¿Cuántos impuestos pagan los más ricos? Lo que dice la nueva evidencia

Nota: imagen generada por el autor utilizando la el software de inteligencia artificial DALL-E.

El tipo impositivo al que se enfrentan los más ricos ha sido un tema de discusión recurrente en los últimos años (en este mismo blog, aquí, aquí y aquí). Hay quienes piensan que los ricos deberían pagar impuestos más altos para contrarrestar el aumento de la desigualdad en los últimos años. Por otro lado, hay quienes defienden que los ricos han llegado adonde están porque han creado empresas innovadoras y con un alto valor añadido, lo cual no debería recibir un castigo en forma de impuestos más altos.

Más allá de la discusión normativa sobre el nivel de impuestos que deberían pagar los ricos, lo que ha demostrado este debate es que ni siquiera estamos de acuerdo en la respuesta a una pregunta más básica que es clave para orientar la discusión: ¿cuántos impuestos pagan los ricos en la actualidad? Esta es una pregunta empírica, por lo tanto hay más esperanza de que podamos encontrar una respuesta objetiva... o no?

En el año 2019, los economistas Emmanuel Saez y Gabriel Zucman (ambos de la Universidad de California, Berkeley) generaron mucho revuelo con su libro "El triunfo de la injusticia", en el que estimaban que el tipo impositivo medio sobre la renta, definido como la ratio entre los impuestos pagados y la renta total de la persona, es más bajo para las personas en el top 0,1% de la distribución de la renta en EE.UU. que para la clase media en ese país. Esas estimaciones generaron un debate académico interesante, del que ya hablamos aquí.

Ahora, el economista Danny Yagan (también de Berkeley), ha realizado una nueva estimación  para EE.UU. utilizando métodos distintos. Yagan encuentra que el tipo medio efectivo sobre la renta que pagan las 400 personas más ricas de EE.UU. está por debajo del 15%, una tasa menor a la que soportan las clases medias (e inferior incluso a lo que calculaban Saez y Zucman). Este nuevo trabajo, disponible aquí, se ha publicado dentro de un número monográfico sobre este tema, editado por Irem Guceri (U. Oxford) y Joel Slemrod (U. Michigan) en la revista Oxford Review of Economic Policy sobre la imposición a las rentas altas que recomiendo a aquellos interesados en este tema (disponible aquí).

¿Qué entendemos por renta total?

Lo más interesante del análisis de Danny Yagan es que se diferencia de otros en un supuesto relevante: utiliza el concepto de renta de Haig-Simons, que define la renta anual de un individuo como la suma del cambio en su riqueza, más su consumo, más los impuestos pagados en ese año, es decir:

Renta Haig-Simons (HS) = Cambio en riqueza + Consumo + Impuestos

Si esta definición de renta les resulta extraña, consideren la misma expresión reorganizada:

Cambio en riqueza = Renta HS – Consumo – Impuestos

Esta segunda expresión define el cambio en la riqueza de una persona como su renta, menos su consumo, menos los impuestos que ha pagado en ese año. Esto es bastante intuitivo y por ello muchos economistas consideran que el concepto de renta Haig-Simons es el que mejor refleja el incremento en el poder adquisitivo de una persona a lo largo de un año.

La pregunta que surge es: si este concepto de renta es mejor que los otros, ¿por qué no se utiliza más a menudo para calcular tipos medios efectivos? Yagan explica que no se usa por falta de datos para medirla correctamente. Su idea, muy original, es utilizar los datos del conocido ránking de las 400 personas más ricas que publica anualmente la revista Forbes.

Una diferencia clave entre el concepto de renta Haig-Simons y la renta que está gravada por el impuesto sobre la renta son las ganancias patrimoniales no realizadas. Estas ganancias patrimoniales son las que resultan de la apreciación del valor de activos (acciones, viviendas, terrenos) que la persona no ha vendido durante ese año, por lo que no están gravadas por impuestos en ese periodo. En general, las ganancias patrimoniales solo se gravan cuando la persona vende el activo (o lo heredan sus hijos), y son difíciles de medir para gran parte de la población. Sin embargo, en el caso de las 400 personas más ricas de EE.UU., el ránking de la revista Forbes permite a Yagan construir un base longitudinal (panel) desde 1992. Aunque los miembros del "club" de los 400 más ricos han ido variando en estos años, muchos de ellos han pasado largos periodos en la lista y se puede calcular el cambio anual en su riqueza.

Recordatorio: renta ≠ riqueza

Yagan cruza los datos de riqueza recopilados por Forbes con datos agregados de los impuestos  sobre la renta que pagan los contribuyentes con mayor renta (publicados por el IRS, la agencia tributaria estadounidense). Aquí se encuentra con un problema: las 400 personas más ricas no coinciden necesariamente las 400 personas con mayor renta en un año concreto, porque renta (flujo) y riqueza (stock) son conceptos diferentes. Yagan estima, haciendo varios supuestos razonables (ver detalles en el artículo), que los impuestos sobre la renta que pagan los 400 con mayor riqueza son un 61% de los impuestos que pagan los 400 con mayor renta gravable.

El resultado principal es que los más ricos en EE.UU. pagan un 9,6% en impuestos federales sobre el total de su renta (12,0% si se calcula la renta Haig-Simons ajustando por la inflación). Estos tipos medios efectivos aumentan hasta el 12,2% nominal (15,0% real) si se incluyen los impuestos locales y estatales. En todo caso, se trata de unas cifras menores a las estimadas por organismos oficiales como la Congressional Budget Office (CBO) y el Joint Committee on Taxation (JCT), y la diferencia se debe a que estos organismos no incluyen las ganancias de capital no realizadas en su medida de renta. A este análisis se podría incorporar la carga del impuesto de sociedades que recae sobre las personas de renta alta, para tener la foto completa de la carga tributaria total.

En resumen: los ricos en EE.UU. soportan un tipo medio efectivo sobre la renta inferior al de la clase media de ese país. La razón principal es que el impuesto sobre la renta no grava las ganancias patrimoniales no realizadas, que son una parte muy relevante de la renta en la parte alta de la distribución. Esto abre un debate más amplio sobre el diseño del impuesto, relevante para todos los países, no solo EE.UU.: ¿deberían gravarse cada año estas rentas no realizadas para garantizar la progresividad del sistema impositivo? Esto lo dejamos para otro día.

Coda: Y en España, ¿cuántos impuestos pagan los ricos?

Imagino que muchos lectores se estarán preguntado qué tipo medio efectivo soportan los más ricos en España. Lo cierto es que no lo sabemos con certeza. Las estimaciones más conocidas son las del Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones que realiza Fedea (López Laborda, Marín y Onrubia, 2023), donde se utiliza una definición estándar de la renta total. Para aplicar el método de Yagan al caso español sería necesaria información detallada sobre la riqueza de las personas más ricas del país (lo más parecido que existe es un ránking que hace El Mundo, pero solo desde hace pocos años), además de estadísticas oficiales de recaudación del IRPF por tramos de renta (cuyo nivel máximo de desagregación ofrece datos agregados de los 12.000 contribuyentes con renta por encima de 600.000 euros, el top 0,06%). Quizás haya algún investigador joven leyendo esta entrada que se anime a ponerse a la tarea.

 

Hay 6 comentarios
  • Si nos ponemos exquisitos con la definición renta, también nos podemos poner exquisitos con la definición de pagar.

    Una cosa son los impuestos que abonan, y otra cosa los que adeudan por esos beneficios no realizados.

  • En lugar de perjudicar a los ricos, habría que extender la optimizacion fiscal a toda la población. Supongo que si se habla de gravar las ganancias no realizadas, no se presupone un bono fiscal cuando estas sean negativas...

    Y por ultimo: los impuestos a los ricos siempre se traspasan a las clases medias porque al final no se recauda tanto pero el gasto ya está hecho

    • Carlos,
      Gracias por el comentario. Desde mi punto de vista, lo lógico si se decide gravar las ganancias patrimoniales no realizadas es que haya, por simetría, un crédito fiscal para las pérdidas patrimoniales no realizadas. Obviamente esto podría crear problemas de implementación y da incentivos a manipular la valoración de activos al final de cada año, lo cual habría que estudiar detenidamente antes de hacer una reforma de este tipo.

      En cuanto a la proporción de los impuestos a las rentas altas que se trasladan la clase media, creo que es una hipótesis demasiado amplia. La única manera de hacer una estimación sería tratar de estimar la incidencia impuesto a impuesto. En todo caso, no creo que la tasa de traslación sea del 100% ni mucho menos.

  • Hola, muy buen artículo.

    Desde mi contrastada ignorancia, me asalta una duda. Si por cada individuo rico, tuviéramos una correspondencia de n individuos de clase media. Es decir, supongamos que tenemos una varita mágica y dividimos el patrimonio del rico hasta distribuirlo entre n individuos de clase media. De forma que en vez de tener un gran contribuyente rico, tenemos n contribuyentes de clase media ¿Cuál de los dos escenarios sería más favorable desde un punto de vista tributario? Aunque también podría plantearse la cuestión desde el punto de vista del consumo.

    Un cordial saludo.

    • Jordi,
      Gracias por la pregunta.
      Si asumimos que hay un mínimo exento medianamente alto--como suele ser el caso en los impuestos sobre el patrimonio o las herencias--el escenario en el que el patrimonio se divide entre n personas llevaría a una menor recaudación total. Eso asumiendo que las tasas de evasión/elusión son iguales para distintos niveles de riqueza. En la práctica, los contribuyentes más ricos suelen encontrar vías para eludir el pago de impuestos de manera legal (o bordeando la legalidad). No tengo claro cuál de los dos efectos dominaría en la práctica.

  • Un problema de este análisis es suponer que un individuo muy rico es exactamente igual a uno de clase media, solo que cobrando más. Y no es así, los individuos muy ricos suelen ser, en un gran porcentaje, personas que han desarrollado empresas y negocios con éxito, y su "renta" no la dedican a consumirla (a comprar coches o casas 100 o 1.000 veces más caras que los de un individuo de clase media), sino que suelen dedicar buena parte de esa renta a desarrollar nuevos negocios. Si la presión fiscal es muy alta en estos individuos, además de incentivarles a que huyan a otro país, les estamos reduciendo la posibilidad de que dediquen esa renta a generar nuevos negocios que, si son un éxito, generarán posteriormente, además de más riqueza y empleo, nuevos impuestos (rentas salariales, IVA del consumo, etc.), ingresos que seguramente serán mucho mayores que los ingresos que se pierden inicialmente por no subir los impuestos a la renta de estos individuos muy ricos.

Los comentarios están cerrados.