Por Ainoa Aparicio Fenoll, Flavia Coda-Moscarola y Sarah Zaccagni
Las mujeres están subrepresentadas en las posiciones más altas del mundo académico en todo el mundo. En Europa, las mujeres representan el 47 por ciento de los profesores y profesoras ayudantes, el 40 por ciento de los profesores y profesoras titulares, y sólo el 26 por ciento de los catedráticos y catedráticas (Comisión Europea, 2021). En Estados Unidos, las mujeres representan el 50 por ciento de los profesores y profesoras ayudantes y el 45 por ciento de los profesores y profesoras titulares pero sólo el 33 por ciento de los catedráticos y catedráticas (la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios, 2020). Estas cifras indican que las mujeres en el mundo académico se enfrentan a un “techo de cristal”. La literatura anterior ha demostrado que la composición de género de los comités de selección tienen efectos diferentes en la probabilidad de que hombres y mujeres alcancen las posiciones laborales más altas (Bagues y Esteve-Volart [2010], Abramo, D’Angelo y Rosati [2015], y Deschamps [2023]). Sin embargo, sabemos mucho menos sobre el papel de la composición de género del conjunto de candidatos internos. Las autoras de esta entrada estudiamos cómo la probabilidad de ascenso a la cátedra de profesores titulares hombres y mujeres se ve afectada por la composición de género del grupo de candidatos internos (profesores y profesoras titulares) del departamento. Teóricamente, la composición de género del grupo de candidatos puede afectar las probabilidades de ascenso de mujeres y hombres de manera diferente. El grupo de profesores del departamento que deciden el ascenso pueden tener preferencias de género que influyan en sus decisiones. Sin embargo, esto último es ilegal y socialmente penalizado. Por lo tanto, si la proporción de mujeres ascendidas es muy inferior a la de mujeres candidatas, los comités de selección se vuelven sospechosos de discriminación de género. Como resultado, los comités de decisión pueden decidir promover más mujeres (menos hombres) cuando la proporción de candidatas es mayor. En nuestro estudio, testamos la hipótesis precedente usando datos de la academia italiana. En Italia, como en España, existe un sistema de acreditación centralizado que provoca una variación exógena en el grupo de candidatos a los ascensos (ver aquí). Usamos esta variación exógena para identificar el impacto causal de la composición de género de los profesores titulares en los ascensos de varones y mujeres a la cátedra. Nos basamos en el hecho de que la acreditación italiana se divide por disciplinas académicas y los comités de cada disciplina se seleccionan al azar de un grupo de profesores titulares voluntarios cualificados (Bagues, Sylos-Labini y Zinovyeva [2017] encontraron que el género de los miembros del comité no afecta la probabilidad de ser acreditado de mujeres y hombres de manera diferente). Como resultado de este proceso de selección los comités presentan diferentes grados de exigencia según la disciplina y el momento en que los candidatos soliciten la acreditación. Estudiamos la probabilidad de ascenso de profesor titular a catedrático para hombres y mujeres por separado. Escribimos estas probabilidades como función de la proporción de mujeres titulares, el número total de profesores titulares acreditados, la disciplina académica, el año y el departamento. Como la proporción de titulares mujeres es endógena a las preferencias de género de los departamentos, utilizamos una estrategia con una variable instrumental: en primer lugar, predecimos el número de profesores titulares acreditados hombres y mujeres utilizando la proporción de profesores acreditados en su disciplina académica en cada año y usamos estas predicciones para construir instrumentos para la proporción de mujeres titulares acreditadas y el número total de profesores titulares acreditados en cada departamento cada año.
Utilizamos datos de panel sobre todos los profesores de la universidad italiana proporcionados por el Ministerio de Educación italiano. Dichos datos incluyen el nombre completo de los profesores, cargo, género, disciplina académica, universidad y departamento. Los datos están disponibles anualmente desde 2000. Sin embargo, nosotras utilizamos datos de 2013, cuando comenzó a aplicarse la acreditación nacional. Enlazamos esta información con datos sobre los resultados de la acreditación. Para una submuestra, también obtenemos datos sobre productividad en términos de investigación de Google Scholar.
A continuación mostramos gráficos elaborados a partir de estos datos y que evidencian el “techo de cristal” en la universidad italiana y su evolución desde el primero al último año de la muestra:
En el gráfico 1 se muestra, en el eje horizontal la proporción de mujeres entre los titulares y las titulares y en el eje vertical la proporción de catedráticas. En una situación de igualdad los puntos verdes se situarían sobre la recta roja de 45 grados. El hecho de que estén concentrados por debajo indica que las mujeres están sobrerrepresentadas entre los y las titulares respecto a los catedráticos y catedráticas.
En el gráfico 2 mostramos la proporción de catedráticas en 2013 y 2021 según el sector científico al que pertenece cada departamento. Los departamentos más igualitarios son los de humanidades, seguidos de historia y biología. Los menos igualitarios son los de ingeniería industrial, medicina, matemáticas y física.
Nuestros resultados evidencian que un aumento de 10 puntos porcentuales en la proporción de colegas mujeres entre los candidatos a catedrático/a aumenta la probabilidad de que una profesora titular se convierta en catedrática de 0,02 puntos. Como la proporción media de mujeres entre los profesores y profesoras titulares de nuestra muestra es 40%, concluimos que aumentar esta proporción del 40% al 50% aumentaría la probabilidad de que una profesora titular sea ascendida en un año determinado desde 0,10 a 0,12. El resultado se mantiene cuando tenemos en cuenta la productividad de la investigación utilizando información de Google Scholar.
Concluimos que un modelo en el que la sociedad y las instituciones públicas no pueden observar perfectamente la calidad de los candidatos y se penaliza la influencia de las preferencias de género de los departamentos en las decisiones puede aplicarse a los ascensos en el mundo académico italiano. Encontramos que las presiones desde la base de las estructuras jerárquicas inducen cambios en la parte superior y que el techo de cristal puede romperse debido a las presiones de las mujeres empleadas de menor rango. Nuestros resultados indican que el techo de cristal resistirá más en entornos con menos candidatas. Por tanto, las intervenciones de política pública deberían promover la participación de las mujeres como candidatas a altos cargos porque esto aumenta las posibilidades de que las mujeres consigan llegar a las posiciones más altas.
Aprovechamos esta entrada para felicitar públicamente a la anterior Presidenta de Nada es Gratis, Libertad González Luna por su merecidísimo ascenso a Catedrática de la Universidad Pompeu Fabra. ¡Enhorabuena y gracias por demostrar cada día con tu talento y esfuerzo que las mujeres también podemos merecer llegar a lo más alto!
Hay 4 comentarios
Muchas gracias por un post de gran relevancia.
La pregunta que quiero haceros es si, pese a ser estadísticamente significativo, el efecto es relevante: que la probabilidad de promoción de una profesora a catedrática pase del 0.10 al 0.12 cuando aumenta el pool de mujeres candidatas aumenta del 40% al 50%, no me parece un efecto medianamente importante. ¿ Me estoy perdiendo algo?
Muchas gracias por tu comentario!
Efectivamente un aumento en la probabilidad de promoción en un cierto año de 0.02 puntos puede parecer poco. Sin embargo, en este paper:
https://editorialexpress.com/cgi-bin/conference/download.cgi?db_name=SIE_RSA_64&paper_id=329
Estiman la penalización monetaria asociada a convertirse en catedrático un año después (tabla 4) y está entre 17.000 y 49.500 euros (en una versión posterior del paper la han corregido al alza y está entre 25.000 y 66.000). La penalización asociada a convertirse en catedrático dos años después es 66.000-99.000 (revisado: 58.000-127.000). Con lo cual en términos monetarios el efecto es sorprendentemente (al menos para mí) grande.
Gracias!!!
Muy interesante el argumento monetario. No obstante en España la perdida de renta acumulada de ser CU en vez de TU deber bastante mas pequeña que en Italia. ¿Es así?
Yo también querría saberlo. He estado buscando la información pero no la he encontrado. Lo único que he visto es que los salarios de entrada son en general más bajos en España que en Italia pero no sé nada de la pendiente porque el sistema de sexenios es diferente del italiano (frecuencia de los aumentos que ha bajado de tres a dos años pero es a la vez por investigación y por docencia). Además en Italia los profesores se jubilan a los setenta, esa diferencia también es importante y va a favor de mi argumento monetario :-).
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