“España 2050”: qué es y qué será

José E. Boscá y Javier Ferri

Imagínense que con sólo chasquear lo dedos pudiéramos terminar con los principales problemas de nuestro sistema educativo. Supongan que pudiéramos diseñar de la noche a la mañana la ciudad ideal del futuro. Piensen en una sociedad en la que la igualdad de oportunidades fuera de verdad un hecho acaecido de forma repentina. Estos tres ejemplos ilustran tres cambios de la sociedad cuyos efectos positivos se observarían sólo con el transcurrir del tiempo.

Necesitaríamos tiempo, por ejemplo, para que la primera generación de estudiantes formada en el nuevo y mejorado sistema educativo accediera a la posición que le correspondiera en el sistema de generación de valor de la economía, sea como trabajador o como empresario, como gestor de lo público, o como investigador. Necesitaríamos todavía más tiempo para que las sucesivas generaciones configuraran una imagen de la población con un elevado capital humano, desde los más jóvenes hasta los más veteranos.

Podemos saber qué dirección nos conviene tomar en aspectos como la educación, el desarrollo de los territorios, o la mejora en la igualdad de oportunidades, pero sólo con el tiempo recogeremos sus frutos en forma de una sociedad mejor formada, ciudades más habitables y asequibles, o menor desigualdad de la renta y la riqueza. El tiempo es una variable que los macroeconomistas siempre nos hemos tomado muy en serio, y muchos políticos no tanto. Los problemas que nos afectan hoy como sociedad son en gran medida consecuencia de decisiones que no se tomaron hace muchos años por aquéllos que debieron tomarlas, mantenerlas y pulirlas: los políticos.

Hemos participado en las discusiones del grupo de expertos del documento “España 2050” sobre el grave problema de la productividad en nuestro país. Colaboramos porque sentimos que era nuestra responsabilidad aportar nuestra experiencia y conocimiento en este campo, exponer nuestras ideas, y consensuar diagnósticos y soluciones con el resto de miembros del grupo. En todo momento se nos ha dejado trabajar con libertad y se ha tenido en cuenta nuestros consejos y nuestras dudas. Las discusiones han sido enriquecedoras y la labor de los jóvenes profesionales de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia, magnífica. Apoyar un texto consensuado no significa que nos entusiasme cada palabra del mismo, pero sí estamos convencidos de que el conjunto de las propuestas que firmamos tiene potencial de mejorar por mucho su alternativa: la inercia y la indolencia política.

El documento “España 2050” no cae en la autocomplacencia, ni es una carta a los reyes magos. En cada capítulo se ofrece un diagnóstico de las principales debilidades que afectan a aspectos fundamentales de nuestra economía y nuestra sociedad, y se proyecta el escenario del “no hacer nada” hasta 2050. En todos los casos, el cortoplacismo político, la inacción, y la ausencia de reformas estructurales, que suelen ir de la mano, nos dibujan una imagen de una España que se descuelga cada vez más de las economías europeas más desarrolladas, lo cual es un indicador de todas las oportunidades perdidas.

“España 2050” no hace recomendaciones vagas y generales, sino que enumera medidas concretas. Por ejemplo, en el capítulo dedicado a la productividad se diagnostica un evidente problema, que no está determinado únicamente ni principalmente por nuestra especialización productiva, sino que tiene múltiples dimensiones: el capital humano, el tejido empresarial, el marco institucional, una administración pública ineficiente en muchos aspectos o una regulación en algunos casos enemiga de la innovación. Corregir el problema requiere de actuaciones concretas en distintos ámbitos, que se explicitan, y que en general no son caras.

El documento apuesta por la rendición de cuentas. No vale con actuar; hay que actuar bien. Por ello, la evaluación ex ante, durante y ex post de las distintas medidas aplicadas es determinante. Con el propósito de realizar este proceso de evaluación y rendición de cuentas, proponemos la creación de un Comité para la Productividad y el Empleo, de carácter autónomo e independiente, cuya finalidad sea detectar desviaciones de los objetivos establecidos, publicitarlas, y recomendar la adopción de medidas correctivas.

“España 2050” es el resultado del trabajo de expertos con distinta sensibilidad ideológica, en el que el consenso entre especialistas ha prevalecido sobre sus diferencias políticas.

Pero una cosa es el documento “España 2050”, que está abierto a mejoras que se deriven de la discusión que se debe iniciar con agentes sociales, políticos e institucionales, y otra distinta es el uso que se haga de este trabajo. El documento es una buena hoja de ruta que estamos seguros que, de seguirse, nos permitiría progresar como sociedad. La cuestión relevante vuelve a ser política: ¿existe verdadera voluntad de seguir esta hoja de ruta?

Una condición necesaria para que el documento termine siendo útil es que debe trascender a distintos gobiernos, de distinta ideología, y eso no se va a conseguir si no se consensua desde el momento cero con los principales partidos políticos, lo cual requiere de voluntad por todas las partes.

El corto plazo se presenta lleno de desafíos cuyas soluciones deberían acercarnos a la senda que necesitamos encontrar para afrontar con mayores garantías el largo plazo. Los ciudadanos tenemos derecho a exigir altitud de miras a nuestros políticos. El mapa para aumentar el bienestar de los que nos sucederán está marcado en las páginas del documento. Es de ellos ahora la responsabilidad de ponerse en camino, evitando instrumentalizar nuestro trabajo.

Hay 10 comentarios
  • Sin duda el documento es muy valioso y los que habéis participado estáis en la vanguardia intelectual española. He intentado buscar en el índice alguna referencia a los nacionalismos y al papel de las lenguas regionales como mecanismos de exclusión que, en mi opinión, son los principales problemas de España y no he encontrado ninguna. Es eso así.
    Porque la prospectiva está muy bien, pero a ver si en el año 2050 no existe eso que ahora llamamos España.

  • España 2050 será un parque temático para multimillonarios chinos. Seremos un reclamo para inversiones turísticas, con un sector servicios sobredimensionado. Nuestros hijos, hablarán mandarín, euskera y catalán, y ocasionalmente espanglish.
    La subida de las aguas, convertirá el valle del Guadalquivir en un mare nostrum con mucho arte. Sevilla será la nueva Venecia del Sur. El clima subtropical permitirá plantar papayas y café, convirtiendo Al-Andalus, en una república taifa-bananera del siglo XXI.
    Cataluña habrá establecido el servicio militar obligatorio, y sus huestes, se prepararán en silencio, para cruzar un henchido Ebro y asestar el golpe definitivo a la Corona.
    Tierra de mesa y mantel, buen vino e ingenieros científicos taxistas, nuestra productividad será una promesa, que ocasionalmente elevará el quejío cervantino, para engorde de partidos autárquicos de corte presidencialista.

  • Excelente resumen del espiritu del informe cuya elaboración ha sido un ejemplo de colaboración de gente procedente de diversos ámbitos e ideologías. Hablais acertadamente de que " los ciudadanos tenemos derecho a exigir altitud de miras a nuestros políticos". Desgraciadamente tenemos amplia experiencia en informes similares y multitud de libros blancos que han acabado en el baul de los recuerdos por el sectarismo imperante en nuestra sociedad. Por ello, causa tristeza y rechazo la actitud del actual lider de la oposición ante este proyecto de futuro. En las sabias palabras de Carlos Sánchez (en El Confidencial), "su respuesta al documento no ha podido ser mas absurda, desabrida e irresponsable". Esperemos que haya tiempo para la rectificación. y la cordura se imponga.

    • Gracias, Juanjo, por tu comentario. Desde luego, esperamos como tú que este informe no duerma en un cajón como lo han hecho otros muchos anteriormente en nuestro país. Obviamente, para que así sea tiene que haber voluntad de todas las partes, partidos del gobierno, partidos de la oposición y agentes sociales. Desde luego, no fue un buen comienzo que el director de Gabinete de la Presidencia del Gobierno escribiera, a modo de presentación del proyecto, un artículo en prensa en clave política. Tampoco, por supuesto, la reacción del líder del principal partido de la oposición desacreditando el documento sin ni siquiera haber tenido tiempo de leerlo da mucho margen al optimismo.
      El Gobierno tiene derecho a reivindicar como bueno un proyecto que lo es. La oposición está en su derecho de criticar la forma en la que se está gestionando. Más allá de la instrumentalización política, los ciudadanos tienen derecho a exigir altitud de miras a nuestros políticos.

      Javier Ferri y José E. Boscá

    • Por mi parte lo primero que hice fue darle un vistazo a los redactores: buen nivel y conocidos muchos de ellos para los asiduos de NEG pero echo en falta algún colaborador pasado: ¿no tenía nada que aportar Jesús Fernández-Villaverde? ¿A Luis Garicano se le obvia por su actividad en la política?

      El pecado original de este trabajo es que aunque el contenido del mismo sea excelente queda lastrado por no haber contado con el principal partido de la oposición así como por recaer su coordinación en una oficina dependiente de Presidencia del Gobierno. El penúltimo párrafo del post, por tanto, se queda corto: el "consenso desde el momento cero" no es ahora sino antes de la elaboración del documento.

  • El trabajo realizado es magnifico y sin duda necesario. Como ciudadano quiero agradeceros el enorme y generoso esfuerzo realizado. Sin embargo, creo que no entra suficientemente en el principal problema de nuestro país.: la incapacidad de establecer consensos nacionales que permitan dar respuestas rápidas y eficaces a los problemas estratégicos a los que nos enfrentamos. Sabemos, en buena medida, donde están los problemas y lo que deberíamos hacer pero nuestro sistema institucional es incapaz de generar la dinámica adecuada para resolverlos. En los últimos años hemos demostrado nuestra incapacidad como país para corregir nuestro mercado laboral, modificar el sistema de pensiones o consensuar una ley de educación ¿Seremos capaces de avanzar en el resto de cuestiones?. Se le pide a los políticos altitud de miras pero quizás la dinámica del sistema no lo permita. Sabemos poco del efecto de las decisiones políticas en el éxito electoral. Hace solo unos días se hablaba de poner en marcha reformas como el pago de peajes en autovías o la eliminación de la deducción por declaración conjunta. Cuestiones razonables pero que corren el riesgo paralizarse por el coste electoral. Sin votos no puede haber reformas a largo plazo, pero si hay reformas no hay votos. Solucionar este problema debería ser nuestro principal objetivo.

    • Buena reflexión, Fede. Pero yo no tengo tan claro que con reformas no haya votos. Un ejemplo son los países europeos que nos llevan ventaja en este aspecto, y en especial los países nórdicos. En España, tampoco una reforma tan impopular como la reconversión industrial terminó con el partido en el gobierno. Con consenso las probabilidades de perder votos disminuyen. Por eso se necesita responsabilidad, y no sólo de los partidos políticos, sino de la sociedad en su conjunto. En cualquier caso, las reformas deberían venir acompañadas de mecanismos de compensación bien diseñados para los directamente afectados, y una buena comunicación sobre los beneficios esperados. Esa es la mejor forma de contrarrestar es el populismo, que es el verdadero enemigo de los cambios y el progreso.

      • Creo que tienes razón. Pero esa transición de fase en la valoración social de las reformas no tiene necesariamente que ser un proceso natural sino que puede requerir cambios en las condiciones de entorno. Como dices, mejorar la información y establecer mecanismos de compensación para los más perjudicados son elementos clave, pero también la lucha contra la corrupción, la mejora de la justicia o la reorganización interna de los partidos políticos.

  • El problema es que el papel aguanta todo, pero los mismos políticos que impulsan este documento también hacen cosas como las que se denuncian aquí:

    https://www.elmundo.es/economia/2021/05/25/60acefe4fc6c8362028b45b8.html

    Osea, que a la hora de la verdad, al ciudadano de a pie no puede poner mucha fe en estos planes en los que tanta gente ha puesto su esfuerzo; pero que (como de costumbre) probablemente servirán para implementar políticas que permitan extraer rentas publicas y dirigirlas a los que tienen buenas conexiones políticas. Es lo que da mas miedo de los nuevos fondos europeos ¿como se utilizaran? Tenemos un largo historial por parte de todos los partidos políticos (no quiero ni hablar de los escándalos del principal partido de la derecha) para esperar gran cosa de unos, ni tampoco otros.....

  • En primer lugar es de agradecer el esfuerzo y las buenas intenciones de todos los participantes en el informe, aunque como dice Juanjo tenemos el cementerio de las buenas intenciones en España lleno de libros blancos o de incluso leyes como la de la ciencia o la de economía sostenible bienintencionadas nunca aplicadas.

    En segundo lugar, personalmente me preocupa un enfoque general excesivamente top-down y macro, muy alejado de los enfoques que realmente se están utilizando en sitios como la DG Grow o la CCMI. Esto entraña dos problemas: 1) El enfoque top-down es dificilmente actuable y explica en parte el tamaño de nuestro cementerio nacional de buenas intenciones. 2) Se plantean conversaciones muy academicistas (que si las habilidades, que si la educación y la productividad que si la burocracia, etc.), que dificilmente calan en Bruselas (no digo a nivel de comisión, pero si a nivel de los pasillos de las DG, que es donde realmente España se juega el apoyo europeo). Creo que ha faltado un ejercicio de estudiar iniciativas concretas fuera de España (no para copiarlas pero para incorporar a la reflexión lecciones aprendidas de los éxitos y fracasos de esas iniciativas) y de tomarle el pulso a las diferentes DG, aunque supongo que esto caería en la responsabilidad de Manuel Muñiz y su equipo (no se realmente como ha sido la gobernanza interna del informe) más que en vosotros a la hora de elaborar en el informe.
    Gracias de nuevo, anyway, y usaremos algo del trabajo en la CCMI

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