Entrada conjunta con Pablo García-Guzmán.
En este blog se han escrito numerosas entradas dirigidas a jóvenes interesados en la opción de carrera que supone embarcarse en un doctorado en Economía (por ejemplo aquí, aquí, y aquí). Hoy hablaremos de dónde obtienen su primer empleo los nuevos doctores en Economía tras graduarse – esto es, lo que se conoce en inglés como el placement.
Un doctorado en Economía es posiblemente uno de los programas de posgrado más versátiles que existen (Noah Smith lo cuenta aquí). En concreto, las habilidades que se adquieren en un buen programa de doctorado en Economía lo convierten en una opción atractiva no sólo para aquellos interesados en la carrera académica, sino también para jóvenes profesionales interesados en la investigación y las puertas que ésta abre a trabajos no académicos de alto impacto. En esta entrada, exploramos la evolución de la colocación en el mercado laboral de los nuevos doctores en Economía a través de la construcción de una nueva base de datos.
Datos y metodología
Hemos recopilado datos individuales sobre la colocación de los doctorandos de 24 departamentos de Economía a lo largo de la última década haciendo un web scraping. En particular, desarrollamos un algoritmo de clasificación de texto que cataloga los empleos en diferentes categorías: posiciones académicas de tenure-track (el punto de partida de la carrera como profesor universitario), post-docs, banca central, organizaciones internacionales, gobierno, think tanks, sector privado, y otros.
Hacemos una serie de supuestos a la hora de clasificar el primer empleo de los nuevos doctores. Primero, si la colocación del graduado incluye un periodo de post-doc previo a la incorporación a una posición de tenure-track, ésta se clasifica como tenure-track. Segundo, si un recién doctorado va al mercado académico más de una vez sólo consideramos el primer resultado.
Entre el total de 24 departamentos que publican regularmente dónde se colocan sus doctorandos, la muestra incluye 19 departamentos estadounidenses (MIT, Harvard, Stanford, Berkeley, Princeton, Yale, Chicago, Northwestern, U Penn, Columbia, NYU, Brown, UCLA, Michigan, Cornell, Duke, Maryland, Minnesota y Boston University) y 5 departamentos europeos (LSE, UCL, UPF, Bonn, Warwick). Así, nuestra base de datos final contiene 4,140 observaciones y comprende el periodo 2012-2022. Adicionalmente, disponemos de información sobre el principal campo de estudio para una submuestra de departamentos.
Una consideración importante es que, por construcción, nuestra base sólo dispone de información sobre candidatos que fueron al mercado. Dado que los destinos no académicos están sobrerrepresentados en el conjunto de graduados que no van al mercado, las proporciones estimadas de empleos académicos en nuestros datos están sesgadas al alza y este sesgo podría tener distinto tamaño en cada departamento.
Resultados
En el Gráfico 1 mostramos la evolución de la distribución de los destinos de acuerdo con nuestra clasificación para el periodo 2012-2022. Observamos tres patrones principales. Primero, la tasa de colocación en posiciones de tenure-track ha disminuido a lo largo de la última década. Segundo, los empleos en el sector privado tras graduarse se han vuelto más comunes en los años recientes. Tercero, la proporción de graduados en el resto de categorías se ha mantenido relativamente estable en el periodo de estudio.
¿Qué nos dicen estos datos? Si asumimos que los candidatos que van al mercado tienen una preferencia ex ante por trabajos académicos, parece que el sector privado está absorbiendo todo el exceso de oferta generado en el mercado de posiciones de tenure-track. Otra posible lectura es que esta preferencia ex ante por la academia pueda estar diluyéndose, y que haya un porcentaje creciente de candidatos que consideren el sector privado como su primera opción. Asimismo, también es probable que las empresas hayan descubierto beneficios en cumplir con los tiempos del mercado académico y contratar a través del mismo: este fenómeno estaría forzando a candidatos a ir al mercado que, en otro escenario, hubiesen postulado directamente a posiciones en el sector privado y no estarían en nuestra base de datos.
Heterogeneidad por departamento
En el Gráfico 2, mostramos cómo la distribución de los destinos varía por departamento. En este caso utilizamos una jerarquía condensada en la que los empleos en banca central, organizaciones internacionales y gobierno se agrupan en una nueva categoría (sector público), y los think tanks se incluyen como trabajos en el sector privado.
En términos de posiciones tenure-track, el MIT lidera con una media de más del 70% en el periodo de estudio. UCL y Yale ocupan el segundo y tercer lugar respectivamente, con medias de aproximadamente 60%. Es importante remarcar que, si las universidades reportan los resultados selectivamente ex post, estas medias estarían sesgadas al alza. Este problema parece estar concentrado en los departamentos europeos: por ejemplo, Ábrahám y coautores muestran que, en 2016, UCL sólo reportó los resultados de un 83% de la cohorte de graduados que fueron al mercado. Otra particularidad de los departamentos europeos es que muy pocos graduados son contratados en el sector privado, mientras que los post-docs son mucho más comunes.
Heterogeneidad por campo de estudio
El Gráfico 3 muestra la proporción de posiciones tenure-track y en el sector privado por campo de estudio. Encontramos que los candidatos de comercio internacional, economía política y teoría lideran el ranking de empleos académicos tenure-track. Esto puede tener distintas explicaciones: primero, el mercado para candidatos de teoría es muy limitado, por lo que los departamentos podrían estar animando a ir al mercado sólo a candidatos excepcionales. Esto generaría sesgo de supervivencia. Segundo, los estudiantes con preferencias más fuertes por roles académicos podrían haberse autoseleccionado en campos cercanos a la teoría. Por último y no menos importante, las cohortes más grandes de graduados en esta submuestra pertenecen a Harvard, Stanford y Princeton, por lo que pueden existir problemas de representatividad.
Por otro lado, no es sorprendente que la probabilidad de ir al sector privado sea mayor en candidatos cuyo campo de estudio es la organización industrial o las finanzas, teniendo en cuenta que opciones como la consultoría económica o la industria financiera son muy populares entre los graduados que optan por el sector privado.
¿Qué tipo de empresas contratan doctores en Economía?
Para explorar cuáles son los destinos más comunes entre candidatos que optan por el sector privado, categorizamos los destinos por industria (consultoría, finanzas, sector tecnológico y otras) y construimos una nube de palabras (ver Gráfico 4) en la que el tamaño de cada etiqueta es proporcional al número de veces que la empresa aparece como destino en los datos. La consultoría económica parece ser la opción más popular (~50%), seguida por las empresas tecnológicas (25%). En particular, los cinco destinos más frecuentes son Amazon, Cornerstone Research, Analysis Group, Uber y Charles River Associates.
En general, observamos que casi todos los empleos en el sector privado (~94%) se enmarcan dentro de estos tres grandes sectores. Mientras que la consultoría y las finanzas han sido siempre sectores con cierta popularidad, la irrupción de los economistas en el sector tecnológico es un fenómeno más reciente: en concreto, el dominio de las herramientas utilizadas en microeconomía empírica aplicada para estimar efectos causales y el conocimiento práctico de conceptos como el diseño de mercados o las subastas hacen que el conjunto de habilidades del economista sea muy atractivo en una compañía tecnológica (Athey y Luca lo cuentan aquí).
Reflexiones finales
El menú de opciones laborales para doctores en Economía está ampliándose. La colocación en el sector privado ha aumentado en la última década, mientras que la proporción de graduados que consiguen posiciones académicas (especialmente de tenure-track) ha decrecido notablemente. Este fenómeno tiene implicaciones tanto para futuros estudiantes como para departamentos que oferten programas de doctorado en Economía.
Primero, los datos sugieren que embarcarse en un programa de doctorado con el (único) propósito de convertirse en profesor universitario es una apuesta arriesgada: en una muestra que comprende los mejores departamentos de economía del mundo, encontramos que casi la mitad de los estudiantes no consiguen una posición tenure-track al graduarse.
Segundo, los departamentos deberán ser capaces de adaptarse a esta realidad y ofrecer información acerca de carreras no académicas a sus doctorandos, potencialmente incluyendo cambios en el diseño de los programas (Ricardo Dahis hace una propuesta interesante en este hilo de Twitter).
Elegir hacer un doctorado en Economía no es una decisión baladí. Es un camino duro, a veces con más sombras que luces, pero que no obstante puede ofrecer buenos retornos. Y, cada vez más, en lugares más allá de la academia.
Bonus: Explora los datos con nuestra ShinyApp
Hemos creado una app interactiva que permite jugar un poco con la base de datos y generar vuestras propias distribuciones. Podéis encontrarla aquí.
Hay 5 comentarios
Me parece interesante, pero le falta el análisis de Europa y especialmente de España. Pensé que se centraría en eso el estudio. Hay algo similar a nivel español?
Hola Víctor, gracias por tu comentario.
Nos hubiera encantado incluir datos de más departamentos españoles, pero la gran mayoría no publican regularmente en su página web el primer destino de sus doctorandos. Las universidades extranjeras de la muestra que tenemos sí lo hacen y por eso ha sido (relativamente) sencillo construir la base de datos haciendo un web scraping. Para hacer un estudio sobre los programas de doctorado en España, probablemente habría que hacer una encuesta a los departamentos.
Saludos
Hola Víctor,
Por matizar: sí que hay otros departamentos en España que publican los placements, pero o bien están disponibles desde hace relativamente poco tiempo (e.g., UC3M) o bien las cohortes son tan pequeñas que al calcular los ratios surgirían problemas de comparación (e.g., CEMFI). Hemos intentado construir la base de datos lo más homogénea posible y, por tanto, finalmente decidimos no incluir a estos departamentos en el análisis.
Gracias por la entrada tan exhaustiva e interesante.
Sin embargo, me parece que las conclusiones finales son muy aventuradas. Sin datos de encuesta sobre qué es lo que buscan los doctorandos no se puede decir implicar que sus aspiraciones se están torciendo" por el hecho de que las posiciones académicas sean cada vez menos frecuentes.
Hola Santi, gracias por tu comentario.
Hemos sido cuidadosos en la entrada de no hacer interpretaciones causales donde solo tenemos evidencia descriptiva (y de hecho describimos con detalle los posibles sesgos de los datos reportados). En la sección de reflexiones finales no decimos que las aspiraciones de los doctorandos se estén torciendo. Simplemente decimos que entrar a un programa de doctorado con el único objetivo de obtener un trabajo académico es una apuesta más arriesgada hoy que hace 10 años. Creo que eso está respaldado por los datos que presentamos, no te parece?
Un abrazo!
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