

              2. Que Vd. realice correctamente su labor es algo que le elogia (y está obligado a ello). Que haya un mayor número de farmacias no implica que quienes entren a operar no realicen su trabajo con la misma diligencia que Vd.

              3. Pagar impuestos es sinónimo de generar actividad y, por tanto, beneficios. Además, teniendo en cuenta la destacable dependencia que el sector minorista de farmacias tiene del sistema nacional de salud, pagar impuestos para contribuir al bienestar de todos debería ser motivo de orgullo, más que de queja.

              4. No hemos puesto en duda la calidad del servicio de venta de la red de farmacias actual. Que Vd. financien internamente los transportes más costosos de otras rutas rentables es otro resultado habitual en estos mercados. Por ello han creado la cooperativa, entiendo.

              5. Reitero las farmacias VEC. Son de mucho interés para conocer aún más el sector.

              Un saludo y gracias por sus aportaciones.

            • Buenas tardes:
              Considero que el artículo extrapola un caso sin suficiente argumentación, y planea un futuro que no tiene en cuenta otros factores, como la concentración de establecimientos, el verdadero monopolio u oligopolio, que en materia tan sensible como el medicamento es muy peligroso.
              En mis viajes por el extranjero he comprobado que es infinitamente más complicado encontrar una farmacia en cualquier lugar del extranjero que en el pueblo más perdido de España.

              Además, la juventud del autor del artículo es otro factor que lo descalifica. Cuando necesite de verdad un medicamento, lo verá.

              Finalmente, nada es gratis avala el siguiente aforismo: "nunca hagas caso de los consejos gratuitos"

              Un saludo.

            • Hola Juan, muchas gracias por tus comentarios.

              Muchas gracias por considerarnos jóvenes! Nosotros ya no nos vemos tan jóvenes, por desgracia, ya que, entre otras cosas, la juventud es una época de grandes posibilidades para la creación intelectual, ¿no crees? David Hume escribió su Tratado sobre la Naturaleza Humana a los 28 años, John Nash publicó sus artículos clásicos en teoría de juegos con menos de 25 años, y F. P. Ramsey escribió con menos de 30 años tres artículos que llevan influyendo en la economía durante décadas.

              Nosotros analizamos las restricciones existentes desde la óptica de del interés público. Vemos que dichas restricciones no están alineadas con él. Para ello utilizamos argumentos y evidencia, y no extrapolamos un único caso. La distribución comercial de medicamentos es un sector potencialmente muy competitivo. Si te preocupan las situaciones de monopolio, debería preocuparte la actual, que es de monopolio. Nuestras recomendaciones intentan precisamente remediar dicha situación.

              Aludes a tus experiencias personales y las comparas con la situación en muchos pueblos remotos de España. Como sabrás, en muchos de estos pueblos remotos no hay una farmacia, entre otros motivos, por culpa de la normativa actual, que limita las posibilidades de entrada en zonas poco pobladas. En todo caso, las experiencias personales que un individuo pueda tener son diversas. Por eso nosotros utilizamos experiencias comparadas, evidencia y argumentos.

              Un saludo!

              Mateo

  • Excelente y muy bien documentada entrada. Mi intuición es que es generalizable a otros sectores/actividades.
    Errata a corregir: el ratio supongo que será farmacias por 1000 (o por 100, no sé) habitantes, no farmacias por habitante. Así da la sensación de que hay más farmacias que habitantes. Y no es precísamente el caso.

  • Muy interesante. Un estudio que cabría hacer, dada la varianza del número de farmacias por habitante entre CCAAs, es si esa diferencia tiene algún impacto en nuestro país.

    La comparación con EEUU hay que hacerla con precaución: allí tienen un problema tremendo de adicción a los "painkillers". Esa adicción es el resultado de la combinación de facilidad de compra de esos medicamentos y la no existencia de una atención sanitaria pública universal. He leído hace poco que el precio de la insulina está por las nubes en EEUU, así, como otras medicinas. Es un ejemplo de que la competencia entre farmacias no resuelve el problema de fondo: la concentración empresarial en el sector farmacéutico. Si acaso, lo único que facilita es que todo el surplus de la falta de competencia se quede en manos de las farmacéuticas.

    Es cierto que no todo se puede meter en el mismo saco. La leche maternizada y otros productos de parafarmacia (cosas para cuidado de bebés y ancianos) podrían ser comercializados en los supermercados y, cuando se ha permitido, su precio ha bajado. Eso sí que podría liberalizarse.

    Yo también tengo mis dudas sobre permitir a gente sin título de farmacéutico que compre una farmacia. Supone introducir criterios de beneficio privado en un sector plagado de externalidades y problemas informacionales... la salud, en definitiva.

    Saludos,
    Antonia Díaz

    • Estimada Antonia,
      gracias por sus comentarios. Como bien apunta, ningún modelo es perfecto. Ni hay una respuesta única al problema. Pero mantenernos este status quo genera unos costes sociales relevantes, que pueden ser minorados con una liberalización sectorial.
      La comparación con EEUU, como bien apunta, ni siquiera es directa, por cuanto los modelos de atención sanitaria son totalmente diferentes.
      Gracias
      Un saludo

    • El objetivo de las restricciones a la competencia en el sector farmaceútico no es proteger "la salud", es proteger los márgenes de beneficios de las empresas existentes. Todos los "rent seekers" del mundo (taxistas, controladores aéreos, trabajadores ferroviarios, etc...) tienen una "excusa" para proteger sus márgenes diciendo que ayudan a una gran causa.

      "Externalidades" es el nombre que ponen algunos a las justificaciones sin sentido para agendas prefijadas. Hace tiempo que ya no cuela.

    • Hola Antonia, muchas gracias por tus comentarios. Adicionalmente a lo comentado por Juan Luis, añado:

      En cuanto a los problemas de competencia que puedan existir en el tramo mayorista (cuya regulación también habría que revisar ), el imponer restricciones de entrada en el minorista no contribuye a solucionar dichos problemas. De hecho, si uno de los problemas que apuntas es el poder de mercado en el segmento mayorista, permitir una mayor consolidación de forma eficiente en el minorista (por ejemplo a través de cadenas) podría resultar positivo.

      En cuanto a los problemas de adicción, de nuevo, establecer un régimen de monopolio en la dispensa minorista de medicamentos no parece muy eficaz para solucionarlos. ¿Propondrías un monopolio minorista para combatir la adicción al alcohol o al tabaco? Existen mecanismos más eficaces y eficientes.

      En cuanto a la restricción de propiedad, en la actualidad ya existe un criterio de beneficio privado, las farmacias son un negocio muy lucrativo, y los propietarios de farmacias actuales (sólo farmaceuticos) ya tienen el beneficio muy en cuenta. Echa un ojo a los precios de los traspasos de farmacias. Son distribuidores minoristas. En un sector vinculado a la salud - el hospitalario -, con claros problemas de información y externalidades, se permite que inversores que no sean médicos posean hospitales. ¿Qué es lo específico de las farmacias que requiere que solo los titulados en farmacia pueden poseerlas?

      Un saludo!

      Mateo

      • "Al impedir la integración vertical y horizontal de farmacias (a través de cadenas, por ejemplo), se reduce la competencia"

        "Permitir una mayor consolidación de forma eficiente en el minorista (por ejemplo a través de cadenas) podría resultar positivo."

        No me queda claro por qué favorecer la reducción de la cantidad de empresas mejoraría la competencia. Gerneralmente ocurre lo contrario.

  • Las unidades del gráfico están mal. Se entiende el sentido general ( una liberalización provoca que se abran más farmacias) pero llama mucho la atención al leerlo.

  • Hola buenos días,
    enhorabuena por el post, me parece un interesante tema de discusión. No creo que se pueda argumentar mucho en contra de las causas negativas de las restricciones al número de farmacias, como por ejemplo los precios o la innovación. Sin embargo, creo que su análisis adolece del núcleo principal de la razón de las farmacias, que es la salud.

    Ni afirmaré ni negaré que las farmacias en el modelo español cuiden mejor por las prácticas relacionadas con ellas por parte de sus clientes. Pero sí que creo que habría que detenerse en algunos criterios como se me ocurre, el (mal) uso de antibióticos o píldoras anticonceptivas y compararlas entre países con distinta regulación. Las conclusiones habría que tenerlas en cuenta de cara a legislar una posible mayor apertura económica y cómo de profunda debe ser.

    • Estimado Ignacio,
      gracias por sus comentarios. Nuestro objetivo era el de presentar evidencias empíricas acerca de cómo la liberalización en el sector mejoraría los resultados generales del sistema. Los matices que Vd. señala son de interés, y cabrían para mejorar el debate en este tema tan relevante (al menos a nosotros nos lo parece).
      Un saludo

  • A pesar de lo expuesto hay que considerar que España es el país con más oficinas de farmacia por habitantes de la OCDE.

    • Estimado José María,
      Ese dato que Vd expone obvía que en otros países está permitida la venta fuera de las farmacias, con lo que es resultado directo de ello. Además, mire Navarra: liberalización implica mayor oferta.
      Un saludo

  • Estimados señores:
    Si lo que busca justificar con la liberalización es mejorar el servicio de atención al ciudadano y bajar los precios de los medicamentos más todavía, creo que está profundamente equivocado:
    - los precios de los medicamentos con receta en España es el más bajo de Europa: para comprobarlo no hay más que ver el gran desabastecimiento que hay en España. Esto es debido, ni más ni menos, al famoso Brexit: Reino Unido está almacenando medicamentos para estar abastecidos durante dos años (la caducidad máxima). Los laboratorios no han aumentado la producción por este pico inusual y temporal, pero sí que han desviado a Reino Unido la parte que habitualmente venden a España, porque aumentan sensiblemente su margen, debido al bajísimo precio de los medicamentos en España. Por poner un ejemplo: la Simvastatina 10 mg de 28 comprimidos cuesta 0,95€ en total: la pague el paciente en su totalidad o a medias con el Estado; sale a 0,03€ (3 céntimos de euro) el comprimido de un medicamento con todas las garantías farmacéuticas aseguradas. Un danacol (de eficacia para bajar el colesterol discutible) de 12 envases, en el mejor de los casos se vende a 5,69€. Es decir: 0,47€ por botellita. Comparándolo con el precio de la Simvastatina tenemos que el “producto del mercado libre” -con un control sanitario aleatorio- le cuesta al consumidor 16 VECES MÁS que el medicamento -controlado por farmacéuticos desde su fabricación hasta su dispensación al paciente… y todo por 3 CÉNTIMOS DE

  • euro) el comprimido de un medicamento con todas las garantías farmacéuticas aseguradas. Un danacol (de eficacia para bajar el colesterol discutible) de 12 envases, en el mejor de los casos se vende a 5,69€. Es decir: 0,47€ por botellita. Comparándolo con el precio de la Simvastatina tenemos que el “producto del mercado libre” -con un control sanitario aleatorio- le cuesta al consumidor 16 VECES MÁS que el medicamento -controlado por farmacéuticos desde su fabricación hasta su dispensación al paciente… y todo por 3 CÉNTIMOS DE EURO. No creo que haya NADA EN ESPAÑA -ni siquiera las chuches- que cueste 0,95€. Y este precio se puede poner, precisamente, por estar el mercado regulado. En los mercados liberalizados, como por ejemplo en Reino Unido, el coste es de 9£ el envase de 28 comprimidos: diez veces más que el coste en España. Es decir: el paciente -o el Estado- en Reino Unido paga DIEZ VECES MÁS CAROS LOS MEDICAMENTOS QUE EN ESPAÑA.
    - por otra parte, y en relación a mejorar el servicio al ciudadano: actualmente el único servicio sanitario existente en la “España Vaciada” es el Servicio de Farmacia Comunitaria, tan excelentemente trabajada por los farmacéuticos rurales. Y esto se debe, también, gracias a la regulación de oficinas de farmacia. Si no fuera así, cualquier fachada de manzana de las grandes ciudades de España tiene más población que estos pueblitos de la “España Vaciada”, con lo que habría más farmacias en las ciudades (cuatro en cada manzana, una por fachada:

  • 5 edificios por fachada, con 7 pisos de 4 casas exteriores y otras 4 interiores, con 1,5 habitantes en cada una… sale una población de 420 habitantes, más la acera de enfrente… 840 habitantes… sin contar con el resto de la manzana, más las aledañas), y ninguna en los pueblos de menos de 2000 habitantes. No compensaría irse fuera de las ciudades en un mercado liberalizado.
    - y, por último: monopolio es cuando UNA ÚNICA EMPRESA EJERCE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA SIN OPCIÓN A QUE OTRAS EMPRESAS PUEDAN ENTRAR EN DICHO MERCADO (por ejemplo Tabacalera como única distribuidora del tabaco en España). Las farmacias en España pertenecen, todas y cada una de ellas, a diferentes propietarios: NO EXISTE TAL MONOPOLIO.

    • Estimado Sr/Sra,
      Gracias por sus múltiples comentarios. Trato de responderle, aunque me reitero en argumentos de respuestas anteriores:

      1. Sobre los productos, es una labor de cada oferente mostrar las cualidades de sus productos.

      2. Actualmente tampoco compensa irse fuera de las ciudades. Por eso existe la subvención pública de Farmacias de VEC (vea otras respuestas). La liberalización no empeoraría el resultado actual en ese sentido.

      3. Que no haya un único propietario no implica que su comportamiento sea diferente del expuesto: las farmacias en España son y se comportan como un monopolio.

      Un saludo

      • Vale. ok. Las farmacias se comportan como un monopolio según el completo artículo. Por lo menos en cuanto a monopolio-objeto (entidades empresariales con relaciones económicas con comportamientos en producto, servicio y precio poco competitivos). Y eso puede que deshaga la objeción del comentarista F, el cual parece demostrar que no existen en las farmacias los monopolios-sujetos, por el motivo de la existencia de múltiples propietarios. Sin embargo, si se observan 2 problemas al planteamiento del artículo: 1º en el resto de Europa no parece existir más competencia en la farmacias, y, 2º problema ,y bastante peor, si la farmacias están en monopolio en que situación de mercado están los principales (en cuanto a facturación, empleados, etc...) sectores como la banca, energía, telecomunicaciones, automóviles, audiovisual, y un largo etc... ¿Están, quizás, en un régimen totalitario- galáctico? Por decir algo. ¿O es mejor no decir nada, por causa, entre otros motivos, de que la hipotecas no se pagan solas, etc.? En fin...
        Saludos cordiales,

        • Estimado/a,
          gracias. Desgraciadamente creemos que ningún partido incorpora en su programa electoral esta medida de bienestar social (ojalá me equivoque). He ahí la importancia del debate público.
          Un saludo

        • Estimado Antonio,
          como verá en el resto de comentarios y en el texto propiamente dicho, en el resto de Europa hay otras opciones para adquirir productos que en España solo se venden en farmacias, entre otras múltiples restricciones a la competencia. Por tanto, en España hay un problema de competencia evidente que no es superado por el resto de países europeos (superado, que no igualado).
          Por otra parte, estoy con Vd. en que en otros sectores también hay problemas de competencia. En algunos casos, incluso tan graves como la realización de prácticas anticompetitivas entre empresas. Pero de ahí a presuponer que no se investiga nada sobre tales sectores, hay un abismo. Por este motivo tiene sentido el trabajo (altruista) que se realiza en Nada es Gratis: tratar de difundir la investigación que se realiza sobre todos los ámbitos que sean de utilidad para la sociedad.

          Un saludo

  • Hola. Cuando se habla de liberalización normalmente se refiere uno a un Sector de la actividad económica. Supongo pues que Ud. se refiere a la completa liberalización del Sector Sanitario ( distribución Farmacéutica, hospitales etc), incluida la liberalización de los precios de los medicamentos y el ejercicio de la medicina. Es esto así?. Esto si podría ser debatidle.
    Gracias

    • Hola Ramón, muchas gracias por tu comentario e interés en el post.

      En el post analizamos el régimen de monopolio en las oficinas de farmacia. El sector en el que nos centramos ese ese. Eliminando las restricciones mencionadas, y facilitando más libertad de entrada y capacidad de competir, toda la sociedad ganaría. Se puede analizar la falta de competencia en este sector sin entrar en los otros que mencionas (en los que por supuesto también podría mejorarse la normativa para fomentar la competencia). Y se pueden eliminar restricciones injustificadas a la competencia en las oficinas de farmacia y beneficiar a la sociedad, aunque no se toquen las potenciales restricciones que existan en los otros.

      Finalmente, aprovecho tu comentario porque mencionas un caso que es ilustrativo. Los servicios médicos y los hospitalarios tienen una importancia capital desde la óptica de la salud pública. Sin embargo, no se encuentran regulados por una normativa tan restrictiva como la de farmacias. No existen restricciones de entrada tan fuertes y los operadores tienen más capacidad de competir en variables precio y no precio que las farmacias. Como digo en otro comentario, es interesante el caso de los hospitales para la restricción de propiedad en el caso de las farmacias: inversores distintos a los médicos pueden ser propietarios de un hospital. Sin embargo, en el caso de las farmacias sólo los farmacéuticos pueden poseerlas - algo totalmente injustificado.

      Un saludo!

      Mateo

  • Una gran entrada. La principal conclusión, en cualquier caso, parece ser: No sé por qué la CNMC se molesta en seguir elaborando informes.

    Los esfuerzos inútiles conducen a la melancolía.

  • Se puede decir más alto, pero más claro no. Muchas gracias por el artículo.
    No sé si hay algún partido político que lleve esta reforma en su programa...

    • Estimado/a,
      gracias. Desgraciadamente creemos que ningún partido incorpora en su programa electoral esta medida de bienestar social (ojalá me equivoque). He ahí la importancia del debate público.
      Un saludo

  • Hola,

    No comparto en absoluto el argumento de las escasez de farmacias y sus problemas vinculados.

    La liberalización de la apertura de farmacias no traería ninguna mejora desde el punto de vista de accesibilidad y disponibilidad. Simplemente en las calles céntricas de cada ciudad habría cuatro farmacias en vez de una o dos, mientras que en el resto de localizaciones seguirían las mismas.

    Estaría bien conocer las localizaciones de las nuevas farmacias en Navarra, para comprobar qué porcentaje se ha implantado en zonas donde había carencia y qué porcentaje se ha implantado en zonas céntricas donde solamente se ha duplicado la oferta “artificialmente”.

    Como en cualquier otro sector, la liberalización implica acumulación y escasez a partes iguales. Exceso de oferta en lugares céntricos y escasez en los lugares menos rentables. Por no hablar de zonas rurales. Apenas hay oficinas bancarias, nadie abre un colegio privado, apenas hay oferta de grandes cadenas de alimentación...

    De hecho me cuesta pensar un punto en mi ciudad en la que no exista acceso a una farmacia en menos de 3-4 minutos andando. Incluso en barrios en los que apenas hay locales comerciales, siempre hay una farmacia. Y vivo en una de las dos comunidades en las que supuestamente hay escasez... (1/2)

  • (2/2) En cuanto a los precios, las parafarmacias ya tienen opción de competir en todo lo que no sean medicamentos y por internet también se puede comprar. Y pese a que puede ser que no haya estudios que lo indiquen expresamente, nada hace pensar que permitir a la población acceso libre y total a ciertas medicinas no cause un grave problema de salud público.

    Hay que valorar que la mayoría de la facturación de una farmacia viene de productos con precios regulados, permitir que un supermercado venda medicinas en cierto modo no deja de ser competencia desleal que obligará a las farmacias a empeorar su servicio.

    La única medida que veo necesaria, al igual que en el sector del taxi etc., es que se regule la expedición de licencias para terminar con el mercadeo. La licencia debe ser por uso y de valor real 0. Si quieres dejar el negocio o jubilarte la licencia se libera y se asigna al siguiente en “la lista”.

    Un saludo

    • Estimado o Estimada RCM;
      gracias por su aportación. Dado que expone opiniones, le expreso los argumentos fundamentados ya expuestos:
      1. Como Vd. mismo argumenta, la apertura de nuevas farmacias no empeorará la situación: habrá más donde haya más demanda y permanecerán donde no había.
      2. No obvíe la existencia de las Farmacias de Viabilidad Económica Comprometida, que son ayudas públicas para los ingresos de aquellas oficinas situadas en zonas no rentables. En torno a 800 euros/mes de dinero público para cada farmacia.
      3. Sobre los precios, la liberalización los reducirá. Y también el coste de tiempo para adquirirlos, que puede ser aún más grave.
      4. ¿Por qué parafarmacias y no supermercados?
      5. ¿Por qué crear una lista y no dejar el mercado libre?

      Un saludo

    • Hola RCM, muchas gracias por tus comentarios, te interesará saber que, tras la reforma de Navarra, el número de farmacias aumentó de forma extraordinaria en municipios grandes y municipios pequeños, incluso en los muy pequeños. El número de farmacias creció más en los municipios de menos de 15.000 habitantes que en los de más de 15.000 habitantes. El segmento de municipios en el que más crecieron las farmacias en los tres años posteriores a la reforma fue el de municipios de entre 5.000 y 10.000 habitantes (un 39,6% entre 2000 y 2003), seguido del de municipios de entre 1.000 y 5.000 habitantes (un 30,4%). Muchos municipios relativamente pequeños navarros en los que sólo había una farmacia antes de la reforma pasaron a tener más de una.

      En cuanto lo que comentas de las parafarmacias, el que “ya tienen opción de competir en todo lo que no sean medicamentos” no soluciona nada: precisamente lo que queremos es que puedan competir distribuyendo medicamentos, ahora no pueden. La venta por internet está sólo permmitida a las farmacias y para medicamentos sin receta. Y como sabes no se pueden distribuir medicamentos con receta por Internet en España, lo que también crea escasez y en especial golpea a las personas con movilidad reducida.

      En contexto de precio mayorista regulado, esto aplicaría a cualquier distribuidor comercial de medicamentos (farmacia o no). Estos distribuidores podrían competir en precio (vía competencia en márgenes) y variables no precio.

      Un saludo!

      Mateo

  • Gracias por el articulo.
    Si he entendido bien, los beneficios fe la liberalización serian:
    - aumentar el numero de farmacias. Esto contrasta con el hecho de que España ya cuenta con uno de los mayores ratios de farmacias de Europa por lo que parece que deberia ser el resto de Europa quien copiara a España y no al reves. Es verdad que Navarra tiene mas farmacias pero eso no ha mejorado la accesibilidad ya que en todas las localidades ya habia farmacias
    - bajarian los peecios de los medicamentos: eso se aplica a una oferta y demanda elastica pero el precio de la gran mayoria de los medicamentos esta regulado por el estado, por lo que el numero de farmacias no influye. En el caso de los medicamentos no regulados, que suponen un pequeño porcentaje del mercado total podria haber cierta mejora pero en todo caso limitado dado su pequeño mercado y el hecho de que ya son mucho mas baratos que en Europa y en el caso de la parafarmacia esta ya liberalizada totalmente
    - mejoraria el servicio: la atencion a domicilio no depende del numero de farmacias sino de la regulacion al respecto. Esto es infependiente de la liberalizacion y ya hay propuestas del sector farmaceutico para mejirarlo

  • Lo que si merece la pena reflexionar es quien seria el beneficiario directo de la liberalizacion. De ser una empresa de autonomos que tiene limitado una farmacia por titular pasaria, como se puede observar en todos los paises liberalizados, a ser unas pocas cadenas de farmacias las que acumularian la mayor cantidad de farmacias dejando las independientes solo en los lugares menos rentables. Esto afectaria probablemente al mantenimiento de los puestos de trabajo, puesto que despues de unos primeros años de dura competencia, una vez expulsadas las farmacias mas debiles, las macrofarmacias se adueñarian de las zonas mas ricas. Por otra parte habria que evaluar la deslocalización de capital que generan las multinacionales, tributando como sociedad en los paises mas amables fiscalmente vs la obligacion de las farmacias autonomas de tributar por irpf
    Finalmente, permitiriamos una mayor concentracion de empresas (desde laboratorio, distribucion, a farmacias) generando justo el efecto contrario al buscado. Y es que la desregulacion al final suele favorecer al mas fuerte, no a todos.

    Hay muchas cosas que pueden mejorar en la farmacia pero el neoliberalismo no es una de las soluciones

    • Estimado Eduardo,
      gracias por su aportación. Al hilo de todo lo argumentado ya en los diversos comentarios, adelanto que quizás se repitan argumentos.
      En orden de su aportación:

      1. Como Vd. mismo expresa, en Navarra ha aumentado el número de farmacias. Por tanto, la accesibilidad es mayor. Por definición.
      2. En España hay más farmacias, entre otras cosas, por la propia regulación restrictiva. En Europa muchos productos no se venden solo en farmacias.
      3. La competencia generará bajadas de precios. Seguro. Mire los casos ya evaluados de Portugal o Italia que citamos. O piense, si así lo desea, en productos que en el pasado solo se vendían en farmacias y luego pasaron a venderse en otros establecimientos (el paradigmático: pañales).
      4. La competencia haría que los oferentes temiesen la rivalidad. Ello conduce a mejoras en el servicio, siempre.
      5. La política de liberalización generaría beneficios para el conjunto de la sociedad, que es a quien el Estado debe defender. Obviamente los principales perjudicados serían aquellos que actualmente disponen de rentas derivadas de las restricciones de entrada, entre otras.
      6. Las cuestiones sobre tributación pueden corregirse desde el Gobierno. Otra cosa es desear hacerlo....

      Un saludo

    • Eduardo, los razonamientos que aportas no tienen sentido:

      * Si las nuevas farmacias "desplazan" a las anteriores, como supones tu, es porque su servicio/precio es mejor y los clientes las eligen. Justo de eso se trata.

      * Los argumentos sobre empleo, tributación, etc... no tienen sentido. Los ingresos que los clientes no emplean en comprar medicamentos los emplearán en otras actividades/productos en los que se creará actividad, empleo e ingresos tributarios. El nivel de bienestar de los "no-farmaceúticos" mejorará porque además de seguir distribuyéndose los medicamentos como ahora o, según tu, mejor, las personas tendrán recursos para hacer otra cosa.

      * Si el argumento es que las farmacias de sitios "ricos" subvencionan las de sitios "menos ricos", tiene aún más sentido que esa subvención (si es que es necesaria) se haga de forma mucho más transparente que en el "totum revolutum" de "saco de aquí y pongo allá pero no aclaro ni lo que saco ni lo que pongo" que es un esquema de trileros.

      * Aunque te cueste creerlo el objetivo fundamental de la regulación del sector farmaceútico no puede ser proteger los márgenes y beneficios de los dueños actuales de farmacias ¿por qué habría de serlo?. Esos dueños cuyos servicios, según tu argumento, no serían los preferidos por los clientes si estos tuvieran la libertad de elegir que ahora no tienen.

  • Cuando necesites asesoramiento profesional sobre tu tratamiento médico vete a preguntarle a la cajera del supermercado.

    • Estimado Sr. Pepe,
      gracias por su recomendación. En mi caso, y siento llevarle la contraria (nada más lejos de mi intención), elegiré ir a mi médica de la Seguridad Social.
      Un saludo
      Juan Luis Jiménez.

  • Hola.
    En Chile se está intentando permitir la venta de ciertos medicamentos menos complejos (paracetamol, ibuprofeno, etc.) en lugares distintos de farmacias, como supermercados, almacenes y otros. Pero el lobby hasta ahora no lo ha permitido, escudado en argumentos como la seguridad de los pacientes. Esto, a pesar que hoy ya es posible comprar en farmacias 20 kilos de paracetamol si uno quisiera, dado que la fiscalización respecto de este tipo de productos es baja (solo se usa receta retenida para psicotrópicos, algunos antibióticos, corticoides. Y esto se fiscaliza). En Chile no existen restricciones de propiedad de farmacias (cualquiera puede ser dueño) ni de distancia, aunque sí se requiere la presencia de un químico farmacéutico. De todos modos, persiste un problema de precios elevados de medicamentos, aunque mi sospecha es que eso se debe a conductas de discriminación de precios de parte de los laboratorios, que venden a precios muy inferiores al sistema público (Cenabast, comprador estatal}. En estos momentos se han anunciado varias medidas, incluso regulación de precios en algunos casos, y se acaba de permitir que las farmacias independientes puedan abastecerse directamente en el sistema estatal. Es por tanto una noticia en desarrollo.

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