Sobre la situación del CSIC y su rescate

En los últimos días hemos conocido a través de la prensa que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) "necesita un rescate de 100 millones". El CSIC es, con diferencia, el mayor organismo de investigación de España, agrupando a más de 100 institutos de investigación bajo el paraguas de una Agencia Estatal. En los últimos cuatro años, su presupuesto se ha recortado un 30%, y para 2013 probablemente se recortará un 10% adicional. Simultáneamente, se ha producido la filtración de un informe del Ministerio de Economía y Competitividad sobre un supuesto "despilfarro en el CSIC". Todo ello, en medio de la polémica generalizada en cuanto a los recortes en los gastos de investigación que venimos padeciendo, ha generado bastante confusión y algunas opiniones con poco fundamento.

Este debate tiene que ver, obviamente, con la relación entre inversión pública en investigación y crecimiento económico. La literatura que ha estudiado los beneficios económicos de la investigación básica financiada públicamente ha encontrado que esos beneficios son sustanciales, con efectos externos positivos sobre el resto de la economía (ver la panorámica de Ammon Salter y Ben Martin). Asimismo, un trabajo reciente de Beñat Bilbao-Osorio y Andrés Rodríguez-Pose encuentra que la inversión pública en I+D, y en particular la inversión en educación superior, en las llamadas economías periféricas de la Unión Europea, está asociada con la innovación, que a su vez se transforma en crecimiento económico (con una intensidad que depende de las características socioeconómicas de cada región). Por otra parte, hay un consenso generalizado de que el crecimiento económico es esencial para salir de la actual crisis.

Dada la relevancia de este problema en nuestra situación actual, es importante que consideremos con cuidado las consecuencias de los recortes y las posibles estrategias de reforma del CSIC para que el resultado final sea positivo. En este sentido, además de las noticias ya mencionadas, son interesantes visiones desde dentro del CSIC,  que aportan otra visión a este asunto. En cualquier caso, es claro que hay que analizar con cuidado este asunto, aunque los indicios indican que no vamos en la buena dirección.

Hay 29 comentarios
  • Buenos días, Anxo.

    He leído el primer informe que cita tu entrada.
    En el primer párrafo habla de excesos en la gestión llevada a cabo por el partido socialista que ha transferido fondos de investigación a incrementar el aparato burocrático.
    Esto es coherente con el incremento de gasto que este partido ha traído especialmente durante esta última etapa de ocho años.
    Este aumento, desde el principio, se basó directa e indirectamente en el crédito en todas las áreas de actividad y por consiguiente --cuando hasta el llamado ciclo económico depende del neumotórax crediticio-- en algún momento habrá que volver a poner los pies en el suelo.
    Tengo buenos amigos y una nuera en esa institución y veo de cerca los efectos. No me gustan, pero hay mucho gasto que se pretende hacer pasar por investigación y es otra cosa.
    El problema de fondo es qué hacer con el aproximadamente un millón de empleos públicos que no se pueden pagar si no nos prestan el dinero para ello.

    Las soluciones no vendrán si no encontramos la forma de hacer esa transición que, por cierto, también afecta a todo el IBEX35 que vive predominantemente a la sombra del estado o a su costa.

    Saludos.

    • Gran post, Anxo, nada que agregar y sí mucho que seguir aprendiendo de ti.

      Ahora, para Manu Oquendo: el comentario de que "todo el IBEX35 que vive predominantemente a la sombra del estado o a su costa" me parece hecho un tanto a la ligera (por decirlo suavemente). ¿En qué te basas? Porque supongo que sabrás que es de los índices bursátiles con mayor peso de beneficios generados fuera de España, y no veo a una Telefónica, por citar un ejemplo, derivando la mayoría de sus beneficios de subvenciones del Estado español.

      • Hola, Jesús.

        Repasando el IBEX 35 desde el criterio de su dependencia pública-- en vez de su titularidad mercantil--, tenemos que excluir Inditex (fabril y mercado privado enteramente) y, quizás, Grifols.
        Analizando el resto vemos que o bien son organizaciones que realizan una función para el estado --bajo su directa supervisión y mandato-- o son outsourcers, subcontratistas o proveedores de bienes o servicios públicos actuando muy frecuentemente sobre activos demaniales (de dominio público como tendidos o espectro) y con franquicias de mandato público directo exclusivo (caso banca).

        Desde el punto de vista económico y de gestión estas empresas tienden a ser extractivas por cuenta del "principal" y es el conocimiento y la cercanía al estado el factor estratégico esencial de su gestión.
        De hecho el propio estado organiza su mercado como estamos viviendo.

        Esta es una consideración no territorial porque, dentro o fuera de España, también su "corporate strengh" es la misma: la proximidad, el servicio y el conocimiento de su principal socio o cliente, el estado.
        Estén gestionando los peajes de una autopista, llevando un aeropuerto o generando eólica
        Es un fenómeno extendido pero el caso español destaca mucho comparado con otros selectivos como DAX o Dow-Jones .
        Es lógico porque es su zona de oportunidad estratégica más accesible y menos peligrosa. Es su "elección racional".
        Tampoco es una vida fácil pero nada que ver con la dureza de lo industrial y tecnológico para lo cual nuestro gran capital no está bien posicionado por motivos fuera de su control.

        Saludos

      • Hola Jesús,

        Yo me basaría en un buen puñado de posts de NeG: reducción márgenes petroleras para el ipc de noviembre, reforma eléctrica, reforma bancaria, fusión antena3-sexta, comisión nacional de la competencia, CNMV, gastos faraónicos, discreccionales e ineficienes en infraestructuras,.... Seguimos?

  • Anxo,

    Gracias una vez más por tratar el delicado tema del recorte en I+D. Comparto tu intuición de que, en general, recortar en inversión en I+D tendrá consecuencias negativas sobre el crecimiento futuro. Pero es complicado cuantificar sus efectos. La evidencia empírica que mencionas (Bilbao-Osorio y Rodríguez-Pose 2004) proporciona correlaciones de sección cruzada entre el número de patentes (y el crecimiento del PIB) y la inversión en I+D de un grupo de regiones europeas, condicional en una serie de variables observables como la tasa de empleo, el nivel educativo de la población y el porcentaje de la población que trabaja en sectores de alta tecnología. Técnicamente, para poder dar una interpretación causal a esta correlación, necesitaríamos creer que los países toman sus decisiones en I+D de forma aleatoria y sin tener en cuenta su productividad (condicional en las variables observables consideradas). Sinceramente, no creo que esta sea la forma en la que se decide el gasto en I+D en Europa y, por lo tanto, no creo que debamos dar una interpretación causal a estos coeficientes.
    Pero, si queremos creernos que los gobiernos deciden “a los dados” cuanto se gastan en I+D, los resultados de Bilbao-Osorio y Rodríguez-Pose (2004) indicarían que, en general, la inversión en I+D en centros de investigación públicos no tiene ningún efecto sobre el número de patentes, tanto a nivel europeo (Tabla 2) como en las regiones periféricas (Tabla 3). Pero, insisto, no creo que este tipo de evidencia sea muy informativa acerca de la productividad del I+D.

  • Anxo, darte de nuevo las gracias, como joven postdoc, por sacar estos temas al debate público con algo más de números y rigor del que es habitual. Sobre ABC, comentar que, desafortunadamente, no me sorprendo de su sesgo periodístico (la principal diferencia entre los medios tradicionales y los digitales no tiene que ver con el papel, sino con la objetividad). No recuerdo a ABC mostrando un gran interés por denunciar qué ocurría en el Centro de Investigaciones Príncipe Felipe y eso que con mis compañeros de Joves Investigadors de Valencia hicimos notas de prensa muy claritas, bien escritas y bien documentadas explicando los problemas e irregularidades que acumulaba la institución. Sobre el exceso de contrataciones de personal administrativo se podría preguntar a Ruben Moreno, diputado del PP y anterior responsable del desastre del CIPF. Algunos investigadores del centro, por cierto, comentaban que su ambición era ser el director de la ANECA (¡de buena nos libramos!).
    Por cierto, me han comentado que el CSIC, al final, no ha podido presentar candidaturas a JdC. ¿Alguien sabe cómo ha sido la situación en términos generales? ¿Es posible que no se cubran las plazas de JdC y RyC por culpa de la repentina cofinanciación?

    • Carles, el CSIC solicitará 50 plazas de RyC (eso me consta) y creo que una cantidad similar de JdC, aunque hay una no del todo clara historia referente a la cofinanciación que no puedo explicar en público.

      Salu2

      • Gracias por la información.
        Espero que algún día estos datos sean completamente públicos y podamos investigar más sobre investigación. De todas formas, si el CSIC pide 50 y a ojo de buen cubero (no tengo datos) calculo 8 candidaturas por centro para 45 universidades, tengo 410 candidatos más (por decir, algo) 30 candidatos por el resto de OPI, me saldrían 440 candidatos (creo que he sido muy generoso) para 225 plazas de JdC. Es decir, serán las JdC menos competitivas de la historia, porque hubo una selección a priori inesperada y sin excesiva transparencia (soy parcial, porque, en contra de mis pronósticos, fui descartado en una reunión de un Vicerrectorado de Investigación junto a otros tantos candidatos). Recuerdo competir por las postdoc de movilidad del ME (ahora extintas) con una relación de más de 1.300 candidatos para 250 plazas. ¡Qué trabajo le hemos ahorrado a la administración y a la ANEP! ¡Cómo habrán sido las discusiones dentro de los Vicerrectorados de Investigación!
        Y soy partidario de la cofinanciación, pero no con improvisación y opacidad. ¿Sólo saben gobernar a trompicones?

        • Me temo que la cosa es bastante peor. Me consta que el CSIC ha identificado previamente su capacidad de financiación de los candidatos que avala, y eso puede sesgar el proceso. Además, este año pueden quedar plazas desiertas, al menos en las RyC, ya que tienes que conseguir al menos 85 puntos para pasar el corte, y hay una interesante categoría de 25 puntos en liderazgo de proyectos europeos, más otros 20 puntos un tanto discrecionales...

  • El método de filtrar a la prensa afín informes "a medida" para justificar a continuación recortes con hacha es una especialidad del actual gobierno, y en particular del ministerio del Sr. Soria. Me fío bastante poco de ello (aparte de que el subtítulo de ABC acusando el "despilfarro socialista" tiene bastante poco que ver con el contenido del informe que parece revelar ciertas vergüenzas no sólo del anterior gobierno sino también del actual).

    • "Divide y vencerás". Y en vez de ir a por todos a la vez, escógelos de uno en uno. Más viejo no puede ser.

  • Me parece dudoso argumentar que el gasto en la I+D que realizan los organismos de las Administraciones Públicas influyen sobre la innovación. No es eso lo que muestra la evidencia empírica basada en los modelos de producción de patentes (puede verse mi trabajo con Joost Heijs y Thomas Baumert: http://econpapers.repec.org/article/eeerespol/v_3a39_3ay_3a2010_3ai_3a6_3ap_3a722-735.htm )
    Por otra parte, la información agregada sobre la producción científica en esos organismos señala una caída muy pronunciada de la productividad en la últma década. En 2000 se produjeron 0,55 artículos por investigador, en 2006 se alcanza el mínimo con 0,16 y en 2010 había subido hasta 0,34. Como contraste, en las universidades la progresión ha sido continua: 0,49 artículos en 2000, 0,83 en 2010. No se si el CSIC respone a esa pauta, pero para argumentar la necesidad de más recursos hay que justificar su pertinencia en términos de productividad.

  • Gracias por el post Anxo. Puntualizar que los tan cacareados puestos administrativos se refieren en un 95% a estabilizaciones (gente que levaba muchísimos años trabajando en el CSIC) y no son en absoluto puestos burocráticos sino técnicos de laboratorio y técnicos especialistas; muchos de ellos Doctores con años de experiencia desempeñando trabajos de FP; creo que puede dar idea del total desconocimiento de como funciona la ciencia en el ministerio. Por otro lado me parecen sorprendentes los comentarios que leo sobre la productividad y la rentabilidad de la ciencia, muy mal vamos cuando lo que se pretende es un rendimiento inmediato y no lo vemos a 40 0 50 años. Veo algo tan absurdo como una medida de artículos por autor, uno puede tener solamente dos artículos pero si lo que tiene son un Science y un Nature con 300 citas su influencia y calidad es muy superior, volvemos al gusto nacional por medir las cosas al peso sean artículos científicos o ladrillos. Mas ejemplos de ignorancia: La estructura del DNA se describió en 1953 pero se le pudo sacar rendimiento industrial como mucho en los 90 pero parece que este país no está dispuesto a esperar 40 años; además nuestros empresarios y oligarcas rentistas huyen de la I+D como inversión y solamente les interesan las subvenciones y lo digo por experiencia, tienen una falta de objetivos a largo plazo patológico y prefieren el "que inventen los otros" de Unamuno.

    • Las "patologías" de España y sus gentes explicadas en pocas líneas. Como cita a Unamuno me gustaría ponerle la respuesta que dio a Millan Astray y a sus chicos de "Viva la muerte": A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia.
      Gracias Antón.

    • No se pueden medir los artículos al peso, pero de alguna forma habrá que evaluar el rendimiento de los investigadores: patentes, convenios con empresas para implantar tecnologías, artículos...
      Por otra parte, los propios científicos ya tienen sus métodos para medir la relevancia de sus trabajos: está claro que no es lo mismo publicar en Science que en la hoja parroquial de la universidad de Plasencia (con perdón). Un artículo en Science serán 100 puntos; diez artículos en hojas parroquiales, 0 puntos.
      Pero no podemos no medir el rendimiento y fiarlo todo a la buena voluntad y a que, como gasto más, tendré mejores resultados.
      Es casi seguro que en España hay que invertir más en I+D, pero ese incremento será el resultado de un balance con inversiones y desinversiones.
      Al respecto de todo ello es interesante el artículo que hoy publica ELPAÍS, de dos catedráticos de Zaragoza:
      http://elpais.com/elpais/2012/12/06/opinion/1354820446_840579.html

      • Gracias Ignacio. Evaluar curricula es ciertamente muy difícil como ya se ha comentado otras veces. Me interesa ahora mismo más tu reflexión sobre el balance de inversiones y desinversiones. Como ya dije en mi comentario anterior, en el CSIC hay Institutos valiosos y otros "menos valiosos". En las Universidades ocurre lo mismo. Así que coincido en que aumentar la inversión en investigación básica no debe ser café para todos, sino que debe mirarse quién hace las cosas bien y a esos financiarlos mucho más que ahora, y a los otros cerrarlos si es que no tienen remedio. Pero cuidado, porque lo que tampoco puede ser en un organismo como el CSIC es que con un puesto de investigador no venga un poco de dinero basal para hacer investigación. Si yo soy un investigador del CSIC, hago una buena propuesta de proyecto de investigación, pero me quedo fuera de los seleccionados para financiar, me quedo mano sobre mano, porque no tendré dinero ni para papel. Eso me resulta completamente incomprensible y debería solucionarse casi en primer lugar.

  • Se trata de un tema sin duda muy delicado. Me pregunto como se premia la excelencia dentro del CSIC. Condicional en cualquier nivel de gasto, pero especialmente en estos momentos de recorte, seguramente seria una mala idea hacer recortes sin mirar cual es la contribucion de distintos grupos (por dificil de medir que sea). En este sentido, el caso de economia quizas se podria discutir aqui, donde distintos centros del CSIC generan investigaciones muy distintas.
    Muchas gracias.

  • Gracias por el artículo.
    El Gobierno está destruyendo toda estructura pública de desarrollo científico y educativo, a la par que sanitario. El daño que se le está haciendo a la nación, no tardaremos en verlo y sufrirlo todos y cada uno de los españoles. Mal asunto cuando todo nuestro porvenir se apuesta a salarios bajos y a la actividad empresarial con poca relación con la ciencia y la tecnología.

  • En el periodo 2004--2010 el gasto público de los PGE creció un 50% (45% con partidas financieras).
    Esto sucedió con gobiernos cuyos máximos representantes ya estaban muy alarmados en 2003 porque según decían estábamos en los albores de una burbuja financiera.

    http://www.sepg.pap.minhap.gob.es/sitios/sepg/es-ES/Presupuestos/Estadisticas/Documents/2012/Estadisticas%20Presupuestos%20Generales%20del%20Estado%20hasta%202012.pdf

    Por lo tanto no parece que el comentario citado por Anxo Sánchez en su entrada esté muy desencaminado.

    Por otro lasdo no está nada claro que la I+D esté como está por una razón presupuestaria o de número de investigadores.

    El comentario de Mikel Buesa da una pista pero es que el tema viene de lejos porque ya en 1988 Tainter (1) advertía de una acusada tendencia global hacia rendimientos decrecientes. Un 550% de incremento de recursos humanos y un 25% de patentes. (Suponiendo que las patentes registradas sean un indicador correcto de la innovación que es mucho suponer)

    Algo debe estar pasando que incide y que no terminamos de identificar porque si algo necesitamos es buenos crebros y que sean muy productivos.

    Saludos

    (1) “The collapse of Complex Societies” 1988 Joseph A. Tainter. Cambridge U.P:

    • ¿Estamos hablando de patentes o de solicitudes de patente? Porque la duración media del trámite de una solicitud de patente supera ampliamente los tres años. Antes de poner el no. de patentes en relación con los efectivos de investigadores, habría que tener en cuenta este desfase.
      Por lo demás, dos cosas: el número de agentes de patentes en España está estancado: difícilmente va a haber más patentes si no hay quien las redacte (tiene su arte). Y, en efecto, "producir patentes" no tiene por qué ser la razón de ser del CSIC. Las patentes son ante todo fruto de la investigación aplicada, y el CSIC hace tanto investigación básica como aplicada. Quizás habría que plantearse si una separación no sería más razonable, pero tanto la integración (en Francia con el CNRS) como la separación (en Alemania con la sociedad Max Planck para la investigación básica y la Fraunhofer para la aplicada) se han usado con más fruto en otros países.
      Las patentes son ante todo un instrumento comercial. Es posible que la investigación pública española no sea lo suficientemente productiva, pero lo que es completamente anómalo es que, aún así, organismos públicos como el CSIC copen los rankings de patentes en España. ¿Dónde está la I+D privada de empresas como Repsol? Porque está claro que España necesita más patentes (echen un vistazo a la balanza comercial por bienes intangibles, si no me creen). Lo que no está tan claro es que eso lo deba resolver la I+D pública.

  • Lo he posteado en otras ocasiones, pero vuelvo a la carga:
    1º) Suponer que el Estado puede invertir con certeza en las actividades más rentables económicas es una falacia. Si esto fuera cierto, a) la economía planificada sería más eficiente que el libre mercado, porque un agente central de decisión podría saber, cuantificar y predecir mejor las necesidades de la sociedad en el momento presente y futuro que miles de agentes dispersos y autónomos. b) el progreso sería intencional y desde el Estado podríamos “quemar” etapas de desarrollo. c) todos los problemas se resolverían con mayor inversión pública.
    2º) Si el Estado no puede saber el retorno económico de su inversión en ciencia, es por la simple razón que éste no puede calcularse. Por lo tanto, a) se hacen estimaciones que son simples indicadores discutibles y falibes. b) Estas estimaciones pueden modificarse ad hoc para nutrir argumentos en cualquier sentido. En consecuencia, aplicar exclusivamente criterios economicistas para evaluar la inversión pública es un error.
    3º) Si no podemos predecir el resultado, como mínimo sí sabemos cuáles son las prácticas que nos acercan a él. El debate sobre inversión en ciencia no debe centrarse en cuánto (poco, mucho o cada vez menos), sino en el cómo trabaja institucionalmente el mundo académico en España. El cómo es el quid de la cuestión y es notablemente mejorable y sobre eso debemos discutir sin atender a sus resultados prácticos inmediatos. El utilitarismo no es útil en ciencia. [Continúo punto tres abajo]

  • 4º) ¿Fue un error la inversión pública en el SDI de Ronald Reagan? Hay un amplio debate sobre la cuestión: para muchos fue un derroche que cuadriplicó la deuda pública norteamericana, para otros fue un impulso de gigante para la economía nacional, ya que permitió una mejora en satélites, lásers, ordenadores, comunicaciones… que permitió una rápida y triunfal entrada de los USA en la economía del conocimiento. (Nota: la carrera armamentística no fue un plan brillante para hundir a la URSS. Su objetivo político era lograr la reducción del paro. La URSS colapsó por la espectacular bajada del petróleo de 1986). Para evaluar la adecuación de esa política, se debe evaluar cómo se gastó el dinero: el rendimiento de cuentas, la transparencia, el debate y los argumentos empleados para la toma de decisiones, las prioridades de los contratistas militares… y hubo corrupción, derroche y falta de control administrativo como denunció la prensa.
    5º) La ciencia y la investigación no es un compartimiento estanco. La revolución científica se desarrolló en Inglaterra y no en Italia o España, porque había libertad religiosa. El parlamentarismo y el método científico se desarrollaron de forma paralela en ese país, porque se funda en el precepto de un debate racional, autónomo y libre para alcanzar la verdad/bien común. Si en un país falla su sistema parlamentario y su sistema educativo, por mucho que se invierta o deje de invertir en ciencia, las instituciones educativas no funcionarán tan bien como podrían funcionar si otras instituciones son disfuncionales.

  • Cuando desde dentro del sector de la I+D se ha dicho insistentemente y desde hace tantos años que el estímulo público a la investigación y al desarrollo, florecerá en un tejido productivo innovador y esto no ocurre, la sociedad puede empezar a perder la fe en una fórmula que no da los resultados prometidos y pensar que lo que pretenden los investigadores es mantener su estatus de privilegio. Las consecuencias pueden ser mucho más graves para el propio sector que decir la verdad, que la I+D puede ser necesaria pero no es suficiente si no se dan las condiciones de demanda de I+D por parte de las empresas.
    La creación pública de un sistema de centros investigación o tecnológicos y de grandes infraestructuras sin una demanda empresarial conduce no solamente a un fracaso, sino a una gran decepción para la sociedad. No se puede, sin más, copiar el sistema de I+D de un país avanzado donde los resultados de la investigación fluyen de forma natural de la academia a la empresa y decir que la demanda empresarial de conocimiento y tecnología aparecerá por arte de magia. Sería mejor que cambiásemos de actitud antes de que la sociedad nos lo reclame y decir que su dinero sirve para realizar contribuciones al acervo del conocimiento de la humanidad pero que la I+D no nos sacará de la crisis.

  • Es curioso ver tanta gente opinar sobre la innovación asociada a la actividad de I+D y relacionarla unívocamente al número de patentes. Cualquier que conozca un poco el sector sabrá que la transferencia del conocimiento es bastante más que patentar (lo cual no siempre sale a cuenta, depende mucho de en qué contexto te muevas). Existen formas objetivas de evaluar la transferencia de conocimiento y el retorno industrial que muestran claramente que la labor del CSIC y de las Universidades españolas es fundamental, pero no veremos, me temo, estas estadísticas por aquí.

    Salu2.

  • Hola a todos,

    y muchas gracias por leer el post y por vuestros inputs. Siento no haber estado rápido en mis respuestas como otras veces, pero me ha sido imposible. A estas alturas no tiene sentido que intente dar respuesta a cada comentario pero al menos voy a intentar exponer algunos puntos de vista al hilo de los mismos.

    Para empezar, estoy de acuerdo (y en particular gracias Manuel por tus atinados comentarios y puntualizaciones) en que la contribución de la I+D a la productividad es debatible. Para empezar no parece estar claro ni cómo medirla. En concreto el punto de las patentes es también dudoso: conozco investigadores del CSIC que tienen bastantes patentes y han dejado de hacerlas porque ni les compensa ni tienen apoyo (falta personal especializado en esto como también se ha dicho). En cuanto a la productividad en términos de artículos, en el CSIC agregadamente ha subido de manera constante en los últimos años.

    Por otro lado, está el eterno debate, también mencionado, sobre si la inversión en la investigación básica se refleja en el corto, medio o largo plazo. La influencia en el largo plazo es poco discutible (al menos en mi opinión). Si queremos quedarnos estancados y seguir dentro de 50 años como ahora (o peor, porque los recursos se van agotando y hay que espabilarse), entonces podemos dejar de financiar la investigación básica sin problemas.

  • Para terminar, quiero añadir un tercero punto: En el CSIC, como en las Universidades o en cualquier otro sitio, hay gente que trabaja y gente que no. Y a un nivel superior, institutos mejores o peores. No todo se hace bien y en particular no siempre se selecciona al mejor personal. Es posible que haya que cerrar algunos institutos e incluso hacer más reformas: desfuncionarizar al personal por ejemplo (para ofrecer contratos competitivos a cambio, dicho sea de paso). Pero lo que no es de recibo es que se trate a todo el mundo, buenos y malos, por igual, que se haga un recorte indiscriminado sin evaluar, basado en un supuesto informe lleno de mentiras, medias verdades y cosas que no tienen nada que ver con el CSIC (como las evaluciones de los proyectos). Y que ese recorte se haga cuando ni siquiera se ha aplicado la ley y la financiación del CSIC no se hace como debe de acuerdo a su carácter de agencia. Esto es, una vez más, la actitud del pollo sin cabeza pero con las tijeras en las manos (esto siendo generoso, porque a veces la concentración de los recortes en según qué sectores da que pensar). Así no se hacen las cosas. Y el problema es que si dentro de cinco años decidimos que la ciencia sí hace falta, no vamos a poder reconstruir el sistema fácilmente (como no podremos reconstruir la sanidad o la educación). Estas cosas no son irreversibles, pero casi.

  • Hola, el CSIC inició en 2010 un ambicioso plan para aumentar la transferencia de tecnología dentro del programa JAE: los JAE-Transfer, 60 técnicos especializados en transferencia destinados a 60 institutos. El programa se quedó en la tercera parte de lo previsto y solo se incorporaron 16 técnicos (el personal en la sede central aumentó, pero no mucho). Pues bien, el número de solicitudes de patente presentadas por el CSIC ha aumentado cerca del 80% en dos años (unas mejores y otras peores, por supuesto), y se ha duplicado el número de contratos de licencia de patente. Así que parece claro que formar personal en el área de transferencia es algo fundamental para que los centros de investigación puedan tener éxito en su tarea de llegar a la sociedad a través de las empresas. Los contratos JAE-Transfer terminan en marzo de 2013, y quizá alguno sea contratado por el centro, pero la mayoría se irán al paro. ¿Qué pasará con las patentes y las licencias? Se admiten apuestas.

    Por otro lado, la función de transferencia de tecnología tiene sentido si hay grupos que desarrollen buenas patentes que transferir. De modo que sin fondos para investigaciones aplicadas punteras será difícil que haya una oferta tecnológica de los organismos de investigación capaz de enganchar a empresas innovadoras... en el supuesto de que las empresas quieran innovar invirtiendo en I+D, que esa es otra cuestión por resolver, y no la menos importante.

    • Desde luego, estoy de acuerdo con Carles. Esto es como mínimo grotesco, y pone al gobierno ante sus propias contradicciones... y miserias. El primer mencionado en el artículo, Bartolo Luque, es uno de los investigadores más originales en el campo de los sistemas complejos (el mío) y me parece de lo más indicado que lo premien y me parece completamente absurdo que no se financie su investigación, que además, como él dice, son cuatro perras. En fin. Surgiendo de la nada, hemos alcanzado la cima de la miseria, que decía Marx (Groucho).

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