El BCE realizó ayer la segunda subasta de liquidez a tres años. Recuerde el lector que estas subastas se anunciaron el pasado mes de Diciembre y que como hemos discutido aquí consisten en préstamos a tres años a un tipo preferencial a las entidades bancarias. El objetivo es resolver los problemas de liquidez (y algo de los de solvencia) de los bancos y de paso resolver en lo posible los problemas de financiación de los estados con problemas de emisión. Por último los bancos para recibir los préstamos han de depositar los correspondientes avales en el banco central correspondiente. Como el problema de muchos bancos era, y es, precisamente la falta de papel para utilizar como aval en estas operaciones de préstamos el BCE decidió expandir los criterios de admisibilidad y así ampliar la capacidad de endeudamiento de los bancos. La de ayer es la segunda, y última, subasta de liquidez a tres años, al menos por el momento.
- La cantidad subastada asciende a 529,530.81 millones de euros (la anterior fueron 489,000 millones). Esto es la financiación bruta. La neta, pues parte de esta distribución de liquidez se utiliza precisamente para refinanciar deuda a corto plazo y convertirla así a largo plazo es mucho menor. Las estimaciones que he visto en la prensa hablan de que la nueva financiación neta es de 300,000 a 350,000 millones de euros (310,000 decía el Financial Times.) 800 entidades han participado en la subasta y el Financial Times decía que se estimaba que 2/3 de la cantidad subastada se la han llevado entidades españolas e italianas.
- Entre esta subasta y la anterior los problemas de refinanciación de la deuda bancaria que vence en este y probablemente los dos próximos años están en buena medida resueltos. En particular porque el mercado de deuda bancaria da síntomas de mejoría para las mejores entidades, lo que no es sorprendente: Un hecho que se olvida una y otra vez es que la liquidez pública y privada son complementarias, no sustitutivas, cuando hay problemas de información asimétrica (sobre este punto y para los interesados se puede consultar un artículo mío con Patrick Bolton y Jose Scheinkman, titulado "Market and Public Liquidity" y publicado en 2009.) Esta mejora de la financiación bancaria por tanto se traducirá en una reducción de la dependencia del BCE. Como síntoma de la mejora en el interbancario Euribor a tres meses alcanzó un mínimo por debajo del tipo al que el BCE ofrece liquidez, que es el 1%, durante esta última semana.
- La reactivación del crédito en España es problemática. Recuérdese que nuestros bancos han de cumplir no sólo con el nuevo decreto pero también con los nuevos requisitos de la EBA, aunque creo que aquí no va a haber duplicación sino más bien que se va a utilizar lo dispuesto en el decreto para cumplir con los requisitos de la EBA y viceversa. Las entidades españolas tienen que desapalancarse y esto requiere la reducción de los balances. La subasta del BCE permite “engrasar” este desapalancamiento sin agobios de liquidez.
- España, como ya discutimos en su momento, es la mayor beneficiaria de estas subastas de liquidez, mucho más que Italia. El motivo es que el tamaño de los balances bancarios es grande, comparado con las necesidades de financiación (y refinanciación) del estado y por tanto si nuestras entidades, como ha sido el caso, optan por financiarse en estas subastas y reinvertir los fondos en deuda del estado pueden resolver parte de las necesidades de financiación de España. En Italia las necesidades de financiación del estado son mucho mayores: 250,000 millones de euros, frente a los 180,000 de España. Los bancos españoles incrementaron su cartera de deuda soberana en 23,000 millones de euros en Enero y los italianos en 21,000 millones; esta es la diferencia (la cartera de deuda soberana española en la cartera de nuestros bancos está por encima de los 200,000 millones de euros.) Un día me dedicaré a hacer los números con cuidado pero no me sorprendería nada el que estas operaciones de liquidez hayan resuelto un porcentaje no menor de las necesidades de financiación del estado para este año.
- Y de lo anterior se sigue lo fundamental para nuestros intereses y es que muchos de nuestros socios creen que ya se ha ayudado a España bastante, mediante estas subastas, y que precisamente lo que no se puede hacer es relajar los objetivos de déficit españoles ahora que se han resuelto los problemas de financiación de la banca española y en gran medida del estado también, una vez más a través de estas operaciones del BCE. Esto es, lo que temen es precisamente que estas operaciones de liquidez, de las que somos el mayor beneficiario, relajen el celo reformista y de austeridad que ha presidido el discurso económico del nuevo gobierno. Sobre el celo reformista estoy de acuerdo que no ha de tolerarse relajación alguna pero sobre el objetivo de déficit no se puede “echar a perder” la liquidez adquirida poniendo al país en una recesión mayor de la que ya tiene. Ha de evitarse una dinámica nociva como la que hemos visto en Grecia. El objetivo de déficit ha de calibrar el coste en términos de actividad económica con una senda que garantice el equilibro fiscal a largo plazo.