De Santiago Sánchez-Pagés Parece obvio que el conflicto tiene consecuencias negativas sobre una sociedad y su economía. Las confrontaciones menos intensas aumentan la incertidumbre y la inestabilidad. Las más cruentas se traducen en pérdidas enormes de personas, capital o infraestructuras. Pero también sabemos que el conflicto cambia las preferencias de las personas. En ocasiones, las [leer más ...]
