El economista Gabriel Zucman ha sido galardonado con la medalla John Bates Clark, que reconoce anualmente al economista estadounidense menor de 40 años que haya hecho la contribución más significativa al conocimiento y al pensamiento económicos. La medalla Clark es uno de los premios más prestigiosos en economía y muchos de sus receptores pasados han obtenido, unos 20-25 años después, el premio Nobel en Economía (ver aquí).
Zucman (París, 1986) es profesor de economía en la Universidad de California - Berkeley y también en Paris School of Economics. Su investigación estudia la acumulación, distribución y tributación de la riqueza, con un enfoque en el análisis de las implicaciones macroeconómicas y distributivas de la globalización. Sus contribuciones han tenido una enorme repercusión tanto en el mundo académico como en el debate público. Ha publicado numerosos artículos en las mejores revistas del campo de la economía, dos libros, y ha recibido un volumen extraordinario de citas (ver aquí) para alguien de tan solo 36 años (¡!). En este blog hemos escrito sobre su trabajo en varias ocasiones.
La investigación de Zucman se puede clasificar en dos grandes temas: la evasión fiscal, tanto a nivel individual como empresarial, y la desigualdad de la renta y la riqueza. En ambos temas, Zucman ha desarrollado nuevos métodos para cuantificar estos fenómenos económicos que han generado un enorme debate. Los resultados han generado, en algunos casos, controversias a la que me referiré después.
Estimaciones de la evasión en paraísos fiscales
En “The missing wealth of nations” (Quarterly Journal of Economics, 2013), Zucman estima que el 8% de la riqueza de los hogares a nivel global está oculta en paraísos fiscales. Para ello, utiliza estadísticas oficiales de los flujos financieros entre países, que muestran una paradoja: a nivel global, los países reportan una cantidad mayor de pasivos financieros que de activos. De ser cierto, esto implicaría que la economía mundial está en una posición (neta) deudora respecto a… ¿el resto del sistema solar? Dado que hasta el momento no existe evidencia de intercambios económicos interplanetarios, Zucman atribuye buena parte de esa discrepancia a la existencia de activos financieros en paraísos fiscales que no se reportan como activos en los países de origen de sus propietarios. Los resultados de este estudio son la base del libro “La riqueza oculta de las naciones”, publicado por Zucman en 2014 (que reseñó Santiago Sánchez Pagés aquí).
Más recientemente, en “The missing profits of nations” (Review of Economic Studies, 2023, junto a T. Torslov y L. Wier), Zucman y sus coautores estiman que el 36% de los beneficios de las empresas multinacionales se declaran en paraísos fiscales. Los principales perdedores son las grandes economías occidentales de la Unión Europea y Estados Unidos, y en menor medida los países emergentes. En este caso, los datos provienen de las estadísticas sobre filiales en el extranjero que las empresas multinacionales se ven obligadas a reportar desde la década pasada.
En el estudio “Tax evasion and inequality” (American Economic Review, 2019, junto a A. Alstadsaeter y N. Johanessen), Zucman y sus coautores cruzan datos de los “papeles de Panamá” y de la “lista Falciani” con declaraciones fiscales de varios países escandinavos y encuentran que la tasa de evasión fiscal de los más ricos (el top 0,01% de los contribuyentes) es de un 25% de su deuda tributaria real. En comparación, la tasa de evasión detectada en inspecciones tributarias en estos países es de un 5% en promedio. En un estudio más reciente, aún no publicado en revista (Guyton et al. 2021), Zucman y sus coautores encuentran que la tasa de evasión en el impuesto sobre la renta en EEUU es mayor al 20% para los más ricos (top 1%) y baja al 7% para el 50% con menor renta.
Estos (y otros) estudios le llevaron a ser protagonista de un artículo en la revista Businessweek titulado “El detective de la riqueza que encuentra el dinero oculto de los superricos”. Tampoco sorprende que Gabriel Zucman haya sido nombrado recientemente director del EU Tax Observatory, una institución auspiciada por la Comisión Europea para fomentar el estudio y el debate democrático sobre la tributación internacional, un asunto que preocupa enormemente a los gobiernos europeos por la sustancial pérdida de recaudación que sufren debido a las prácticas (en algunos casos legales y en otros ilegales) de la planificación fiscal.
Estudios sobre desigualdad
Zucman, junto con otros investigadores, ha realizado también importantes contribuciones al estudio de la desigualdad de la renta y la riqueza. Por ejemplo, en “Wealth Inequality in the United States since 1913: Evidence from Capitalized Income Tax Data” (Quarterly Journal of Economics, 2016, junto con E. Saez), se desarrolla un nuevo método para estimar la riqueza de los contribuyentes cuando no existe un impuesto sobre el patrimonio (que sería la manera más fácil de medir la riqueza declarada). La idea básica es la siguiente: supongamos que una persona declara tener 1 millón de euros de rentas del capital por sus inversiones en bolsa. Si durante ese año la bolsa se revalorizó un 5%, entonces el patrimonio invertido debe ser de aproximadamente 20 millones de euros (porque 1/0,05 = 20). Aplicando este método a más de un siglo de declaraciones del impuesto sobre la renta en EEUU, Saez y Zucman construyen un serie histórica de distribución de la riqueza en ese país. Como se puede ver en el Gráfico, la concentración de la riqueza ha aumentado de manera constante desde 1978, hasta niveles solo alcanzados antes de la Gran Depresión de los años ’30.
En el artículo “Distributional National Accounts: Methods and Estimates for the United States” (Quarterly Journal of Economics, 2018, junto a T. Piketty y E. Saez), Zucman y sus coautores proponen nada menos que un nuevo método para confeccionar las cuentas nacionales. Su idea es descomponer el crecimiento económico por niveles de renta con frecuencia anual, para que las estadísticas macroeconómicas reflejan cómo evoluciona el reparto de los recursos entre distintos niveles de renta. Durante la pandemia, han propuesto incluso hacer este ejercicio en tiempo real, que se puede consultar en esta página web.
Utilizando este trabajo como base, Saez y Zucman publicaron el libro “El triunfo de la injusticia” (con el explícito subtítulo “Cómo los ricos evaden impuestos y cómo hacer que paguen”). Este libro se publicó en EEUU en otoño de 2019, en plena campaña de las primarias para las elecciones presidenciales de 2020. El New York Times publicó varias reseñas del mismo, una de ellas incluyendo una infografía que muestra cómo el sistema tributario estadounidense ha ido perdiendo progresividad a lo largo del tiempo.
Este gráfico tuvo una enorme influencia en los debates sobre fiscalidad durante esa campaña electoral, en la que Saez y Zucman asesoraron a dos de los candidatos demócratas, Elizabeth Warren y Bernie Sanders, elaborando propuestas para establecer un impuesto progresivo sobre la riqueza. Ninguno de estos candidatos ganó, y el presidente Joe Biden no ha promovido esta medida a pesar de que una mayoría de estadounidenses se declara a favor en las encuestas.
Críticas y controversias
A pesar de su indudable éxito académico, el trabajo de Zucman y sus coautores ha generado mucha controversia y críticas de todo tipo. Dejando de lado las de contenido puramente ideológico, creo que es relevante mencionar las que tienen un contenido académico. Por ejemplo, Smith, Zidar y Zwick (2023) reestiman la distribución de la riqueza utilizando el método de capitalización de Saez y Zucman, pero aplicando diferentes supuestos sobre los retornos de la inversión, lo que atenúa el incremento de la desigualdad de la riqueza en EEUU. En otro análisis, Auten y Splinter (2019) revisan a la baja las estimaciones de desigualdad de la renta de Piketty, Saez y Zucman (2018) porque modifican algunos de los supuestos originales (como expliqué en una entrada de este blog hace unos años).
Estas críticas metodológicas han dado lugar a un debate académico que considero que es saludable y necesario. Aunque los resultados obtenidos por los críticos a menudo atenúan los de Zucman y sus coautores, la conclusión general de que la desigualdad se ha incrementado en EEUU de forma notable desde 1980 se mantiene intacta. Incluso los más críticos con el trabajo de Zucman reconocen la valía de sus aportaciones y, sobre todo, su audacia a la hora de estudiar preguntas muy importantes para las que no tenemos buenas respuestas por la escasez de datos (ver, por ejemplo, este hilo de Twitter).
A modo de conclusión, felicitamos desde aquí a Gabriel Zucman por su impresionante trayectoria y por el merecido reconocimiento con esta medalla Clark.
Hay 4 comentarios
Felicidades por el tratamiento neutro del artículo.
Evidentemente, Zucman tiene una agenda ideológica (ricos y empresas = malos, igualdad de renta o patrimonio = buena). No sorprende que fuera asesor del ala más izquierdista de los demócratas americanos.
A pesar de este sesgo de partida, el artículo se limita a describir el trabajo de este joven economista, sin meterse a calificar las consideraciones éticas que no son más que un juicio de valor de Zucman.
Uno no deja de preguntarse si este premio Clark tiene un sesgo ideológico. Con la edad uno se vuelve cínico y desconfía de las casualidades de este tipo.
Suerte
Curioso, en el artículo no leo nada ni de ricos ni de empresas pero sí leo sobre desigualdad y evasión fiscal…es curiosa la relación -ecuaciones- que establecen algunos y las conclusiones sobre datos…en fin…
Yo también me vuelvo cínico con los años, en especial con los cínicos. Sorprende que el artículo no hable de que Zucman es codirector del World Inequality Database, la base de datos mundial más importante sobre renta y riqueza país por país y por estratos de renta y riqueza, con centenares de indicadores. Lo digo porque en cualquiier momento (si no lo han hecho ya) actualizarán los datos de España con los datos de la última a encuesta financiera de las familias y se verá el camino galopante de la concentración de riqueza en el segmento más rico de la población y la pauperización absoluta de la clase más joven y de menos recursos (literalmente no les queda nada). Pero, claro, decir que los pobres son más pobres porque pernamentemente transfieren renta a los ricos a través de los mercados oligopolisticos doende deben proveerse de bienes y servicios (ya sea el inmobiliario, ya sean las patentes, ya sea la deuda) es de una radicalidad bolivariana que no se puede decir, no sea que se sepa.
Hola Lluís,
Efectivamente, Zucman es codirector del World Inequality Lab, y también dirige el Stone Center on Wealth and Income Inequality, y además de la medalla Clark ha recibido otros premios muy relevantes como el premio al mejor economista francés en 2018 (concedido por Le Monde) o el Premio Bernácer en 2019 (concedido por el BCE)... El CV de Zucman es tan extenso que podría haber dedicado más de 1000 palabras solo a describirlo, pero me parecía más interesante hacer un resumen de su investigación más importante. El CV completo lo puede consultar aquí todo el que tenga interés: https://gabriel-zucman.eu/files/CV.pdf
Un saludo!
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