- Nada es Gratis - https://nadaesgratis.es -

Segunda Ronda de la Reforma Laboral

imagesCAIKJ40N El pasado viernes la Comisión Europea publicó una visión panorámica de las reformas pendientes que Bruselas entiende que el Gobierno español no puede seguir demorando. Me centraré en aquéllas que tienen que ver con el mercado de trabajo, aquellas que exigen una profundización de la reforma laboral. En muchos medios, se ha difundido la idea de que la Comisión exige más recortes en el mercado laboral, lo cual en mi humilde opinión creo que no es correcto. Lo cierto es que la reforma laboral que hasta ahora está funcionando está “coja”, porque si bien se han implantado algunas medidas que sí dotan a las relaciones laborales de una mayor flexibilidad, no mejoran algunos otros aspectos claramente deficientes. Y en mi opinión, son estos aspectos deficientes sobre los que la Comisión está demandando avances. Vayamos por partes.

En primer lugar, Europa solicita del Gobierno español una evaluación de la reforma laboral de Febrero de 2012 por un organismo internacional independiente. El Gobierno español se comprometió a hacerlo pero hasta ahora todo lo que ha trascendido es un informe [aquí] que más que de evaluación parece de ensalzamiento de la reforma laboral, sin datos objetivos que nos permitan de verdad detectar las posibles deficiencias y los verdaderos logros. A Europa, como a muchos de nosotros, nos preocupan sobre todo tres pilares de la reforma laboral que no han sido decididamente atacados. Estos son las políticas activas de empleo, la dualidad contractual y la formación dual. Vayamos con cada uno de ellos.

Si bien la reforma laboral en su preámbulo destaca la necesidad de avanzar hacia el paradigma de la flexiseguridad, (mercado de trabajo flexible y trabajadores protegidos por políticas activas y pasivas de empleo), hasta ahora sólo ha aplicado reformas que facilitan la flexibilidad, tanto interna como externa. Por esto esta reforma está coja. Se han facilitado sustancialmente los despidos sin haber implantado los mecanismos que faciliten, en la medida de lo posible, que muchos de los trabajadores que han perdido su empleo puedan encontrar una recolocación en el mercado de trabajo, con formación previa si eso fuera necesario. Todos somos conscientes de que la recolocación de trabajadores de sectores como la construcción es muy complicada pues exige en muchos casos la búsqueda de empleos en sectores diferentes a los de procedencia. Pero alrededor de la mitad de los 4 millones de empleos perdidos no provienen de la construcción. Sin duda, algo más debiera haberse diseñado desde el principio. Contamos con casi 6 millones de parados donde ya la mayoría de ellos son parados de larga duración. Y precisamente ésta es una de las lógicas preocupaciones de Bruselas sobre las que exige una respuesta. Bruselas exige modernizar los Servicios Públicos de Empleo y espera un plan del Gobierno para mejorar su eficacia. Entre las medidas en cartera, se espera un Portal Único de Empleo para concentrar en una sola web todas las ofertas de empleo que haya en España, hoy dispersas en 17 portales regionales. No parece tan complicado en la era digital. Además, se exige acelerar los pasos para la cooperación con las agencias privadas de colocación. Después de más de año y medio de la aprobación de la reforma, todavía no se han activado los convenios con las comunidades autónomas para que las agencias privadas comiencen a operar. Esto debiera haber estado preparado conjuntamente con el aumento en la flexibilidad laboral para ayudar a la empleabilidad de los parados. Cuanto más crece la terrible bolsa de parados de larga duración ésta se vuelve inmanejable por su dimensión. Sinceramente, comparto las preocupaciones y exigencias de Bruselas porque si bien parece que con el Plan Anual de Política de Empleo algunas de estas iniciativas están contempladas, lo cierto es que no terminan de visualizarse en la realidad. De este plan y en general, de las políticas activas Samuel Bentolila y Marcel Jansen nos han ilustrado en varios post anteriores [aquí] [aquí].

Otra de las preocupaciones de Bruselas se refiere a la reducción de la dualidad del mercado laboral entre trabajadores fijos y temporales. Y es que si nos atenemos a los últimos datos, bien sea provenientes del INE, del Ministerio de Trabajo, o de otros organismos, como los Observatorios Laborales de la Crisis de FEDEA, a nadie se le escapa que la dualidad entre temporales y permanentes, lejos de disminuir, está aumentando. La precarización del mercado de trabajo, muy focalizada en individuos menores de 40 años, impide la acumulación de capital humano específico tan necesaria parar elevar su productividad laboral. La perseverancia en la precarización nos impedirá salir de esta crisis por el camino correcto.

Entre las recientes medidas lanzadas por el Ministerio de Trabajo para reducir esta dualidad está la simplificación de contratos. Se nos ha comunicado que, cuando esta medida entre en vigor, los 41 modelos de contratación existentes quedarán reducidos a 5 tipos: indefinido, temporal, de relevo, de prácticas y un último de formación y aprendizaje. ¿Puede decirme alguien qué tiene que ver esto con la reducción de la dualidad contractual? Mientras se siga permitiendo contratar de modo generalizado bajo la modalidad de contrato temporal, la dualidad seguirá existiendo, y prácticamente TODAS las contrataciones seguirán siendo temporales, como hasta ahora. Así llegaremos sin duda en un par de años a que como antaño, prácticamente un tercio de los contratados serán temporales, que serán el colchón de trabajadores que seguirán siendo utilizados en clave de “usar y tirar”. Mientras no se restrinja el contrato temporal a ser utilizado sólo para las contrataciones que de verdad son temporales, como las sustituciones, no se avanzará NADA en la disminución de la dualidad. Es de sobra conocida la propuesta de FEDEA de Contrato Indefinido con indemnizaciones crecientes para los nuevos contratos [aquí]. Pudiera haber otras propuestas que fueran válidas, pero desde luego aquella que saliera, si es que finalmente alguna propuesta de este estilo viera la luz debiera garantizar, por una parte, la seguridad jurídica de los nuevos contratos y por otra, que no desincentivara la contratación.

Finalmente, Bruselas exige mayor diligencia en la puesta en marcha de la formación dual para aquellos individuos jóvenes cuya formación es claramente deficiente para su empleabilidad. Parece que el Gobierno está trabajando en la implantación de la formación dual [aquí], pero sin embargo, como otras iniciativas, su puesta en marcha no acaba de arrancar y esta dilación en el tiempo resulta insoportable para nuestra sociedad.

Resumiendo, Bruselas está exigiendo una segunda ronda de la reforma laboral principalmente por dos razones: Por una parte, porque algunas de las iniciativas, como la mejora en la eficacia de políticas públicas y de formación dual se están retrasando en demasía, y por otra, porque otras, como la reducción de la dualidad, no se están acometiendo. Sinceramente comparto sus preocupaciones y exigencias.