Por Daniel Albalate y Albert Gragera Cuando remita el maldito virus, los coches volverán a invadir las calles de nuestras ciudades y, más pronto que tarde, volveremos a discutir de sus efectos sobre la congestión, el medio ambiente, la salud pública y, en definitiva, sobre la calidad de vida. El Domingo permanente en el que la [leer más ...]