En estos días en los que parece que el peso de los problemas con la deuda soberana en Europa esta lastrando la recuperación, ya no solo en Europa, pero a nivel global me gustaría hacer una reflexión.
Si bien es verdad que los problemas de deuda soberana son más importantes en Europa en este preciso instantes, los Estados Unidos (si todo sigue como hasta ahora) se tendrán que enfrentar a ellos más pronto que tarde. La combinación Medicare, Medicaid y Seguridad social serán un problema grave para las finanzas americanas en poco tiempo.
Así, los problemas financieros de Europa y los Estados Unidos (si pensamos en el valor presente de la deuda futura) no son del todo diferentes. Pero yo veo un gran diferencia entre Europa y los Estados Unidos. El sistema político americano hace muy difícil pasar grandes reformas porque las dos cámaras del congreso tiene mucho poder. Un, relativamente, reducido grupo de senadores puede bloquear cualquier reforma. Esta claro que los padres fundadores de la república estaban muy preocupados por establecer medidas de control entre el congreso y el presidente.
Por contra, como han demostrado eventos recientes, los sistemas políticos europeos son mucho más personalistas y una o dos personas toman las decisiones y el parlamento las aprueba (esas dos personas son el presidente del gobierno y el jefe de la oposición). Es verdad que estos sistemas tan personalistas tienen sus problemas (si el presidente tiene unas ideas equivocadas puede llevar al país a la ruina con bastante rapidez) pero mi impresión es que son mucho mas flexibles a la hora de tomar decisiones con rapidez. Que opináis?
Hay 14 comentarios
Es cierto, en España se han tomado muchas malas decisiones con mucha rapidez. Y los EE.UU. van a tener la suerte de que al devaluarse el Euro, van a poder monetizar mucha más deuda porque, si todos lo hacen, se devalúa todo el mundo por igual...
La diferencias que planteas es la que en filosofía política se establece entre presidencialismo y parlamentarismo.
Se trata de un tópico que tiene su historia. Lamentablemente no puedo decir nada más allá de unas diferencias que la Wikipedia en español hace con suficiencia en "presidencialismo". Google académico (incluso en español) proporciona diversas fuentes interesantes si se busca "diferencias entre parlamentarismo y presidencialismo".
http://noticias.juridicas.com/articulos/05-Derecho%20Constitucional/200804-67982398765.html
Las diferentes implicaciones entre los sistemas presidenciales y parlmentarios en términos de políticas económicas han sido bastante estudiadas. Quizás los trabajos más conocidos sean los de Torsten Persson y Guido Tabellini, sus webpage tienen información muy detallada sobre sus trabajos
http://people.su.se/~tpers/
http://didattica.unibocconi.eu/myigier/index.php?IdUte=48805
La idea central es que en las democracias hay dos instituciones fundamentales que afectan a la política económica a través de cómo condicionan la forma en que se resuelven los conflictos entre políticos y ciudadanos (accountability o rendición de cuentas, en la terminología de la ciencia política) y entre ciudadanos (representación).
Por ejemplo, en los sistemas electorales majoritarios, como en el de los EUA o Gran Bretaña, como un partido puede llevarse todos los escaños de una determinada circumcripción electoral dejando al resto de partidos sin nada, la política económica tenderá a ser menos universalista y más sesgada hacia grupos particulares o geografías concretas. Un efecto similar se produce cuanto se reduce la magnitud de los distritos electorales. Estos autores estiman que un cambio de un sistema proporcional a uno mayoritario implicaría, en el largo plazo, una reducción del gasto en pensiones y subsidios de desempleo del 2% del PIB y una reducción del gasto público total del 5% .
Pero quizás el efecto más importante de los sistemas electorales deriva de sus impactos sobre el sistema de partidos. Como es conocido, los sistemas proporcionales estan relacionados con un sistema de partidos más fragmentado. La fragmentación parlamentaria incrementa los costos de negociación para crear coaliciones y, a través de un problema de ´common pool resource´, incentiva mayores niveles de gasto. Los estudios econométricos muestran que el efecto sobre el gasto total se debe casi en su totalidad a este efecto más indirecto del sistema electoral a través del sistema de partidos.
Más relacionado con la inquietud presentada en el post está el tema de las diferencias que tienen las formas de gobierno. El sistema presidencialista no está sometido a la moción de censura o la cuestión confianza presente en los parlamentarismos como el Español, siendo más posibles los gobiernos divididos y las situaciones de gridlock, en la que un Presidente sin mayoría legislativa puede tener problemas para aprobar las normas. Además las mayorías legislativas en los presidencialismos son por lo general más volátiles, lo que implica que sea más difícil negociar amplios paquetes de reforma y que, ante un posible aumento de ingresos, no exista un grupo claramente definido que se pueda aprovechar de dicho aumento (residual claimant). Esto lleva a preveer un gasto también menos universalista y un menor gasto público total en relación al PIB. El resultado es que los presidencialismos tienen un gasto público total menor en un 5% en el largo plazo y menos gastos en bienestar del 2% según Persson y Tabellini.
Estos resultados son robustos a diferentes técnicas estadísticas y su lógica ha sido modelada de diferentes formas. No obstante, existe un fuerte debate sobre las bases reales de los modelos utilizados, como la realizada por Carles Boix, disponible en: http://www.princeton.edu/~cboix/Newsletter%20-%20Winter%20'06.pdf
Además existen otro amplio conjunto de variables a tener en cuenta, como son si existe polarización del sistema de partidos, la cohesión o disciplina interna de los partidos, el sistema de financiación de los partidos, y otras.
En el caso de los EUA, siguiento la teoría, esperaríamos un gasto público menor en el largo plazo, que en gran medida ya tienen, pero quizás mayores problemas de gridlock o parálisis fruto de un potencial gobierno dividido, que no se dá tanto en Europa. No obstante, como no existe disciplina parlamentaria en el legislativo tienen maneras de superarlo y aprobar las reformas, como han venido realizado hasta ahora aunque con dificultades fruto más del clima de polarización política que vive el país. De todas maneras, en el largo plazo, el sistema institucional de los EUA puede servir más para hacer frente a las presiones de tipo redistributivo universalista, pero menos para enfrentar a los grupos de interés particulares, ya que el sistema de financiación de los partidos facilita su influencia.
Creo que en España muchos de los problemas de política económica tienen su raíz en las instituciones políticas (sistema electoral, partidos políticos, instituciones legislativas, administrativas y judiciales). Es importante darse cuenta que la clase política, responde a los incentivos que marcan las reglas que guían su juego, exactamente igual que los actores del mercado. Cuando nos quejamos tan frecuentemente en este blog de la clase política, habría quizás que pensar mejor el por qué desde un punto de vista económico. Existen muchas reformas de las instituciones políticas que podrían ayudar a mejorar la transparencia y los incentivos con los que operan los partidos y sus líderes. Creo que el debate público sobre este aspecto es esencial en el mediano plazo si queremos avanzar, puesto que las instituciones políticas ayudan a la buena política y, por tanto, a la política económica.
¡Este blog es una mina! Gracias joan. Respecto a lo que dices en el último párrafo:
Llama la atención que los sindicatos enfoquen su estrategia contra medidas de política económica que reforzarían la productividad de las empresas (cambio de la legislación laboral, por ejemplo). Sin embargo, se hace mucho menos hincapié en una sistema fiscal que recauda poco y mal, y que no redistribuye suficientemente. Estaríamos así en el peor de los mundos: las empresas no tienen un entorno adecuado y los trabajadores reciben poco de los beneficios.
Durante el periodo de bonanza la tasa de ahorro española se hundió y la alemana se disparó. Está claro que la posibilidad de invertir en activos nominados en euros no hizo sino facilitar el flujo de capitales de Alemania a España y alimentar la burbuja. Un tipo de cambio flotante hubiera mitigado el desequilibrio pero me pregunto hasta qué punto; y recordemos que antes del euro no teníamos exactamente un tipo flotante. Me pregunto si la historia hubiera sido realmente muy distinta con la peseta.
Xurxo:
La tasa de ahorro española es una cosa un poco problemática. En España, con el sistema de pensiones público que tiene un tope de ingresos aunque se haya aportado al mismo millones, el tener una casa en propiedad es percibido como ahorro, máxime cuando el estado no tiene un sistema de vivienda pública universal, como en Francia. Por eso en España ha sido tan fácil la construcción de la burbuja inmobiliaria y nuestra tasa de ahorro bancario se ha derruido.
Creo que sería un buen momento para organizar un sistema público de alquiler, con todas esas infraviviendas embargadas, de modo que poseer una vivienda en propiedad sea un extra de lujo, y no una necesidad inalcanzable o, cuando menos, causa de 35 años de estrecheces para una familia.
Xurxo:
Se me olvidaba decir, que ahora con la explosión burbuja nuestro ahorro real sí que se ha derruído, claro.
No está claro que el gasto público en USA y en otros países industrializados como los de Europa o Japón pueda simplemente compararse como se comparan dos cantidades homogéneas. La composición de ese gasto es muy diferente en cada caso.
Un componente fundamental del gasto público en USA es el gasto militar o gasto en "defensa". En los presupuestos de los países europeos o Japón, este gasto en defensa es mucho menor y, en cambio, el gasto "social" en el Estado de Bienestar o en "trabajos públicos" mucho mayor.
La cuestión es que el elevado gasto militar norteamericano y el mucho menor peso del gasto militar en Europa o Japón, no son hechos independientes o debidos solo a diferentes elecciones políticas. El enorme gasto "social" en los Estados de Bienestar europeos no sería posible si el gasto militar norteamericano no fuese tan elevado.
La monstruosa máquina bélica norteamericana, y su enorme costo para los contribuyentes americanos, proporciona un paraguas defensivo a "Occidente" o Japón y un servicio de gendarmería mundial encargado de mantener abiertas las rutas comerciales o de prevenir los daños económicos de ciertos conflictos locales, del que, de algún modo, se benefician los países del Estado del Bienestar sin soportar la parte proporcional de su costo.
Pues yo no creo que, en ningún sitio presentable, los sistemas sean tan personalistas como nos quieren vender. Otra cosa es la parafernalia formada por los políticos y el grado mayor o menor de su aportación a la eficacia del sistema.
La respuesta a la pregunta, ¿QUIEN MANDA?, en su vulgarización más simple, es....................... la banca, que es a la que se protege por miedo a su fracaso o se "admira " por sus posibles repartos de beneficios.
Y el marketing es una herramienta.
LARA:
El problema con el actual gobierno ha sido ese. En un afan personalista, el presidente ha elegido un órgano colegiado de personas con una personalidad débil y maleable. Sólo la vicepresidenta, Pepe Blanco y Rubalcaba tienen iniciativa, el resto se pliegan a los dictados del presidente. Y como el presidente hay mucho que no sabe pero no se deja asesorar por expertos que no sean gurus (o sea, las belenes esteban de cada tema, importantes porque salen por la tele) pues aviados vamos. En fin, que pais...
Muy interesante Joan! Por lo que sea no he podido entrar en el link que hacia referencia al trabajo de Carles Boix que apuntabas, ¿Puedes por favor dar las referencias sobre el vínculo entre fragmentación política y aumento del gasto público que mencionas?
Muchas gracias
Las dictaduras son los sistemas más flexibles, sí.
Claro que las dictaduras son flexibles, para cambiar algo con convencer a uno basta!! Aquí tienes que convencer a varios millones (bueno, hay quien piensa que con convencer a Roures y Cebrián vale, pero ese es un jardín en el que mejor no entrar)
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