Call of Duty 4 es un juego de ordenador de una gran violencia y muy realista. No es que me lo haya pedido, pero cuando decidí que quería escribir sobre este tema pregunté a mi hijo de 10 años cuáles estaban de moda en esa categoría. Me citó este juego yalguno más (uno se llama Mafia II). De manera que ya sabe que existe y deben haberlo discutido en el colegio. También me ha dicho que no le gustan los juegos violentos, que prefiere “los de Mario, los de deporte o los de lógica”. Pero puede estar simplemente diciendo lo que imagina que quiero oír, y en todo caso los chicos cambian. De manera que me pregunto: ¿debemos preocuparnos si nos lo piden? ¿Es verdad que los videojuegos (o las películas) violentos fomentan la violencia? La respuesta a la primera pregunta es “probablemente” y la respuesta a la segunda “tal vez no”.
En realidad yo quería haber hablado de la funesta influencia de la televisión en los resultados escolares. Hace tiempo que no aguanto más de cinco minutos frente a la televisión. Y me da rabia que mis hijos pasen más de ese tiempo. El problema es que no encuentro buena evidencia del efecto causal de la televisión en los resultados escolares. No es que no haya evidencia de una asociación entre las variables. Al contrario, la evidencia de que existe es abrumadora. Por ejemplo, la que muestran Hancox y sus coautores con una base de datos que incluía a todos los nacidos en Dunedin (Nueva Zelanda) en 1972 y que aún vivían en la provincia de Otago en 2005. Los resultados se pueden ver en el siguiente gráfico, en el que cada barra señala los porcentajes de distintos niveles de estudios (de abajo arriba: no acabaron los obligatorios, los terminaron, formación profesional y universidad) para distintos números de horas ante el televisor por día.
Como pueden ver la asociación entre ver la televisión y malos resultados escolares es impresionante. Esta asociación persiste si la correlación se condiciona a variables como el nivel socioeconómico de los padres o el cociente intelectual. El problema es que a pesar de que a los autores del artículo (o a mí mismo) les gustaría afirmar que el efecto es causal, como ellos mismos reconocen “no podemos descartar la posibilidad de causalidad inversa”. Es decir, los chicos que son más propensos de por sí a tener malos resultados (por baja motivación o simple pereza) ven más la televisión para escaparse de los libros.
No es éste el único estudio que revela esta asociación negativa de la televisión con la educación. Nunez-Smith y sus coautores revisan más de 173 estudios y en el 80% de ellos se observa que una mayor exposición a los medios está asociada a resultados negativos para la salud y la educación de niños y adolescentes. No me he leído los 173, pero sospecho que no hay estudios experimentales o cuasi-experimentales para resolver el dilema de causalidad inversa que les planteaba antes.
A falta de pan, buenas son tortas, pensé. Y recordé un artículo muy interesante del Quarterly Journal of Economics en el que Gordon Dahl y Stefano Della Vigna se preguntan si la exposición a películas violentas aumenta las actividades violentas. Los autores describen una evidencia anterior que muestra una mayor actividad violenta de sujetos sometidos en condiciones de laboratorio a la visualización de cortas películas violentas. Pero es difícil saber si la evidencia es extrapolable a condiciones de campo más realistas. Asimismo hablan de una robusta asociación estadística entre individuos que han cometido crímenes con violencia y su gusto por las películas violentas. Pero esta evidencia tiene el mismo problema que afecta a la que citaba antes sobre la posibilidad de que la causalidad esté invertida. Puede no ser el caso que las películas generen violencia, sino que a los violentos les gusten esas películas.
La forma en que Dahl y Della Vigna sortean ese problema es utilizando el hecho de que las películas de máxima audiencia (los “blockbusters”) tienen la audiencia muy concentrada en el fin de semana de su estreno. Y dado que estas películas tienen grados de violencia muy distintos y se estrenan de manera esencialmente aleatoria, podemos encontrar una variación cuasi-experimental de exposición a la violencia que afecta a varios millones de personas entre distintos fines de semana.
El efecto que encuentran de la exposición a películas violentas es insignificante de 6 de la mañana a 6 de la tarde. En las horas de la noche (de 6 de la tarde a 12 de la noche, que es cuando se ven generalmente las películas) en cambio, detectan un efecto negativo significativo en la delincuencia. Por cada millón de personas que van a una película de violencia fuerte o leve (usando la escala de violencia de kids-in-mind.com) los crímenes violentos disminuyen, respectivamente, en un 1,3% y 1,1%. El efecto no es estadísticamente significativo para las películas no violentas. Los autores controlan por el efecto de la estacionalidad (el crimen no es igual en todas las épocas del año), el clima y otras variables que están relacionadas con el crimen.
En cuanto a la explicación de por qué sucede esto, el artículo es más tentativo, pero los autores documentan que los grupos demográficos más propensos a actos violentos (los jóvenes, por ejemplo) tienen más tendencia a ver esas películas y por tanto tienen menos tiempo para las actividades violentas. Y al mismo tiempo, es probable que por ver la película dediquen menos tiempo a actividades que pueden provocar crímenes, como consumir alcohol. Esto es consistente con el hecho de que los crímenes que se reducen más son los relacionados con la ingesta de alcohol, como las agresiones bajo la influencia del alcohol o las producidas por individuos que acaban de cumplir la edad legal para tomar bebidas alcohólicas (en comparación a los que les faltan pocos meses).
Ustedes juzgarán, pero a mí me resulta convincente. Y en cuanto a las preguntas por las que comencé, espero que ahora quede clara mi contestación. Si al chico le gusta la violencia cinematográfica debemos preocuparnos porque sabemos que a los violentos les suele gustar más que los no violentos. Pero parece claro que la causa de esa violencia no es la película. Más bien al contrario, para alguien violento por naturaleza jugar a Mafia II puede ser un sustituto relativamente inocuo a la actividad real.
La pregunta que queda en pie es la que me interesaba más para empezar: ¿es la televisión (violenta o no) mala para la educación? Pues como científico no puedo asegurar que lo sea. Pero como padre, lo siento mucho hijo. No más de una hora de televisión al día mientras no se demuestre que verla es muy bueno.
Hay 28 comentarios
¿Le compro el Call of Duty 4 a mi hijo?
Pero que pregunta!
Seguro que sus padres nunca le compraron un Spectrum con Monkeys Island (muchos padres entonces se horrorizaban con los diálogos de aquel juego)
Creo que a muchos padres les cuesta entender la era digital. Todos preocupados por los videojuegos y después se ponen a contar tan orgullosos las barbaridades que hacían cuando eran chavales a perros, gatos, etc, que al fin y al cabo eran seres vivos ... o los apuntan sin problemas a practicar artes marciales.
Personalmente, he crecido con los videojuegos. Los violentos y los no violentos. No estoy en la cárcel ni he tenido problemas con la violencia nunca :p Aunque no hay que hacer un máster para entender que más tiempo jugando a videojuegos menos para estudiar y que a los niños hay que protegerlos de ciertos contenidos (violencia, sexo, etc.).
Dicho esto, diré que concuerdo que los juegos, violentos o no, a la edad apropiada no son malos con la supervisión, control y educación adecuada por parte de los padres.
Si los juegos influyeran, después del éxito de Mario millones de niños estarían deseando ser fontaneros.
El contenido de los videojuegos o la televisión no se si afecta en algo. Y me cuesta ver como se podría medir en cualquier caso tal efecto.
Lo que afecta es el tiempo pasado con ellos (y no sólo, también en actividades improductivas en internet, como comentar blogs :D). Evidentemente no es lo mismo ver Cosmos que Sálvame, ni jugar al COD que a Europa Universalis, ni leer la Hobby Consolas que Tolstoi, pero en general se puede decir que el tiempo pasado ante la tele y las consolas resta directamente al estudio, la lectura, el deporte, el juego imaginativo tradicional, el estar con amigos, etc, todas actividades que no dudamos que son positivas.
Más allá de simplemente reducir horarios, se puede intentar educar el gusto de los niños desde pequeños, contando y leyendo cuentos, viendo y explicando cine infantil y adulto de calidad, etc, porque tarde o temprano (¿13 años?) sus hábitos lúdicos escaparan de nuestro control.
Antonio,
Muy interesante, y algo que a todos los padres nos preocupa. A mi me gusta mucho el trabajo de Matt Gentzkow y Jesse Shapiro en el QJE (08)"Preschool Television Viewing and Adolescent Test Scores: Historical Evidence from the Coleman Study" (http://www.mitpressjournals.org/doi/abs/10.1162/qjec.2008.123.1.279). El experimento es utilizar la llegada de la tele a distintos lugares en EEUU en los 50 en diferentes momentos, que tiene que ver con razones de geografia etc. El resultado es fascinante: los resultados escolares SUBEN, no bajan, al entrar la TV. Cuando vemos los grupos en los que sucede, esta claro por que es: "los efectos son mayores para los niños de hogares donde el inglés no es la lengua primaria, los niños cuyas madres tienen menos educación de escuela secundaria, y para los niños no blancos."
De momento, mis hijos (8 y 5) de momento solo juegan el fin de semana al Wii (deportes y Mario como los tuyos!) , y no ven la tele sino solo DVDs, aunque me pregunto si es lo correcto socialmente (tienen que integrarse, no?)
Zeta querida, es una pregunta retórica!
Un saludo cordial,
Luis
Gracias Zeta. Mis padres me dejaron leer la Ilíada y ver Los Desastres de la Guerra de Goya. Seguramente por culpa de eso torturo a mis lectores con este blog.
Harkonnen, estoy de acuerdo en que los padres no suelen entender el efecto de las nuevas tecnología en los hijos. Razón de más para estar preocupados y buscar qué dice la evidencia. La supervisión es uno de los problemas del mundo digital. Con un solo canal de televisión, la supervisión era sencilla. Con cientos de canales y millones de páginas web, ni el filtro más inteligente sustituye la presencia del padre. Pero ¿quién tiene el tiempo para estar mirando una hora el ordenador con el niño?
Claudio. Me contaba un compañero de Barcelona que después del éxito de CSI Miami, las solicitudes a una escuela de estudios forenses americana se multiplicaron por 100. No conozco el efecto de Mario, pero no me sorprendería que fuera mayor del que imaginas.
Enric, no me parece tan difícil medir el efecto diferencial de Cosmos y Sálvame. De hecho los programas del corazón o de ciencia tienen una fecha de comienzo muy determinada y es posible que se pueda hacer el equivalente a un "event study" o aprovechar que algunos canales no se reciben en algún sitio hacer algo parecido a lo que Luis nos dice que hicieron Gentzkow y Shapiro. A lo mejor alguno de nuestros jóvenes lectores universitarios se anima, lo hace y nos lo cuenta.
Luis, muy interesante lo de Gentzkow y Shapiro, aunque no se lo diré a mi hijo. Lo que me recuerda que desde hace cuatro años los míos solamente pueden ver la tele en inglés. Los efectos son apreciables.
A esa reflexión también me he enfrentado el año pasado y creo, que sin ponerle puertas al campo, que lo correcto es intentar que la madurez del chaval vaya acorde con los contenidos.
Como curiosidad la venta de videojuegos va destinada a un público mayoritariamente masculino.
Que tiempos aquellos de ir a “cazar ranas”! Por cierto ¿Cuántas niñas nos acompañaban?
Del apartado ver TV, mi experiencia debe ser minoritaria, si después de la actividad escolar un niño/a dedica parte de su tiempo al deporte y a (alguna) actividad extraescolar, mas el tiempo de socialización, no encuentro el tiempo de ver la TV.
Antonio, si estás dispuesto a jugar con él, compraselo (si le gusta). Si no lo vas a estar, lo mejor es que le hagas ahorrar y que se lo compre, lo disfrutará más y aprenderá la lección. Si quieres que herede la profesión de su padre, comprale el Europa Universalis (o el Hearts of Iron). Aprenderá a gestionar un pais en la hora antes de cenar!
Yo soy jugador de juegos de rol, que han sido más vilipendiados aún que los videojuegos en la cuestión de la incitación a la violencia. Jugando a éstos juegos, mis amigos y yo hemos incendiado ciudades (de hecho, entre carcajadas y saltándosenos las lágrimas) saqueado cadáveres y destruído innumerables vidas y haciendas. Y luego nos íbamos a casa a cenar con la familia, tan ricamente. Y gracias a ellos, hemos aprendido historia, geografía, arte, e incluso herrería! Así que yo me abono a la hipótesis de que el cine no genera violencia, sólo da ideas de cómo ejercerla. Idem para los videojuegos
Hola Antonio, gracias por tu post.
Este es un tema que siempre me ha interesado y sobre el que leí un buen artículo hace años, discúlpame, no recuerdo el nombre ni lo encuentro ahora. El trabajo trataba sobre la televisión y venía a decir que la ficción apenas influye en los comportamientos o en las ideas, en cambio las noticias, realities o todo lo que sea supuestamente realidad si que tenía influencia (pregúntenselo a R. Murdoch).
Me habéis descubierto una demostración clara entre gustos y comportamientos, y el uso de ocio no dañino como alternativa para saciar los instintos violentos me ha sorprendido, por su claridad, aunque solo sea temporal, habría que ver si simplemente aparcan la violencia para otro momento o realmente la disminuyen. Tampoco me esperaba los resultados aportados por Garicano, el impacto positivo para aprender la lengua si, pero que no solo se dé en grupos no angloparlantes, no.
Este tema para alguien que ha sido jugador de videojuegos, uno que ahora se pone a leer páginas de economía por internet en vez de jugar al Mario (menos mal que ésto no lo leen mis amigos), es un auténtico clásico, habiendo visto desde adolescente como algunos juegos eran prohibidos, censurados o acusados de estar detrás de asesinato injustamente desde la óptica de un jugador de videojuegos. Para nosotros ha sido como una lucha intergeneracional.
Por lo que veo vuestros peques aun no han llegado al momento en que abandonan la "tele". Yo tengo dos de 14 y 17, que prácticamente la tienen abandonada, internet se la ha comido totalmente.
El de 14 todavía juega con su wii en red, pero nada de Mario, juegos colaborativos con otros tres jugadores en los que deben vencer a monstruos de diferentes niveles y utilizar infinidad de artilugios brebajes y estrategias que se aprenden a base de jugar y comunicarse con sus compis . El juego se llama "Monster Hunter Trii", y te podrá gustar o no, pero es uno de los que conozco que mas les hace mejorar habilidades tanto motoras como (sobre todo) mentales y de solución de dificultades imprevistas.
Creo que la forma de jugar está cambiando...para bien, y estos juegos nuevos que requieren de varios actuantes, con comunicación, y con novedades en su jugabilidad son un acierto para la mejora de su aprendizaje.
Aunque la parte mas importante de la consola es esa en la que te dice al padre la "actividad diaria" desglosada por juegos y demás para supervisar el tiempo, y que permite que si no hay un auto-control del niño lo haga el padre.
El problema de controlar internet es mas difícil de solucionar, yo lo intento con "K9 web protection" y no es que vaya mal pero hay que hilar muy fino en la supervisión personalizada (al mayor le voy quitando filtros), el control del tiempo funciona muy bien.
Todo esto para comentar que los estudios sobre la tele habrá que cambiarlos por los de "videojuegos-internet" que se están uniendo y dentro de poco será lo que estarán haciendo la mayoría cada vez a edades mas tempranas.
¿Te acuerdas de Son Goku? Más violento que eso es difícil.
En aquel tiempo, hubo incluso quien dijo que era una estrategia para crear un estado de violencia entre nuestros pequeños. Fue durante la era de Reagan y su guerra fría, de la Thatcher y su obsesión por la violencia y la represión. Todo es posible.
En aquel tiempo no había tele en casa, no la quise hasta que mis hijos tuvieron once y trece años, los justos para que les pudiera explicar de manera razonable lo que era la realidad. Supongo que el problema era mío, que no sabía cómo enseñarles a ver la tele; ahora, más maduro, sabría cómo enseñárselo a mis nietos, el problema es que no los tengo.
El problema es el mensaje que emiten a un público inmaduro, que puede confundir la realidad con unas películas y juegos que la imitan a la perfección. Hablas del CSI, pero allí te pintan a unos malvados todopoderosos, que gracias al dinero hacen, deshacen e influyen donde y como quieren; en este caso, unos hombres muy buenos y casi contracorriente, héroes, hacen que el bien se imponga. En fin, el Capitán Trueno de nuestra época. Es lo mejor que dan, el resto, la peli americana del momento, solo sirve para demostrar lo que puede el dinero, la impunidad del que lo tiene, la facilidad en tener un arma y lo bonito que es tomarse la justicia por su mano, etc. Es el mensaje subliminal que llega al inmaduro.
¿Los juegos?
A mi parecer esos no revisten peligrosidad, porque son lo que son y no engañan: juegos, y los chavales, por inmaduros que sean, lo saben.
¿Son violentos?
Qué era el Command & Conquer sino, y de eso ya hace mogollón. En el juego los soldaditos mueren como hormigas, pero hablan como humanos y el chaval aprende a sacrificarlos y tratarlos como un simple número; vamos... igual que un militar estratega durante la segunda gran guerra.
Una apreciación personal, no respaldada por ningún artículo: los juegos son modelos y potencian enormemente la capacidad analítica y de toma de decisiones. En la vida real se toman pocas decisiones al día; casi todo lo que hacemos es instintivo, está programado por los prejuicios (en el buen sentido de la palabra). Los juegos (de todo tipo) te sacan de tu rutina diaria y te ponen frente a miles de decisiones continuas para las que no estás biológicamente programado.
"Los videojuegos no afectan a los niños,es decir; si pac-man nos hubiera afectado de niños, ahora estariamos todos moviendonos por habitaciones oscuras, tragando pastillas mágicas y escuchando música repetitiva."
Kristian Wilson, Nintendo Inc. 1989
Creo que es un tema serio y desde un número ya respetable de nietos multicountry os voy a dar unos brochazos muy personales.
Mi background es de ciencias, di clase de mates en la universidad y creo haber hecho los primeros modelos de programación lineal computerizados en España a mediados de los 60 con aplicación comercial.
En ellos comencé profesionalmente hasta que tres años más tarde vi la cara de mi jefe, un partner Politecnicien, mientras escuchaba los detalles de uno de nis queridos modelos en Fortran. Fue como una experiencia mosaica que me dio el empujón a la acción directa y a cruzar el Mar Rojo. Desde entonces "nunca mais"
1. Los computadores, hoy por hoy y debido a los contenidos, son un grave problema para la educación infantil y juvenil. Un gran inhibidor de cosas como el desarrollo de la conceptualización, la imaginación, el desarrollo de la memoria y lo más importante en la formación: el desarrollo de Actitudes que a la postre tendrán más importancia que las Aptitudes.
2. Esto no debiera ser así necesariamente (hay quien piensa lo contrario, por ejemplo Neil Postman autor entre muchos otros de "The disappearance of Chilhood"). No veo por qué los juegos y simuladores infantiles no pueden desarrollarse para avanzar en el aprendizaje de Matemáticas, Física o Química o al menos para estimularlo dando al niño posiblidad de éxitos tempranos en vez del habitual fracaso que los deja marcados forever.
3. Muchos pedagogos sostienen que el aprendizaje no se produce sin vencer dificultades y sin esfuerzo. Es decir que si se convierte en experiencia polacentera no se aprende eficazmente. Es posible.
4. La violencia no me produce el menor problema. Es didáctica. Creo que estar expuesto a ella, reconocerla, saber prevenirla y defenderse es muy importante como formación. A todos (y a todas las hijas) los puse varios años en artes marciales y deportes de contacto en sus colegios. Lucha, Preparación,Team y Competición son grandes virtudes. No les haces violentos, todo lo contrario, aprenden a ganar y a perder y saben manejarse con más seguridad y confianza en si mismos. Esta cosa mística de ahora contra las peleas de niños me parece ridícula. Luego es la misma gente que ni pestañea ante un aborto con forceps cortando trocitos de niño.
5. No creo que sea bueno permitir una TV o un PC en sus habitaciones. Dan radiación y son cancerígenos. En una sala común durante muy poco tiempo y nunca en comedores o en salones de casa.
6. "El que no esté de acuerdo tiene un problema". Esta actitud es muy valorada por los jóvenes. Su ausencia la interpretan como una señal de que no nos preocupamos por ellos ni nos importa lo que vaya a ser de su vida. (Los psicólogos dicen que valoran el spanking)
7. Me ha hecho mucha gracia el experimento que trae Luis Garicano. Efectivamente, si el entorno del niño es cutre, hay un 2% de posiblidades de que el niño mejore un poquito el nivel de su entorno.
8. Experimento por experimento os cuento uno que me contó mi hija mayor (psiquiatra). Es sobre la latencia de la memoria sensorial o primaria. Consiste en mostrar una decena de números y letras (4 digitos de cada) y al terminar de verlos suena un beep y hay que recordarlos. A los cuatro o seis segundos, menos de la mitad de participantes aciertan a recordar correctamente el 25% de los que se les mostraron. A los 18 segundos no se acierta ninguno de ellos. Este experimento lo conocen muy bien los jueces para evaluar la fiabilidad de testigos visuales.
9. Los eventos sólo pasan de la memoria sensorial o primaria a la memoria permanente por dos motivos muy parecidos: Un trauma asociado o un esfuerzo intenso.
10. Nuestros cerebros no están hechos para almacenar el flujo de megapixels que hoy recibimos. No tenemos capacidad ni para almacenar las 25 imágenes por segundo ni para sintetizarlas de modo eficaz. Un cuento contado o leido es mucho mejor, intelectualmente para el niño, que visto en TV.
Bueno, que no quería enrollarme.
Bueno, entiendo que muchos de los lectores de este blog han tenido pistolas de "restallos" de pequeños, ha jugado a indios y baqueros, a policias y ladrones o a la guerra simplemente y no por ello son más violentos, se dedican a cometer robos de guante blanco o no. Por mi parte me parece acertada la observacion que los juegos restan tiempo a otras actividades pero también me gustaría añadir que son un entretenimiento muy comodo para los padres, mantiene a los chavales quietos y callados en un lugar controlado durante muchas horas.
¿Le debo comprar el COD4 o jugar con él durante mas tiempo?
Mi hijo de 16 años se pasa las horas muertas jugando al Call of Duty. Es un asco. No lee, no se relaciona con la familia, está charlando constantemente con sus amigos (a través del juego)...... Caramba, y ahora que lo pienso, si no estuviera enganchado, tampoco nos hablaría, ni leería, ni dejaría de charlar constantemente con sus amigos.... No le he notado más violento, no piensa alistarse en los boinas verdes, ni le encuentro con mayores capacidades espaciales o de toma de decisiones. Ni a sus amigos. Pero pueden ser casos aislados que no marquen tendencia.
La única ventaja son los muchos fines de semanas que, a cuenta del juego, no sale a hacer botellón .
Estoy basicamente de acuerdo con todo lo dicho. Con algún matiz:
- He llegado a la conclusión que lo que realmente produce cáncer es vivir.
- No estaría tan seguro que el Pacman no nos haya marcado. Y si no, pasense por este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=bDMt1A7amnM
Saludos
Carlos, con lo del Pacman me has recordado una frase muy buena:
"Los juegos no tienen ningun influencia sobre los niños. Quiero decir, si el PAC-MAN hubiese influenciado a nuestra generacion, estariamos todos corriendo en salas oscuras, masticando pildoras magicas y escuchando musicas electronicas repetitivas..."
Kristian Wilson
Nintendo Inc. 1989
Ver el siguiente artículo publicado en Economics Letters para una mayor evidencia de los efectos negativos de la tv
doi:10.1016/j.econlet.2010.06.009
Ver el siguiente artículo publicado en Economics Letters para una mayor evidencia de los efectos negativos de la tv
The reality of reality television: Does reality TV influence local crime rates?
Economics Letters, Volume 108, Issue 3, September 2010, Pages 330-333
Lesley Chiou, Mary Lopez
Como a muchos padres, que nuestros hijos vean la tele o esten con videojuegos o con el ordenador es, aparentemente, menos peligroso que dejarles ir a la calle con los amigos sin saber por donde andan, por eso les dejamos jugar con la consola, ver la tele, etc, así no tenemos que preocuparnos tanto. Lo que es verdaderamente evidente es que no tenemos tiempo para ellos y es más cómoda para nosotros esta forma de entretenimiento. El problema no esta en ellos , sino en nosotros, al principio nos interesamos por lo que ven, juegan, etc, pero después nos relajamos y hasta que no nos dan un toque de atención no vemos que es más peligroso el abuso de estos medios que el hecho de ir a la calle a jugar con sus amigos. Un saludo
meeeeeeeeentira no afecta ke jueguen esos tipos de juegos violentos yo en lo particular tengo un primo de 17 añoes ke desde pekeño nunka necesito estudiar para hacer un examen (siempre con 10's), siempre lo veras jugando toooooooooooodo el dia toooooooodos los malditos juegos ke te puedas imaginar desde el maldito Atari tiene el shamako hasta el maldito ps3 wii lo veo komo un trauma exagerado pero la verdad que esta de 10 el shamako en la escuela pero ps nimodo kada kien es diferente y educa a sus hijos de distinta forma es de ahi de donde yo creo que esta la base la EDUCACION.....
pd: tengo 24 años y me la llevo jugando COD4 online y la vdd es un juegazo COMPRASELO te lo agradecera, de igual forma ponle al niño condiciones (jugaras 2 hrs y estudiaras 3 algo asi) y con eso lo veo bien...
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