Por Alfonso Arellano, Marcel Jansen y Sergi Jiménez
¿Qué hacer en un país con 6M de parados y una tasa de paro del 27 por ciento?, ¿Qué grupos y sectores han sido más afectados por la crisis?, ¿A qué colectivos habría que priorizar en la búsqueda de soluciones? ¿Ha habido moderación salarial en los sectores más afectados? ¿Qué efectos tienen la dualidad y los costes de despido? ¿Qué teclas debemos tocar para mejorar la empleabilidad de determinados colectivos?, ¿Qué grupos debemos priorizar en la gestión de las (míseras) política activas?
Estas y otras son cuestiones complejas cuyas respuestas deberían guiar nuestra política económica en el futuro inmediato. Algunas de dichas cuestiones han sido persistentemente analizadas desde NeG (tanto en términos de documentación, véase por ejemplo aquí, aquí, o aquí, como de análisis, aquí, aquí, aquí, aquí o aquí). Por nuestra parte, en las próximas entradas, llevaremos a cabo un ambicioso diagnóstico del mercado de trabajo buscando indicios que permitan identificar los factores que coartan la empleabilidad de algunos colectivos de trabajadores, especialmente dentro de los actuales desempleados.
En el caso español disponemos de dos fuentes principales[i] para estudiar qué ha pasado, qué está pasando y qué probablemente pasará, en el mercado de trabajo y poder así guiar nuestras acciones de política económica: la Encuesta de Población Activa (EPA) y la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL). La EPA permite elaborar radiografías representativas del estado de mercado de trabajo en diferentes puntos temporales. Ello permite, fácilmente, detectar problemas potenciales o identificar grupos de interés. Alternativamente, la MCVL, especialmente cuando se consolidan las diversas olas de la muestra (véase a este respecto García-Pérez, 2008), permite analizar complejas dinámicas laborales o salariales.
Así, por ejemplo, la comparación entre abril-junio de 2007 y enero-marzo de 2013 de los datos de la EPA nos permite calibrar algunos hechos esenciales (en general bien conocidos) de lo acecido en el periodo de recesión: (i) el número de desempleados aumentó en 4,4 millones o casi en 20 puntos porcentuales de la población activa, siendo la afección mayor entre hombres que entre mujeres (al punto de prácticamente igualarse sus respectivas tasas de paro); (ii) aunque el aumento del paro entre los jóvenes, doblándose, es intolerable, es mucho mayor entre los mayores de 25 años, para los que aumenta entre tres y cuatro veces (véase la Tabla 1); (iii) sin embargo, la fracción de jóvenes que ni estudian ni trabajan crece imparablemente (entre 10 y 13 puntos más, dependiendo del rango de edades); (iv) no todas las CCAA han sufrido lo mismo, ya que el desempleo ha golpeado a Catalunya (que ha aumentado su peso en el desempleo en más de dos puntos), y en menor medida a Castilla la Mancha y Baleares, por encima de otras comunidades (véase la Tabla 2); (v) aunque la tasa de paro de los que no han completado la secundaria superior prácticamente dobla la del resto (36,5 vs. 20.7), el peso relativo de éstos en el desempleo no ha variado en seis años (55,6 vs. 55,2 por ciento); (vi) la incidencia del paro de larga duración es 10 puntos mayor entre los que no han completado la educación secundaria superior (61,6 por ciento) que entre los que la han completado (51,9 por ciento), 8 puntos adicionales respecto a la situación en 2007; (vii) la construcción (7 puntos), los servicios profesionales (3 puntos), la industria (2 puntos), y el transporte (1 punto), han perdido peso en el empleo; (viii), finalmente, la esfuerzo de búsqueda de empleo se ha intensificado por la mayoría de los canales más importantes.
Alternativamente, la MCVL permite estudiar la dimensión longitudinal de la recesión, mucho más desconocida. En base a sus datos se puede comparar la evolución de los colectivos que han mantenido el empleo con la de aquellos que han perdido su empleo. Para estos últimos se puede estudiar todas sus transiciones y cambios desde el momento en el que perdieron el empleo por primera vez durante la crisis. Finalmente, para ambos colectivos se puede estudiar el ajuste salarial observado durante la crisis.
En esta entrada nos centraremos en el primer aspecto mencionado, en particular en la probabilidad de sobrevivir en el empleo que se tenía al inicio de la crisis. Lógicamente, la supervivencia tiende a cero con el transcurso del tiempo, ya que todo el mundo por una u otra causa (voluntaria o involuntaria) acaba perdiendo su empleo. Sin embargo, podemos aprender mucho de cual ha sido el impacto diferencial de la crisis, analizando las diferencias de la tasa de supervivencia por sexo, nivel educativo, sector, o tipo de contrato.
Por ejemplo, la Tabla 3, que desafortunadamente no filtra las salidas voluntarias (entre un 6 y 7 por ciento en épocas de bonanza y algo menos en recesión) ni los cambios de contrato en la misma empresa sin afectación salarial (por lo que debemos ver nuestro cálculo como un limite inferior a la supervivencia en el empleo), nos revela que, para ambos sexos, cuanto mayor es el nivel educativo y/o mayor es la edad, mayor es la probabilidad de sobrevivir continuamente empleado a la crisis. Llama la atención el bajo porcentaje de mayores de 35 con estudios secundarios o menos que han mantenido su trabajo: 6 de cada 10 trabajadores de 35-39 años y la mitad de los mayores de 50 han perdido su trabajo durante la crisis. Sin embargo, la tabla 4 nos permite matizar que no es tanto el nivel educativo como el tipo de contrato la explicación. La probabilidad de haber sobrevivido a la crisis es 9 veces superior para los que tienen contrato indefinido que para los que no. Sin lugar a dudas ambas tablas revelan que la dualidad es una de las grandes explicaciones en la pérdida de empleo y que por tanto su solución debería haber sido una prioridad. En un mercado de trabajo "eficiente" la supervivencia debería estar altamente correlacionada con el nivel de skill ( nivel educativo) y en España no parece ser el caso.
También es sumamente interesante el análisis por sector: ¿En qué sectores es menos probable sobrevivir a la crisis? La Tabla 5 muestra grandes diferencias entre sectores y grupos de edades. Por ejemplo, trabajar en abril de 2007 en los sectores (poco competitivos) de, la administración pública o en actividades relacionadas con el hogar es un buen predictor de la probabilidad de sobrevivir a la crisis. Alternativamente, trabajar en la construcción, la hostelería, o actividades administrativas (todos ellos sectores de baja cualificación) conducen al desastre, con probabilidades medias que apenas superar un tercio. En su conjunto la tabla 5 nos revela que sólo un 41 por ciento de los trabajadores ha conseguido sobrevivir a la crisis.
En definitiva, trabajar en un sector menos competitivo, teniendo un contrato más protegido o teniendo mayor experiencia (y por tanto teniendo potencialmente mayores costes de despido) son factores que explican gran parte de las diferencias en la probabilidad de sobrevivir a la crisis y no tanto el nivel educativo. Obviamente esta debilidad constituye un buen indicio de los problemas del mercado de trabajo español, donde la dualidad y los costes de despido introducen fuertes ineficiencias, que no juegan a favor de los teóricamente mejor preparados.
En próximas entradas analizaremos los ajustes salariales observados en la crisis y la probabilidad de encontrar trabajo (y en que condiciones) de aquellos que han perdido su empleo en sectores especialmente golpeados por la crisis. Veremos que, probablemente debido a la rigidez de la negociación colectiva, la mayor parte de la moderación salarial se observa entre los que han tenido algún problema en el mercado de trabajo y no tanto entre aquellos que han permanecido continuamente empleados.
[i] Por supuesto hay otras, también importantes como la encuesta trimestral de coste laboral o la encuesta de salarios, que tomarán relevancia en futuras entregas.
Hay 16 comentarios
Felicitaciones por esta entrada y por la iniciativa de sacar una serie de entradas sobre la dynámica del mercado laboral durante la crisis. Bastante notable la asociación entre edad (experiencia) y probabilidad de permanecer en el empleo para todos los niveles educativos. Sería interesante comparar esa tabla por tipo de contrato para ver el efecto de los costes de despido, y también comparar con otros países de la OCDE para ver que tan distinto es España de otros países con otro tipo de regulación laboral.
Hola Carme, gracias por la muy interesante sugerencia. La tendremos en cuenta.
Sergi
En el cuarto párrafo de la entrada se dice "(vi) la incidencia del paro de larga duración es 10 puntos mayor entre los que no han completado la educación secundaria superior (61,6 por ciento) que entre los que no lo han completado (51,9 por ciento)". Creo que la frase no es correcta y tal vez la frase correcta sería "(vi) la incidencia del paro de larga duración es 10 puntos mayor entre los que no han completado la educación secundaria superior (61,6 por ciento) que entre los que lo han completado (51,9 por ciento)". ¿Estoy en lo cierto?
Gracias por la observación, ya lo he corregido.
Sergi
"En un mercado de trabajo eficiente la supervivencia debería estar altamente correlacionada con el nivel de skill ( nivel educativo) y en España no parece ser el caso."
¿ Por qué ?
La supervivencia debería estar correlacionada con la idoneidad del trabajador a lo que la economía del país requiera. De hecho, si sobramos universitarios, un mercado eficiente debería mandarnos a todos los que sobremos al paro.
Hola Pablo, tienes parcialmente razón, debería haber dicho en un mercado menos regulado o más competitivo.
la segunda parte me parece especulativa.
En un mercado de trabajo eficiente el mercado debería vaciarse. Es decir, no debería existir paro involuntario. Los únicos parados serían los que voluntariamente deciden no trabajar, dados los salarios. (Dejando a parte, el caso especial de los que no pueden trabajar por motivos de enfermedad, edad, etc.)
La idea que sobran universitarios resulta difícil de concebir. Es como decir que sobran minerales o superficie cultivable. Implicaría que la economía requiere una cantidad concreta de factores de producción a priori.
Con los coeficientes que trabajamos empieza a ser trivial el haber estudiado o no. Es natural que un kioskero prefiera a un licenciado que a un joven con solo la secundaria, y, aunque hay casos que no es así, tengo ejemplos para aburrir que lo atestiguan.
La pregunta inicial es: ¿Qué hacer en un país con 6M de parados y una tasa de paro del 27 por ciento?, que en realidad es la madre de todas. Y en el momento en que nos encontramos y después de haber estudiado todos los datos económicos del país, lo mejor y más práctico quizá sería encomendarnos a la suerte. Porque, a bote pronto y sin la suficiente preparación, o sea por intuición y los datos de los que hablaba, me da la impresión que España ha entrado en un ángulo de caída irreversible, que prefiero no mentar a quién debemos agradecérselo.
¿Y cómo podemos responder al resto de preguntas?
En este momento y por la estacionalidad solo genera empleo el turismo, que se mantiene gracias a la inseguridad de otros, lo que muestra su fragilidad, y no en todos los sitios sino solo en los que se alimentan de gente foránea.
Esas preguntas solo podemos responderlas a tenor de la calidad de nuestra clase empresarial, no de la trabajadora. Recordemos que, excepto la extinta URSS, España es el único país, que recuerde, que en época de paz solo emigra su inteligencia. Con eso, creo, está todo dicho.
Me temo que no veo clara la conclusión...Si entre los parados, es evidente que lo menos formados son más abundantes. Y que aquellos a quienes la situación de desempleo se prolonga más son de sectores con mayor perdida de actividad económica....¿Como puede ser que la conclusión es, que en determinados sectores se ha producido una perdida de empleo no directamente relaccionada con la Capacitación?
Es lo normal ¿NO? Si el sector a mantenido actividad o perdido esta en menor proporción, lo razonable es que el trabajo en ese sector no se vea penalizado más que de forma indirecta por la reducción de actividad global. Algunos trabajadores que venian del sector agrario o de la hostelería han encontrado nuevas oportunidades (Peor pagadas claro) en estos tras la caida de actividad en la construcción...pero aquellos sin ese vagaje No disponene de capacidad de adaptación. Aunque sea el mejor albañil del mundo o un Aparejador muy cualificado, no es posible esperar que eso lo Cualifique para ser un decente camarero, solo podrá serlo por sus experiencias previas o por una adecuada formación. A ver si pensamos que los trabajos menos cualificados cualquiera los desempeña desde el primer día. ¿Acaso son más baratos y más eficientes Dos Becarios que un Técnico cualificado con 10 años de experiencia en el sector y la empresa? No.
La sobre protección de trabajadores puede llegar a ser un problema, la dualidad lo es sin duda (solo discrimina por contrato) pero la alternativa creo que no es que todos empeoremos.
Hola Miguel Angel, el error es pensar que en todas las alternativas que eliminan la dualidad, "todos" empeoran. Sin embargo es importante
reconocer que hay importante disfunciones, aunque se discrepe en la posible solución.
Sergi
Yo no estoy en contra de eliminar la dualidad. Y creo que sería bueno simplificar el modelo contractual. Para facilitar la contratación y para evitar los subterfugios en las contrataciones. Pero viendo la imaginación que aplican las empresas, utilizando la Subcontratación (Injustificada en la mayor parte de casos) como alternativa de facilitarse el despido. Me temo que lo que vuelva a ocurrir, es que si existe incapacidad (Donde ciertas actitudes sindicales no ayudan pero sirven para evitar sangrias injustificadas) empresarial para gestinar adecuadamente el recurso más importante, sus profesionales. Parece que solo nos sabemos adaptar a nuevas situacioines de demanda por la vía de la reducción de mano de obra; sin valorar la importancia mantener esa capacidad con modelos alternativos de reducir la producción (No solo las empresas parecen incapaces de intentar minimizar despidos, sino que además por su imprevisión los quieren Baratitos) Por Dios, si no sabian cuando contrataron que los costes por trabajador incluyen un coste de despido, demuestran escasa capacidad de gestión. Como para confiarles Fondos de Pensiones o Inversiones de medio y largo plazo. ¿Como se puede vivir en la improvisación? ¿Como podemos aceptar modalidades de contrato Manifiestamente Ilegales? La reducción de Jornada es una herramienta potente que minimiza los perjuicios, pero sin Horas Extra ¡Claro! Las reducciones salariales pueden ser aceptables solo si se acepta su Reversibilidad. Pero no acusemos a un asalariado de no querer renunciar a "privilegios" sin, al menos, perpectivas futuras de recuperación.
¿Qué hacer con 6M de parados? Llorar. El espejismo laboral inmobiliario solamente era eso, un espejismo. Pensemos por un momento que pasaría si en este momento se instaurase el despido libre. ¿Cómo se comportaría el paro?. El número de parados aumentaría enormemente. Posteriormente, el sistema se movería hacia un equilibrio de los salarios. Es como un sistema de vasos comunicantes cuyo tiempo para lograr el equilibrio depende del diámetro del tubo que los une. En la actualidad, las rigideces del sistema conforman un tubo de diámetro pequeño y la tendencia hacia el equilibrio salarial se está realizando lentamente. Sin embargo, no olvidemos que al final el equilibrio hacia salarios "low cost" se logrará más tarde o más temprano.
Definitivamente hay que buscar una solución al tema del desempleo en España. Quizá una forma, temporal, es adaptar nuestras habilidades y técnicas hacia aquellos sectores o empleos que no se encuentran en paro, o que tienen mayor apertura laboral.
Que la educación no sea un factor tan clave como la protección de los contratos ¿en cuanto se debe al peso de los funcionarios, con sus contratos blindados, en el empleo total?
Muchas gracias Sergi
Pues a mi se me ocurre que si nosotros no sabemos salir solos, quiza tengamos que pagar a alguien de fuera para que venga y nos enseñe. O mejor dicho para que le copiemos.
Si pensamos que la sociedad funciona segun un modelo de Replicador Dinamico, y que nuestro ambiente y condiciones han cambiado, podríamos acelerar la velocidad de adaptación si logramos ampliar la diversidad y atraer a personas de éxito.
No me meteré en politica, o en como se materializa esto en términos de incentivos (no siempre económicos). Imagino también la cantidad de titulares fáciles y el oportunismo político que podría generar.
Lo único que pongo en evidencia es que Chile (http://startupchile.org/) y Canada (http://www.cic.gc.ca/english/immigrate/business/start-up/) ya lo estan haciendo. Me cuesta trabajo ver como un desempleado sin formación puede copiar a un joven "freaky" de la informática, pero si nunca atraemos a gente distinta que haga otras cosas y les salgan bien, seguiremos aprendiendo los unos de los otros a base de tropiezos*, lentamente, y con un resultado subóptimo.
Saludos desde Hibernia
Luis
(*o como dijo M. O'Leary... como borrachos aprendiendo el uno del otro)
Como anécdota esta semana he visto una oferta de empleo para postdoc con curriculum en una conocidísima universidad de una gran capital española con una cantidad de horas lectivas irrealizables, aparte de investigación, por menos de 900 euros mensuales. Cuando el subempleo alcanza ya a las teóricas élites intelectuales está claro que la situación es irreversible. Como se apunta en un comentario la situación es muy similar a la URSS de los años 90 con todas las consecuencias derivadas que hemos visto historicamente: Un nuevo exilio imparable de talento, esta vez sin retorno, como el porterior a la guerra civil. En estos momentos estamos perdiendo una cantidad de trabajadores cualificados insustituibles en apenas meses (el caso del CSIC es prototípico y pienso que ya irreparable). Esa es ya la realidad española un país en colapso con seis millones de parados, sin recursos propios y que a duras penas sobrevive temporalmente de un turismo temeroso de otros paises.
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