“Spain is different”: la anomalía española en la distribución espacial de la población

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Por Eduardo Gutiérrez, Enrique Moral-Benito, Daniel Oto-Peralías, Roberto Ramos

La escasez y pérdida de población en determinadas regiones es un tema que genera preocupación social y tensiones territoriales, y ha sido discutido en varias entradas de este blog (como aquí, aquí y aquí). En un trabajo reciente contribuimos al estudio de la “España vacía” desde un ángulo diferenciado: mostramos que nuestro país se caracteriza por presentar una anomalía en los patrones de concentración de la población y en la prevalencia de espacio deshabitado. Es el país de la Unión Europea con un menor porcentaje de territorio ocupado (13 %) y el segundo, tras Malta, en términos de densidad de población en territorio ocupado (737 habitantes por km2).

En un artículo publicado en el Journal of Regional Science exploramos la anomalía en la distribución de la población en España y mostramos que esta anomalía se mantiene incluso después de tomar en consideración las características geo-climáticas del territorio, así como cuando se analizan los patrones de poblamiento en el siglo XIX.

Un primer análisis de los datos

Eurostat (GEOSTAT 2011) proporciona información sobre la distribución espacial de la población en Europa al nivel de celdas de 1 km2. Este nivel de resolución espacial, al no depender de límites administrativos, permite capturar de una forma más precisa la densidad económica relevante en la que interaccionan los ciudadanos y las empresas.

Un análisis preliminar revela dos patrones diferenciales en la distribución de la población española. En primer lugar, existe una gran cantidad de superficie deshabitada. En particular, únicamente el 13% de las celdas de 1 km2 del territorio español acogen población, el valor más bajo de la Unión Europea y muy lejos de países como Francia, Italia, Alemania o Portugal, donde el 68%, 57%, 60% y 47% de las celdas albergan habitantes (véase la Figura 1). En segundo lugar, la población española se encuentra altamente concentrada. En concreto, cada celda poblada acoge, en media, 737 habitantes, el segundo valor más alto de la Unión Europea y muy por encima de los países mencionados anteriormente, todos ellos por debajo de los 400 habitantes. Cabe destacar que este patrón de la distribución de la población en España, notoriamente singular, se revela menos claramente si se analiza el indicador tradicional de número de habitantes sobre superficie total. En este caso, el valor español, de 94 habitantes por km2, es similar a la media europea y no se encuentra lejos de Francia o Portugal, que cuentan con 114 y 119 habitantes por km2, respectivamente.

Figura 1. Celdas de 10 km2 habitadas en Europa

Análisis econométrico y resultados

Con objeto de analizar hasta qué punto las particularidades del clima y la geografía pueden justificar la anomalía española en patrones de asentamientos, estimamos modelos de regresión sobre cuatro indicadores de la distribución espacial de la población en los países europeos en función de sus características geo-climáticas. Dichos indicadores son: i) la densidad de asentamientos (el porcentaje de celdas de 10 km2 habitadas), ii) la concentración de la población en el 1% más poblado del territorio, iii) la densidad de población (población por km2), y iv) la densidad experimentada (población por km2 habitado). Las características geográficas y climáticas incluidas en el modelo son la temperatura, las precipitaciones, la altitud, la rugosidad del suelo, la calidad del mismo y la distancia a la costa. Además, incluimos una variable binaria (“efecto fijo”) para cada país que se interpreta como la parte de la densidad y concentración poblacionales del país que no puede ser explicada por sus características geo-climáticas. Dicho efecto fijo permite, por lo tanto, identificar anomalías en la distribución de la población. El análisis lo realizamos usando celdas de 250 km2 como unidad de observación.

El Panel A de la Figura 2 confirma la singularidad española en términos de densidad de asentamientos. El punto verde muestra el valor del efecto fijo de país en el modelo sin controles, es decir, el promedio de la densidad de asentamientos de las celdas pertenecientes a cada país con respecto a la categoría omitida (Francia). Puede observarse que España es junto a Finlandia el país con los niveles más bajos de densidad de asentamientos. En concreto, la celda de 250 km2 promedio en España presenta una densidad de asentamiento 50 pp. por debajo de la celda promedio en Francia, mientras que en Finlandia esta diferencia es de 30 pp. Cuando se añaden los controles geo-climáticos (punto rojo), el valor del efecto fijo se sitúa por encima de la categoría omitida en el caso de Finlandia, de modo que su baja densidad de asentamientos puede explicarse completamente por su características climáticas y orográficas. Esto coincide con lo que ocurre en otros países nórdicos, como Islandia, Noruega o Suecia. Por el contrario, después de tener en cuenta el efecto de los factores geo-climáticos, España continúa con una densidad de asentamientos extraordinariamente baja.

Los paneles B, C y D muestran el mismo análisis utilizando como variables dependientes la concentración de la población, la densidad de población y la densidad experimentada, respectivamente. Puede observarse que nuestro país posee los niveles de concentración más altos de Europa, incluso después de controlar por el efecto de los factores geo-climáticos. En el caso de la densidad de población, España se sitúa en línea con el resto de países europeos. Por último, tal y como cabría esperar dado su bajo porcentaje de territorio ocupado y elevada concentración de la población, la densidad experimentada se encuentra entre las más elevadas de Europa.

Figura 2. La anomalía española en la distribución de la población

El origen de la anomalía española

La anomalía española en patrones de poblamiento no es un fenómeno reciente. Ya en el siglo XVII los viajeros europeos quedaban impresionados por la escasez de asentamientos: “Uno puede viajar días y días sin pasar por una casa o un pueblo, y el país está abandonado y sin cultivar”; “España da la impresión de ser un desierto de Libia, de lo despoblado que está” (embajadores venecianos, citados por Brenan 1950). En línea con estos testimonios, mostramos que existe para España una elevada correlación en densidad de asentamientos y población entre los valores de finales del siglo XVIII y los actuales, lo que indica que no ha habido cambios drásticos en los patrones espaciales de población desde entonces. Asimismo, recopilamos datos sobre estas variables para varios países europeos y encontramos que España ya destacaba en la segunda mitad del siglo XIX con una densidad de asentamientos muy baja, como muestra la Figura 3.

Figura 3. Densidad de asentamientos y población en 1871

La evidencia anterior indica que la anomalía documentada surgió antes del siglo XIX y no es, por tanto, la consecuencia de procesos migratorios relacionados con la industrialización. Pero, ¿ha existido desde siempre? Si bien es difícil responder a esta pregunta, usamos datos de yacimientos y asentamientos pre-medievales para mostrar que España no se caracterizaba por un nivel inusualmente bajo en comparación al resto de Europa. Ello sugiere que el patrón de poblamiento anómalo que nos caracteriza surgió en la Edad Media o al comienzo de la Moderna.

A este respecto, estudios previos han enfatizado el periodo medieval de enfrentamiento entre los reinos cristianos y Al-Andalus como un proceso histórico relevante para explicar los patrones de asentamiento actuales (explicado en esta entrada). En particular, se hace mención de que la rápida expansión de los reinos cristianos llevó a una ocupación del territorio caracterizada por pocos asentamientos y amplias áreas jurisdiccionales (Oto-Peralías y Romero-Ávila 2016). Asimismo, la inestabilidad de las fronteras favoreció la concentración de la población en unos pocos núcleos poblacionales, con objeto de favorecer su defensa (Oto-Peralías 2020). Como se citó aquí, Bishko (1975) observó que “a la persistencia durante tanto tiempo de una frontera abierta de guerra y conquista puede atribuirse en gran medida [...] el predominio de ciudades amuralladas y castillos sobre comunidades de aldeas dispersas”.

Por tanto, la evidencia disponible sugiere que los anómalos patrones de asentamiento de la población española surgieron durante la Edad Media y han persistido desde entonces, probablemente como un rasgo cultural característico de nuestra planificación urbanística (Baruah et al. 2021). Así, en España se juntan desde entonces una mayor concentración de la población en ciertas zonas, facilitando economías de escala, y la existencia de pequeños pueblos rodeados de territorio desocupado, con las dificultades que esto conlleva en términos de acceso a servicios (Alonso et al. 2022). Comprender las implicaciones de la anomalía española es una línea deinvestigación pendiente de abordar.

NOTA: "Las opiniones y análisis son responsabilidad de los autores y no coinciden necesariamente con las del Banco de España o el Eurosistema."  

Hay 14 comentarios
  • España es un país con una orografía y diferencias climáticas muy anómalas. En el norte de Europa y fuera de ella hay muchos casos similares, algunos muy obvios.

  • Buenos días. Muy interesante. Quizá la emigración a América en los siglos XVI y siguientes pudiera ayudar a explicar esta distribución geográfica... Pensemos que la emigración del resto de Europa a América es más un fenómeno que se da a partir de la independencia y que es básicamente un alivio para unos lugares ya superpoblados.
    Pero la geografía manda, creo, y si se ven las zonas despobladas en Europa uno llega a la conclusión de que en el caso de Escocia, el norte de Suecia y Finlandia y Noruega el despoblamiento es explicable por factores climáticos. Quizá una comparación con el norte de Marruecos ayudaría a explicar nuestro caso...

    • Muchas gracias Luis. No descarto que la emigración a América pueda contribuir a explicar parte de los patrones de poblamiento, pero pienso que tiene un poder explicativo limitado. Nosotros enfatizamos, más que la densidad de población, la distribución espacial de aldeas/pueblos/ciudades, y no creo que esta emigración haya llevado a la despoblación íntegra de lugares.
      Respecto a la comparación con Marruecos, no la hacemos por dos razones principalmente. No se incluye en la base de datos (GEOSTAT) y además presenta un nivel de desarrollo suficientemente diferente como para que la comparación tenga una utilidad limitada.

  • Muy interesante el analisis. Aunque el patron de asentamiento actual tenga sus origenes en la Edad Media, y no sea fruto necesariamente de la migracion / industrializacion, me surge la duda de como ha cambiado la tasa de despoblacion y si estos cambios se pueden vincular a tales procesos?

    Gracias!

  • Muy interesante el artículo, muchas gracias!
    Me llama mucho la atención que haya pervivido hasta nuestros días un efecto causado en la Edad Media. Por qué tantos siglos no paliaron o atenuaron esto?
    Quizá la estructura de la propiedad también tenga algo que ver: hay mucho vacío en Castilla la Nueva, Extremadura y la Baja Andalucía, regiones latifundistas por excelencia. Es decir, durante la Reconquista, se agruparon para una mejor defensa, pero luego no pudieron irse a ningún lado (excepto América), porque las tierras eran del latifundista.

  • Soy el único que nota que Galicia se asemeja más a Portugal que a España en la distribución de núcleos de población? Sería muy complejo analizar las diferencias? Realmente la frontera entre cristianos y musulmanes les quedaba bien lejos en la época que se supone que se originó la tendencia, lo que podría refrendar la hipótesis.

  • Para el caso de Portugal, la Reforma Agraria de 1976 eliminó los latifundios.

  • Interesante y demoledor artículo. Las políticas anti despoblamiento desde hace 30 años se basan en la suposicion de que es inviable dar servicios a pueblos pequeños como en las Castillas y Aragon, y hay que concentrar esa población en pueblos grandes como en Andalucia, abandonando pueblos pequeños y pedanias.
    Este artículo parece demostrar que el módelo seguido en Europa es justo el contrario, y funciona.

  • Respondo aquí al resto de comentarios, agradeciend vuestras respectivas aportaciones:

    ANTOINE: si tienes tiempo para leer el artículo, verás que adoptamos varios enfoques para "controlar" por factores geográficos y climáticos, como introduciendo variables de control y usando análisis de discontinuidad espacial.

    PAULA: nosotros no entramos a analizar el fenómeno de la despoblación, entendido como tasas de crecimiento demográfico negativas. Efectivamente, la industrialización y modernización económica aceleraron dichas tasas, como otros estudios han mostrado.

    B. DURRUTI: en una entrada anterior menciono algunos factores que contribuyeron a la persistencia del patron de poblamiento inicial (https://nadaesgratis.es/admin/las-raices-historicas-de-los-patrones-de-poblamiento-en-espana, párr. antepenúltimo). Además, como bien apuntas, la concentración de la tierra en pocas manos tiene bastante que ver, pues limitó la posibilidad de poblamiento disperso de la población, al no tener tierra que trabajar y poblar.

    ROBERTO: estás en lo cierto. El patrón de poblamiento de Galicia se asemeja mucho al del norte de Portugal. Y eso se explica en buena parte porque los pobladores gallegos fueron los que colonizaron esta zona de Portugal durante la Reconquista.

  • Comparando las figuras no 1 y 3, me da la impresión de que la tesis según la cual el modelo de densidad de asentamientos es constante desde hace siglos vale para la España occidental e interior, pero no para el levante, que experimentó una revolución demográfica y urbanística en el siglo XX.

  • Muy interesante, ¿se ha analizado la facilidad al acceso al crédito (inversión pública y privada) así como el diferente coste marginal de las conexiones? El mercantilismo tuvo mucho peso en la España moderna y comparar la facilidad con la que que crece el metro en Madrid vs Barcelona no se puede achacar ni al clima ni a la cultura. IMHO

  • Las costas y la capital (con sobre un 50% inmigrado desde las costas) son los asentamientos preferidos.

    Unos por su mejor clima, cerca del mar, otros por el antidemocrático centralismo de las inversiones públicas.

    Que con el 80% de la población residiendo cerca de las costas no haya corredores costeros ferroviarios aún, y encima se intente engañar a Europa que lo intentó corregir dando subvenciones llamando corredores atlántico y mediterráneo a rutas que pasan por Madrid es una tomadura de pelo al 80% de los que vivimos en las costas, que soportamos, quizás porque los medios de propaganda residen todos en Madrid y no son capaces de entender la injusticia de carecer de estas infraestructuras y de un enlace entre ellas.

  • Hola Daniel, me parece una investigación muy interesante. Tengo una duda: entre las variables geográficas analizadas, ¿han considerado la distancia al recurso agua, especialmente a cursos de agua permanente?

    Sí no lo han valorado puede ser una variable importante, ya que en general se puede observar que las zonas más ricas en agua son las que presentan un poblamiento más homogéneo. Pero lógicamente no sería la única variable, ya que los patrones de distribución geográfica de cualquier fenómeno rara vez se explica por un único factor.

    Saludos cordiales

  • Me ha parecido tremendamente interesante, gracias por compartir vuestro trabajo. Me pregunto como sería España si no se hubieran producido los movimientos de población a Madrid y Barcelona (y otros sitios) desde el resto de España. Según diversas fuentes (ahora se me ocurre Félix Ovejero, que cita a otros) es el mayor movimiento de población en Europa desde la segunda guerra mundial. En mi pueblo, en una de las sierras de Almería, había 2000 habitantes, un teatro, varios talleres, pasaba la vía férrea, había minas. Ahora no queda nada, censados creo que son 270. Se fueron a Madrid y Barcelona, y aunque alguno volvió, ni sus hijos ni sus nietos volvimos. Antes había mas de 50 cortijos por la zona, igual alguno se hubiera convertido en un segundo núcleo de población (como pasó con 3 de ellos, parte del municipio).

    ¿En qué porcentaje contribuyó este movimiento de población?

    Saludos!

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