El Viernes de la semana pasada tuvo lugar en el IE la décima edición del Madrid Finance Workshop que es una conferencia bianual organizada conjuntamente con otras tres instituciones: la Universidad Carlos III, el CEMFI e IESE (además del IE). Este evento tuvo el lujo de contar con investigadores líderes en Economía Financiera venidos del otro lado del Atlántico como Laura Starks, John Core , Kevin Murphy (el de USC, no el de Chicago) y David Yermack. La temática principal versaba esta vez sobre la compensación de los directivos, justamente el campo en el que Kevin Murphy y David Yermack se han labrado una prestigiosa reputación académica. Precisamente ellos dos junto con Jon Terry, (un consultor de PwC especializado en esta cuestión) debatieron en una mesa redonda moderada por Juan Pedro Gómez acerca de las lecciones que se podían extraer de la crisis financiera sobre la compensación de los ejecutivos. Observar a primeras espadas discutiendo sobre un tema de tanta actualidad vale la pena y creo que complementa un post anterior de Luis Garicano sobre el mismo asunto. Si os interesa podéis bajaros el video completo de la mesa redonda aquí. Por desgracia la calidad de la imagen es mejorable (es más un audio que un video), y además tiene casi una hora y media de duración. Por ello, sin ser un experto en la materia, apunto más abajo algunas reflexiones que personalmente saco después de asistir a la discusión.
- Pese al aparente consenso existente entre la opinión pública y los organismo reguladores, no hay evidencia empírica sólida que relacione la compensacion de los directivos del sector bancario con el estallido de la actual crisis financiera. Puede haber habido algún problema al medir incorrectamente los resultados conducentes a una mayor compensación, como cuando en alguna institucion financiera la compensacion se ha basado en pagar por el volumen de créditos concedidos independientemente de la probabilidad de impago de los mismos . Sin embargo, la repercusión que esto haya podido tener parece menor en comparación con el papel desempeñado por otros factores como son una política monetaria demasiado laxa, unas innovaciones financieras pobremente implementadas, los incentivos perversos generados por una política basada en el principio de “Demasiado Grande para Caer”, y una política social mal orientada a través de instituciones como Fannie Mae y Freddie Mac. Aún suponiendo que la estructura de la compensación hubiera inducido una asunción de riesgos excesiva, es muy difícil definir qué significa exactamente “excesiva”. ¿Cómo se puede diferenciar el riesgo excesivo del riesgo normal de hacer negocios? No hay respuesta para esto y por ello es muy difícil encontrar evidencia academica de “riesgo excesivo” y aún más difícil el traducir este tipo de argumentos en medidas normativas concretas.
- En el fondo de la controversia sobre la remuneración a ejecutivos en instituciones financieras hay dos puntos subyacentes que afloran cuando se debate el tema en profundidad. Uno es una preocupación digamos populista sobre el nivel y no la estructura de la compensación. Es decir, hay una corriente de opinión que considera que los ejecutivos ganan demasiado dinero y que eso está está mal, es inmoral y de alguna manera más o menos directa esta compensación excesiva tiene que estar relacionada con la crisis independientemente de cualquier evidencia académica al respecto. El segundo tema, plantea la cuestión acerca de quién debe ostentar la propiedad de los bancos. Los accionistas de las entidades financieras pueden tener incentivos a remunerar a sus directivos de manera que asuman más riesgo del que desearía tanto el gobierno que garantiza los depósitos como los tenedores de deuda (ver para más detalles el post de Luis Garicano mencionado más arriba). Esto es así básicamente porque las ganancias extras derivadas de alguna estrategia arriesgada van íntegramente a los accionistas y las pérdida ocasionadas por el mismo tipo de estrategia las sufren los accionistas pero tambien los tenedores de deuda y el contribuyente. Lógicamente el que los bancos sean propiedad de accionistas tiene otros beneficios con lo cuál hay que evaluar muy cuidadosamente los costes-beneficios de diferentes estructuras de propiedad.
- En general la evidencia empírica muestra que los accionistas no parecen muy interesados en votar en contra de los planes de compensación de los ejecutivos. A guisa de ejemplo, el Tesoro americano requirió a 240 compañías recipientes de ayudas del TARP (Troubled asset relief program) que a cambio de ayuda financiera los accionistas aprobaran explícitamente los planes de compensación de los ejecutivos. El requisito incluía el someter a aprobación los planes de remuneración correspondientes al año 2008 que son los planes que en teoría podrían haber estado relacionados con la crisis. Pues bien, todos los planes de compensación fueran aprobados con el voto a favor de más del 90% de los accionistas . Esto puede indicar que obligar genéricamente a los accionistas a votar la compensación de sus ejecutivos no tendría demasiadas consecuencias.
- Diferentes países están siendo más o menos estrictos en cómo están regulando la compensación a ejecutivos y en particular en la cuantía y plazos de la remuneración que debe ser diferida en el tiempo. Esta heterogeneidad en la regulación puede distorsionar el funcionamiento del mercado de talento a nivel global.
- Hay que evaluar cuidadosamente los costes y beneficios de cualquier tipo de regulación que se adopte y aún así es muy probable que surjan efectos inesperados de la regulación. Por ejemplo los intentos del congreso americano de reducir la cuantías de los paracaídas dorados para ejecutivos en los años 80 condujo precisamente a una proliferación de este tipo de claúsulas entre empresas que antes carecían de ellos. Una buena alternativa es que la regulación se centre en las obligaciones de dar más y mejor información a los agentes individuales y luego dejar a los agentes individuales que tomen las decisiones que crean convenientes.
Para acabar quiero resaltar que uno de los participantes en la mesa redonda que estoy comentando, Kevin Murphy ,se ha distinguido a lo largo de su carrera así como en sus testimonios ante el Congreso americano por tener una visión más de libre mercado acerca de la remuneración de los ejecutivos. Parauna opinión muy diferente, podéis consultar la página web de Lucien Bebchuk que es un profesor de Harvard que se ha caracterizado por ser mucho más crítico respecto a los paquetes de compensación financiera recibidos por los directivos americanos.
Hay 3 comentarios
Precisamente acabo de salir de ver la película Inside Job que se acaba de estrenar en España. Creo que en todos caso es bastante recomendable, Uno de los temas que ponen sobre la mesa es la remuneración de directivos responsables últimos en muchos casos de acciones que posibilitaron el crash.
" Puede haber habido algún problema ( ...)como cuando en alguna institución financiera la compensación se ha basado en pagar por el volumen de créditos concedidos independientemente de la probabilidad de impago de los mismos"
¿¿Alguna?? Muchas! Después de la evidencia presentada en la película, creo que evidentemente existió un problema de incentivos y que los directivos están metidos hasta el fondo. Los economistas tienen la palabra en la boca continuamente ¿la profesión (en general) lo ignoraba? creo que no, pero por lo menos, no alzó la voz lo suficientemente alto. Hay una parte demoledora que trata sobre economistas procedentes de la academia partidarios de la desregulación que tenían intereses económicos vinculados a empresas financieras y totalmente faltos de autocrítica. Aunque en algunos casos el montaje me parece interesado, la evidencia presentada me convence en líneas generales ¿cuántos responsables últimos han pagado de su bolsillo por sus decisiones? ¿cuantos han ido a la cárcel ? pocos, ninguno. Eso hay que cambiarlo, los incentivos deben cambiar, y sí, creo que la limitación de compensaciones es necesaria... y personalmente, muchos de los bonus o sueldos cobrados durante el crash creo que son inmorales, se mire por donde se mire.
Cuando las películas se convierten en referencias académicas, mal vamos.
Cuando las referencias académicas realizan paralelamente trabajos de consultoría para empresas sobre cuyo negocio realizan sus artículos, sospecha. Ve el documental primero, opina despues tras comprobar los datos que da. Que existió un problema de incentivos me sigue pareciendo claro.
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