NeG Visual y Básico, @ffelgueroso
Para que nadie considere un éxito la caída de la tasa de temporalidad de nuestra economía. Para que quién no conozca la magnitud de la rotación laboral en España abra bien los ojos y se asombre. Y para que todos nos preocupemos un poco más, si cabe, porque el crecimiento de esta rotación laboral parece imparable.
¿Por qué cayó la tasa de temporalidad?
La tasa de temporalidad es el cociente entre el número de asalariados con contrato temporal y el número total asalariados. Es el indicador habitual para medir el peso de los empleos temporales en una economía.
En el año 2014, nuestra tasa de temporalidad fue, en media, del 24.2%. Aún sigue siendo muy elevada, unos 10 puntos por encima de la media de la UE-28, sin embargo, es hoy 7 pp inferior a la que se estimó al inicio de la recesión, en el año 2007 (vean esta entrada reciente en NeG)
Debería quedar claro que esta disminución tan sustancial no debe atribuirse al logro de una política económica o al acierto de cualquiera de las dos reformas laborales que se aprobaron en ese período, al menos sólo en base a este indicador. La mayor parte de esta caída se debe simplemente a un efecto composición, más que a una mejora en las tasas de temporalidad de los colectivos más precarizados de nuestro mercado de trabajo. La crisis ha tenido un impacto dramático en la composición demográfica del empleo asalariado. Colectivos con mayores tasas de temporalidad (como los jóvenes o la personas con menor bagaje educativo) han perdido mucho peso entre los asalariados, tirando de la media de la tasa de temporalidad hacia abajo.
Este hecho se ilustra en el Gráfico 1, donde se ha dibujado la tasa de temporalidad (en rojo) que tendríamos si la distribución de los asalariados por sexo, edad – de 10 en 10 años, nivel educativo – 3 grupos - y CCAA, se hubiera mantenido como en el año 2007. En concreto, si el peso de cada grupo no se hubiera alterado, la tasa de temporalidad agregada sería del 29.5% en lugar de 24%, es decir, muy cercana a la del 2007.
Los flujos de paro y de empleo: unas cifras asombrosas
Pero la tasa de temporalidad no deja de ser un indicador sucedáneo de la rotación laboral. En cualquier mercado de trabajo se crean y destruyen continuamente relaciones laborales o emparejamientos entre trabajadores y empresas, que generan flujos de altas y bajas en registros administrativos, tales como el paro registrado o las afiliaciones a la seguridad social. La magnitud de estos flujos es mucho más espectacular que las variaciones de ambos registros tal como nos la comunican mensualmente.
Por ejemplo, a 31 de enero había registrados unos 4,5 millones de parados, unos 78 mil más que a finales del 31 de diciembre del 2014. Entre ambas fechas, sin embargo, se registraron 538 mil nuevos parados (flujo de entrada o altas), mientras que 460 mil han dejado de serlo (flujos de salida o bajas). Es decir, el aumento del paro en 78 mil fue fruto de casi 1 millón de altas y bajas laborales. Y, en realidad, esta cifra subestima todo el proceso de rotación laboral que se ha producido a lo largo del mes de enero, dado que se han generado muchas más altas y bajas de personas que aún así mantuvieron su condición en el fichero de demandantes de empleo a finales de cada mes. Pero bien, aún comparando sólo estos dos días, tendríamos una tasa de rotación del 22% ((altas + bajas)/media de parados al final y al principio del período).
El Gráfico 2 muestra como han evolucionado estos flujos mensuales de entradas y salidas en el paro registrado desde 2006. Como se puede observar, con la crisis, se ha producido un salto en la rotación laboral (suma de altas y bajas) pasando de una media mensual de 700 mil a cerca de 1 millón. Con este primer año de recuperación no parece haber rebajado estas cifras. De hecho, en enero de 2007 el aumento del desempleo fue muy similar al de enero de 2015, pero tanto las bajas como las altas del paro fueron superiores en un 36% en este último mes.
La ascensión imparable de la tasa de rotación laboral
Los flujos del fichero de afiliaciones a la Seguridad Social en alta laboral son aún más espectaculares. Como se puede ver aquí, la suma de altas y bajas ya superan los 3,5 millones en finales de dos meses consecutivos. Las afiliaciones no sólo son trabajadores en alta. Se puede producir una doble contabilización de personas que estén en más de un régimen de cotización, pero son casi una excepción y desde luego no pueden explicar estas magnitudes ni su evolución tan dramática.
Concluimos aquí con el gráfico de tasas de alta, baja y rotación laboral (altas + bajas) de estas afiliaciones. Verán que estas tasas no han parado de crecer a lo largo de esta recesión. En parte porque en el denominador aparece la afiliación que ha caído de forma espectacular durante unos años, pero precisamente por esta misma razón no hemos de preocupar. El año pasado ha cambiado la tendencia en la afiliación, pero la rotación laboral ha seguido creciendo al mismo ritmo y ha batido nuevos records, superando el 22%
En definitiva, creo que el Gobierno haría bien en tener en cuenta estos datos, en especial, cuando busque indicadores para hacer una valoración general de sus reformas y cuando le entreguen solicitudes de que se amplíe aún más el uso de la contratación temporal (1).
Hay 43 comentarios
Excelente exposición. Uno de los objetivos ha de ser la creación de empleos indefinidos. Quizá la rotación podría afectar a la inversión en capital humano dentro de la empresa, e incluso a la introducción de generaciones más modernas de capital físico; porque nadie quiere formar a los trabajadores futuros de otras empresas, ni dar a conocer cómo se trabaja con el capital más moderno a los trabajadores de esas empresas . Y, si hubiese mayor conversión de contratos temporales en fijos, los trabajadores tendrían mayor incentivo al esfuerzo. Si hubiese un efecto de este tipo, la productividad y la demanda de trabajo serían menores que si la rotación fuese menor. ¿Cuántos contratos indefinidos hemos podido perder por la exagerada rotación?
Un cordial saludo.
Gonzalo,
No entiendo su comentario. ¿Quién va a crear empleos indefinidos? ¿Por qué? ¿Quién va a convertir contratos X en contratos Y? ¿Por qué? Más importante, suponiendo que la rotación es un problema (sí, lo es para los millones que quieren un trabajo vitalicio a sueldo de catedrático), ¿por qué cree que hay tanta rotación?
EB, los empleos indefinidos los tienen que crear empleadores interesados en crearlos. Dado que la creación de empleo depende de la demanda de trabajo y ésta de la productividad, una pregunta relevante es si la rotación influye en la productividad. Yo creo que sí, que la alta rotación está afectando negativamente a la productividad.
En cuanto a las causas de la elevada rotación, la legislación laboral puede ser una causa importante, pero tiene que haber más. Por ejemplo, el tipo de actividades que desarrollamos. Seguramente, si estuviésemos más especializados en actividades en las que la innovación fuese clave, nuestra rotación sería menor, porque las actividades más innovadoras dependen más de que los trabajadores clave no se marchen, sobre todo a la competencia. Tengo la impresión de que la relación de causalidad entre el peso de los sectores más productivos y la rotación puede ir en los dos sentidos.
Un cordial saludo.
Que se mejore de empleo temporal a indefinido no necesariamente implica una reducción de la productividad. Es todo cuestión de cómo diseñes el contrato y los incentivos que establezcas. Creo.
Usted tiene razón sobre la importancia de los incentivos, pero primero deberíamos definir bien el problema que preocupa y considerar si es un hecho que el trabajo temporal (bien definido) ha estado aumentando fuerte. Luego sería necesario analizar las causas de este aumento, incluyendo causas últimas (por ejemplo, nuevas tecnologías en algunas producciones o cambios fuertes en las preferencias laborales de la gente joven) pero también la interacción entre demandantes y oferentes para ir generando espontáneamente nuevos contratos de empleo temporal. Por cierto, entre las causas no se puede ignorar la posibilidad de que la gigantesca legislación laboral haya cambiado los incentivos para ofrecer vacantes de distintos grados de flexibilidad temporal (la ignorancia en el diseño de legislación laboral es común a todos los gobiernos). Una vez que se haya avanzado en el estudio de las causas, sí convendría estudiar el detalle de cómo los contratos privados de trabajo se han ido adaptando a las nuevas circunstancias. Le sugiero ver dos papers de W. Bentley MacLeod (IZA WP # 5357 y 7306) y sobre contratación dinámica el paper de Y. Sannikov, Contracts - The Theory of Dynamic Principal-Agent Relationships and the Continuous-Time Approach (no tiene aplicaciones referidas a contratos de trabajo, excepto por contrataciones de CEOs).
David, creo que más bien todo lo contrario, que puede aumentar. El esfuerzo por pasar de temporal a indefinido puede ser sustituido por el esfuerzo por conservar las ventajas de un contrato indefinido. Comparto su idea de que todo depende de lo bien diseñado que esté el sistema de incentivos. Además, una cierta presión puede contribuir al esfuerzo, pero sobrepasados unos límites la presión puede reducir las capacidades mentales y físicas del trabajador. La inseguridad en el trabajo es una fuente de presión y hay que buscar un punto óptimo.
Pero, más aun, la productividad no es solamente esfuerzo. La productividad depende, entre otras muchas cosas, también del entorno. La menor rotación (a tasas como las españolas) contribuye a que las empresas puedan desarrollar proyectos más estables y a más largo plazo.
No digo que la rotación me parezca un mal en sí mismo, ayuda a la flexibilidad y la adaptación, pero creo que a tasas tan elevadas como la española la elevada rotación puede reducir nuestra productividad.
Un cordial saludo.
Por variar un poco el punto de vista. El argumento es "el contrato indefinido aumenta la productividad"
Pues no estoy seguro: es fácil recordar "Bonjour Paresse de Corinne Maier. La productividad la aumenta la especialización y está no siempre está ligada a un trabajo indefinido. Es más, la necesidad de competir y espabilar para conseguir trabajo no me queda duda de que la incentiva.
Por explicar lo que digo basta visualizar el concepto de "rotación" en un trabajador autónomo "especializado". Cambia de empleador constantemente pero no creo que eso afecte negativamente a su productividad, todo lo contrario.
Lo que quiero decir es que al igualar rotación y falta de productividad y visualizar los efectos negativos de esa "mezcla" se está hablando, de forma tal vez inconsciente, de los efectos sobre la productividad de la falta de cualificación + el empleo en tareas repetitivas + la rotación elevada. En condiciones de baja cualificación y tareas repetitivas (ambas) la rotación sí es un problema. Es erróneo sin embargo asignar a la rotación las consecuencias negativas de estas dos condiciones (mucho peores, por cierto).
Ejemplos:
a) ¿de verdad es menos productivo un contable o un abogado freelance que uno de PWC? (mire las cifras ... sobre todo las "negras")
b) ¿de verdad es menos productiva un podólogo independiente que el podólogo contratado por una gran clínica? (o un dentista)
c) ¿de verdad es menos productivo el taxista autónomo de Uber que el taxista empleado en una gran empresa del taxi?
Tal vez, el problema no es la rotación.
Estimado Florentino,
Quizás no lo haya comprendido bien, pero creo que haces una interpretación equivocada de las cifras. Me ceñiré a los gráficos. Con respecto al primero, creo que no tiene sentido calcular la tasa de temporalidad suponiendo que la distribución de la población fuera la de 2007. Si, como ha sucedido, la población laboral envejece lógicamente, la "edad de temporalidad" sube, con lo que una distribución "artificialmente" rejuvenecida (la de ese gráfico) tendrá mayor temporalidad, Por lo demás, hay una relación entre edad y temporalidad; pero no hay causalidad entre ambas. Uno no es temporal porque sea joven. Simplemente, el mercado no ofrece suficientes puestos fijos, de modo que hay más competencia por los temporales, que son preferentemente cubiertos por aquellos a los que les interesa aceptarlos porque no tienen cargas familiares, no cobran el seguro o lo que sea. El problema es el mercado, no la edad (o el sexo, o la CCAA, etc.).
En cuanto a la rotación. El que haya una mayor rotación significa que hay más movimiento en el mercado de trabajos temporales. Se abren y se cierran más contratos. ¿Eso es malo? Yo creo que no. Más bien, es muy bueno. Lo relevante sería saber si los contratos son, como promedio, más largos o cortos que en otros años. Si crece el número total de horas trabajadas. En todo caso, las cifras absolutas no cambian mucho. Cambia su relación con las de desempleo, que ha caído en los últimos años; es decir, tampoco dice mucho.
Estimado Rafa,
tienes razón:un shift-share no deja de ser lo que es, no tiene en cuenta los efectos de la caída demográfica, y menos de equilibrio general. Ahora bien, siento no entender lo del aumento de la "edad de temporalidad". En todo los países la temporalidad decrece con la edad, y con esta crisis esta relación se ha vuelto aún más intensa, básicamente porque las tasas de temporalidad de los más jóvenes han alcanzado máximos históricos. En el inicio de la carrera laboral nuestros empleos son esencialmente temporales, prácticamente nadie te va ofrecer un contrato indefinido (cuantos menos jóvenes, menos temporalidad) independientemente del puesto de trabajo. En segundo lugar, la crisis se ha llevado por delante unos cuantos empleos que no requerían de mucha cualificación (en especial, los de la construcción con distintos pesos por sexo, edad, educación y CCAA), reforzando los efectos composición demográficos (menos demanda, y menos oferta por retorno de inmigrantes y cambios en la demanda educativa). Muchos efecto, cierto, pero no veo que vayan en la dirección que indicas.
En cuanto a tu comentario sobre rotación: sobre volatilidad del paro y rotación laboral, deberíamos haber aprendido algo después de tres décadas, y algunos episodios desastrosos. Mejor que nada en las fases expansivas, la miseria absoluta en las fases recesivas. No problem.
Florentino, en relación a su último párrafo, me pregunto qué esta usted dispuesto a que la sociedad pague para tener trabajos seguros de por vida. La seguridad no es gratis.
EB: ¿Quién ha dicho de por vida? La inseguridad/inestabilidad tampoco es gratis, tiene un coste que pagamos también entre todos.
Florentino, le agradeceré me explique quién cree usted que debería establecer los plazos de duración de los contratos de trabajo y en función de qué criterios debería hacerlos. Además, le agradeceré me explique si usted cree que los empleadores deben asumir obligaciones legales o contractuales de solidaridad con sus empleados (por ejemplo, la obligación de comprarles un seguro de desempleo, o incluso más general un seguro contra cualquier pérdida de ingreso o cualquier gasto extraordinario), complementando las muchas obligaciones legales asumidas por el Estado que de una u otra manera intentan dar seguridad de ingreso a todas las personas adultas.
Indefinido o temporal lo que importa son los incentivos que establezcas. Hoy un trabajo por muy indefinido que sea no está garantizado de por vida, salvo el del funcionario (y en Grecia ni eso).
Hola Florentino,
Sí, creo que mi expresión no quedó clara. Lo hago ahora (tarde, lo siento; el trabajo...). La edad de la población activa española ha crecido en parte por la salida de jóvenes (españoles y emigrantes que regresan a sus países), y la misma tendencia secular al envejecimiento. En consecuencia, cabe suponer que, de no haber habido cambios, la edad a la que los jóvenes pasan de un empleo temporal a otro indefinido habría crecido, ¿no? Simplemente, hay menos jóvenes y más viejos. En consecuencia, si trasladas una estructura demográfica "joven" la del 2007, al momento actual, 2015, habrá un mayor porcentaje de jóvenes de los que debiera; y por tanto más trabajos temporales de los que realmente hay.
La cuestión importante es que esto no es importante. Lo importante es la tasa de temporalidad en sí. Con cualquier población lo que importa es cómo el mercado proporciona empleo. Dicho de otro modo: deberíamos medir la temporalidad con independencia de la composición, pues los cambios demográficos no explican nada. No se puede decir "La mayor parte de esta caída (en la temporalidad) se debe simplemente a un efecto composición", como si por el mero hecho de que haya menos jóvenes necesariamente implica que tiene que haber menos temporales. Pues no. Sencillamente, si nada cambia, los temporales serán más "talluditos". En fin, lo único que importa es el mercado, no la estructura de la población. No sé si me explico ahora.
Lo de la rotación... creo que estamos de acuerdo, pero trataré de explicarme mejor. Sabemos que el número de contratos y despidos aumenta; pero no es lo mismo si el número de personas que participan en ese mercado es constante o aumenta. Si es constante, sólo se puede colegir que los contratos son más cortos, lo que refuerza la imagen de precariedad de ese mercado laboral. Pero si aumenta puede que la duración de esos contratos sea la misma, o incluso que también aumente. La cuestión es que no lo sé. Con el simple dato de aumento del número de entradas y salidas en el mercado yo no puedo saber si los contratos son más largos o más cortos. Sólo puedo deducir que hay más actividad económica; presumiblemente más horas de trabajo; ¡aunque tampoco esto es seguro! En fin, si esta última inferencia es correcta, yo creo que esto es bueno en una época como ésta; y siempre que la temporalidad disminuya, como parece.
Sí, ya sabemos que la situación laboral es mala y que las perspectivas laborales de los jóvenes siguen siendo malas. El problema es por qué no aumenta la demanda por trabajo y peor por qué las propuestas de políticos y economistas poco o nada ayudarán a que la demanda aumente. No hay análisis serio de por qué la demanda sigue deprimida y seguirá deprimida a pesar de lo que se ha hecho; sólo hay denuncias por motivos políticos de quienes están fuera del poder. No hay análisis serio del carácter derivado de la demanda por trabajo, mucho menos uno que considere la gran heterogeneidad de las vacantes que se podrían generar a nivel nacional y de la aparente homogeneidad de las ofertas locales de trabajo (todavía se sigue hablando de un mercado nacional de trabajo como si fuera una idea probada). Sí, hay mucho interés en prometer a los que están en paro y a los que están ganando poco que el Estado les solucionará sus problemas, que el Estado los protegerá. Ya es hora de que, contrariamente a lo que dio a entender Tano Santos en sus tres posts sobre el euro, se reconozca que el Estado de Bienestar sólo puede sobrevivir imponiendo una carga tributaria fuerte a los que producen y peor a los podrían producir más. Ya es hora de plantear claramente el trade-off entre crecimiento del producto (y por lo tanto del trabajo) y redistribución vía expansión del Estado de Bienestar.
Floren, impresionantes cifras. Otro dato relacionado: en 2014 hubo 16,72 millones de contratos. A principios de 2014 había 14,09 millones de asalariados. En promedio, cada asalariado tuvo 1,2 contratos. Es decir, es como si todos hubiéramos cambiado de empleo durante el año (y un poco más). Por supuesto, mucha gente no rotó pero los que rotaron están en un carrusel infernal.
No deja de sorprender que cualquier dato en el que se profundiza, sistemáticamente confirme la bajísima calidad del mercado de trabajo español. No se salva ninguno.
La rotación no denota dinamismo del mercado laboral español ni de los trabajadores que forman parte de él. Denota precariedad e inadecuación del marco legal.
El mercado de trabajo de Esp sigue siendo lo que siempre ha sido:
- con unos mimbres mediocres (baja cualificación y capacidad de los trabajadores, escasa calidad empresarial de los patronos)
- se crea la ficción de que tenemos una dotación de factores similar a la francesa o alemana, y se fijan unas normas laborales acordes (convenios, vacaciones, costes extrasalariales, estabilidad laboral etc)
- sin embargo las empresas requieren costes razonables, adaptados a la productividad de sus factores, y adaptabilidad en su fuerza de trabajo, lo que es incompatible con lo anterior
- de manera que se crea una clase de descastados, carentes de casi toda protección, y con quienes se incumplen casi todas las normas laborales, haciéndose la vista gorda ante esta lamentable situación. Este grupo soporta casi todos los costes que genera para los trabajadores la adaptabilidad de la economía española, viviendo sin estabilidad alguna en sus ingresos o posibilidades de mejora; incapaces, en definitiva, de tener un plan vital mínimamente decente.
El resultado: el 60% de los trabajadores españoles tienen condiciones laborales europeas-siglo XXI. El 40% tienen condiciones británicas-siglo XIX. Escandaloso.
El problema del contrato temporal no es solo que no tenga coste de despido sino que tiene un coste de NO despedir pasados dos años. Este coste supone un impuesto gravoso sobre la inversión de las empresas en capital humano. Semejante distorsión afecta a la asignación de recursos y en definitiva a las características de las empresas existentes.
Florentino, muy interesante el post. Quizás tu puedas aportar más evidencia, pero en el jolgorio de la expansión previa a la crisis (desde 2003) la rotación era muy dinámica, aunque desconozco a qué nivel. Intuyo que la diferencia entre entonces y ahora se basa en la mayor temporalidad de hoy con la de ayer. Por no hablar de la calidad del empleo, que un post podría referirse bien a esto no sólo en términos de temporalidad o no sino también en el tipo de trabajo a realizar y sector. Sin duda, en mi opinión, vuelven a cometerse errores pasados: un modelo de crecimiento intensivo en mano de obra.
Casi me atrevería a preguntarte qué habría que hacer para revertir la situación que comentas y si existe literatura que haya estudiado esta situación y haya propuesto y cuantificado las posibles soluciones. Yo me atrevería a decir que la primera es cambiar la mentalidad por el lado de la demanda (no puede ser que pagues 1.000 euros a alguien formado y con idiomas mientras que en nuestro entorno esa cifra es sensiblemente superior) y aumentar la calidad del capital humano (mejorando la calidad de la educación, por ejemplo).
Para tratar de entender si el trabajo temporal es o no un problema busqué bajo economics of temporal work y encontré muy poco. Luego busqué en textos de labor economics, y nada. Luego busqué programas de cursos de labor economics, y nada. Parece que la investigación seria sobre el tema se limita a la tesis doctoral presentada en 2014 a la U. Utrecht por Daniel S. Possenriede con el título The Economics of Temporal and Locational Flexibility of Work (se puede bajar buscando por el título). El autor analiza las consecuencias de esas dos flexibilidades para los empleados (también analiza una consecuencia para los empleadores). El párrafo final de la tesis dice
--- In summary, temporal and locational flexibility of work has the potential to
challenge the definition and meaning of employment relations, work organisation,
and work in general, by giving employees more autonomy and making them
stakeholders in the firm's production and work processes.—p. 137
Por supuesto, un estudio no hace ciencia y habrá que esperar por otros para confirmar si hay o no evidencia en apoyo de una evaluación positiva de esas flexibilidades desde el punto de vista del bienestar de los empleados. En todo caso, Possenriede no analiza las causas del aumento de las oportunidades de trabajo flexible en tiempo y espacio, y no parece haber habido estudios económicos serios sobre estas causas (sí hay especulaciones sobre causas posibles).
Como de costumbre he leído con mucho interés el corto de Florentino Felgueroso, --Hola, Florentino-- y por supuesto los comentarios. Tenebroso panorama.
Hace años que evitamos, por motivos bastante tristes, hablar de la falacia fundamental sobre la que aparentemente se basa el vigente paradigma: La falacia de la Ventaja Comparativa que el sistema político ha deformado y degradado hasta convertirla en Mantra. Por Dios, si hasta Krugman se muere de risa cuando dice Free Trade..
Para los que lo hayan olvidado, la función de un mantra en el misticismo oriental es producir un déficit de oxigenación del lóbulo frontal de modo que el subconsciente telúrico de apodere de nosotros y pasemos un buen rato gratis.
O se coordinan los países para que todos puedan tener la industria que había cuando teníamos pleno empleo (toda Europa en los 70) y se rompe el Mantra o nos vamos a enterar de lo que vale un peine.
Solo con la regla de la escala (esta es la regla real) y sin el crédito ilimitado de la churrera que hoy ha tomado el timón, el empleo y la remuneración caen.....por su propio peso.
Con el agravante de que, en el modelo "Servicios", si aumentas tu productividad real (pones mechas y cardados más deprisa) te quedas antes desocupado.
Hay que leer de nuevo aquel libro de Raymond Barre donde explicaba lo que hoy no se explica. Cuándo la Ventaja Comparativa es Trampa Saducea.
Saludos y muchas gracias.
PD. Una de estas semanas quisiera hablar contigo, Florentino.
Un abrazo.
Hola Manu,
Excluyendo España y Portugal, en Europa fueron necesarias dos grandes guerras para que (sin intención alguna) se produjera una fuerte redistribución de riqueza (imposible juzgar si buena o mala) y algo parecido al pleno empleo hacia 1970. Para entonces el mundo había cambiado, algo notorio en Europa (incluyendo España y Portugal). Se había alcanzado algo pero a un costo horrible y por lo tanto si uno pensara que se quiere volver a tener ese algo su problema sería cómo lograrlo sin incurrir semejante costo.
Por suerte, 1970 quedó atrás y nunca volverá. Como cualquier otro año pasado no volverá. Si bien siempre habrá bárbaros que nos quieran retroceder a años pasados y hacen tanto ruido que convencen a muchos de que son mayoría y van ganando, bien sabemos los que éramos adultos en 1970 que el único futuro de los bárbaros es destruir, sin idea alguna de cómo construir algo (Fidel es ejemplo claro del bárbaro modelo 1970 y por suerte sigue existiendo para probar que su único futuro es más destrucción). Los que tuvimos la suerte desde 1970 de trabajar en varios países gobernados por bárbaros, incluso China, hemos visto en terreno cómo los bárbaros han ido perdiendo y seguirán perdiendo. La contención de los bárbaros no es consuelo para muchos que se acostumbraron a riquezas que no ganaron o que no supieron gestionar, pero por suerte son viejos que gritan y en el mundo de hoy no pueden enviar a los jóvenes a pelear por ellos.
cont.
El error de los economistas no es haber desarrollado la teoría de las ventajas comparativas. El error es aplicarla mal. La teoría puede explicar mucho a nivel de personas y organizaciones, en particular sus decisiones sobre generación de ingreso. Lo que no puede explicar (salvo situaciones extremas) es la asignación de recursos para generar ingreso a nivel de sociedad, algo que necesariamente requiere tomar en cuenta la política y el gobierno y que los economistas han preferido ignorar (la teoría económica del bienestar supone que Dios gobierna). En sociedades gobernadas por bárbaros, la probabilidad de que las actividades generadoras de ingreso puedan explicarse por ventajas comparativas es muy baja (algunos emiratos son excepciones, pero la Cuba de Fidel ha mostrado que los gobernantes bárbaros no se interesan por las ventajas comparativas de sus países), pero también en la sociedades gobernadas por civilizados esa probabilidad no es alta porque siempre existen personas y organizaciones para quienes su ventaja comparativa está en vivir de los demás y lo primero que estas personas y organizaciones intentan hacer es acceder al poder político. En resumen, si se ignora la política y el gobierno no se puede explicar cómo los países generan sus ingresos.
Y por supuesto, lo peor que le podría ocurrir al mundo es que, siguiendo su argumento, los gobiernos nacionales coordinen sus esfuerzos para lograr el pleno empleo (loable objetivo pero que no es gratis; todo lo contrario, es muy costoso).
Hola, EB.
Me alegro mucho de poder leerle y más me gustaría poder charlar despacio porque las aparentes discrepancias no son tales y es mayor el acuerdo de lo que parece. Creo que si además pudiésemos charlar despacio no habría desacuerdo.
En otro post, no sé si en este blog, adjuntaba los gráficos de este enlace que son bien conocidos pero muy poco divulgados ni estudiados en serio. Nota 1
Como sabe mi experiencia ha sido esencialmente empresarial, en diversos países y más de la mitad del tiempo en entornos industriales tecnológicos. Todavía aguanto en lo que queda de ello.
Lo que dicen los gráficos al pie es un clamor en el mundo Empresarial porque estamos bastante hartos del silencio Político y, en menor medida, el Académico. Y eso que tenemos a Mises y a Hayek muy leídos.
Pero las teorías deben funcionar y esta, si lo hace, es en parámetros inexistentes en la realidad actual.
Un saludo cordial
Nota 1. http://www.zerohedge.com/news/2015-01-26/lazy-greeks-fault-these-two-charts-suggest-otherwise
"O se coordinan los países para que todos puedan tener la industria que había cuando teníamos pleno empleo (toda Europa en los 70) y se rompe el Mantra o nos vamos a enterar de lo que vale un peine".
Manu, ¿y por qué no se coordinan los países para tener la agricultura y la minería que teníamos en España en los años 20s y que también garantizaba el pleno empleo?. Además, de paso, se evitan otras consecuencias desagradables: repoblamos nuestras idílicas zonas rurales y fortalecemos los lazos familiares: un pleno!!. Con un poco de suerte, incluso podemos evitar gastarnos 400$ en el nuevo reloj de Apple
Hola, José Pablo:
La agricultura y la minería las desconozco en directo pero no son como la industria en un sentido fundamental: ambas son Extractivas y de Rendimientos marginales normalmente decrecientes.
La industria es Inclusiva y de Rendimientos marginales crecientes si tienes Escala a tu disposición.
Por eso hay una constante tensión política por el acceso a la Escala. Hasta tal punto que la Guerra del Opio fue por ello, al igual que el cierre de la Industria Lanera de Florencia en tiempos de Enrique VII y VIII.
O alguna Guerra Mundial mucho más reciente.
Hoy no tiene sentido abrir ninguna Industria que no disponga de ventaja competitiva global. Desertización.
Es decir, la "Comparative Advantage" se ha globalizado y por eso, o juegas en Champions desde el principio, o te dedicas a Barrer el suelo y a servir Cafés.
Dado que la competitividad depende de la curva de experiencia y de tu capital humano, una vez que cierras te has condenado.... forever. Mongolia especialista en Yurtas.
Pregunta para la Universidad ¿Qué se investiga en un país sin industria? ¿Cómo se les ocurren las preguntas?
Cuando he tenido que hacerlo es, por ejemplo, porque necesitaba saber cuántos millones de pulsos resistiría una arandela alabeada de acero especial para sellar un émbolo.
Y, by the way, los Parados te los pagas tú, no quien usa tu mercado. En tiempos de D. Ricardo los Parados tenían Coste Cero.
Los del futbol son más cucos y de momento mantienen y protegen su Tercera Regional.
Saludos
Manuel:
Ha dado usted en el clavo: la falacia de la Ventaja Comparativa. Pero me temo que el tema es tabú aquí. No conseguirá que ninguno de los "primeros espadas" se acerque a ese toro...
Con excepción de César Molinas que, hace unas semanas, se atrevió a recomendar el libro de Dani Rodrick, "La paradoja de la globalización", y a escribir la palabra prohibida, esa que empieza por "p" y tiene catorce letras...
Hola, Jaime.
El libro de Dani Rodrik consolida otro de 1997 del mismo autor titulado "Has globalization gone too far?".
A su vez "The Globalization Paradox" se citó en este foro por algún viejo comentarista allá por el 2008 cuando salió en USA si no recuerdo mal, junto a otro de Harold James, --Historia Yale-- "The creation and destruction of value" y otro del antropólogo Tainter (The Collapse of complex societies) porque los tres apuntan en la misma dirección con Tainter explicando por qué sucede lo que sucede para lo cual recurre a algunas leyes cibernéticas identificadas por el Dr. Ashby a principios del siglo XX.
Lo que me llamó la atención es que tanto Rodrik como James son miembros notables del establishment, viven muy bien del paradigma y sin embargo, entre líneas mostraban muy grave preocupación y el convencimiento de que por algún lado y no precisamente el financiero (que también) reventaría la cosa.
Las cosas de las ideas van lentas y su transmisión tiende a acelerarse cuando ya es tarde.
Pasar de las ideas a la acción práctica es, prácticamente, impensable. O por lo menos muy complicado.
Saludos y gracias.
Manu:
Le agradezco mucho las referencias de James y Tainter. Conocía a Tainter, pero no a James, y me ha faltado tiempo para meterme en Internet a echarle un vistazo. Los que nos hemos salido intelectualmente del paradigma tenemos que "hacer piña" y publicitar a los autores que con más eficacia consiguen erosionarlo.
Parece obvio que el exceso de las finanzas no puede ser culpable de nuestros males; más bien es sólo un síntoma de algo más fundamental: el olvido de ciertas nociones esenciales sobre el ser humano y su relación con la naturaleza. Lo financiero es sólo una marea que invade un terreno previamente hundido por otros factores.
"Pasar de las ideas a la acción práctica es, prácticamente, impensable."
Es cierto, pero no en general, sino sólo en algunos casos. El "establishment" no pestañea a la hora de adoptar medidas radicales en muchos casos. Por ejemplo, la guerra de Irak o las medidas de excepción contra el terrorismo. Comparado con actitudes como esas, el proteccionismo comercial selectivo sería poca cosa.
¿Por qué, entonces, para atajar esta mala globalización que sufrimos, no se aplican medidas que son necesarias y sólo moderadamente radicales? Creo que la respuesta la sabe tan bien usted como yo.
Creo que sí, pero sería off-subject. Las ideas son más importantes de lo que parece y se nos ocurren a muchos al mismo tiempo.
Saludos
manuoquendo@yahoo.es
Estimado Manu:
El estudio del ascenso y caída de los sistemas complejos tiene mucha solera. De hecho el análisis de la degeneración de los sistemas políticos cuenta con el termino anaciclosis (secuencia continua) acuñado por Polibio.
Aunque inspirado por Platón, su labor como historiador y su aplicación a la historia de Roma y Cartago lo hace más accesible.
http://es.wikipedia.org/wiki/Polibio
Como todos los análisis causales, se ha ido remozando en el tiempo con nuevas aportaciones (sesgos) basadas en nuevas evidencias y distintas circunstancias, podrían citarse también a Ibn Jaldún, Maquiavelo, Vico, Spengler, Toynbee, etc.
Tainter parece reelaborar el trabajo de Toynbee prescindiendo de sus aspectos más "espirituales" (valores) e incidiendo en los rendimientos decrecientes, cada vez más circo y menos pan. Los autores antiguos tendían a asociar el buen gobierno (instituciones) con la prosperidad económica de forma digamos intuitiva (tendría que releer), así que lo que hemos ganado ha sido en análisis económico.
http://es.wikipedia.org/wiki/Ibn_Jald%C3%BAn
http://es.wikipedia.org/wiki/Discursos_sobre_la_primera_d%C3%A9cada_de_Tito_Livio
http://es.wikipedia.org/wiki/Giambattista_Vico
http://es.wikipedia.org/wiki/Oswald_Spengler
http://en.wikipedia.org/wiki/Arnold_J._Toynbee
El libro de Rodrik me parece especialmente brillante.
Por darle vueltas al asunto que no quede.
Siempre es fastidioso ser relegado al furgón de cola. 🙂 .
Manu,
la agricultura no presenta rendimientos marginales decrecientes: sus rendimientos se han multiplicado muy substancialmente siguiendo incluso reducciones en su consumo de factores (tierra incluida) y por la misma razón que la industria: la adición de factores no se produce en "condiciones tecnológicas" constantes. La semejanza incluye también su necesidad de "escala": no quedan industrias agrícolas "nacionales" de interés (desde luego no en Europa).
"Hoy no tiene sentido abrir ninguna Industria que no disponga de ventaja competitiva global. Desertización". Eso siempre ha sido así, la única diferencia "podría" ser un efecto de "escala".
Las "ventajas competitivas" (tal vez "artificiales y políticas" o tal vez no) de la periferia española llevaron a la "desertización" de una gran parte del país. Entonces, como ahora, se podía argumentar que "una vez que cierras León está condenado" o que "no quedaría nada que investigar en la universidad de Ciudad Real". Lo que parece más difícil, visto con perspectiva, es afirmar que esas desertizaciones fueron negativas para el bienestar de los ciudadanos (sobre todo de los que abandonaron los pueblos de Ciudad Real o Leon).
Y sí, la historia avanza en una dirección: no se puede hacer un huevo a partir de un huevo frito pero eso no significa que debamos encargar la fabricación de huevos a "sabios redactores de planes quinquenales", sobre todo imponiéndoles la condición de contorno de que den empleo al mismo número de personas ... el mundo de las unintended consequences tiene tan grandes las garras!!!
La globalización es un fenómeno que lleva avanzando desde que el ser humano inventó el trueque y es argumentable que todos los "avances tecnológicos" del trueque (desde el "invento" del dinero a la letra de cambio de Medina del Campo) solo buscaban servir al avance de la globalización. Y por muy poca simpatía que uno le tenga a los banqueros (o mejor a los "cajeros" en España) es difícil argumentar que esos desarrollos no han sido positivos.
Basta tratar de reproducir durante un mes la vida autárquica de nuestros antepasados (no tan lejanos) para entender las ventajas de la globalización. Y, en esa línea, es muy difícil ver porque existe una "línea roja" que, cuando la cruzas, revierte las ventajas de ese avance.
Las "líneas rojas" que se señalan surgen, casi siempre, asociadas a los "reyes" del pasado o a las "naciones" (a partir del XIX), que ven disminuidas sus capacidades de "play god" cuando sus ciudadanos son más "torpes" produciendo bienes y ejercen sobre ellos toda la presión posible, pidiendo, por ejemplo, "proteccionismo comercial selectivo" :):).
Tengo una fuerte intuición de que es más positivo para todos terminar con los "reyes y con las naciones" (y las muchísimas consecuencias negativas de su patológica necesidad de satisfacer egos y lobies) y no con nuestra ancestral tendencia a incrementar el alcance geográfico de los intercambios comerciales voluntarios.
(y si el "free trade" es un broma, la respuesta es profundizar en el "no so free trade" y no hacerlo "definitivamente no free").
Varios. Jaime, José y J. Pablo. Gracias.
1. El tema del empleo suscita muchos y buenos comentarios. Personalmente lo enfoco, --al igual que otros colegas de foro lo que me alegra inmensamente--, orientado a un arquetipo humano con potencial de realización personal que no se basa necesariamente en metafísica sino en las fronteras de la física que hoy conocemos.
Simplificando, las cosas tienen un sentido, no son relativas. Este sentido es enriquecedor humanamente y cuando se pierde --o cuando no está presente-- nos degradamos como entes evolutivos.
2. Tainter. Citaba a Ashby porque dado que la cibernética ha formado parte de mi vida profesional le tengo mucho cariño.
Ayuda a entender lo que sucede cuando se intenta controlar un sistema humano si se analiza en conjunción con la descripción de los costes implicados en cualquier sistema de retroalimentación y control.
Wiener es imprescindible en su parte técnica para ver cómo el coste de los controles, a partir de un determinado punto, no es gratis, lleva a rendimientos negativos y, evolutivamente, degrada notablemente al actor humano.
3. Es cierto que la agricultura puede experimentar saltos de productividad. Especialmente haciendo ciertos trade offs, con externalidades desconocidas y grandes inversiones. Pero, ceteris paribus, sigue siendo de rendimientos decrecientes mientras que la Industria, en tanto haya escala disponible, sus rendimientos son del tipo contrario.
En cualquier caso estaba hablando de los efectos del abandono industrial que, pienso con otros minoritarios, son nefastos y comprometen "evolutivamente" el arquetipo social y humano.
Un saludo cordial
Manu,
pero es que no se produce "abandono industrial" (al menos no en mayor medida de lo que se produce "abandono agrícola"). Cito un estudio del 2012 del Mckinsey Global Institute: http://www.mckinsey.com/insights/economic_studies/six_myths_about_trade
"In short, there is a long-term trend underway that
is bound to reduce the share of manufacturing employment in mature economies
further to below 10 percent by 2030—without a negative impact on manufacturing
output".
Un estudio (no sé si publicado) de una prestigiosa consultora también llegaba a la conclusión de que los trabajos manufactureros en USA no se habían "ido a ninguna parte", simplemente, afortunadamente, hacían falta menos personas para producir los mismos bienes y servicios.
Otra interesante cita del estudio del Mckinsey Global Institute:
"Even in Sweden, which appeared to buck the trend and increased manufacturing net exports from 1.4 percent of GDP in 1990 to 8.1 percent in 2003, manufacturing employment declined by 19 percent over the same period."
Pensar que hay una solución al empleo en la industria manufacturera es una creencia mítica: en realidad solo tiene validez en el "arquetipo social y humano" que adora trozos de madera en los que se han tallado caras ...
(Por cierto, "ceteris paribus" ¿Mi padre sigue siendo más fuerte y más alto que yo?)
Gracias al autor del artículo por esos datos, que vienen a reforzar en mí esa sospecha de que "la crisis no ha sido la causa de la precarización, sino su consecuencia".
Gracias también a Manu (de nuevo) y a José, por las referencias y el sentido del humor.
Pero, sobre todo, gracias a José Pablo, por epitomizar el pensamiento correcto mejor de lo que cualquier aficionado pudiera haberlo hecho.
Los avances tecnológicos del pasado no buscaban (¡por Dios!) hacerle más fácil la vida a la gente, sino "servir al avance de la globalización". Historicismo en su máximo esplendor, del que hubiera entusiasmado al pope Popper. ¿O no?
Si beber agua es bueno, "cuanto más agua bebas, mejor". Sin líneas rojas. Lo mismo pasa con la globalización. El humano es aquel ser "condenado a maximizar". Inútil intentar evitarlo, pues está escrito en los astros.
Y, si "los ciudadanos son más torpes produciendo bienes", ¡duro con ellos! Sobre todo si la "torpeza" no es por ineptitud o haraganería, sino por mala disposición a cobrar más que los chinos por el mismo trabajo. ¡Pero qué se habrán creído!
Si se me diagnostica, por ejemplo, un cáncer, no se me ocurrirá tomar medidas, seguir una prescripción, someterme a una terapia. Eso sería planificación, intervencionismo. La historia "avanza", debe seguir su curso, sin interferencias. Igual que no se puede "desfreír" un huevo, no se puede revertir un tumor. Y, además, no se debe. Por si fuera poco, las "consecuencias no deliberadas" de la quimio y la radio son preocupantes (mejor morirse).
Por cierto, puestos a despertar a Popper me preocuparía más lo platónico de la resistencia al cambio y el refugio en la estabilidad de los predecibles "good old times" ... por no hablar del "tufo marxista" asociado a la "protección selectiva" (por cierto, la "protección selectiva" ya existe, la seleccionan los consumidores ... así que en realidad, la referencia es a una "protección selectiva, seleccionada por otros" ... ¿el Estado? ... ufff ¿no?)
Jaime,
parece evidente que no es sería tu propuesta de discusión, pero, por si acaso:
* Yo no hablo de avances tecnológicos ni mucho menos de buscar una causa última del avance de la civilización. Solo ligo el desarrollo de las finanzas con el alcance geográfico de los intercambios voluntarios ("para llamarme impostor/esa impostura señor/ha de ser mia y no suya")
* Puesto que beber agua tiene líneas rojas, tampoco conviene reducir la pobreza más allá de un nivel, o aumentar el poder adquisitivo de los sueldos o correr más deprisa ... evidente!!!
* El discurso de los "chinos cobrando menos" es un delicioso ejemplo de "falacia narrativa" que apreciará Marie Le Pen como contribución a su programa electoral (junto a "no dedicar más recursos del estado a los extranjeros que a los ciudadanos nacionales). Entre otras "realidades" con las que no estropear una narrativa tan agradecida:
- Los países desarrollados no han perdido capacidad de producción manufacturera (eso es un mito). Pero claro, eso son datos y no "teorías".
- Es sospechoso asociar el "proteccionismo comercial selectivo" a naciones, ¿por qué no a CCAA (ya se hace), o a ciudades o a barrios o a mi casa?. En realidad quien habla de eso casi siempre tiene "seleccionado" un sector en su cabeza ... sospechosamente, casi siempre el suyo!
La torpeza no es casi nunca por "ineptitud o haraganería", la mayor parte de las ocasiones esta ligada a procesos de "misallocation" propiciados por políticas industriales (o proteccionistas) muy bien intencionadas (y muy convenientes para algunos)
José Pablo:
Está claro que tenemos opiniones diferentes. Buscando algún punto de encuentro, le diré que estoy seguro de que en un mundo ideal no habría proteccionismo, de la misma manera que en un mundo ideal no habría ejércitos, cárceles ni controles fronterizos.
En todo caso, para mí lo importante no es quién tiene razón en un debate sobre el librecambio internacional, sino el hecho sangrante de que este debate le haya sido escamoteado completamente a la opinión pública.
Existe debates abiertos sobre la viabilidad y la conveniencia de adoptar numerosas medidas radicales, como decidir unilateralmente no pagar una deuda, dejar quebrar grandes bancos, cambiar abruptamente de moneda, instituir una paga estatal perpetua por no hacer nada, imprimir dinero a mansalva, bombardear un país o sancionarlo con un embargo comercial. Naturalmente, para cada una de estas hipotéticas medidas, hay gente que se declara a favor y gente que piensa que es una barbaridad, pero la controversia existe y es recurrente.
Nada parecido se ha producido acerca de las ventajas e inconvenientes de la globalización librecambista y el viejo axioma de la ventaja comparativa. Ni por asomo. Este blog es, entre todos, un ejemplo conspicuo de ello. Me pregunto qué pensaría el abuelo Ricardo si levantara la cabeza y asistiera a tan descomunal silencio.
Le mando un cordial saludo.
Jaime
Jaime,
es un placer debatir con gente preparada capaz de articular sus opiniones como usted o Manu o tantos otros participantes de NEG.
Me alegra coincidir en el "mundo ideal". Existe otra versión "ideal" donde sí había fronteras y gobiernos sólidos y diferencias crecientes entre "nosotros" y los "otros". Un "ideal" donde los seres humanos no saben gobernarse y necesitan que los gobiernen "ángeles" (aficionados a "meter mano a la caja").
Sentando el objetivo y aceptado el pragmatismo Popperiano (afortunadamente no caben planteamientos "idealistas"), deberíamos avanzar en esa dirección.
Respecto a los debates que se "escamotean" no puedo tampoco estar más de acuerdo. Aunque no creo que el que planteas sea uno de los más "escamoteados", es más, las próximas campañas electorales en toda Europa girarán, desafortunadamente, en torno a ese debate. Por no hablar de la agotadora discusión sobre si el mundo es "flat" o no, o de los interesantes datos de Ghemawat.
Hay otros muchos debates que se escamotean al público:
- Un objetivo del diseño de los sistemas impositivos es "pasar desapercibido". ¿Cuánta gente es consciente del balance entre lo que paga en impuestos y el valor económico de lo que recibe en servicios? (nadie tiene claro ni lo que paga!!)
- Cuanto cuesta al año una plaza escolar pública o el precio por asegurado del "seguro médico" que es nuestra Seguridad Social. Alguien esconde los datos detrás de cifras incomprensibles y debates de "ideales".
Sí, desde luego hay debates muy interesantes que se escamotean a la opinión pública!
José Pablo:
Los hechos que refleja el informe del McKinsey Global Institute no refutan precisamente la conveniencia del proteccionismo. Para no reconocerlo, los autores se ven conducidos a conclusiones que median entre lo vagaroso y lo falaz.
Es lógico que la producción huida a países de bajos salarios haya sido compensada por otro tipo de producción, en el sector servicios o en sectores industriales de alta productividad, que generan menos empleo. Encaja con lo observado: más paro, mayor polarización social, un PIB casi constante, salarios totales menguantes y un saldo comercial negativo en los países que no consiguen llevar a cabo dicha sustitución, pero acotado por la conocida igualdad X-M=S-I.
Lo que hay que preguntarse es si los hechos observados, poco tranquilizadores para quien está en el lado "perdedor", no pueden ser corregidos mediante una serie de medidas que incluyen el proteccionismo. Por ejemplo, si la industria va a crear cada vez menos empleo y los servicios no llegan a compensar esta tendencia, ¿no habrá que instituir una renta básica o reducir por ley las horas trabajadas? ¿Y no será necesario el proteccionismo para evitar que dichas medidas comprometan la competitividad?
En lugar de abordar con realismo estas preguntas, se le ofrecen al lector, como toda conclusión, frasecitas tópicas sobre la Ventaja Comparativa.
¿Cuáles son esos "attractive stages of global value chain"? ¿Acaso la ventaja comparativa es algo racial y los "chindios" no son capaces de ponerse a hacer cualquier cosa -ya lo están haciendo- que nos parezca comparativamente ventajosa, pero con menores salarios?
Jaime, nos van a cerrar el post!!
El punto básico no es la substitución de exportaciones en un sector por otro (exportar es el "precio" que se paga por consumir lo que otros fabrican ... Krugman dixit).
El punto es que la producción industrial no decae (no se va a ninguna parte) simplemente requiere menos personas para producir lo mismo ... incluso en países, como Suecia, donde se aumenta el output industrial (en casi 700 puntos del PIB) eso se puede hacer con casi un 20% menos de empleo en el sector!!
La conclusión es "no hay solución al empleo en la industria" (protegida o no) como no había solución al empleo en la agricultura en la segunda mitad del siglo XX. Pretender emplear al país en la industria es, en ese sentido, como pretender emplearlo en el campo ... un absurdo!
Respecto a las medidas para corregir el "lado perdedor", creo, sinceramente, que el proteccionismo solo las empeora. Soluciones más realistas pasarían por:
a) formarse, formarse, formarse ... y mucho me temo que las medidas que apuntas no incluyen incentivos a hacerlo si no todo lo contrario (formarse, además, en un sistema que fomente la creatividad, la flexibilidad y la iniciativa ... vamos un trabajo por hacer!!!)
b) marcharse de su pueblo ... ya pasó antes y no es grave, el mundo es grande y divertido!!!
c) dedicarse a profesiones para las que aún no tenemos nombre
Nada nuevo, ya se hizo cuando pasamos de la agricultura a la industria ... y se volverá a hacer ... si los proteccionistas no lo impiden, claro.
Los comentarios están cerrados.