Revisitando las listas de espera sanitarias (2): Análisis de los datos

Por Enrique Bernal-Delgado, Beatriz G. López-Valcárcel, Salvador Peiró y Jaime Pinilla

Con el anterior post de esta serie, “Revisando las listas de espera sanitarias”, retomábamos para el Blog la discusión sobre el problema de las listas de espera (LE) en el Sistema Nacional de Salud en España (SNS). En el primer párrafo de aquel post mencionábamos el último informe, junio de 2022, del Sistema de Información de Listas de Espera (SISLE) del SNS.

En este segundo post hacemos un análisis algo más detallado de los datos del SISLE, apoyándonos en gráficos interactivos donde se visualiza la información (podrán comprobarlo pasando el ratón por los puntos, activando el play o marcando un determinado año) en función del interés del lector.

¿Qué ha pasado con las listas de espera?

La Figura 1 muestra, a la derecha, los datos de lista de espera quirúrgica estructural (pacientes en situación de ser intervenidos quirúrgicamente y cuya espera es atribuible a la organización y recursos disponibles). A la izquierda, los datos de listas de espera de pacientes pendientes de una primera consulta en atención especializada. Los ejes muestran dos indicadores relacionados con el tiempo de espera: el tiempo medio de espera y el porcentaje de pacientes que superan un determinado umbral, 6 meses en intervenciones quirúrgicas y 2 meses para consultas externas. Los indicadores están agregados a nivel nacional y están referidos a 30 de junio de cada año entre 2019 y 2022.

Figura 1. Situación de la lista de espera quirúrgica no urgente y de consultas externas en el SNS

Fuente: Sistema de Información de Listas de Espera. Elaboración propia.

Recordemos: en la espera, el problema no es el tamaño de la cola sino el tiempo hasta ser atendido. Por ello, evitamos utilizar número de pacientes como indicador de listas de espera. Las especialidades relacionadas con patologías frecuentes tienen mayor demanda, por lo que acumulan mayor número de pacientes. Estas especialidades cuentan con un volumen proporcional de recursos y su actividad es elevada. En la red pública hay 9,2 traumatólogos, 8,4 cirujanos generales y 6,5 oftalmólogos por cada 100.000 habitantes. La cirugía cardiovascular y la torácica atienden problemas menos frecuentes, y por ello cuentan con 0,8 y 0,6 cirujanos por cada 100.000 habitantes, respectivamente y, por tanto, su actividad es más reducida.

Precisamente pensando en el tiempo, el Ministerio de Sanidad estableció en 2011 un periodo máximo de espera de 180 días para ciertas intervenciones quirúrgicas y 60 días para consultas externas (RD 1039/2011).

La Figura 1 sugiere un comportamiento muy anómalo en 2020, cuando se paralizaron tanto las entradas como las salidas a las Listas de Espera, como ya habíamos descrito en una entrada anterior. En ese año, los tiempos se alargan aun con menos población esperando que en 2019. En 2021 se incrementan algo las entradas, pero también las salidas. Los tiempos se acortan, probablemente por un incremento de actividad superior a las entradas y porque los nuevos pacientes que acceden ese año llevan poco tiempo esperando. En 2022 aumentan las entradas, pero los tiempos medios se mantienen bastante controlados. Algunas especialidades quirúrgicas han reducido tiempos medios de espera entre 2019 y 2022 (dermatología, cirugía torácica, pediátrica y plástica. En todas ellas se esperaba más de 100 días en 2019), mientras que otras han aumentado tiempos (cirugía cardiaca, angiología y cirugía vascular, urología, maxilofacial y neurocirugía). La dispersión de tiempos medios entre especialidades se ha acortado en esos tres años.

En cuanto a consultas externas, la situación de partida ya era muy deficiente. En 2019, en la mitad de las diez especialidades registradas se incumplían los tiempos máximos garantizados (60 días) con mas del 40% de los pacientes. Tres años más tarde, el empeoramiento es clarísimo. El porcentaje de pacientes con los que se incumplen los plazos máximos ha aumentado sensiblemente en todas las especialidades, y en las cinco especialidades con mayores porcentajes de incumplimiento ahora se sobrepasa el 50%. La “mejor” es cirugía general, que “sólo” incumple plazos con el 33,9% de los pacientes que esperan.

La lista de espera por Comunidades Autónomas

Las figuras 2 y 3 muestran la comparativa de LE agregada por comunidades autónomas (CCAA). Las esperas por consulta externa presentaban en 2019 una enorme dispersión en tasas de personas esperando por cada 1.000 habitantes, muy superiores a las diferencias entre CCAA en las listas quirúrgicas. En 2020, se produce una repentina homogeneización debida al cierre de las entradas en LE, para recuperar la variabilidad en 2021, que incluso se acrecienta en 2022.

En 2019, entre Andalucía (86 pacientes por 1000 habitantes) y País Vasco (15 pacientes), había una ratio de 5,7. Esa misma ratio se triplicó en 2022: la tasa de personas esperando una primera consulta de especialista en Andalucía (110,4) es 17,5 veces mayor que la de Murcia (6,3).

Figura 2. Situación de la lista de espera quirúrgica no urgente: Análisis por comunidades autónomas

Fuente: Sistema de Información de Listas de Espera

Figura 3. Situación de la lista de espera de consultas externas: Análisis por comunidades autónomas

Fuente: Sistema de Información de Listas de Espera

No hay una correspondencia clara entre los comportamientos de las listas de espera durante la pandemia y el impacto de esta (incidencia, hospitalizaciones y letalidad). CCAA con gran impacto (por ejemplo, Madrid y Castilla La Mancha) muestran comportamientos dispares en las LE. Las diferencias sugieren que otros factores, del lado de la oferta y la demanda, no necesariamente relacionados con la COVID-19, también han influido en el tiempo de demora y en el tamaño de las listas.

De los datos de la Administración a los declarados por los ciudadanos

Como hemos visto, los registros del SISLE muestran una peculiar danza con repentinos saltos y caídas. Quizás por los problemas con los datos comentados en el post previo.

Por ello no está de más investigar lo que declaran los propios usuarios del SNS. A este respecto, una excelente fuente de información, por su periodicidad anual y por el tipo de preguntas que incorpora en su cuestionario, es el Barómetro Sanitario del CIS. Recientemente se han publicado los microdatos del año 2022, entrevistas realizadas entre marzo y noviembre. Otra característica interesante del Barómetro es que diferencia entre consulta al médico de cabecera y consulta al médico especialista.

Según el barómetro, en 2022 un 49,57% de los españoles realizó una consulta presencial al médico de cabecera, para un 23,34% la consulta fue telefónica. En las consultas presenciales, el 26,93% se relacionaba con un problema de salud anterior a la COVID-19 y en un 60,76% por un problema de salud nuevo (no COVID-19). El tiempo medio para conseguir la cita es de 7,81 días. Datos del barómetro 2019, sin distinguir entre consulta presencial o telefónica, muestran que, en 2019, el 64,23% de los españoles visitó al médico de cabecera público. Así pues, entre 2019 y 2022, la frecuentación total aumentó casi 9 puntos porcentuales, del 64,2% al 72,9%. El tiempo de espera pasó de 3 a 7,81 días. En la comparativa encontramos, por tanto, un incremento sustancial en el porcentaje de personas que acuden al médico de cabecera, si bien este incremento puede estar relacionado con la disponibilidad de la consulta telefónica. Recordemos que no se registran oficialmente listas de espera de atención primaria.

En 2022, el 42,39% de las consultas al especialista público son por derivación del médico de cabecera, según el BS. El tiempo de espera medio declarado para esta primera consulta es 131,6 días, un 65% superior al tiempo medio de espera para las 10 especialidades básicas que publica el SISLE en junio de 2022. El barómetro de 2019 recogía un porcentaje superior de consultas derivadas desde AP (48,01%) y un tiempo medio de espera (94,16 días) sustancialmente menor que en 2022. Los datos del barómetro concuerdan, pues, con el SISLE en el serio empeoramiento de la situación de las consultas externas entre 2019 y 2022.

Resumen y conclusión

El comportamiento de las listas de espera está muy marcado en 2020 por la COVID-19, con patrones de recuperación posterior a lo largo de 2021 y 2022 bastante heterogéneos entre servicios y, sobre todo, entre CCAA. Los plazos máximos garantizados se incumplen sistemáticamente, por ejemplo, en 2022 más del 30% de los pacientes esperan por cirugía plástica o por neurocirugía más de los seis meses garantizados. El deterioro de la situación ha sido mucho más acusado en consultas externas que en cirugía.

En 2022, las diferencias entre CCAA en tiempos de espera y en porcentajes de incumplimiento se han disparado respecto a 2019. Para cirugía, en 2019 había dos CCAA con más del 20% de incumplimiento de plazos, en 2022, son cinco. En 2019, la ratio entre las tasas máxima y mínima de pacientes esperando en las CCAA por una consulta era 5,7. En 2022, había subido hasta 17.5.

Todavía existe gran incertidumbre respecto al tamaño real de los retrasos y, por tanto, cuánta capacidad, actual y futura, se requerirá para abordarlos.