Por Jordi Perdiguero y Juan Luis Jiménez
Históricamente, los mercados petrolíferos han mostrado un nivel de competencia muy reducido, en cualquiera de los niveles de la cadena de producción. El paradigma es la OPEP: un cartel, conocido, que dura más de medio siglo ¡y que nadie ha sancionado! Además, las características de demanda y oferta (alta inelasticidad, reducida diferenciación, etc.) no ayudan a promover dicha competencia efectiva.
Las principales acciones anticompetitivas realizadas por las empresas en este mercado a nivel internacional han sido comportamiento colusorio (por ejemplo, aquí), respuesta asimétrica a cambios en costes (el artículo seminal de Bacon, 1991) o precios predatorios (Anderson y Johnson, 1999).
En España, los resultados van en la misma línea. Tres décadas después de la liberalización sectorial que rompió en la Península y Baleares el monopolio de Campsa (ahora Repsol), la competencia es muy reducida (véase aquí, aquí o aquí).
En este contexto, Pol Antràs, José Ignacio Conde-Ruiz y Manu García nos advirtieron en 2012 que debíamos repostar los lunes, ya que ese día la gasolina era más barata. ¿Por qué? Apuntaban a que no se debía a un efecto de demanda, sino a una hipotética acción coordinada de las compañías.
Y eso es precisamente lo que este post viene a (de)mostrar. Basado en un artículo recién publicado, concluimos cómo las tres principales empresas petrolíferas de España (Repsol, Cepsa y BP) crearon una nueva acción anticompetitiva: bajar precios para engañar a la ciudadanía (y hacernos ver que los precios no eran tan altos). La capacidad de invención de los oligopolios para no competir es ilimitada. Lean…
El caso
2012. España. El país sufría las mayores consecuencias de la crisis económica de 2008. Y, entre otros malos indicadores, aparece reiteradamente uno en la prensa: los precios (antes de impuestos) de los hidrocarburos están en el Top 5 de los más caros de toda la Unión Europea. La extinta Comisión Nacional de la Energía abrió expediente en 2013, pero no fructificó.
Este hecho preocupa por cuanto supone un encarecimiento de una de las principales materias primas de cualquier economía (máxime en España, donde además tenemos alta dependencia de las importaciones petrolíferas).
Pero, “misteriosamente”, España comienza a desaparecer de los valores altos del ranking, sobre todo a partir de finales de marzo-principios de abril de 2012 (vea la figura). Buena noticia para la economía española, ¿no?
Figura: Posición de España en el ranking del Oil Bulletin.
Fuente: Elaboración propia.
Pues no. Como siempre, nada es casual (ni gratis) y la explicación está en los detalles. El ranking citado se extrae del Oil Bulletin, estadística semanal de precios de hidrocarburos en la Unión Europea que publica la Comisión Europea. Y, ¿a que no adivina qué día de la semana era el elegido para recopilar la información estadística de cada país?
Efectivamente, los lunes.
Desde la perspectiva del oligopolio, hay dos formas de solucionar el problema del revuelo mediático que se generó en España por tener precios altos: competir agresivamente para bajar precios o “maquillar” las estadísticas. Y sabemos que los oligopolios nunca tomarán lo primero…
Datos y estrategia empírica
Para estimar el origen de este “misterioso y repentino” cambio de España en el ranking europeo, los autores contamos con los precios diarios de la gasolina 95 de todas las estaciones de servicio de España, entre el 01 de enero de 2012 y el 31 de diciembre de 2013. Más de 3 millones de observaciones, con las que nuestro objetivo era sencillo: explicar si el precio que establecen las estaciones depende sistemáticamente del día de la semana (entre otros factores).
Pero, ¿cómo poder estimar un comportamiento causal? Pues disponemos tanto de dos grupos de control como un cambio exógeno:
a) Los precios de los hidrocarburos en Canarias. Los gestores del Oil Bulletin nos confirmaron que, por su diferente fiscalidad, las estaciones de servicio de Canarias no están incluidas en el ranking.
b) Las compañías independientes y low cost. La literatura empírica (aquí, por ejemplo) ha mostrado que estas estaciones son las únicas que disciplinan la competencia en el mercado y, por tanto, a priori no seguirán comportamientos poco competitivos de las principales marcas.
c) La Comisión, ante el revuelo organizado, modificó el 13 de mayo de 2013 la forma de recopilar la información. A partir de entonces, utilizó como dato para España una media semanal de precios en lugar del dato del lunes.
¿Qué encontramos?
Resultados
Tanto del análisis descriptivo como de aplicar un estimador en diferencias (difference-in-difference) los principales resultados fueron los siguientes (puede ver las estimaciones en el artículo):
1. Efectivamente, los precios de la gasolina en la Península Ibérica son más bajos los lunes que el resto de días de la semana, durante 2012 y parte de 2013. Sistemáticamente. Pero no lo son para las estaciones independientes, low cost, supermercados, cooperativas ni las estaciones situadas en las Islas Canarias.
2. Utilizando Canarias como grupo de control (donde, recuerden, el Oil Bulletin no utiliza sus datos), el estimador en diferencias señala que los precios de la gasolina para las estaciones de Cepsa, BP y sobre todo Repsol, son más bajos los lunes.
3. Los resultados anteriores se repiten si tomamos las estaciones low cost como grupo de control.
Y el resultado más relevante:
4. El efecto lunes desaparece para Repsol, Cepsa y BP tras el 13 de mayo de 2013, día en que la Comisión modificó la forma de obtener la información estadística y dejó de usar el precio de los lunes como referencia.
Observe en el gráfico cómo, tras mayo de 2013, España vuelve a estar en el Top5 de precios más altos en la Unión Europea.
Conclusiones
Las estimaciones no dejan lugar a dudas: el “efecto lunes” existió, y supuso una demostración (más) del poder de mercado que tienen Repsol, Cepsa y BP en este mercado. Las tres grandes compañías, que en 2012 copaban más del 68% de las estaciones de servicio en España, bajaban los precios los lunes con el único objetivo de reducir la presión mediática sobre los precios de los carburantes en España, recuperando el resto de días de la semana los (potenciales) menores ingresos de los lunes. Y, ojo, todo lo anterior teniendo en cuenta que hay más de ocho mil estaciones de servicio en España, con relaciones con el mayorista diferentes y supuestamente independientes de este.
Pero, por si los resultados anteriores le parecen poco, hay un giro de guion interesante. Repsol, la compañía que lideró este proceso (por la concentración y los claros resultados econométricos), publicó una nota de prensa en julio de 2013, en la que reconocía haber hecho el efecto lunes.
Literalmente el presidente Brufau expresó que bajaron los precios los lunes por ser la “jornada que los profesionales del transporte utilizan mayoritariamente para cargar sus depósitos de combustible de cara a su actividad semanal”.
A la vista de los resultados econométricos, nos surgen inmediatamente las siguientes preguntas:
a) ¿Es una estrategia comercial de la compañía y no la publicitan?
b) ¿Desde cuándo los profesionales del transporte recargan gasolina 95 (que es el producto que hemos utilizado en nuestras estimaciones)?
c) En cualquier caso, ¿dejaron de repostar a partir del 13 de mayo de 2013 y por ese motivo ya no es el lunes el más barato?
d) ¿Por qué no se aplica esa estrategia en las estaciones de servicio de Canarias?
Las respuestas a todas ellas son tan insultantemente obvias que no merece la pena responderlas.
Las implicaciones de este caso son evidentes: la capacidad de coordinación de las empresas dominantes en este mercado es extremadamente alta y contraria a los intereses de los consumidores (y, por ende, de la competencia).
Las autoridades deberían tratar de ser más activas en la promoción de la competencia en este sector (promoviendo la apertura de estaciones low cost o independientes), revisando la política de sanciones aplicadas al sector y siendo más restrictivos en potenciales fusiones sectoriales.
Nada es gratis, pero a algunos les sale muy barato no competir.
Hay 11 comentarios
Muchas gracias por el articulo, muy interesante! Sin embargo me llama la atención que la magnitud del efecto lunes parece minúsculo. Quizás lo estoy leyendo mal pero es sólo alrededor de un céntimo de euro. ¿De verdad cambian tanto los rankings por un céntimo de euros? Muchas gracias por la aclaración
Hola, Juan,
gracias por el comentario. Respondo:
1. Sí, la cuantía está alrededor del céntimo. Pero hay que recordar que es un céntimo por litro de producto. Multiplique por los litros vendidos y verá la importancia de ello.
2. Sí, cambian los rankings. De hecho, mire el gráfico que añadimos en el post (no está en el paper, por cierto), y comprobará cómo España tras mayo de 2013 vuelve a situarse en el top 5.
Un saludo
Juan Luis Jiménez
Hombre, el efecto parece claro que ocurrió y no favorece los intereses del consumidor, pero me parece una reacción "racional" de las empresas ante la chapuza de recoger las estadísticas un lunes, y es algo tan obvio que no hace falta coordinarse ni ponerse de acuerdo entre las empresas. Por lo demás, es un comportamiento fácilmente evitable por la administración, como así ocurrió un año después.
El resto de ataques a la industria petrolera que se desprende del artículo me parecen gratuitos para la tesis que se defiende.
Me gustaría resaltar que el sector del refino es una de las (¿pocas?) industrias en las que este país aún compite a la altura de cualquiera y genera puestos de trabajo de alta calidad... muchas gasolineras low cost importan producto de países nada famosos por la calidad de su competencia, y en el caso particular de los hipermercados, venden carburante como efecto llamada y no sé si se está mirando si venden por debajo de costes.
Un saludo.
Estimado Elías,
gracias por su aportación. Le respondo en orden:
0. El efecto no "parece" que sucedió: realmente sucedió. Se confirma econométricamente y la propia Repsol lo admitió.
1. La reacción "racional" que Vd. comenta no sería tal si las empresas compitiesen de manera efectiva en el mercado.
2. Si fuera "tan obvio", ¿por qué no lo hicieron las low costs, independientes, cooperativas, y las gasolineras de Canarias?
3. Cierto es que recoger las estadísticas con datos de toda la semana es mejor que un día concreto. Y así se solucionó.
4. Los "ataques" a la industria no son tales. Solamente evaluamos el sector y mostramos los resultados, que se basan en más de tres lustros estudiándolo a nivel minorista, incluida la tesis doctoral de Jordi Perdiguero. Al final le relaciono algunos artículos al respecto del caso español.
5. Respecto a lo que exponer a partir de "Me gustaría resaltar (...)", es eso: una opinión. Sería conveniente, para transformarla en argumento, si pudiera aportar información contrastada al respecto.
Un saludo
Juan Luis Jiménez
Algunos artículos:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0301421509009239
http://www.ub.edu/graap/EI2007.pdf
https://link.springer.com/article/10.1007/s11151-012-9337-9
https://www.redalyc.org/pdf/969/96912320002.pdf
https://link.springer.com/content/pdf/10.1007/s11067-010-9144-5.pdf
https://link.springer.com/article/10.1007/s10657-014-9437-0
https://link.springer.com/article/10.1007/s00181-018-1427-6
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4127888
Gracias por su respuesta.
Los enlaces son muy interesantes. No he podido leerlos todos, pero de una lectura rápida, algunos comentarios:
- Algunos artículos son antiguos. Incluso el que provoca esta conversación se refiere a hechos ocurridos en el 2012-2013. Desde entonces han ocurrido cosas en el sector... sin embargo, se insiste en la tesis de la falta de competencia por poder de mercado de las grandes petroleras con hechos que ocurrieron hace 7 años.
Los últimos enlaces son más recientes, pero parecen estudios más específicos, sobre competencia local entre estaciones, etc... no sé si contribuyen a la tesis principal, aunque ud. parece sugerir que sí, por lo que los leeré con más atención.
- Desde hace tiempo (y alguno de sus enlaces lo cuenta muy bien) se han ido dando muchos de los pasos recomendados por los expertos para favorecer la competencia: "apertura" de CLH, reducción obligada de la cuota de mercado de las 3 grandes, fomento de la introducción de operadores pequeños, gasolineras low cost e hipermercados, eliminación de contratos de abanderamiento de largo plazo y, quizá lo más importante, cambio de los típicos contratos de "comisionista" del gasolinero a una venta en firme entre petrolera y gasolinero, en la que éste puede poner el precio que desee en su gasolinera.
¿Y a pesar de todo ello se sigue manteniendo el poder de mercado de las petroleras? No voy a negar los números pero, ¿no cree que está faltando algún factor clave en este análisis? (sigue)
(sigo)
... ese factor clave puede estar relacionado con la estructura de incentivos que opera en este mercado.
Si yo soy un pequeño empresario con una o varias gasolineras, abanderadas con quien sea, y aunque tengo libertad para vender al precio que quiera, puedo no tener ningún interés en iniciar una guerra de precios con la gasolinera de enfrente o la del otro lado del pueblo: mi empresa probablemente no soporte tal guerra de precios (seguro que lo soportaría mejor una gran petrolera) y además no tengo mucha información o herramientas que me ayuden a decidir precios, más allá de que suban o bajen mis ventas: es más fácil para mi "copiar" el precio de mi entorno o el que ponga la gasolinera de la petrolera que tenga más cerca. ¿Es esto colusión, o se puede achacar este comportamiento a la intervención de las grandes operadoras? Me parece que no...
Estimado Elías,
gracias nuevamente.
Le doy algunas respuestas:
1. Que los artículos no sean recientes, no los invalidan. Y mucho menos los resultados del efecto lunes. Sucedió y, salvo cambios muy profundos en el mercado, podría volver a suceder.
2. Le remito debajo artículos algo más recientes. Estos muestran cómo mejora la competencia precisamente cuando las "grandes" no están presentes: ¡solo las low costs compiten!
3. La estructura del mercado no ha variado sustancialmente en los últimos años. Por suerte, ha disminuido la cuota de "las grandes", pero resta trabajo en ese sentido.
4. Le remito una referencia relativamente reciente donde se muestra otro indicador de cómo las grandes no compiten: González y Moral (2019). Por favor, revíselo.
Un saludo
Juan Luis Jiménez
Artículos:
Balaguer, J. y Ripollés, J. 2018. The dynamics pattern of price dispersion in retail fuel markets. Energy Economics, 74, 546–564.
Balaguer, J. y Ripollés, J. 2020. Do classes of gas stations contribute differently to fuel prices?
Evidence to foster effective competition in Spain. Energy Policy, in press.
Bernardo, V. 2018. The effects of entry restrictions on price: Evidence from retail gasoline
market. Journal of Regulatory Economics, 53, 75-99.
González, X. y Moral. M.J. 2019. Effects of antitrust prosecution on retail fuel prices,
International Journal of Industrial Organization, Volume 67, December, 102537.
https://doi.org/10.1016/j.ijindorg.2019.102537.
De lo que se dice, lo que queda claro es que las empresas supieron ver el fallo en el sistema y aprovecharse de él.
A partir de ahí se da un triple salto mortal para decir que hay actuaciones contrarias a la competencia.
No digo que no existan, pero la relación causa-efecto que se intenta transmitir no la veo convincente.
Estimado Nacho,
gracias por comentar. Respondo:
1. Si hubiese competencia efectiva, las empresas no bajarían los precios para engañar a las estadísticas: se preocuparían las unas de las otras.
2. Si lo que Vd. dice es correcto, ¿por qué las low-cost, independientes, cooperativas y estaciones de servicio de Canarias no lo hicieron?
3. No hay triple salto mortal. Es un ejemplo más, añadido a una serie de publicaciones sobre el sector, que demuestra que no existe competencia efectiva en este mercado, al menos allí donde estas empresas mencionadas operan (Repsol, principalmente).
Le relaciono debajo algunos artículos al respecto (solo los publicados por Jordi y por mí. Hay muchos más, en la misma línea).
Un saludo
Algunos artículos:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0301421509009239
http://www.ub.edu/graap/EI2007.pdf
https://link.springer.com/article/10.1007/s11151-012-9337-9
https://www.redalyc.org/pdf/969/96912320002.pdf
https://link.springer.com/content/pdf/10.1007/s11067-010-9144-5.pdf
https://link.springer.com/article/10.1007/s10657-014-9437-0
https://link.springer.com/article/10.1007/s00181-018-1427-6
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4127888
Muchas gracias por vuestra aportación.
Paradoja de Diamond, no? Los propietarios no necesitan ni coordinarse. Lo que dice Elías. Equilibrio: precio de monopolio (y el céntimo de los lunes la variación del coste marginal de aparecer asociado a la estadística), salvo para los pequeños competidores que captan demanda residual.
La pregunta es ¿cómo se hace efectiva una mayor competencia con costes de búsqueda? (En este y otros mercados)
Resumiendo: teníamos un monopolio estatal, que era todo lo ineficiente y malo atendiendo la calidad del servicio que querían sus responsables democráticamente elegidos; y lo cambiamos por un estupendo oligopolio privado que roba a sus clientes en aras de la liberatad empresarial y la eficiencia económica...
Hay una frase muy buena para definirlo: hacer un pan con unas tortas.
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