¿La concentración bancaria asegura la recuperación de la rentabilidad?

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Por Alfredo Martín y Vicente Salas.

La fusión entre Caixabank y Bankia constituye una respuesta a llamamientos como los del vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, sobre la necesidad de fusiones entre bancos para aumentar su rentabilidad y corregir el exceso de capacidad. También responde a la ministra Nadia Calviño, quien considera “probablemente inevitable” que se produzcan más concentraciones bancarias para preservar la solvencia del sistema y afrontar nuevos retos como la digitalización. Sin embargo, existen voces discordantes, como la del ministro Pablo Iglesias, que cuestionan si la concentración bancaria (y concretamente la re-privatización de Bankia) redunda en el interés general.

La banca minorista en la que operan las entidades fusionadas se ha estructurado tradicionalmente a través de una red de oficinas homogéneas que operan en mercados locales y que están dirigidas desde una unidad central. Desde el punto de vista de maximización de beneficios, afirmar que en el sector bancario español existe exceso de capacidad significa que existen más oficinas de las que son viables financieramente, dada la demanda de servicios bancarios que se provee en sucursales. Por tanto, para solventar el exceso de capacidad se deberían cerrar oficinas lo antes posible y ajustar la plantilla de trabajadores a la demanda existente. En este punto, una pregunta relevante es la de si son realmente necesarias las fusiones entre bancos para cerrar oficinas, y por qué no lo hacen las entidades directamente sin necesidad de fusión.

La respuesta no es obvia y ha sido objeto de atención en una de nuestras investigaciones en curso. Los resultados apuntan a un contexto de guerra de desgaste (war of attrition) como explicación, en el que las entidades retrasan la decisión de cierre de una sucursal ante la expectativa de que las oficinas competidoras cercanas cierren antes, y así absorber las externalidades derivadas de tales cierres en forma de mayores beneficios. Ello provoca retrasos ineficientes en la decisión de salida para el conjunto de todas las oficinas. En este sentido, las fusiones aceleran el cierre porque posibilitan la internalización (total o parcial) de la externalidad en los casos en los que dos o más oficinas competidoras pasan a formar parte de una misma entidad fusionada. Por tanto, las fusiones pueden mejorar la baja rentabilidad del sector bancario, acelerando la reducción del exceso de capacidad.

Otra cuestión relevante es analizar si las fusiones mejoran la rentabilidad a través de ganancias de productividad, que implican una reducción de los costes operativos. En un artículo publicado recientemente en SERIEs, Llorens et al. (2020), analizamos si la eficiencia de las entidades bancarias (productividad total de los factores, PTF) puede explicar el proceso de consolidación de entidades y la evolución de los tipos de interés en los años de la Gran Recesión (2007-2015).

Los resultados indican que las entidades más productivas son las que acaban teniendo más rentabilidad, capitalización y cuota de mercado. Por tanto, la competencia termina “premiando” a las entidades más eficientes. Un corolario de esta evidencia es que la probabilidad de que un banco sea adquirido por otro es mayor entre los bancos menos productivos que entre los más productivos.

Otro resultado de interés es que el “casamiento” entre entidades adquirentes y adquiridas no se decide aleatoriamente, sino que las primeras eligen a las segundas en base a criterios de complementariedad entre las respectivas redes de oficinas. Concretamente, la probabilidad de que una entidad A adquiera una entidad B aumenta si la entidad B tiene presencia en mercados locales donde la entidad A está infrarrepresentada, y es mayor cuanto más alta es la cuota de mercado de la entidad B en dichos mercados.

Finalmente, los resultados del estudio indican que la productividad media del sector bancario español aumenta como resultado del proceso de consolidación que tiene lugar durante los años de estudio. La Figura 1 muestra la evolución de la PTF estimada para el conjunto de bancos de la muestra a partir de las estimaciones de la PTF de cada uno de ellos (media simple y media ponderada). Se observa que el efecto tamaño en las diferencias de productividad ha pasado de explicar el 16.3% de la productividad de la industria en 2007 al 2.89% en 2015. El motivo es que las entidades más grandes eran las más productivas al inicio del periodo (por tanto, la media simple era inferior a la media ponderada), pero éstas han ido absorbiendo a las entidades menos productivas, disminuyendo las diferencias de productividad entre entidades. No obstante, no toda la ganancia de eficiencia va a más beneficios para el sector. Los resultados del trabajo indican que la competencia (imperfecta) obliga a compartir una parte de la ganancia de productividad con los consumidores a través de reducciones en el tipo de interés medio de los préstamos.

Figura 1: Evolución de la productividad total de los factores. Entidades de depósito españolas, 2007-2015. (Base 100 en 2007)

En resumen, si el pasado es un buen predictor del futuro, las fusiones bancarias pueden tener efectos positivos sobre la rentabilidad del sector a través de menores costes operativos (ganancias de productividad) y de menores costes de estructura (aceleración en la reducción del exceso de capacidad). No obstante, hay que tener en cuenta que el aumento en la concentración no evitará que se compartan las ganancias de eficiencia con los consumidores, lo que deja en el aire si éstas serán suficientes para que la rentabilidad del sector se acerque al coste del capital. Por el lado de los ingresos, la concentración no impedirá que se intensifique todavía más la competencia en préstamos y otros servicios de pago con entidades no bancarias, ni recuperará el margen de pasivo que se ha perdido en el contexto actual de tipos de interés en cero. Por último, y desde el punto de vista del interés general, queda pendiente evaluar el impacto del cierre de sucursales sobre la exclusión financiera, especialmente entre colectivos más vulnerables, y el hecho de que para que aumente más la rentabilidad es necesario reducir la parte de las ganancias de eficiencia que se traslada al consumidor a través de precios más bajos.

Hay 18 comentarios
  • No termino de ver cómo encaja que las fusiones sean más probables entre redes complementarias y, por otro lado, que buena parte de su impacto se derive (de la eliminación) del solapamiento. Parece contradictorio, pero no más que el hecho de que llevamos décadas con mercados europeos integrados en automóvil o distribución y no parece fácil integrar banca, donde no hay solapamientos y la extensión de las mejores prácticas sería clave en una auténtica integración económica

  • Muchas gracias por tu comentario, Diego.

    No tiene por qué ser dos cosas contradictorias. Por un lado, una entidad puede elegir expandirse adquiriendo a otra entidad que cuente con una red de oficinas en provincias donde la primera tiene menos presencia. Por otro lado, se puede acelerar el cierre de oficinas en aquellos lugares donde sí exista un posible solapamiento (no sucederá siempre que cuando esté A no esté B, y viceversa)

  • Además de factores cómo la rentabilidad o la distribución geográfica de las oficinas, medibles y obviamente fundamentales, en todo proceso de fusión intevienen otros de caracter más individual y subjetivo como el choque entre culturas empresariales. Si bien es cierto que la medida de su impacto se ve y siente sobre todo desde dentro de la entidad resultante creo que sin duda sería interesante estudiarlo y medir su efecto sobre las plantillas de ambas entidades que en ocasiones tienen formas de hacer muy diferentes.

    • Estoy de acuerdo Antonio,

      Gran medida del éxito de la fusión puede venir determinado por la identidad de la pareja de baile que se ha formado. La integración de las dos (o varias) entidades supone un reto al integrar sistemas diferentes en un único banco. También se puede tener en cuenta la estructura de propiedad de las entidades fusionadas, que podría ser un factor relevante que podria facilitar la posibilidad de fusión.

  • En primer lugar felicidades por sus resultados. Siempre es interesante la visión de la economía industrial en la banca, a mi personalmente me gusta.
    En línea con este tema, me gustaría reflexionar acerca de las fusiones bancarias desde un punto de vista “heterodoxo” al mundo académico.
    Defino las fusiones que están ocurriendo que se motivan por equilibrio de rentabilidad como “pan para hoy y hambre para mañana”.
    Por qué se producen las fusiones bancarias? Básicamente como respuesta a unos problemas de rentabilidad bancaria y una vez que el mercado te obliga por tu cotización en bolsa. Pero, ¿cómo llegamos a esos problemas de rentabilidad en la industria bancaria?, respuesta sencilla, la COMPETENCIA BANCARIA (profesor Vives ha escrito de una prolífica al respecto). Esta competencia bancaria provoca que exista un problema de fijación de precios en la inversión crediticia en el momento de la originación. Si añadimos, caída de tipos, otros actores, demografía, etc… hace que la banca tenga que exacerbar la competencia y la fijación de precios se ajusta hasta tal punto que las entidades financieras convierten el mercado en una auténtica subasta, casi sin criterio alguno en dicho pricing para conseguir ese cliente, con la “promesa interna” de vincularlo a lo largo de su ciclo de vida para hacerlo rentable en su conjunto (no hay regulación concreta y supervisión específica que controle esta cuestión, salvo recomendaciones generales sin metodología concreta)... (continúa)

  • ... (sigo) ¿Dónde está el límite en la fijación de precios? la respuesta también es sencilla, si una entidad no presta, donde lleva esa liquidez?, pues al ECB al tipo de la facilidad marginal de depósitos (actualmente al -0.50%), por lo tanto, las entidades tienen presión por gestionar su margen tomando decisiones irracionales en cuanto al equilibrio rentabilidad/riesgos/capital.
    Los problemas rentabilidad, tal como se miden en el mercado, no son correctos. Un ROE para una entidad financiera no tiene sentido. Entre sus factores de producción, en el negocio de transformación de plazos (tomar prestado depósitos y prestar), que es principal negocio de la banca comercial, son cuatro, coste de financiación(IRRBB+R. Liquidez+R.Divisas), costes de transformación, pérdida esperada (R.Crédito) y pérdida inesperada (capital). Como se puede comprobar, 2 de sus factores de producción son estocásticos, por lo tanto un ROE estático no tiene sentido, sin embargo, los mercados financieros lo exigen para la captación de capital y mantener su valor en libros ó cotización. No obstante, existen métricas (recientemente investigadas y justificadas) que son capaces de valorar mejor el comportamiento de los bancos through the cycle como el GAP PRICING, definido como la diferencia de precios de mercado con los precios ajustados a riesgos, ... (continúa)

  • ...(sigo) la cual se ha demostrado que predice con claridad el inicio de crisis bancarias y además dicha medida ha sido propuesta para la fijación de colchones de capital anticíclicos como alternativa al credit to GDP por sus ineficiencias, tanto en anticipar crisis bancarias y sus deficiencia en la cuantificación del nivel de problemas internos de la banca. La cuestión es que las entidades financieras se tienen que someter a la “tiranía” del mercado y ponerse manos a la obra para la optimización del ROE. En épocas de crecimiento de económico se consigue vía efecto volumen, aunque sea en entorno de bajada de tipos de interés se consigue, como fue el caso de España en la década del 2000-2008. A la hora de construir su modelo de rentabilidad los fallos en la fijación de precios en originación son cubiertos con nueva producción, ya que recuerdo, dos parámetros son estocásticos y gran parte de pricing de la pérdida esperada no se utiliza en los primeros años y la IFRS 9 únicamente necesita dotarse las pérdidas esperadas a 1 año y no through the cycle. Entonces la rentabilidad se consigue usando márgenes fijados anteriormente por cartera histórica (back book) por la imperfección de la regulación de provisiones que no exige a las entidades financieras a dotar operaciones, poco a poco, durante toda su vida en el nivel de pérdidas esperadas del ciclo económico... (continúa)

  • ... (sigo) Aquí se produce la gestación del gran problema, existen deficiencias en la fijación de precios de préstamos que van a tener una larga vida dentro del balance. Ahora cuando vienen situaciones como la actual, el punto de partida de la banca es complicado. Tienen un balance construido con enormes errores de fijación de precios, se producen demandas de más dotaciones que la IFRS 9 no contemple por su prociclicidad (en períodos de bonanza la regulación no lo exige y por lo tanto las entidades no se ven con presión para fijar los precios que tengan en cuenta esa necesidad y ahora en entornos de depresión las entidades reaccionan subiendo los precios de una manera significativa como una sobrerreacción a la situación financiera de dotaciones que tienen que afrontar y provocando problemas de funcionamiento del canal crediticio de la política monetaria). Si adicionalmente, se presenta una situación como la actual, donde los tipos negativos agudizan la situación ya que un pasivo minorista formado por depósitos con un floor en el 0%, es otro elemento distorsionador en la fijación de precios de activo debido a que no se traslada correctamente a los precios de la inversión crediticia de la prima de liquidez por mismatch. (continúa)

  • ... (sigo) Para ir finalizando, esa demanda de dotaciones en momentos de cambio de ciclo, con fuerte demanda de dotaciones, problemas de traslación de la ETTI a una inversión crediticia donde los precios no se pueden modificar una vez formalizada la operación, quedan pocas opciones. Si para una hipóteca, actualmente, los costes de transformación suponen un 50% aprox del pricing en base a riesgos, obviamente, las fusiones se convierten en un protagonista como único elemento que puede solucionar el problema instalado en el sistema financiero para conseguir un ROE que exige el mercado y devolver la confianza al sistema financiero por parte de los mercados financieros.

    ¿Pero recuerden, en qué se ha basado la construcción de los problemas en banca? En la fijación de precios en originación y en el sistema de regulación del riesgo de crédito a través de la IFRS 9, la cual sería necesaria corregir permitiendo volver a un sistema de provisiones anticíclica donde el Banco de España fue pionero en su implementación.

    Una vez que se produzca la fusiones necesarias en el sistema, cual puede ser el escenario más probable que nos podemos encontrar?. Pues un escenario económico deprimido, problemas demográficos que no invitan a aventurar que haya un incremento de demanda de inversión crediticia solvente suficiente, además de un shadow banking cada día más activo, y por último unos tipos de interés ultrabajos. (continúa)

  • ...(sigo) Por lo tanto, los gestores bancarios no van a tener herramientas para seguir crecimiento sus ingresos, que los mercados exigen, ni vía efecto volumen de nuevo negocio ni vía tipos efecto de interés por la coyuntura económica. Qué pasará?, volveremos a los PROBLEMAS DE COMPETENCIA BANCARIA, incrementando cuota de mercado “robando” clientes a la competencia en base a baja de precios y volviendo al punto de partida que ya se ha definido, es decir, un círculo vicioso de terribles consecuencias que nos llevan de vuelta a los problemas de rentabilidad, es decir, el resultado de las fusiones serán parches de corto plazo, es decir, serán “pan para hoy y hambre para mañana”. Todo esto hasta que el oligopolio que se forme pueda crear una estructura de precios mínima que garantizar la rentabilidad mínima exigida por el mercado y cubra los riesgos financieros en los que se incurren. No obstante, existe una experanza, que mediante regulación se corrijan gran parte de los problemas que existen, pero no con más, sino con mejor regulación.

    Como siempre, todo esto es debatible.

    Un abrazo.

  • Muchas gracias por el post.
    Como lego en la materia, me gustaría que alguna vez nos explicaran cómo se mide la rentabilidad del sector bancario (ese coste del capital que mencionan) y por qué la rentabilidad del sector bancario debe ser de dos cifras, cuando las rentabilidades de muchos otros productos financieros son tan bajas.

    • Gracias a ti por el comentario,

      La rentabilidad no tiene por qué medirse de forma diferente a otros sectores. Lo relevante es el binomio rentabilidad-riesgo.
      El hecho de que los bancos tengan ahora una rentabilidad por debajo de su coste de capital quiere decir que, los bancos no están cubriendo el rentabilidad exigida por el mercado, dado su nivel de riesgo

      Uno de los principales retos en banca es evaluar correctamente los riesgos de una determinada cartera de crédito, puesto que los riesgos suelen materializarse con un desfase. Esto es debido a que los préstamos se revelan como "malos" unos años después de ser concedidos. Además, los riesgos se materializan menos en épocas de expansión (hay menos impagos) y más en recesión.

      Que el regulador quiera asegurar unos niveles de rentabilidad mínimos (y un colchón de capital suficiente) se justificaría principalmente desde el punto de vista de la estabilidad financiera. Entidades con suficiente rentabilidad (y capital) podrán cubrir potenciales pérdidas que pueda generar su actividad crediticia.

      • Entendido, muchas gracias por las aclaraciones.
        Pero sigo sin verlo nada claro, en el sentido de que ese "lo que exige el mercado" es algo arbitrario. Los mercados se han equivocado gravemente en el pasado, y pueden estar haciéndolo ahora en este punto.

  • Muchas gracias por tus comentarios, Antonio, que engloban múltiples dimensiones que afectan al negocio bancario y pueden ser, como apuntas, determinantes de fusiones.

    En nuestra entrada, hemos puesto el foco en si realmente las fusiones pueden suponer mejoras en la rentabilidad vía costes, disminuyendo costes operativos y estructurales. Pero es cierto que también entran en juego otros factores explicativos.

    • Totalmente de acuerdo Alfredo. La lástima es que hay que llegar a la rentabilidad vía reducción de costes como solución a problemas que no trata bien la regulación/supervisión.

      Abrz

  • Interesante artículo. Centrándome en el primer punto (la digitalización y el cierre de sucursales), ¿no cree que se intenta guiar al mercado hacia un camino por el que aun no tiene por qué transitar? Cuando dice que los bancos retrasan sus decisiones de cierre de sucursales y oficinas (digitalizándose), expone que los bancos no lo hacen (o retrasan mucho sus decisiones) porque esperan a que lo hagan otros de la competencia; ahora bien, entonces, no significaría este hecho que no hay exceso de capacidad (global para el conjunto del negocio; no particular para cada banco). Es más, ¿no cree que se podría estudiar la posibilidad de una suerte de banca dual, esto es, una parte de la banca totalmente digitalizada especializada en servicios a aquellos usuarios más acostumbrados a las nuevas tecnologías y otra que se dedique a atender a las personas menos diestras en esos ámbitos? Por ultimo, respecto de los tipos de interés de los préstamos, me produce cierta urticaria que se vuelva a intentar beneficiar más a las empresas y no al usuario final. Si en parte se justifica la fusión para mejorar la rentabilidad (entiendo que reducida en el contexto actual de tipos 0%) ¿qué opina que pasará cuando el BCE decida subir los tipos de interés? Es decir, si el problema de la banca es la baja rentabilidad derivada, en parte, de la política monetaria actual, ¿no se debería de revisar ésta en lugar de añadir otras ineficiencias en el sistema (i.e. alejarse de la competencia perfecta)? Gracias.

    • Buenos dias Enrique,

      Muchas gracias por tus comentarios. En relación a la primera cuestión que planteas, coincido contigo en que actualmente pueden convivir dos tipos de modelos de negocio para ofrecer servicios bancarios: online y a través de oficinas. Numerosos trabajos recientes demuestran que la oficina proporciona financiación a hogares y PyMEs gracias a que tienen acceso a información local que sólo se puede conseguir estando cerca del cliente. Pero también es cierto que muchos de los servicios hasta ahora ofrecidos en oficinas se comercializan online, Por este y otros motivos, la red de oficinas puede tener una capacidad demasiado grande. Nosotros sugerimos que existe un retraso ineficiente en el cierre de oficinas. El camino a recorrer es el mismo, pero se tarda más en llegar.

      Por otra parte, en cuestiones de politica monetaria hay otros objetivos que se pretenden alcanzar, no solo la rentabilidad de los bancos. Coincido contigo en que el cambio en PM puede impactar en beneficios de las entidades, pero la PM se diseña para conseguir otros objetivos más generales.

  • Creo que los autores hacen un analisis util y razonable desde la perspectiva costes. Quizas seria util tambien la consideracion de como crear las mimbres (corporate governance, fiscal investment related...) para que la entidades de nuestro pais vuelvan a ser cutting edge en la banca minorista. Santander, parece, lo consiguio con Abbey National hace 10 annios.

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