Por Natalia Fabra.
Esta entrada recupera el título de una entrada anterior y enlaza con una serie escrita por Juan Delgado y publicada la semana pasada aquí y aquí.
El pasado Viernes el Consejo de Ministros aprobaba la tan esperada reforma eléctrica. La expectación era máxima, no sólo por la urgente necesidad de reformar el sector y por el posible impacto sobre empresas y consumidores, sino también porque la reforma se ha gestado en los despachos del Ministerio, de forma opaca, sin que trascendieran más que rumores (compárese con el caso del Reino Unido, y léase el reciente artículo de Luis Atienza).
Pero que nadie se engañe. No estamos ante una verdadera reforma. La nueva legislación consolida la Ley vigente, y se limita poco más que a:
- recortar en 2.700M€/anuales, de forma retroactiva, la retribución de ciertas actividades reguladas – principalmente, la generación con fuentes de energía renovable, el transporte y la distribución;
- elevar los peajes a los consumidores en un 6,6% - lo que incrementará los ingresos del sistema en 900M€/anuales; y
- traspasar partidas de costes del suministro eléctrico a los Presupuestos Generales del Estado – otros 900M€/anuales, que también pagarán los consumidores en tanto que contribuyentes.
La nueva legislación consagra el precio del mercado eléctrico sin modificar sus normas de funcionamiento, deja indemne la retribución que a través de él reciben las energías convencionales (nuclear, hidráulica, carbón y gas), y mantiene los denominados “incentivos a la inversión” (principalmente de las centrales de ciclo combinado), aunque su percepción se lamina en el tiempo.
Falla el diagnóstico
Según el Gobierno, “el sistema eléctrico español genera un déficit tarifario… debido a que los costes reales…resultan superiores a [lo] que pagan los consumidores.” Pero se equivoca al identificar “costes reales” con “costes reconocidos”: para los consumidores, la electricidad realmente cuesta el precio del mercado porque así lo reconoce la regulación, pero el precio del mercado eléctrico no refleja necesariamente el coste incurrido.
Además, también según el Gobierno, “el déficit se origina por un crecimiento exponencial de los costes del sistema, en especial las primas a las renovables y la amortización de la deuda”. Una regulación inadecuada (que no acertó a controlar las inversiones en renovables frente a las planificadas), propició una rápida expansión de ciertas tecnologías renovables en España cuando todavía no eran maduras (sólo en 2008 se instalaron 2.800MW de potencia solar fotovoltaica cuando el objetivo era de 400MW). A pesar de que los inversores no tienen la culpa porque invirtieron al amparo de las normas emitidas por el Estado, la retribución de sus inversiones ha sido el chivo expiatorio del déficit de tarifa como bien ha explicado aquí Jordi Ortega.
Pero el diagnóstico del Gobierno olvida otras partidas - más o menos visibles pero de magnitud muy relevante– que están en el origen del déficit. Aquí me limito a enumerar algunas (que en este otro artículo se discuten con mayor detalle):
- La Ley vigente ha generado, de manera sobre-venida, una sobre-retribución a las centrales construidas bajo el régimen regulatorio anterior. En concreto, las centrales nucleares e hidroeléctricas perciben precios muy superiores a sus costes variables, además de diversos pagos regulados que les han permitido recuperar ampliamente sus inversiones (sólo los pagos en concepto de “Costes de Transición a la Competencia” superaron los 12.000 M€). La sobre-retribución de nucleares e hidroeléctricas asciende, en órdenes de magnitud, a 2.200-3.500 M€/anuales.
- Desde 2002, la inversión en centrales de ciclo combinado ha duplicado las previsiones de la planificación indicativa. De los 1.500M€ que anualmente se pagan en concepto de “pagos por capacidad”, más de 400M€/anuales podrían haberse evitado si no se hubiera producido esta sobre-inversión.
- Las subastas CESUR, que fijan la Tarifa de Último Recurso (TUR), han encarecido los precios para el consumidor en un 17,8% (frente los precios medios del mercado de producción eléctrica en el mismo periodo). Esto ha aumentado los costes del suministro en aproximadamente 1.100 M€/anuales desde Julio de 2009.
- El ejercicio del poder de mercado en los procesos de servicio de ajuste del sistema ha tenido un fuerte efecto inflacionista sobre los precios de la electricidad.
Réquiem por la seguridad jurídica en España
Las medidas adoptadas por el Gobierno son consecuentes con su propio diagnóstico: subida de los peajes que pagan los consumidores, y recorte de las primas a las renovables. Pero estos remedios pueden ser peor que la enfermedad. El precio que paga el consumidor en España acumula subidas del 63% en los últimos ocho años, situándose a la cabeza de la UE (sólo detrás de dos islas, Irlanda y Chipre). Las nuevas subidas acentuarán la pérdida de competitividad de la industria y la reducción de la renta disponible de los hogares.
Además, la reforma asesta un golpe de muerte a la seguridad jurídica en España al alterar el régimen retributivo de las centrales renovables ya existentes. Su retribución reflejará una “rentabilidad razonable”, que se calculará para una “instalación tipo, a lo largo de su vida útil regulatoria”, en función de un coste estándar de inversión y mantenimiento, y de unos ingresos estándares por la venta de la producción a precios de mercado. La “retribución razonable” queda ligada a la cotización de las obligaciones del Estado a 10 años más 300 puntos básicos (aproximadamente, un 7,5%). Este premio sobre el Bono a 10 años captura la falta de liquidez de las inversiones, su mayor vida útil - cercana a los 30 años-, y el riesgo asociado a la propia actividad industrial.
Como economista, no sé bien qué es una “rentabilidad razonable” cuando se aplica ex post. La única rentabilidad razonable de inversiones realizadas bajo un marco regulatorio es aquella derivada de las normas vigentes en el momento de la inversión. Lo contrario es cambiar las normas a mitad de partido, generando inseguridad jurídica que no sólo afecta al sector eléctrico – en forma de las mayores primas que un futuro demandarán los inversores – sino a la economía en su conjunto.
El ajuste tiene carácter retroactivo, no sólo porque altera la retribución de inversiones ya realizadas (el 90% del coste de estas tecnologías es coste hundido), sino porque además la “rentabilidad razonable” se computa durante toda la vida útil de la instalación. Es decir, los ingresos ya percibidos que hayan supuesto rentabilidades superiores a la “razonable” tendrán que ser devueltos (con cargo a ingresos futuros). Las más castigadas serán por tanto las instalaciones más eficientes, porque tendrán que devolver un mayor volumen de ingresos por su mayor producción. Muchos pequeños inversores no podrán hacer frente al servicio de la deuda, y las quiebras de estas empresas – algunas fuertemente apalancadas - pueden afectar a la estabilidad del sistema financiero español. De hecho, el Gobierno ha estado más preocupado por el efecto de los recortes sobre las entidades financieras que sobre los propios inversores afectados.
Más regulación…de la mala
La forma concreta que adopta la nueva regulación tampoco está exenta de problemas. En el sector de las energías renovables hay tantas “plantas tipo” como plantas existentes (¡y sólo fotovoltaicas hay más de 59.000!). Los emplazamientos tienen distintas condiciones meteorológicas (viento, irradiación solar, etc.) y distintos costes, los inversores distintas características, las plantas diferente escala, y la curva de aprendizaje presenta una fuerte pendiente que implica que el coste no puede desligarse del momento de la inversión (véase el reciente informe de IRENA). Por ejemplo, teniendo en cuenta que en los últimos 4 años los costes de inversión en plantas solares fotovoltaicas han caído a menos de la mitad, ¿fue ineficiente una inversión de 2008 cuyo coste duplicó el coste de realizar la misma inversión hoy? Claramente no: en 2008 no era posible invertir a menor coste dado el estado de la tecnología.
Por tanto, si el regulador verdaderamente busca una “rentabilidad razonable” para todas las instalaciones, tendrá que hilar tan fino para identificar las “instalaciones tipo” que estaremos ante una pura (y dura) regulación de costes. Es muy distinto establecer una regulación de costes estándares ex ante, que establecerla ex post. De nuevo, las instalaciones más eficientes pueden ser las más perjudicadas.
Además, con la “reforma” se pasa de una retribución variable en función de la producción (€MWh) a una retribución fija en función de la potencia de la instalación (€MW), lo que puede distorsionar los incentivos a mantener correctamente y a aumentar la eficiencia de las instalaciones renovables. Podemos estar ante el abandono en la práctica de muchas plantas- e incluso el Gobierno podría incentivar su cierre (¿Por qué si sus costes de inversión ya están hundidos y sus costes variables son muy bajos?).
La falta de detalles sobre las medidas concretas genera otras dudas también relevantes: ¿Se calculará la “rentabilidad razonable” antes de los impuestos específicos y “peajes” sobre estas tecnologías? (El último impuesto aprobado por el Gobierno supuso una caída de sus ingresos del 7% porque las renovables no pueden trasladar el impuesto a precios - como analizamos Gerard Llobet y yo aquí). ¿Se tendrá en cuenta que muchas instalaciones ya no están en manos de sus promotores, y que para los actuales propietarios el coste de inversión es el coste de la compraventa, que ya incorporaba el flujo esperado de los ingresos futuros amparados por el Estado?
Otra oportunidad perdida
En definitiva, la reforma carga el coste del ajuste principalmente sobre las energías renovables y sobre los consumidores, y deja indemne a la generación convencional a pesar de que su sobre-retribución está en el origen del déficit tarifario. La nueva legislación no define un marco regulatorio capaz de abordar los retos a los que se enfrenta el sector eléctrico, y el modelo energético por el que apuesta el Gobierno ni está, ni se le espera…
Sigamos pues pensando e ideando la forma eficiente de organizar nuestro maltrecho sector eléctrico: la verdadera reforma sigue estando pendiente.
Hay 36 comentarios
Análisis impecable. Solo un añadido a las conclusiones. Cabe la posibilidad que justamente lo que busque el gobierno sea el cierre de centrales renovables.
Se que parece una locura, pero la normativa en si ya es una locura.
Querría aprovechar el excelente trabajo de esclarecimiento que estáis haciendo sobre el sector eléctrico para plantear una duda. Simplificando mucho, el sector carga al precio, además del coste marginal del sistema, la parte proporcional de un enorme coste fijo, lo que eleva el precio, lo que a su vez reduce la demanda y vuelta a empezar. Tenemos como resultado un problema (más) de competitividad en sectores intensivos en energía y unas cuantas plantas nuevas y muy eficientes cerradas (porque son las últimas en la cola de oferta y la demanda ha caído mucho). ¿Cómo queda ese círculo vicioso con la reforma?
Impecable. Poco puedo comentar o añadir, especialmente a la clara y cuantificada sección del diagnóstico.
Por tanto, estamos ante un parche, y no una reforma, que se aplica allí donde la rueda parece que pierde aire. Pero la rueda sigue perdiendo aire a raudales, y entre la tarifa y los presupuestos generales, todos los ciudadanos tenemos que reponer ese aire con nuestros recursos. En resumen, tenemos que dedicar un 20 , 25, o 30% (¿quién sabe?) más de aire que en otros países para la misma rueda. Cuando la llanta finalmente llegue al asfalto, puede que todas esas explicaciones del déficit de tarifa que han circulado últimamente se vengan abajo. Pero eso ya es tema para el siguiente telediario ¿no?
Una cosa sí que me gustaría proponer: no usar las palabras rentabilidad y razonable juntas.
Natalia, muchísimas gracias por el post!
Como dice XCugat, y leyendo entre líneas el verdadero objetivo es parecido al de la reforma financiera, reducir la competencia futura en el sector de manera que los que sobrevivan (las grandes) no se quejen demasiado por pagar parte de la factura. Los consumidores simplemente estamos para generar ingresos tributarios.
Y felicidades también por dejar tan claro lo que es tan obvio que nunca se leerá en la prensa: la diferencia entre coste real y coste reconocido.
Mirando el lado bueno de las cosas. Cuando enseñemos un curso de IO podremos enseñar y poner ejemplos de regulación óptima de mercados by contradiction. La regulación de los mercados energéticos en España es todo lo que no se debería hacer. (Me gravo el post para el curso que viene). Claro que para ser #1 y #2 en las promociones en las oposiciones para los ministerios no hay que saber nada de teoría de la regulación (Laffont-Tirole? no entra)
Thanks again!
Gracias Berglunds. Me pasa lo mismo que a ti: me sorprendo alegrándome cuando pasan cosas como éstas porque son buenos ejemplos para las clases de Organización Industrial, Regulación, Competencia...sobre lo que No hay que hacer. Pura deformación profesional. Y no hemos hablado sobre el aumento de la parte fija del recibo y la reducción de la parte variable, http://economia.elpais.com/economia/2013/06/26/actualidad/1372249622_120826.html ¿no estábamos en que había que aumentar la eficiencia energética y desincentivar el uso ineficiente de la energía? Por cierto, ¿alguien sabe cómo se puede calcular el aumento de las tarifas cuando parte fija y variable han variado tanto (+80%/-20%)? Sería importante para descartar si tras esta "restructuración tarifaria" se esconde o no otra subida de tarifas. Dependiendo de la estructura del consumo, puede haber consumidores para los que este cambio suponga un fuerte incremento.
Me gusta confimar que el sector energético es dispar. Incluso creo que es bueno que sea así, pese a la distorsión que incentivos...¿Excesivos, inadecuados, precipitados quizá? ....pudieron provocar.
En general cuando se habla de renovables se hace un totum revolutum y se mezcla Aerogeneración, microHidraulica, "Cogeneración", Termosolar y Fotovoltaica. Y es bueno aclarar que por donde el coste de la energía cojea es por la pata Fotovoltaica y la sobredimensión de la Cogeneración. Si no interpreto mal tu articulo.
Y como el mercado electrico se parece así como... NADA a un mercadillo de pueblo, así nos va. Yo compro electricidad, pero no puedo elegir ¿Cual compro?
Quizá si pudiese, mi eleccción pudiera asumir cierto sobre coste a cambio de utilizar recursos renovables o de favorecer el desuso de sistemas tradicionales. Como hago cuando en el mercadillo le compro a agricultores ecologicos o locales los productos de temporada.
Entiendo que los grandes consumidores necesitan minimizar sus costes, para ser competitivos, mientras la huella de CO2 no se comvierta en un varemo de sostenibilidad extendido.
Pero que los domesticos ni tan siquiera podamos elegir. Si pudiesemos quiza tampoco cambiase el modelo. Pero no poder ni utilizar la producción local del huerto solar junto a mi pueblo demuestra quienes controlan el negocio.
Gracias por matizar y aclarar lo que es o no competencia.
Hola Miguel.
Sí, totalmente de acuerdo. Aunque se hable del "sector de las renovables", en él hay tecnologías muy distintas con realidades muy dispares.
Sobre el segundo punto, en el sector eléctrico no es posible hacer lo que haces en tu mercadillo: "comprar a agricultores ecológicos o locales los productos de temporada". Una vez que los MWhs se han inyectado a la red, es imposible distinguir uno del otro, son todos iguales independientemente de su origen, de la tecnología con la que se hayan producido, de quién lo hayan producido, etc. Inevitablemente, todos los consumidores consumimos el mix. Y en aunque en la factura eléctrica tengas información sobre el mix de la empresa a la que compras la electricidad, ése no es el mix que llega a tu casa. Ésta es otra de las particularidades de la electricidad...
Si compras verduras en el mercadillo, pues, en invierno tenemos remolachas, rabanos, etc., (eólica y hidráulica), que se complementa con cereales, que tenemos todo el años (loas nucleares) y congelados (el gas), pero en verano invierno como no plantamos arboles frutales (fotovoltaica) ni tomates o pepinos (termosolares), tenemos que consumir más cereales. El vendedor del mercadillo te vende comida (MWh) a 45, cuando lo ha comprado a 18, por buena temporada de viento y lluvia, en cambio, en verano, por falta de frutales (FV), nos cbran 50, pero les cuesta al del mercadillo 60. La energía cojea en la fotovoltaica por no tener suficiente para estabilizar precios todo el año. Y tener que tener una reserva de cereales muy cara. Por lo demás de acuerdo los MW va todos a la red sin poder distinguir unos de otros.
De acuerdo Jordi. Desde el punto de vista de la demanda - al que yo me refería - el producto es totalmente homogéneo, aunque desde el punto de vista de la oferta - al que te refieres tú - hay diversidad de tecnologías con costes y características muy dispares. Ése es el reto de la regulación eléctrica: remunerar de manera adecuada a tecnologías tan distintas vendiendo MWhs que son indistinguibles una vez producidos. Pero se pueden conjugar correctamente ambas características: para la eficiencia, el precio debe afectar a los "incentivos marginales" (para quien decide comprar o vender un MWh más); para que la retribución (o "las rentas") de tecnologías distintas sean las adecuadas, se puede recurrir a otras vías sin comprometer la eficiencia (p.e. contratos por diferencias, etc). El Libro Blanco de 2005 lo propuso, en Inglaterra lo van a implantar vía subastas, en Brasil, Colombia, etc lo llevan haciendo años. por eso hablaba de Oportunidad perdida...
Como bien sabes Natalia, es más que discutible que este sistema presente ventajas respecto a un sistema marginalista puro.
Si se retribuye a las diferentes tecnologías en función de sus ofertas de mercado (y no al coste de la tecnología marginal) los "players" aprenden deprisa (es un "juego" que se juega todos las horas de todos los días) y sus ofertas se acabarán pareciendo al precio de corte de un sistema marginal.
Si el que establece la retribución es el regulador para cada tecnología (en realidad, como bien señalas para las renovables, para cada planta) estamos ante un "marco estable". Ese sistema ya lo probamos y lleva a una energía cara (eso sí, con unos sueldos deliciosos para los trabajadores del sector que, en realidad, pasan a ser costes regulados negociados con el regulador ... o sea, el esquema de los controladores aéreos vamos ...)
De hecho tu misma señalas, muy acertadamente, el problema de aplicar, por decreto, una rentabilidad razonable para cada tecnología de generación: implica, de hecho, establecer una retribución para cada planta de generación y penaliza a las más eficientes (¿para que ser eficiente si la mejora de costes se la queda el sistema?)
Jose Pablo, el regulador no establece una retribución cada tecnología. Serían los propios inversores - a través de subastas - quienes determinarían en competencia la retribución bajo la que estarían dispuestos a invertir. Insisto en que esto no es nada nuevo y se ha puesto en práctica con éxito en muchos países. En el intercambio de comentarios en el post anterior, aclaré que no estoy abogando por un mecanismo pay-as-bid ni por una vuelta a la regulación por costes estándares.
En cuanto a tu último comentario, me remito al propio post: "Es muy distinto establecer una regulación de costes estándares ex ante, que establecerla ex post."
No es del todo así que no se puedan comprar "productos ecológicos". Efectivamente es indistinguible el megavatio vertido en la red, pero nada impide crear un mercado "paralelo" de certificados verdes. En ese mercado se entregarían "certificados" a los productores de energías renovables en función delos mwh producidos.
Los consumidores que deseasen "consumir" renovables (voluntariamente) pagarían el megavatio "negro" y un certificado renovable. El sistema es óptimo para establecer la demanda real de renovables (tal vez sea por eso que no gusta) y hubiera supuesto, en la situación actual, ingresos extras ligados a decisiones personales libres (otra razón para no gustar).
Estos ingresos adicionales, reducirían el déficit (artificial) del sistema, sin incrementar inseguridad jurídica alguna.
El principal defecto, obvio, del sistema, es que es mucho más difícil vender renovables a clientes que tienen que pagarlas de su bolsillo que a políticos que no tienen que pagar nada nunca.
Hay algo que no acabo de entender porque en su analisis se da por sentado que es la mejor opcion incentivar y promover las renovables. ¿es esto un axioma? ..¿es lo socialmente correcto?...yo creo que no hay que perder de vista la situacion que arrastramos en los ultimos años: disminucion de la demanda electrica y sobrecapacidad...con un nivel de capacidad renovable existente y prevista, mas que suficiente para cumplir el objetivo 2020, no es positivo mantener una remuneracion equilibrada al mix existente...en los ultimos años el precio de mercado se ha mantenido bajo....en la reforma de Diciembre de 2012 ya le han dado duro a hidraulicas y nucleares...si tenemos muchas centrales convencionales con vida util por delante, sobrecapacidad y demanda bajando..¿tiene sentido seguir subvencionando mas capacidad renovable?...en el fondo ladrillo, AVE y renovables son ejemplos de una misma forma de hacer...
Hola Alex,
No creo haberme pronunciado en el post sobre cuál debiera ser el mix en España. Lo que quería defender es que si unos inversores lo hacen al amparo de las normas emitidas por el Estado, éstas deben ser respetadas - y creo que esto es válido para las renovables así como para cualquier otra actividad regulada. Tampoco me parece bien - aunque no me haya podido extender por falta de espacio - que hayan recortado de forma retroactiva la retribución a la distribución y al transporte. Si se quieren hacer cambios, creo que se tienen que hacer a futuro, sólo para las nuevas inversiones. Así se ha hecho en todos los países que también han modificado la retribución a las renovables. Cuando en 1983 el Gobierno paró la construcción de nucleares en construcción, las empresas fueron indemnizadas- todavía estamos pagando la moratoria nuclear. Cuando en 1997 se aprobó la Ley del Sector Eléctrico, se reconocieron los CTCs "por si" el nuevo marco no retribuía de forma adecuada las inversiones hundidas- otra historia es lo que luego ha pasado. No me gusta la retroactividad ni de un lado ni de otro. Pero ¿por qué esta asimetría regulatoria?
Natalia, no soy un experto en el mercado eléctrico, pero parece de sentido común que situaciones de enorme precariedad económica, promesas estatales como las realizadas a los inversores en fotovoltaica se revisen. Primero porque son manifiestamente excesivas, segundo porque -al contrario que los eléctricos convencionales- no sufren apenas por la caída de la demanda, y sobre todo porque hay un principio general de equidad que exige impedir que los bancos e inversores/ especuladores locales y extranjeros se forren con este esquema disparatado mientras el resto de la ciudadanía está pasando las de Caín.
Evidentemente esto puede tener algún impacto en la confianza empresarial, pero siempre que sea un proceso llevado de forma seria y que las "quitas" a los inversores sean proporcionadas, debería ser un daño limitado. Cualquier inversor entiende que en un país al borde del colapso, su retribución regulada va a sufrir de una manera u otra. Otra cosa es que públicamente se lleven las manos a la cabeza, pensando en el proceso negociador que tienen por delante.
Jurídicamente, esto se conoce como la "doctrina de la necesidad" (necessity doctrine) y es potencialmente un matiz importante (aunque todavía controvertido) a las obligaciones asumidas por los estados bajo los acuerdos de protección al inversor extranjero. Si el caso España vs fotovoltaicos llega al CIADI, el Estado español lo esgrimirá sin duda.
En su día, CNE, IDAE, Ministerio –las instituciones más competentes en materia de energía de nuestro país- calcularon el coste de inversión de las renovables, y con ello calcularon una tarifa que aportara el 8% de rentabilidad. Durante años, no se invirtió apenas nada. El desarrollo tecnológico, las facilidades de crédito y la falta de oportunidades de inversión propiciaron una expansión acelerada de la fotovoltaica. El problema no fue una excesiva retribución, sino una falta de control sobre la potencia instalada. Desde entonces los costes han caído de 7 a 1. No se puede computar la rentabilidad de inversiones pasadas a la luz de los costes de replicar esas inversiones hoy.
Detrás del sector, no hay como dices “especuladores locales y extranjeros forrados”. En palabras del presidente de ANPIER, “Hay una masa social. Hay familias. De las más de 55.000 instalaciones, un tercio pertenecen a inversores foráneos; otros tercio está en manos de la gran empresa fotovoltaica, y el tercio restante está en manos de un colectivo social amplio, que tiene plantas de pequeña potencia. Muchos pensamos que era una inversión ética, que hacía bien al país como aseguraba el IDAE. Somos los últimos de la escalera. Hemos pagado el beneficio del promotor, del instalador, el panel de fuera de nuestras fronteras. No sabemos sobre qué costes se va a calcular esta rentabilidad del 7,5%, pero tememos que el Ministerio vaya a fijar unos estándares alejados de la factura, que no van a tener en cuenta todos esos gastos. Las cuentas no van a salir”.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/05/03/andalucia/1367610401_622872.html
Efectivamente, la electricidad es un factor muy importante, que afecta a los equilibrios de la economía, y más en tiempos de crisis. No deberíamos de pagar por ella más de lo que cuesta. Hubiera sido necesaria una revisión de todos los costes que soporta el sector eléctrico y recortar allí donde había base jurídica – y justificación económica- para hacerlo. Y te remito a otros comentarios de este post.
se me olvidaba: ¿hay mejor evidencia "prima facie" de que el régimen retributivo de la FV era demasiado generoso que la inmensa cola de inversores dispuestos a invertir en FV bajo ese régimen?
Natalia, lo que tú planteas es un estatus de cuasi-deuda pública para los ingresos regulados de la fotovoltaica. Una empresa cuyos ingresos regulados están garantizados en cualquier coyuntura de demanda, completamente al margen de la situación económica general, no tendría para el inversor riesgo alguno: se compran los paneles (normalmente a menor precio del previsto por su continuo abaratamiento), se instalan y se explotan (costes de explotación reducidos y muy predecibles), se pide el préstamo al banco, y a vivir de nuestro "bono del Estado a doce años". Eso sí, al 8% o más en lugar de al 4% como quienes tenían deuda del Estado de verdad. Me temo que las cosas no funcionan así.
Entiendo que hubo familias que confiaron de buena fe en que el régimen de la FV sería intocable. Lamentablemente en esta situación económica esa promesa no se puede mantener, como no se han mantenido otras muchas (la realizada a los funcionarios de pagarles un sueldo determinado, a los proveedores públicos de pagarles a tiempo etc).
En general, sería bueno que todo el mundo entienda que si algo paga el doble que la deuda pública, por definición tiene más riesgo que la deuda pública. Los inversores en FV tenían un claro riesgo (de gran severidad pero muy baja probabilidad) ante eventuales situaciones económicas "catastróficas" que hiciesen necesarias reducciones en los ingresos regulados de la FV. Ese "tail end" (absolutamente imprevisible hace 7 u 8 años) se ha materializado, y en esta situación, el inversor en equity pierde. Esto es así.
Lo siento LiMA, pero lomde los incentivos no lo pillas
Yo le llamaría default en toda regla.... El déficit está titulizado. Llamalo expropiación, confiscación... Pero no mercado, o mas riesgo por mayor rentabilidad (era para corregir externalidad, y los incentivos arbitraje deberían ser limitados) Si esta en el BOE es un contrato avalado por el estado ( y eventualmente titulizado)
Funcionan así las cosas? En Argentina, Rusia, seguro... En España parece q ue también... Y luego se preguntarán porque sube la prima
Berglunds, toda la población española está sufriendo, los que dependen del sector privado vía mercado y los que dependen del sector público vía el salvaje racionamiento de recursos públicos (las licitaciones públicas también aparecen en el BOE y eso no ha ayudado a los proveedores y constructores de obra pública a cobrar a tiempo). La idea de que mientras todo eso pasa (brutales recortes sociales, desplome renta disponible familias), los inversores de la FV tengan que seguir en su isla de prosperidad ingresando su 8% anual es un disparate.
Si el recorte desincentiva a los próximos buscadores de duros a cuatro pesetas en España, habrá que aceptarlo. Dudo mucho en todo caso que afecte al empresariado nacional y extranjero, que percibe perfectamente que esto era necesario, como resultado del desatinado régimen anterior.
Las cosas funcionan así en cualquier país en situación desesperada, serio o no. Vg EEUU (supongo que califica como serio) cuando en 1933 decidió salirse del patrón-oro; un incumplimiento masivo de sus propias normas, que le obligaban a cambiar dólares por oro a sus ciudadanos... escandaloso, ya ves.
En términos legales, el principio de intangibilidad absoluta de los regímenes regulatorios que parecéis defender sencillamente no se sostiene; se entiende que en casos catastróficos (equivalentes a fuerza mayor) y siempre de manera proporcionada, se pueden revisar: doctrina de necesidad y comparablemente (actos administrativos) doctrina de lesividad.
(no sé si me gusta la reforma y habría preferido que no hubiese que dar este leñazo a la FV, pero la realidad se impone)
Quizás debiéramos cuidar algo más la semántica. Y no llamar mercado a "esto".
"Esto" es, lisa y llanamente, otra forma de fiscalidad y redistribución de rentas entre sectores que, casualmente, se lleva a cabo so pretexto del consumo de energía eléctrica. Se podría hacer idéntico sobre el agua, el aire que respiramos o los pixels que movemos.
Cada vez que, complacientes, cedemos a las semánticas del sistema estamos haciendo crecer las dimensiones del problema.
Hasta tal punto que donde no había ningún problema hoy no sabemos ni siquiera por donde meterle mano tantos son los frentes abiertos, los conflictos y las tajadas de las cuales el sistema político necesita disponer para sus caladeros de votos.
Es irónico que por no cuidar el significado de las palabras nos encontremos hoy asistiendo a los estertores del Sistema Soviético de la Energía. En casa, claro.
Con un agravante, no es posible el tránsito que otros sí pueden llevar a cabo. Un sistema con millones de pequeños productores libres. Libre quiere decir, libre, "con capacidad de hacer, decidir y elegir sin consultar". ("The big switch" N. Carr)
Cuando un pequeño grupito quiere "controlarlo todo" sucede, inevitablemente, lo que está sucediendo: Energía cara y bloqueo sistémico. Pérdida de Industria, paro y parálisis económica a la espera del..... "Regulator".
Hay una energía infinita que está aprisionada socialmente a base de Reglamentos y Controles.
Un talón de Aquiles necesariamente mortal. La Regulación mata la libertad y destroza hasta las ganas de mover un dedo.
Saludos
Efectivamente Manu, el sueño de la regulación produce monstruos ... y más si lo sueña la persona con mayor capacidad para concitar opiniones negativas en todos las sensibilidades del sector que se haya visto nunca
Sin un gran conocimiento del tema, como muchos ciudadanos no llegamos a entender todo este embrollo. Por lo menos, sabemos que hay opiniones criticas que ponen en cuestion la "estructuralidad" de las reformas, tal y como nos venden los viernes. En cambio, no entendemos tampoco porqué los que entendéis no intentáis llegar a la gran mayoria de ignorantes que somos, es que, sabeis? Estamos tan cansados de tertulianos del corazón hablando de política económica...
Sin más, agradeceros todo lo que estáis haciendo.
¿Lo podrían haber hecho peor?
Pues no
Eso es el resultado de una manera de gobernar, tan rematadamente mala que es imposible entenderla, a no ser que se haga a propósito por pura maldad, o que sea el paradigma de una estupidez rayana a la subnormalidad. Es duro, casi motivo de censura, pero, sintiéndolo mucho, no se me ocurre otra cosa.
¿Por qué la asimetría regulatoria? Buena pregunta. Para responderla (yo no me atrevo, estoy demasiado indignado para pensar friamente) probablemente habría que ver a quién beneficia realmente esta modificación regulatoria gestada "en secreto".
NOTA: Xavier Cugat, Berglunds y Manu Oquendo dan unas sugerencias "interesantes".
Me atrevería a pronosticar, eso sí, que para beneficiar la competencia no ha sido. Tampoco parece una reforma muy liberal, como indica el que se quieran imponer peajes a la autogeneración (para que 'se implante de forma muy controlada y sin perder de vista “la compleja situación económica” que afecta al sector eléctrico' -ver: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/07/19/actualidad/1374237478_141414.html ).
Por cierto, en el blog de Acemoglu y Robinson acaban de hacer una entrada sobre España. Como dice Manu Oquendo, lo primero es llamar a las cosas por su nombre. Creo que esto es una gran noticia!
http://whynationsfail.com/blog/2013/7/19/what-to-do-with-spain.html
Natalia,
no se entiende, salvo prejuicios personales, las diferencias que haces entre renovables y convencionales.
El argumento de la seguridad jurídica (absolutamente correcto) aplica a ambas tecnologías:
- los inversores en convencionales también lo hicieron dentro de un marco regulatorio establecido que ahora se altera unilateralmente
- también estas centrales han cambiado de manos en los últimos años (tanto a nivel "macro": Endesa, Unión Fenosa, etc... como a nivel "micro" con la señora Maria y el señor Juan comprando y vendiendo a diario acciones de las eléctricas).
Puesto que es así, aplica poco, suponiendo que fuera cierto, la sobre retribución a centrales hidráulicas o nucleares o los CTCs ... será poco consuelo para la señora Maria que compró antesdeayer (o ya puestos para Fulvio Conti o para Eon).
Y en relación con tu último comentario:
En el Protocolo de 1996 y en la Ley del Sector Eléctrico de 1997, el Gobierno se comprometía tras diez años a hacer una revisión de la regulación eléctrica, y en particular de la retribución de los activos que iban a recibir CTCs. El Libro Blanco se encargó bajo este compromiso de revisión…pero la cosa no siguió adelante y la revisión – así como la liquidación de los CTCs cobrados en exceso- sigue pendiente.
http://www.cincodias.com/articulo/empresas/cne-pide-electricas-devuelvan-3400-millones/20080702cdscdiemp_3/
Todo esto lo cuento porque quienes posteriormente compraron acciones de las empresas firmantes del Protocolo tenían que haber sabido esto- era público, está escrito en la Ley, no podía haber sorpresas. Las sucesivas OPAs llegaron a duplicar los valores de las acciones – aquí sí hubo especulación. La seguridad jurídica ampara los compromisos adquiridos con las empresas (y como te comentaba antes, también con los consumidores), pero no ampara el precio de las acciones cuando éstos no responden a la realidad regulatoria.
Sí, la defensa de la seguridad jurídica aplica a todo: a renovables, a convencionales y también para los consumidores. El marco regulatorio válido debería ser aquél vigente en el momento de la inversión porque de lo contrario se perjudica o bien a inversores o a consumidores. Y como sabes, nucleares e hidroeléctricas se construyeron mucho antes de la Ley vigente. De hecho, las propietarias de estas centrales pidieron protección frente al cambio regulatorio y recibieron CTCs como "compensación". Nunca me opuse a ello- me opongo a que se hayan pagado en exceso. Desde junio 2005, cuando quedaron pagados por diferencias los CTC’s (8.860 M€), el coste del suministro para los consumidores ha sido superior entre 27.000 y 40.000 M€ a las previsiones del Protocolo Eléctrico de 1996 firmado por las empresas de UNESA y el Gobierno. Por eso, su sobre-retribución a partir de 2005 atenta contra la seguridad jurídica de los consumidores (entre los que por cierto también hay grandes empresas).
Para restaurar la seguridad jurídica de los consumidores, las centrales del parque histórico de generación tendrían que haber recuperado una retribución equivalente a la que tenían asignada cuando se acometieron las inversiones (en su interpretación por la LSE 54/97, firmado por las propias empresas en el Protocolo). éstas permanecerían en el mercado, y su retribución se liquidaría por diferencias entre el precio de mercado y los costes que ellas mismas declararon tener cuando se hizo el cómputo de los CTCs. Esto mismo, el Libro Blanco ya lo recomendó en 2005...y nos hubiéramos evitado muchos problemas.
Y hablando de esto esto, viene muy a cuento el artículo que acaba de publicar The Economist: http://www.economist.com/news/business/21582018-sustainable-energy-meets-unsustainable-costs-cost-del-sol
Lo que no queda claro de la rentabilidad razonable de la inversion es si se refiere a la TIR, que incorpora la amortizacion del equipo o si es una tasa de rendimiento anual. Logicamente deberia referirse a la TIR ya que un bono al final se vende y se recupera el valor nominal pero una maquina despues de 30 anios tiene un valor residual proximo a cero y habria qe dedicar una parte de flujo neto de ingresos a amortizarla. Como muy bien se indica los 300 puntos basicos de margen se debe a l mayor plazo de la inversion, el riesgo industrial y la falta de liquidez, pero en todo caso faltaria la amortizacion que se tendria en cuenta en la TIR y no cuando se calcula una tasa anual de rendimiento.
Gracias Javier. Me parece muy claro y acertado tu comentario. Está claro que un bono no es una instalación industrial porque ésta, al final de su vida útil, no es más que un montón de chatarra. Por supuesto habría que devolver el principal y retribuir el capital invertido. Nunca está mal recordarlo, por si acaso...
Creo que la clave para las empresas, particulares y pais en general la clave es el autoconsumo. Si el gobierno lo frena, bloquea, sabotea, demuestra que esta vendido a las eléctricas. Producir donde se consume es como ahorrar. Es eliminar pérdidas del sistema y es diversificar la producción. Y, como es dentro de casa de cada uno, el gobierno, pornlo menos, no deberia poner trabas. Las eléctricas estan muy asustadas con la bajada de coses de la tecnología y por eso maniobran. Pero es poner un puertas al mar. El autoconsumo es ahorro. Es como apagar laa luces al salir de una habitacion, como no poner aacc en junio. Acaso pone el gobierno multas por hacer esas acciones? de
"disminucion de la demanda electrica y sobrecapacidad...¿tiene sentido seguir subvencionando mas capacidad renovable?"
Tiene más sentido que haber reactivado la quema de carbón supuestamente "nacional" en centrales térmicas obsoletas. Lo que pasa es que los mineros de Asturias y León tienen acceso a explosivos, mientras que los propietarios de huertas solares, en general, no. Y, por supuesto, que ciertos empresarios del carbón tienen las espaldas muy bien cubiertas...
La producción distribución y venta de electricidad es un monopolio natural de que debería ser gestionado por el estado directamente aunque contratando empresas privadas para su construcción, mantenimiento e incluso gestión de plantas de producción.
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