Políticas frente al cambio climático II: la heterogeneidad y el enfoque de la política verde

Por Francesca Lipari y Alberto Antonioni

En una entrada anterior, habíamos destacado la importancia de la interacción entre el comportamiento social y el ámbito regional en el diseño de las políticas frente al cambio climático. Todo ello a partir de una encuesta y policy brief del Real Instituto Elcano y de nuestro artículo en Ecological Economics. En esta segunda entrada discutimos la sinergia entre las políticas ambientales y la acción ciudadana. Y es que cada decisión, cada medida de política y cada innovación, no solo determina la calidad de nuestro medio ambiente, sino también la salud y el bienestar de las generaciones presentes y futuras.

Mientras la primera parte de nuestro análisis se concentró en desentrañar el entramado político que sostiene las políticas de mitigación del cambio climático, esta segunda parte se adentra en el corazón mismo de la sociedad: la participación ciudadana. Aquí, exploramos con detenimiento las lecciones que emergen de la interacción entre individuos, comunidades y el medio ambiente. Abordamos cómo la diversidad de capacidades individuales y la conciencia colectiva moldean la recepción y el éxito de las medidas ecológicas.

Resumimos aquí dos lecciones intrínsecamente ligadas a la dimensión social del desafío climático, y que se añaden a las Lecciones 1 y 2 de nuestra entrada anterior. Es en el tejido de las relaciones ciudadanas y en el compromiso individual donde descubriremos cómo la participación activa y la inclusión social pueden servir de catalizadores para una transformación sostenible y resiliente.

Lección 3: El impacto de la influencia social y las normas sociales

En esta lección destacamos cómo las normas sociales y la influencia de los pares modulan significativamente los efectos de las características individuales (como por ejemplo la renta), en la propensión a apoyar políticas verdes. A través de nuestro análisis hemos identificado varios puntos clave que reflejan la complejidad de la interacción social en la política de mitigación del cambio climático. La Figura 4 muestra cómo la influencia de los que nos rodean modula en gran medida el efecto sobre la propensión ecológica de tener uno u otro nivel de renta. Proyectamos dos políticas ecológicas opuestas (polarizadoras), la progresiva y la regresiva. Por su diseño, estas dos políticas benefician a clases sociales opuestas, por lo que cada representante de la clase social debería aumentar su apoyo a una de las políticas en función del beneficio recibido. Este mecanismo funciona en ausencia de influencias entre iguales (cuando sigma=0). Pero cuando el efecto de la influencia de los iguales empieza a surtir efecto, la estrategia basada en los beneficios individuales deja de aplicarse.

Figura 4: Efecto de una política uniforme (panel de izquierda) o progresiva (panel de derecha) sobre el nivel de apoyo a las políticas verdes.

Las principales consecuencias que encontramos de considerar el efecto de la presión de grupo en la evolución de la propensión social a la política verde se pueden resumir en:

  • Construcción y refuerzo de las normas sociales: Hemos observado que la influencia de los pares puede amplificar o reducir las diferencias en el apoyo a las políticas verdes entre diferentes clases de ingresos. En nuestro modelo, la presión de los pares demostró ser un factor crucial en la formación de un consenso social hacia el apoyo de las políticas de mitigación, independientemente de las características económicas individuales. Hemos encontrado que las interacciones dentro de los grupos de referencia son fundamentales para la formación de normas sociales que favorecen o no las políticas ambientales. Cuando las normas de un grupo social están alineadas con la sostenibilidad actúan como incentivo para que sus miembros adopten comportamientos sostenibles. Lo contrario ocurre si las normas del grupo son apáticas o negativas hacia la sostenibilidad.
  • El papel de la comunicación en la formación de opinión: Nuestra investigación subraya la importancia de la comunicación dentro de los grupos de referencia. Descubrimos que cuando las personas se comunican y comparten opiniones sobre políticas de mitigación, esto puede crear un cambio significativo en la percepción individual y colectiva. La comunicación actúa como un elemento de coordinación que puede transformar la propensión verde individual a la vez que ampliar el apoyo a las políticas ambientales a través de una mayor cohesión social.
  • El apoyo político a las políticas de mitigación: Finalmente, hemos analizado cómo la influencia social y las normas que se generan dentro de los distintos grupos afectan directamente la representación política verde. En nuestro modelo, demostramos que cuando hay un fuerte consenso social en favor de la mitigación, esto se refleja en un mayor número de escaños verdes en las asambleas legislativas, lo cual a su vez fortalece el apoyo político a la implementación de políticas ambientales.

Concluimos que las dinámicas sociales y la interacción dentro de los distintos grupos son elementos críticos que no solo afectan a la aceptación individual de las políticas de mitigación del cambio climático, sino que también tienen un impacto significativo en la formación de la política ambiental a nivel colectivo. Reconocer y facilitar la influencia positiva de las normas sociales y la comunicación con los que nos rodean puede ser crucial para aumentar el apoyo generalizado a las políticas sostenibles y para su efectividad.

Lección 4: Diferenciación de capacidades individuales y políticas

La cuarta lección que extraemos aborda la importancia de reconocer y diseñar políticas que consideren la heterogeneidad de las capacidades individuales en la sociedad. En el modelo los individuos están dotados de autoeficacia: la creencia en su capacidad para influir en los eventos que afectan sus vidas, incluyendo las acciones para mitigar el cambio climático. En la literatura esta creencia afecta la capacidad de los individuos para entender perfectamente todas las características de una política, y con ello responder en este caso a los dictados de la política verde. La Figura 5 muestra la evolución de la propensión verde media para una cartera de políticas que afectan de forma diferente a los distintos niveles de renta. Se distingue si la autoeficacia es la misma para toda la población (panel a) frente a cuando es diferente (panel b). La autoeficacia heterogénea no influye en la ordenación de preferencias sobre las politicas, pero tanto el nivel inicial de propensión ecológica como su posterior evolución son inferiores al escenario en el que existe la creencia sobre la efectividad de las políticas para todos los niveles de renta.

Por lo tanto, el supuesto de efectividad homogénea, que asume que la gente entendería perfectamente todas las características de una política, induciría estimaciones erróneas sobre el grado de aceptación que alcanzaría dicha política.

Figura 5: Efecto de la heterogeneidad en la autoeficacia de la población.

A través de nuestro análisis hemos identificado varios aspectos críticos relacionados con la efectividad de las políticas de mitigación del cambio climático en función de la autoeficacia y las capacidades individuales de los ciudadanos:

  • Impacto de la heterogeneidad de capacidades: Encontramos que asumir uniformidad en la capacidad de los agentes para responder a las políticas de mitigación lleva a evaluaciones erróneas de su aceptación y eficacia. En nuestro modelo, la diferenciación en la autoeficacia y las capacidades económicas de los individuos demostró tener un impacto significativo en cómo diferentes grupos responden a las políticas implementadas. Las políticas que ignoran esta heterogeneidad tienden a ser menos efectivas de lo previsto.
  • Diseño de políticas sensibles al contexto: Nuestra investigación subraya la necesidad de diseñar políticas que sean sensibles al contexto socioeconómico y cultural de los diferentes grupos dentro de una población. Hemos encontrado que las políticas que se adaptan a las capacidades y necesidades específicas de diferentes grupos no solo son más justas, sino también más efectivas para promover un cambio sostenible. El diseño de políticas debe, por lo tanto, incorporar un entendimiento profundo de la diversidad dentro de la población objetivo.
  • Autoeficacia y apoyo a las políticas: La percepción de los individuos sobre su capacidad para influir en los eventos que afectan sus vidas, incluyendo las acciones para mitigar el cambio climático, es un motor fundamental para los cambios de comportamiento. Las personas con alta autoeficacia se sienten más empoderadas para actuar y superar los obstáculos en la búsqueda de sus objetivos ambientales. Al sentir que sus acciones tienen un impacto real, su disposición para participar y apoyar políticas de mitigación aumenta. Por lo tanto, las políticas que fortalecen esta sensación de autoeficacia no solo son esenciales para la aceptación pública y la cooperación, sino también para la efectividad de las estrategias de sostenibilidad a largo plazo.
  • Implicaciones para la implementación de políticas: Finalmente, nuestro modelo destaca la importancia de considerar la autoeficacia al implementar políticas. Las intervenciones que buscan aumentar la autoeficacia no solo deben dirigirse a mejorar las capacidades individuales, sino también a modificar las percepciones sobre dichas capacidades. Las políticas deben, por lo tanto, incluir componentes educativos y de empoderamiento que ayuden a los individuos a entender y manejar mejor los desafíos ambientales.

Nuestra interpretación de los resultados en esta parte es que el reconocimiento y la adaptación a la heterogeneidad de capacidades entre los ciudadanos son cruciales para el diseño e implementación de políticas de mitigación del cambio climático efectivas. Un enfoque que integre consideraciones sobre la diversidad de capacidades y la autoeficacia no solo facilitará una mayor aceptación de las políticas, sino que también potenciará su efeftividad a largo plazo. Es esencial que el diseño de políticas incorpore estos elementos.

Conclusión

En las dos entradas que resumen nuestro estudio hemos destacado cuatro lecciones fundamentales que emergen de la interacción entre las políticas de mitigación del cambio climático y el comportamiento social. Estas lecciones abarcan desde la influencia del compromiso político para la efectividad de las políticas, pasando por el impacto de las normas sociales y la influencia de los pares, hasta la necesidad de reconocer la diversidad de capacidades individuales y las variaciones regionales. Cada una de estas lecciones subraya la complejidad de diseñar políticas ambientales que no solo sean efectivas desde un punto de vista técnico y económico, sino que también sean sensibles y adaptativas a las dinámicas sociales y culturales.

La idea clave es proporcionar un marco riguroso para entender cómo las políticas de mitigación pueden ser diseñadas e implementadas de manera que maximicen su aceptación y su efectividad a través de la interacción social. Al integrar consideraciones socioeconómicas, culturales y políticas en el diseño de las acciones ambientales, podemos asegurar que las medidas de mitigación del cambio climático sean más inclusivas y equitativas, abordando tanto las necesidades del presente como los desafíos del futuro. Alinear las políticas de mitigación con las realidades sociales y políticas de las comunidades a las que se destinan es esencial para garantizar su éxito y para fomentar un compromiso más profundo y duradero con la sostenibilidad ambiental a nivel global.