El presupuesto del Servicio Madrileño de Salud en 2010 será equivalente al presupuesto que tenía todo el Insalud en 2001; es decir, con lo que hoy nos gastamos en atender 1 Comunidad Autónoma, 30 hospitales y 140 centros de salud (que es lo que hoy tiene Madrid) en 2001 atendíamos 10 CCAA, 82 hospitales y 1800 centros de salud.
Este dato, que me lo proporcionó ayer un amigo, es una buena forma de introducir un informe que presentamos el lunes en FEDEA sobre el sistema sanitario y en el que hemos estado trabajando algunos redactores y colaboradores del blog con la gente de McKinsey (que han contribuido una barbaridad): Impulsar el cambio posible en el sistema sanitario. La principal tesis del trabajo -en próximos post podemos hablar de las medidas- es que esto no aguanta tal y como está. A los factores "estructurales", envejecimiento acelerado y mejora de la calidad de vida, se le junta un sistema que carece de incentivos para buscar una mínima eficiencia. Dos ejemplos: Un 40% más de visitas al médico de familia que en la UE-15; y otro 40% más de gasto farmacéutico per capita si nos comparamos con Bélgica, Reino Unido o Portugal.
El resultado es un déficit preocupante. La sanidad es alrededor del 40% del gasto de las CCAA y en los años buenos (2003/2007) han acumulado 11.000 mil millones en facturas en los cajones. En el 2008 acumularon 5.000 y nadie quiere contar las que se van a acumular cuando termine este año. Pero con todo esto no es lo peor. Un sistema poco eficiente es con frecuencia poco equitativo: las diferencias en pruebas diagnósticas entre CCAA, incluso en resultados en salud son lacerantes. Hay diferencias regionales en el uso del TAC de hasta tres veces; 5 en resonancias magnéticas y 7 en mamografías.