Supongo que no van a sorprenderse mucho de que volvamos a meternos con los efectos perniciosos de los contratos temporales desde estas páginas. Pero es que representan un problema canónico de nuestro sistema económico-institucional. Como no nos atrevimos en su día a romper con las relaciones laborales heredas del franquismo, hicimos una reforma en el [leer más ...]
