De Mauricio Drelichman, Jordi Vidal-Robert and Hans-Joachim Voth
Desde la sátira de Monty Python hasta la leyenda negra de la historiografía, la Inquisición Española (1478-1834) ha sido caricaturizada como ejemplo de una institución especialmente retrógrada y cruel. Creada como un brazo del poder de la corona, su posición icónica como aparato de persecución religiosa por antonomasia nos empuja a preguntarnos cuáles son las conexiones entre religión y poder, y qué consecuencias de largo plazo acarrea una persecución ideológica tan profunda y prolongada.
Históricamente la religión ha tenido un papel muy relevante en las sociedades. Ya sea en el mundo católico (Belloc, Drago, Galbia 2016), en el Islam (Rubin 2017), o en el antiguo Egipto (Chaney 2013), su conexión con el poder político ha sido especialmente estrecha y, posiblemente como consecuencia, ha influido en las creencias, normas sociales, valores y en el desarrollo económico de dichas sociedades. No es de extrañar, entonces, el reciente interés en cómo lo religión ha influido sobre el poder político y si ha afectado el desarrollo económico de las sociedades (Becker, Rubin, Woessmann 2021). Su efecto en la economía, sin embargo, no es del todo claro. Por ejemplo, el Judaísmo y el Protestantismo ayudaron a la adquisición de capital humano y, en consecuencia, a una mayor renta per cápita por su exigencia a saber leer los libros sagrados (Becker, Woessmann 2009; Botticini Eckstein 2012); la religión también puede crear confianza entre los miembros de una comunidad, reducir costes de transacción e incrementar la renta per cápita (Guiso, Sapienza, Zingales 2003). Por otro lado, otros estudios encuentran una relación negativa entre la asistencia a la iglesia y crecimiento económico (Durlauf, Kourtellos, and Tan 2012), o con una menor inversión pública en educación (Franck and Iannacone 2014).
Un tema menos estudiado y muy relevante aún en la actualidad, con la situación en Afganistán o los ataques contra la minoría Rohingya en Myanmar entre otros, son la intolerancia y la persecución religiosas. Algunos ejemplos encuentran una relación negativa entre la persecución de minorías religiosas y la acumulación de capital humano (Koyama, Xue 2015) y la producción científica (Waldinger 2016); la intolerancia hacia otras religiones para preservar la legitimidad de un gobernante o para conseguir una uniformidad religiosa también perjudica el desarrollo económico (Johnson, Koyama 2019). Recientemente, (Becker, Pino, Vidal-Robert 2021) encuentran una relación negativa entre la prohibición de publicación de libros entre 1450 y 1650 y la localización de pensadores en la misma época. Sin embargo, en casos excepcionales, la persecución puede aliviar la presión demográfica y aumentar a corto plazo la renta per cápita (Chaney Hornbeck 2016) o tener efectos positivos en países donde los perseguidos acaban estableciéndose (Hornung 2014).
En un articulo reciente (Drelichman, Vidal-Robert, Voth 2021), investigamos los efectos de la Inquisición, una de las instituciones con una mayor persistencia en persecución de carácter religioso y que también, de algún modo, alteró la convivencia social. Más allá de la caricatura, queremos entender cómo su funcionamiento, organización, sus juicios y sus persecuciones pudieron afectar a largo plazo no sólo la economía, sino también otros aspectos fundamentales que afectan el desarrollo económico tales como la confianza entre personas o la educación.
La Inquisición española fue fundada en 1478 y su actividad perduró hasta 1834. Su objetivo era combatir todas las formas de herejía, desde Criptojudaísmo a hechicería, de blasfemia a sodomía, desde poseer libros prohibidos a esconder un fugitivo de la Inquisición, y todo un abanico variado de comportamientos e ideas. Decenas de miles de personas fueron perseguidas y enjuiciadas, con sentencias que fueron desde absoluciones y penas menores como amonestaciones y multas, hasta prisión y ejecuciones. Las sentencias no absolutorias se anunciaban en ceremonias públicas (autos de fe) asegurando así una gran publicidad de las actividades de la Inquisición. Tenía un peso político muy importante, con bastante independencia de la Iglesia, llegando a ser su Consejo, el de ¨la Suprema¨, el tercero más importante de la Corona, después del Consejo de Castilla y del de Aragón.
El origen de los juicios eran las denuncias secretas. El acusado nunca sabía quién lo había denunciado. Vecinos, socios, familiares y personas respetadas eran necesarias para identificar los posibles infractores. Si ignoraban ese deber también ellas podían ser acusadas por ello a la Inquisición. El juicio empezaba una vez el fiscal y el tribunal se aseguraban de que había suficiente evidencia. Las fases del juicio estaban muy reguladas y apenas cambiaron en los más de 300 años de historia (ver Dedieu 1987 y Fernández Giménez 2000 para más detalles). Los acusados de herejías mayores (criptojudíos, criptomusulmanes o luteranos) podían ser torturados para extraer su confesión. La manera de actuar, promover las denuncias y publicitar sus actividades crearon incentivos para limitar las interacciones sociales. Su foco en perseguir nuevas ideas y también emprendedores o personas más ricas para ayudar a sufragar el coste de las actividades de la Inquisición posiblemente tuvieron un impacto negativo en el emprendimiento, educación e innovación.
Para examinar los efectos a largo plazo de la Inquisición, construimos la base más completa de juicios cubriendo todo el territorio español durante el periodo completo de su existencia. Aunque muchos de los archivos de los tribunales locales han desaparecido, los tribunales tenían que enviar una relación anual de los juicios al Consejo de la Inquisición en Madrid entre 1540 y 1700. Muchas de estas relaciones, afortunadamente, han sobrevivido al paso del tiempo. Como parte de la colaboración con la EMID, hemos digitalizado estos documentos y los hemos combinado con fuentes secundarias para obtener una base de datos de 67.521 juicios.
Hemos georreferenciado el municipio de la persecución – ya fuera el lugar de nacimiento del acusado, su lugar de residencia o la localidad donde cometió la ofensa. Nuestra medida del impacto de la Inquisición es la proporción de años en los que al menos un juicio fue iniciado en un municipio.
La Figura 1 muestra un mapa con la distribución geográfica del impacto de la Inquisición. La geografía de la persecución de carácter religioso en España revela diferencias sustanciales, a menudo entre municipios cercanos, pero no hay una diferencia Norte-Sur o Este-Oeste.
Fig. 1: Distribución geográfica de la intensidad inquisitorial
Para encontrar una aproximación fiable a la renta per cápita para todos los municipios, estimamos la relación entre luminosidad y renta para los municipios con más de 1.000 habitantes y extrapolamos esa relación para todos los otros municipios (las medidas directas existentes se enfocan sólo en municipios con población superior a 1.000 habitantes, excluyendo al 75% del total). Utilizando estas medidas, encontramos sugerentes e importantes diferencias de renta hoy en día entre municipios más y menos afectados por la Inquisición – casi 200 años después de su fin. La Figura 2 muestra la distribución de la renta en municipios donde no hay registrados juicios, y para los tres terciles de impacto inquisitorial. La renta per cápita media en municipios sin impacto inquisitorial registrado es de 19.450EUR; en municipios donde la Inquisición estuvo presente 3 de cada 4 años (el tercil más alto de persecución), la renta per cápita media es de 18.000EUR.
Fig. 2: Intensidad inquisitorial y renta per cápita
¿Por qué la Inquisición aún puede tener un impacto económico hoy en día? Para intentar esclarecer o encontrar una posible respuesta, usamos datos de barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) entre 2006 y 2015 con un total de 26.000 respuestas. De media, regiones que sufrieron una persecución religiosa más intensa muestran mayor religiosidad, un nivel educativo menor y exhiben un nivel de desconfianza mayor. La relación negativa entre el impacto de la Inquisición y la renta per cápita, el nivel educativo o la confianza es robusta a la incorporación de una gran variedad de controles.
Fig. 3: Intensidad inquisitorial, religiosidad, confianza y educación
Cabe la posibilidad que la Inquisición tuviera como objetivo áreas más pobres, más religiosas y con menos educación. Para entender si este es el caso, usamos tres estrategias. Primero, creamos grupos control de municipios sin juicios registrados con casi las mismas características que los que tuvieron un impacto de la inquisición; seguimos encontrando diferencias sustanciales entre aquellos municipios que sufrieron más la persecución religiosa y los que la sufrieron menos.
Segundo, mostramos que los municipios donde el impacto inquisitorial fue mayor no habían producido figuras religiosas relevantes durante la Edad Media, indicando que no eran áreas donde el fervor religioso fuera especialmente alto de antemano. Finalmente, usando datos sobre la presencia de hospitales al principio de la Edad Moderna, mostramos que la actividad inquisitorial se centró en municipios históricamente más ricos.
La Inquisición es un ejemplo de persecución de carácter religioso que afectó no sólo a los acusados sino también a la convivencia social de la época. En nuestro artículo mostramos que sus efectos pueden llegar hasta nuestros días. La actividad inquisitorial puede seguir influyendo el nivel de riqueza y las actitudes 200 años después del fin de la institución, generando desconfianza, disminuyendo la acumulación de capital humano y empobreciendo las áreas más pobres. Tener en cuenta cómo y porqué se crean y persisten ciertas actitudes puede ayudar a entender porque ciertas políticas son ineficaces y cómo podemos primero cambiar estas actitudes para, entre todos, crear políticas más eficientes.
Hay 7 comentarios
Enhorabuena por el artículo. Excelente!!!
Me sorprenden los datos para Castilla y León (aunque haya zonas no incluidas de Cantabria y Burgos). Por una parte, podrían ayudar a entender las elevadas cifras de capital humano (literacy/numeracy en etapas preindustriales) o sistemáticamente los buenos resultados en los informes PISA.
Por otra parte, era un territorio bastante rico entre 1540 y 1640 (véase por ejemplo el impacto de las Ferias de Castilla: Mediana del Campo, etc.) y su pérdida de posición relativa es a partir de mediados del siglo XVII. Generalmente, la Inquisición también se ha considerado un instrumento de control del poder político y todo apunta a qué después de la Rebelión de los Comuneros (1520-22) e incluso las Germanías (1519-23) estaba bajo control. No os sorprende que la intensidad inquisitorial sea baja en Castilla y León (tradicionalmente una región muy religiosa) e incluso también en Cataluña y Valencia. No soy un especialista en los fondos documentales del siglo XVI y XVII, pero sí conozco la voluminosidad de los mismos en la Chancillería de Valladolid y obviamente en Simancas (comento esto, por si la documentación para estas regiones fuera más pequeña).
Finalmente, (aunque imagino que vendrá detallado en el artículo) me parece una gran idea estimar la relación entre luminosidad y renta para realizar una aproximación a la renta (si podéis describirla algo más perfecto, en caso contrario disfrutaré del artículo).
Reitero mis felicitaciones!!!
Hola Fernando, gracias por los comentarios!
El bache en el mapa en Castilla la Vieja responde a que se han perdido una gran proporción de las relaciones de causas conservadas en el archivo de la Suprema, no a que la intensidad inquisitorial fuera baja. En el análisis empírico ponemos mucho cuidado en el tratamiento de las áreas para las que la intensidad inquisitorial es cero, ya que no tenemos forma fehaciente de saber si no fueron alcanzadas por la inquisición, o si los datos se han perdido (aunque, para el caso de Castilla la Vieja, estamos bastante seguros de que esto es lo que ha ocurrido). Nuestro análisis es robusto a la presencia de "missing data" (la figura 2 muestra que estas regiones tienen un comportamiento parecido a aquellas con baja intensidad inquisitorial comprobada).
Un trabajo enormemente sugerente. Conocía los trabajos previos de Vidal-Robert sobre intensidad inquisitorial y guerras externas. Ahora se trata de la larga sombra de instituciones y prácticas del pasado muy relevantes, como la Inquisición y su actividad persecutoria. Mi duda es si habéis podido mirar el papel de las migraciones internas, pues la "población tratada" por la actividad inquisitorial y sus descendientes puede no haberse quedado en el lugar donde se produjo la persecución. Caro Baroja, en su Historia de los judíos en la España Moderna ya refiere muchos casos de "migración" tras la persecución. Por otra parte, los flujos migratorios internos a partir de final del XIX en España han sido enormes. La influencia de la inquisición sobre religiosidad, nivel educativo y valores que identificáis parecería estar basada en un cauce de herencia o poso cultural. Al tiempo, que muchos de los núcleos grandes de población en España hoy tienen personas cuyo origen (una generación atrás) está en otras poblaciones, acaso muy distantes en España y con niveles de persecución bien distintos. Madrid, Barcelona, de manera destacada, pero también Valencia y el País Vasco, serían claros ejemplos de esto. Incluso dentro de una misma región la migración interna ha sido espectacular en los últimos 70 años. Claro que se puede suponer una rápida "aclimatación" a los patrones y valores del lugar al que se emigra, pero esto no parece evidente. ¿O estáis pensando en otros canales de persistencia?
Hola Fernando, gracias por el comentario. Efectivamente, la migración interna es una variable que podría afectar nuestros resultados. Pero la migración interna tiene patrones predecibles; se da generalmente desde el campo hacia las ciudades, y desde poblados pequeños a sitios más grandes. En nuestra especificación final eliminamos todas las cabeceras de distrito, de modo que los grandes polos de atracción de migración interna (y de actividad inquisitorial) quedan fuera del análisis. Asimismo, el 75% de los municipios españoles tienen menos de 1,000 habitantes, y han sido netamente expulsores de población durante su historia. Quienes aún residen en estos sitios suelen ser en su gran mayoría personas con raíces muy antiguas en la región. Son estos pequeños municipios los que dominan nuestros resultados. Restringiendo el análisis a estas localidades pequeñas, el patrón se intensificaría aún más (es decir, la migración interna atenúa nuestros resultados).
Buenas, de que manera demuestran la causalidad entre actividades inquisitorias y la religiosidad, confianza y mayor educación, porque a simple vista, al menos yo, no veo una gran correlación entre estas variables, como para que sea asumida esa causalidad expuesta.
Muchas gracias de antemano, saludos,
Manuel
Gracias por el artículo y el trabajo.
Tengo dos dudas sobre la última frase al respecto de actitudes y políticas.
¿Podriais dar algún ejemplo de las 'actitudes que persisten' y de 'cómo podemos cambiarlas'?
Saludos.
Gracias por su artículo, pero desde mi lectura veo una serie de inconsistencias. No niego la conclusión (o sí) pero la pongo en suspenso por falta de argumentación. Y este suspendo se provoca en tres problemas que quizá me pueda resolver.
Comienza el artículo manifestando el vigor protestante frente al atraso español ¿Es consecuente este postulado de persecución-atraso con la feroz represión calvinista?
Coincidiendo las zonas de represión inquisitorial con las zonas de represión en la guerra civil ¿hay diferencia de resultados (atraso) tanto en la represión religiosa de la inquisición como en la represión del bando golpista respecto del bando republicano gubernamental?
¿No se está demostrando el atraso por la inquisición partiendo la definición de que la inquisición atrasa? (Con ello vuelvo a ¿es consistente con la persecución religiosa del calvinismo y protestantismo?)
Gracias
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