Por Riccardo Ciacci
“Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien.”
Antonio Machado
El Premio Nobel a Angrist, Card e Imbens hace dos años confirmó la importancia que la micro econometría ha adquirido dentro de la economía. Esta metodología permite estudiar políticas públicas en múltiples ámbitos, como la educación, la salud o las desigualdades de género. Es justo la aplicación de esta metodología a los temas de género los que han hecho que recientemente Claudia Golden fuera reconocida con el Premio Nobel de economía.
Usando los métodos de inferencia causal se puede estudiar el impacto de las políticas de igualdad de género. Por ejemplo, hace unas semanas se debatió la derogación/modificación de la Ley Trans en la Comunidad de Madrid. ¿Qué nos dice la investigación económica al respecto? Que yo sepa, no existe todavía ningún artículo que evalúe el impacto de este tipo de leyes en España. Pero sí tenemos evidencia procedente de otros países. Aunque sus leyes no sean idénticas a las españolas, sí son comparables con las nuestras en términos de su apertura (o falta de) a la igualdad de género.
Un creciente número de artículos en economía han estudiado el efecto de políticas y leyes LGBTQ+ sobre variables socio económicas. Por ejemplo, Sansone (2019) encuentra que la legalización del matrimonio igualitario en EEUU aumentó la probabilidad de que las personas en uniones homosexuales encontraran empleo, tanto individual como conjuntamente. En esta línea, Mann (2022) encuentra que las leyes antidiscriminatorias a nivel estatal en EEUU mejoran la salud mental de los hombres pertenecientes a minorías sexuales, pero no tienen efecto sobre las mujeres. Mientras, Marcén y Morales (2022) encuentran que la legalización del matrimonio igualitario aumentó la migración de hombres homosexuales a los estados que aprobaban estas leyes, pero no la migración de mujeres homosexuales.
Simultáneamente, otra corriente de la literatura ha analizado el efecto del divorcio unilateral sobre diferentes tipos de delitos. Estas leyes redujeron la violencia de género (Stevenson and Wolfers, 2006) y la prostitución (Ciacci 2023), pero también hicieron aumentar los crímenes violentos cometidos por jóvenes nacidos en matrimonios que no previeron la introducción de estas leyes (Cáceres-Delpiano and Giolito 2012).
En mi artículo junto al Profesor Dario Sansone de la Universidad de Exeter, recientemente publicado en el Journal of Population Economics (en acceso abierto aquí), unimos estas dos líneas de la literatura para analizar el efecto de la despenalización de las relaciones homosexuales en varios estados de EEUU sobre distintos tipos de criminalidad. A priori, se podría pensar que la razón por la que se prohíben ciertos comportamientos es para salvaguardar el bienestar de la comunidad. Por otro, se podría pensar que reconocer legalmente la libertad sexual mejora la vida de las personas afectadas y la convivencia. Dado que estos dos efectos tienen signo opuesto parece valioso estudiar esta pregunta empíricamente para obtener una respuesta. Los resultados que obtenemos en nuestro estudio son unívocos: despenalizar la homosexualidad reduce la criminalidad de forma significativa y prolongada.
En nuestro análisis nos fijamos en cinco tipos de crímenes: uso de drogas ilegales, conducción bajo los efectos del alcohol o drogas, alteración del orden público, prostitución y crímenes sexuales. Usamos dos fuentes de información principales. La primera es el Uniform Crime Reporting Programme entre 1995–2018. Esta base de datos recoge los arrestos desglosados por crímenes cometidos en EEUU y nos proporciona información sobre la incidencia de cada uno de los cinco crímenes arriba mencionados. La segunda es la secuencia de despenalización de la homosexualidad por estados en EEUU a lo largo del periodo 1995-2018. Algunos de ellos despenalizaron la homosexualidad por cuenta propria mientras que otros fueron obligados a hacerlo en 2003 tras el fallo de la Corte Suprema en el caso conocido como Lawrence v. Texas (Sansone 2019). De esta forma, podemos usar la despenalización escalonada de la homosexualidad, conjuntamente a un modelo de diferencias en diferencias, para estudiar el efecto de estas leyes sobre los tipos de crímenes que consideramos. Es importante mencionar que nuestros resultados son robustos a las nuevas metodologías de diferencias en diferencias que permiten efectos heterogéneos.
Observamos que la despenalización de la homosexualidad redujo en un 24% los arrestos por alteración del orden público (Figura 1) y en un 26% los arrestos por conducir bajo la influencia del alcohol o drogas (Figura 2). Este efecto es permanente en el tiempo, como se puede ver en los resultados de los event studies que aquí mostramos.
Figura 1: El efecto de la despenalización de la homosexualidad sobre la alteración del orden público
Figura 2: El efecto de la despenalización de la homosexualidad sobre la conducción tras haber consumido alcohol o tomado drogas
La literatura ha demostrado que antes de la despenalización de la homosexualidad las tasas de consumo de drogas y alcohol eran desproporcionadamente altas entre las minorías sexuales. Esto se debía posiblemente a la discriminación y la violencia manifiesta que estos grupos sufrían y aun sufren, así como a la homofobia internalizada, el rechazo anticipado y la presión constante de ocultar su identidad sexual. Por eso, en el artículo también estudiamos si la despenalización de la homosexualidad redujo el consumo de drogas. Encontramos que éste es el caso y que la reducción es cercana al 40% y estable a lo largo de los años (Figura 3).
Figura 3: El efecto de la despenalización de la homosexualidad sobre el uso de drogas
También encontramos que los arrestos por prostitución y los arrestos por delitos sexuales cayeron respectivamente un 37% y un 16%. Una posible explicación de este resultado es que, tras la despenalización, las personas LGBTQ+ podían reunirse públicamente, vivir sus relaciones con más transparencia y encontrar parejas con mayor libertad.
Figura 4: El efecto de la despenalización de la homosexualidad sobre los delitos sexuales
Figura 5: El efecto de la despenalización de la homosexualidad sobre la prostitución
En su conjunto, estos resultados no descartan que cuando la homosexualidad estaba penalizada, las drogas y el alcohol fueran usados como un “mecanismo de supervivencia” por las personas del colectivo LGBTQ+ para enfrentarse a la estigmatización social.
En este sentido, no es sorprendente que los resultados de nuestro estudio respalden la hipótesis de que la salud mental de las personas LGBTQ+ mejoró tras la sentencia de la Corte Suprema (Meyer 1995). Para explorar este posible mecanismo, estudiamos el efecto de la despenalización de la homosexualidad sobre diferentes causas de mortalidad. Por un lado, usamos datos sobre suicidios para medir el número de las muertes relacionadas con la salud mental. Por otro lado, reunimos información sobre mortalidad debida a agentes externos (gripes de diferentes tipos, influenza en inglés), anomalías congénitas y cualquier otra causa (excluyendo los suicidios).
Tabla 1: El efecto de la despenalización de la homosexualidad sobre diferentes causas de muerte
Los resultados son abrumadores. Como podemos observar en la Tabla 1, la despenalización de la homosexualidad redujo los suicidios (columna 1) mientras que no tuvo efecto alguno sobre las causas de muerte sin relación con la salud mental (columnas 2-4).
Nuestro estudio ofrece la primera evidencia empírica causal de que la despenalización de la homosexualidad reduce la criminalidad. Estos resultados tienen importantes implicaciones para los países donde la homosexualidad sigue estando prohibida de alguna forma. Actualmente, 65 países todavía penalizan la sodomía, y en 11 de ellos la homosexualidad es castigada incluso con la muerte.
Los resultados de nuestro artículo también tienen implicaciones de alcance para las instituciones internacionales a la hora de evaluar los costes y beneficios de presionar o suspender su ayuda a estos países, enfatizando los beneficios potenciales de despenalizar la homosexualidad, como sugieren otros estudios que muestran que las políticas de derechos humanos e igualdad de género reducen las tasas de criminalidad (Meyer et al. 2017) y la prostitución (Ciacci 2023).
Hay 1 comentarios
Aprovecho para decir que el hecho de que estudios, manuales y prontuarios sobre género, derechos lbti y violencias, redactados en un país, sean válidos y en uso en otros, genera confusión.
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