El teletrabajo como mitigador de los impactos económicos de la pandemia de COVID-19 en Argentina

Por Pablo de la Vega (Universidad Nacional de La Plata - UNLP, Argentina)
Tercer puesto Premio “Nada es Gratis” a Trabajos de Fin de Grado y Máster en Economía

En el contexto dado por las restricciones a la movilidad y la interacción física implementadas en respuesta a la pandemia de COVID-19, tendencias como la digitalización y la automatización en los mercados laborales se aceleraron fuertemente. En particular, el año 2020 estuvo caracterizado por la implementación masiva y abrupta de la modalidad de teletrabajo (trabajo remoto), que posibilitó la continuidad de ciertos empleos al mismo tiempo que disminuyó el riesgo sanitario (CEPAL et al., 2020; WEF, 2020).

En la intersección entre la literatura sobre los impactos de la pandemia y la viabilidad del teletrabajo, algunos papers estiman empíricamente cómo la implementación del teletrabajo ha permitido mitigar los impactos de la pandemia en los mercados laborales (Mongey et al., 2020). Mediante el uso de encuestas en tiempo real en marzo y abril de 2020, Adams-Prassl et al. (2020) estudian los impactos inmediatos de la pandemia en los mercados laborales de EE.UU., Gran Bretaña y Alemania. En particular, los autores incluyen en el cuestionario una pregunta sobre la proporción de las tareas que los trabajadores podrían hacer remotamente en su empleo actual o anterior, y encuentran que aquellos trabajadores que pueden hacer solo una pequeña parte de sus tareas de forma remota enfrentan una mayor probabilidad de perder sus empleos y de sufrir pérdidas de ingresos. Sin embargo, la encuesta que realizan los autores no sigue a los mismos individuos, sino que cuentan con cortes transversales independientes.

Con el objetivo de contribuir a dicha literatura, utilizo la estructura de paneles rotativos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) para medir cómo la implementación masiva y abrupta del teletrabajo ha permitido mitigar los impactos de la pandemia de COVID-19 sobre el mercado laboral argentino. Concretamente, identifico a la submuestra de individuos empleados en el año 2019 que son nuevamente entrevistados en el 2020, con el objetivo de estimar la relación entre el potencial de teletrabajo de la ocupación que tenían en 2019 y sus transiciones de empleo durante la pandemia.

La decisión de analizar el potencial de teletrabajo reside en que el uso del teletrabajo previo a la pandemia es un indicador pobre de cuántos empleos pudieron adoptar esta modalidad en el 2020. Lo conveniente, en cambio, es estimar cuál es el potencial de teletrabajo de las ocupaciones en función de sus características (Dingel y Neiman, 2020; Mongey et al., 2020). Por ejemplo, trabajar de forma remota se vuelve prácticamente imposible para aquellos puestos que requieren con frecuencia de la interacción física con otros, el uso de maquinaria en un lugar específico, trabajar en el exterior o a bordo de un vehículo. Por otro lado, actividades como la atención telefónica, el procesamiento de datos, o la programación informática fácilmente podrían llevarse a cabo mediante teletrabajo.

A pesar de que se incluye una amplia variedad de covariables para evitar sesgos de selección en observables, no es posible hacer una interpretación causal de estas estimaciones ya que aún puede existir selección en inobservables. No obstante, la estrategia de identificación se sustenta en dos hipótesis. La primera refiere a la heterogeneidad temporal del efecto mitigador del teletrabajo. El teletrabajo potencial no debería estar significativamente correlacionado con los cambios en el mercado laboral en períodos “no pandémicos”. Por el contrario, el efecto del teletrabajo debería ser mayor en períodos donde las restricciones han sido relativamente más severas como consecuencia de la situación sanitaria (segundo trimestre de 2020). La segunda hipótesis de la estrategia de identificación reside en que sería esperable encontrar efectos menores (o nulos) en la submuestra de trabajadores declarados “esenciales” durante la pandemia, ya que estos no estuvieron sujetos a las restricciones a la movilidad y a la interacción física implementadas.

Como se muestra en la Figura 1, encuentro que, durante el pico de las restricciones, el potencial de teletrabajo está positivamente correlacionado con la probabilidad de estar activo y con la probabilidad de estar ocupado. Un incremento de 1 pp. en el potencial de teletrabajo implicó una probabilidad de 0.27 (0.21) pp. mayor de permanecer ocupado (activo). Asimismo, los efectos son mayores en magnitud para la submuestra de trabajadores “no esenciales”, quienes estuvieron más sujetos a las restricciones impuestas en respuesta a la pandemia.

Figura 1. Efecto marginal del potencial de teletrabajo sobre la probabilidad de estar Ocupado/Activo en 2020, por trimestre.
Muestra completa y submuestras por Trabajadores Esenciales vs no esenciales

Elaboración Propia. La figura muestra el efecto marginal del potencial de teletrabajo, definido en base a la ocupación del individuo en el trimestre del año 2019, en la probabilidad de estar ocupado (activo) en el trimestre del año 2020, por trimestre.

Por el contrario, no encuentro efectos sistemáticos del teletrabajo potencial en las transiciones de empleo entre 2017 y 2018 y entre 2018 y 2019 (Figura 2), períodos no pandémicos para los cuales sería esperable no encontrar efectos significativos del teletrabajo potencial en los resultados del mercado laboral, lo cual brinda sustento a la estrategia de identificación.

Figura 2. Efecto marginal del potencial de teletrabajo sobre la probabilidad de estar Ocupado/Activo 2017-2018 y 2018-2019 (períodos no pandémicos), por trimestre.

(Ver notas de la Figura 1). En rojo (azul), las estimaciones se realizan sobre la submuestra de individuos que estuvieron ocupados en el año 2017 (2018) y que son nuevamente entrevistados en el mismo trimestre del año 2018 (2019).

Llamativamente, se encuentro que los efectos positivos del teletrabajo sobre el empleo y la tasa de actividad son mayores para aquellos con bajo nivel de calificación (ver Figura 3, Panel B), mientras que el teletrabajo ha tenido un rol clave en sostener el empleo y la participación laboral tanto de mujeres como de varones (ver Figura 3, Panel A).

Figura 3. Efecto marginal del potencial de teletrabajo sobre la probabilidad de estar Ocupado/Activo en 2020, por trimestre.

(Ver notas de la Figura 1). Se define alta calificación el haber alcanzado, al menos, el nivel educativo de superior incompleta.

De esta manera, esta investigación contribuye a la prolífera literatura que analiza las consecuencias económicas de la crisis de la COVID-19, siendo la primera aproximación empírica de cómo la implementación masiva y abrupta del teletrabajo ha permitido mitigar los impactos sobre el mercado laboral de un shock inesperado y de tamaña magnitud, en el contexto de un país en desarrollo como Argentina. Además, una contribución de este trabajo es la utilización de un panel de datos que sigue consistentemente las transiciones del mercado laboral de los mismos individuos. Teniendo en cuenta estos resultados, comprender cómo se distribuye la viabilidad del teletrabajo en el mercado laboral es crucial para el diseño de estrategias de política pública frente a shock sanitarios como el actual.


Referencias

Adams-Prassl, A., T. Boneva, M. Golin y C. Rauh, (2020). "Inequality in the impact of the coronavirus shock: Evidence from real time surveys," Journal of Public Economics, Elsevier, vol. 189(C).

CEPAL, CAF, DPL Consulting y Telecom Advisory Services (2020), “Las oportunidades de la digitalización en América Latina frente al COVID-19”.

Dingel, Jonathan I. y Neiman, Brent, 2020. "How many jobs can be done at home?," Journal of Public Economics, Elsevier, vol. 189(C).

Mongey, S., Pilossoph, L., y Weinberg, A. (2020). Which Workers Bear the Burden of Social Distancing Policies? University of Chicago, Becker Friedman Institute for Economics Working Paper, (2020–51).

WEF (2020). The Future of Jobs Report 2020. World Economic Forum.