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Diferencias de género en los resultados de PISA para España (II) – La transmisión de roles de género de madres a hijas

(de Sara de la Rica y Ainara González de San Román)

A finales de Septiembre de 2011, escribíamos una primera entrada en NEG relacionada con la diferencia de género en los resultados de PISA de los estudiantes españoles [aquí]. La entrada era fruto de un primer resultado de un trabajo en curso, que sugería que en Comunidades Autónomas con una mayor igualdad de género la brecha negativa para las chicas en matemáticas disminuye mientras que la ventaja en lectura aumenta, lo cual viene a indicar que las normas culturales y de género parecen ser un factor importante para entender las diferencias de género que existen en los resultados de PISA entre las diferentes regiones españolas. Este resultado había sido ya obtenido en particular por otro estudio, Guiso et al [aquí] al aplicarlo, no a regiones dentro de un mismo país, sino a diferentes países de la OCDE. En aquella entrada nos comprometíamos ante vosotros, lectores de NEG, a manteneros informados sobre futuros resultados relacionados con el tema en cuestión. Os contamos por tanto un nuevo resultado relacionado con el tema

El trabajo completo está desde hace una semana en formato de Documento de Trabajo de IZA [aquí], pero para aquellos que no tengan tiempo y/o ganas de leérselo en detalle comentamos en este post un nuevo resultado derivado del trabajo. Y éste tiene que ver con la relación positiva entre la transmisión de roles de género de MADRE a HIJA y las puntuaciones de las chicas en los tests de PISA. Aunque en el estudio se realiza el análisis no sólo para España, sino también para todos los países participantes en el programa PISA (2009), en esta entrada nos detendremos en el resultado para España, que nos parece particularmente interesante.
Nos explicamos: En los datos de PISA (2009) es posible conocer la situación laboral de la madre y el padre de cada estudiante. En la primera parte del trabajo habíamos encontrado que en aquellos países (o regiones) con una mayor participación laboral de las mujeres (bien todas las mujeres mayores de 15 años o aquellas entre 35-54 años) las chicas presentan mejores resultados en Matemáticas y en comprensión lectora en los tests de PISA, con lo que reducen la diferencia con los chicos en matemáticas y aumentan la ventaja en lectura. Recordemos que una mayor participación laboral de las mujeres es un indicador de sociedad (país o región) más igualitaria en términos de género. Pues bien, un primer dato que observamos y que despertó nuestro interés fue que al computar con los datos individuales de PISA la correlación entre las tasas medias por región de participación laboral de las madres de nuestros estudiantes de PISA – (mujeres entre 35 y 54 años en su mayoría al tener hijos de 15 años), y la tasa de participación laboral femenina de mujeres entre 35-54 años para las regiones españolas, obtenida del INE, es 0,86. En consecuencia, si la participación laboral de las mujeres entre 35-54 años se considera como indicador de igualdad de género de determinada región o país, entonces la participación laboral de las madres de nuestros estudiantes también puede utilizarse como indicador sobre la igualdad de género dentro de la propia FAMILIA.

Esto nos conecta directamente con la literatura de transmisión intergeneracional de roles de género. Varios estudios (aquí) y (aquí) han constatado la importancia de la presencia de una madre trabajadora en la participación laboral futura de sus hijas. Sin embargo, no hay, al menos que conozcamos, ningún trabajo en el que se relacione la situación laboral de la madre con los resultados educativos (medidos por los tests de PISA) de las hijas.
Pues bien, estimamos los resultados de PISA en Matemáticas y en Comprensión Lectora de nuestros estudiantes (2009), incluimos las características individuales, familiares (incluyendo indicadores de renta) y de escuela habituales en este tipo de ejercicios, y añadimos (i) el indicador de si la madre participa en el mercado de trabajo, (ii) el indicador de estudiante mujer y (iii) la interacción entre los dos indicadores. El resultado, que se muestra en la tabla 12 del artículo, indica lo siguiente: (i) Para las chicas, tener una madre que participa en el mercado de trabajo aumenta su resultado en los test de PISA tanto en Matemáticas como en Lectura; en particular, el aumento es en un 2,11% en matemáticas y un y 2,04% en comprensión lectora (ii) para los chicos, la participación laboral de su madre no afecta para nada a sus resultados de PISA. Dado esto, la brecha de género entre niños y niñas se reduciría en matemáticas en un 45% y aumentaría en lectura en un 30%.

Por tanto, en media, las chicas cuyas madres participan en el mercado de trabajo, tienen mejores resultados educativos en términos de comprensión matemática y lectora. Parece haber, en consecuencia, cierto mecanismo transmisor de roles de género (ya que una alta participación laboral de la madre puede servir como indicador de familia con roles de género más igualitarios) de madres a hijas.

Para conocer mejor el mecanismo de transmisión de estos roles, hemos querido tratar de verificar si bien todas las madres que participan en el mercado de trabajo transmiten por igual determinados roles de género o por el contrario, la transmisión varía en función de la cualificación de la madre. Para esto, hemos desagregado el indicador de “Madre participante en el mercado de trabajo” según tenga o no estudios superiores y posteriormente hemos interaccionado, como anteriormente, estos indicadores con el indicador de género. Como revela la tabla 13 del artículo, son exclusivamente las madres con estudios universitarios y que participan en el mercado de trabajo quienes parecen provocar una mejora en los resultados educativos de las niñas (y no de los niños, quienes otra vez no se ven afectados en absoluto) según los tests de PISA. Además, es muy interesante comprobar que son precisamente los tests de Matemáticas los que mejoran al tener una madre universitaria que participa en el mercado de trabajo.

La interpretación que creemos que mejor se ajusta a los resultados que encontramos, y que ha encontrado soporte empírico para otros países (aquí – Bertrand 2010)), es que las madres cualificadas que participan en el mercado de trabajo de algún modo están rompiendo los moldes tradicionales que identifican al hombre como el único breadwinner y a la mujer como quien debe quedarse a cuidar y mantener la casa. Las madres que rompen estos moldes – sobre todo en países donde todavía la participación laboral no es muy alta, como en nuestro país, transmiten esta ruptura de roles de género a sus hijas, lo que finalmente lleva a que estas hijas mejoren su rendimiento educativo en materias más técnicas.

¿Qué implicaciones tienen estos resultados? Si bien de estas estimaciones no es posible inferir implicaciones mínimamente serias sobre políticas a tomar, sí sugieren que una mayor proporción de madres educadas que participen en el mercado de trabajo pueden romper en sus familias los moldes tradicionales que empujan todavía hoy a muchas chicas a no decidirse por las materias más técnicas, tradicionalmente más escogidas por los chicos. Si bien en las nuevas generaciones contaremos con madres muy educadas en media, dada su presencia generalizada en las universidades, sin embargo, todavía muchas de ellas abandonan el mercado laboral cuando llegan los hijos al hogar, y tras esta etapa, muchas no retornan. Una vez más, es preciso alertar sobre la imperiosa necesidad de diseñar medidas que faciliten que las mujeres NO abandonen el mercado de trabajo por razones familiares. Y esto pasa por tomarse muy en serio la posibilidad de conciliar la vida familiar y laboral, tantas veces solicitada y tantas veces ignorada.