Por Tanya Surovtseva Ser diagnosticado de diabetes conlleva una penalización sustancial en el mercado laboral: interrumpe trayectorias laborales y reduce el potencial de ingresos, especialmente entre personas mayores o con menor nivel educativo. La evidencia de Dinamarca ilustra la magnitud de este impacto: entre el trimestre anterior al diagnóstico y el inmediatamente posterior, el empleo [leer más ...]
