Luces y sombras en el proceso de consolidación fiscal

Hace unos días evaluamos ante la prensa las reformas llevadas a cabo en este año por el gobierno de Mariano Rajoy, hoy empezamos una serie de artículos cortos sobre cada una de las reformas y esperamos completarlas todas en los próximos días, junto con la reforma, incluímos la presentación que se realizó ante la prensa. Empezamos con la reforma fiscal, cuya presentación se puede encontrar aquí.

de J. Ignacio Conde-Ruiz y Juan Rubio-Ramirez 

Empezaremos repitiendo que la crisis fiscal en España es una crisis de ingresos. La caída de la recaudación sobre PIB durante la crisis, de 5,4 puntos, no ha tenido precedente en ningún otro país desarrollado y es una prueba clara de que nuestro sistema impositivo no funciona y urge reformarlo. El primer año de Rajoy empezó tomando medidas poco acertadas y que dañaron su reputación recién estrenada con los mercados. Entre las desafortunadas medidas destacan el retraso en la presentación de los presupuestos a marzo, la reintroducción de la deducción de vivienda y la subida de los marginales en el impuesto sobre la renta. Esta última, que la anuncio como temporal, apenas si recauda y desincentiva la atracción de trabajadores cualificados. En la segunda parte del año, se tomaron medidas más acertadas respecto a los ingresos, se suprimieron algunas deducciones en sociedades, se volvió a suprimir la deducción por vivienda y se subió el IVA.

Aunque aun es pronto para conocer cual será el dato de déficit con el que acabará el año, no nos sorprenderemos si este sobrepasa el 7% (sin tener en cuenta las ayudas al sistema financiero) cuando se conozca la cifra definitiva a mediados del año que viene. Lo cierto es que este desvío seria mayor si no se hubieran congelado las pensiones o suprimido la extra de los funcionarios. Estas medidas, acertadas aunque muy dolorosas, reflejan el cambio producido en el comportamiento del gobierno de Rajoy en los últimos meses. Por eso, a pesar de volveremos a incumplir el compromiso del 6,3%, debe reconocerse que, de confirmarse estos números, se habrá reducido el déficit de 2 puntos de PIB en un año de crecimiento negativo. Hasta aquí las luces.

Las sombras, aparecen cuando analizamos el proceso de consolidación fiscal y vemos como este ha afectado a la evolución de las distintas partidas presupuestarias. El año 2009 fue el año de máximo nivel de gasto publico en nuestro país, alcanzando el 46% del PIB.

Desde ese punto álgido, la principal reducción de gasto se ha producido en las inversión publica que se ha reducido en más de un 60%. En la actualidad la inversión esta en mínimos, apenas llega al 2% del PIB, lo cual apenas es suficiente para mantener el stock de capital publico y difícilmente se podrá recortar más en el futuro. La segunda partida que más se ha reducido ha sido la remuneración de los asalariados que se ha reducido un 4%. Estos dos datos ponen de relieve que casi todo el peso del ajuste por la vía del gasto se ha concentrado en la inversión. Por el otro lado, la partida que mas ha aumentado son los gastos por intereses de la deuda que ha aumentado un 70% y que seguirá aumentando los próximos años. Pero lo mas preocupante es que el resto del gasto corriente -- donde aparecen entre otros las pensiones, la sanidad, la educación, asuntos sociales -- ha aumentado un 2% desde el año 2009. Esto quiere decir que si quiere reducir el gasto en los próximos años la única posibilidad pasa por hacerlo con el gasto corriente en las nombradas partidas.

El problema es, si cabe, más importante para las CCAA. Si nuestra estimación es correcta, las CCAA cerraran el año 2012 con un déficit del 2%. Esto significa que para cumplir el objetivo de déficit del año 2013 el recorte tiene que ser  de 13.000 millones  de euros.  El motivo es el siguiente. Los ingresos que recibirán en 2013 las CC.AA. a través del Sistema de Financiación Autonómico – que son su principal fuente de financiación--, se incrementan en tan solo 135 millones con respecto a 2012. Aunque apenas si hay variaciones en términos agregados, por CC.AA. se aprecian grandes diferencias. Así por ejemplo: la Comunidad de Madrid presenta una caída de sus ingresos del 8% (992 millones de euros) en 2013 con respecto a 2012. En cambio, Andalucía recibirá un 3% más de recursos (470 millones de euros). Permítannos un pequeño inciso: ¿Qué sentido tiene un sistema de financiación autonómico que permite esta variación de ingresos en algunas CCAA sin que hayan habido cambios relevantes en la situación económica de las mismas? Este es un ejemplo más de que el sistema de financiación autonómico necesita cambios importantes, que, en nuestra opinión, pasan por avanzar según los principios del federalismo fiscal de mayor corresponsabilidad.

En definitiva, aunque se han producido avances en el proceso de consolidación fiscal, estos aun son insuficientes y, en gran medida, han afectado a partidas como la inversión, reduciendo el gasto corriente solo de forma temporal (léase, por ejemplo, la reducción de la extra de navidad para este año). La mayor parte de los ajustes han sido y son coyunturales. Y no sólo por el lado del gasto, sino también por el ingreso. Incluso el doloroso, pero necesario, incremento del IVA ha sido señalado como temporal por algunos miembros del gobierno. Viendo los compromisos con el Objetivos de Estabilidad para los próximos años, aun queda un duro camino por recorrer que inevitablemente afectará al gasto corriente – y de forma estructural --ya que la inversión no puede reducirse más. Sabiendo esto, debemos preservar el gasto corriente que sabemos es importante para el crecimiento, como son la educación, la I+D y las políticas activas.  Además, es muy probable que para conseguir el Objetivo sea necesario avanzar en una reforma fiscal ambiciosa en todos los ámbitos, incluido el autonómico, que permita recuperar los ingresos sin dañar a crecimiento. Al final, la salida del túnel sólo será posible si conseguimos crecer y para ello es necesario atraer capital para invertir en nuestro país. Y no olvidemos, que la inversión extranjera solo será atractiva cuando se elimine la incertidumbre sobre la subida de impuestos o cuando baje lo suficiente el coste de financiación. Ambas cosas sólo se consiguen cuando controlemos nuestras finanzas públicas.

Hay 9 comentarios
  • Gracias por el post, que anuncia la tragedia de 2013: Será necesario para la supervivencia llevar a cabo con urgencia una revisión profunda del sistema fiscal, otra del gasto público en personal y en servicios básicos y otra de la financiación autonómica, que sean todas ellas de eficacia inmediata... a la vista de las capacidades demostradas por nuestra clase política para la innovación y para el consenso el panorama es la perfecta ucronía. Preparémonos para lo peor.

  • Cito de su artículo:

    "La caída de la recaudación sobre PIB durante la crisis, de 5,4 puntos, no ha tenido precedente en ningún otro país desarrollado y es una prueba clara de que nuestro sistema impositivo no funciona y urge reformarlo."

    ¿Si la recaudación medida como % del PIB ha caído, sin cambiar apenas la política fiscal, es consecuencia dicha política fiscal?

    ¿Damos por bueno sin más el dato estadístico del PIB del INE, que asegura que tras cuatro años de crisis y tres millones más de parados, se mantiene estable en más de un billón de euros?

    Hagamos un ejercicio de qué datos saldrían si por un momento el PIB real fuera un 15% menor del oficial: ingresos 42%, gastos 53%, déficit 11% (curiosamente el que dijo Rajoy que tendríamos sin sus "reformas"). ¿Seguiríamos teniendo un problema de ingresos?

  • Ante una exposicion tan lúcida y precisa sobran comentarios,como suele decirse.No podemos prever el futuro,fuera de que es difícil y trágico en muchos casos.Pero sí podemos opinar del porqué de ese 5.4% del PIB "sin precedente en ningún otro país desarrollado"
    Esto no se fragua en un dia.Y su causa última no es económica,es política.Son suficientemente analizadas internacionalmente las causas de esta recesion mundial.Pero aquí en España,parece que la queramos despachar como obra del Gobierno anterior.Las causas de esta debacle que antes nos ha permitido crecer exponencialmente en algunos aspectos al amparo de Europa y los mercados internacionales viene desde la Transicion.Aquella famosa transicion que hicimos tan bien y que en realidad supuso descolgarnos de esta Europa moderna democrática,por aquello de que aquí somos diferentes y venimos de donde venimos.Algo parecido les ha pasado a Portugal y a Grecia.Una democracia de privilegios a los partidos que han aprovechado los buitres de siempre para hundirnos en la ignorancia y la miseria.Y lo malo es que no hay fuerza ni voluntad de cambiar

  • Preguntas, en los ultimos años el empleo publico habia crecido de forma significativa, sobre todo en comunidades y ayuntamientos, la actual destruccion de empleo publico, supongo que interinos, temporales y en menor medida laborales de empresas publicas, que reflejan las epas ¿no deberia suponer un ahorro estructual a medio y largo plazo?.

    El copago farmaceutico parece que esta funcionando muy bien, reduccion del gasto en un 20% de media, creo, ¿no podria ser una mejor opcion introducir un copago sanitario exclusivamente disuasorio, por ejemplo usar Urgencias si al final no era necesario, y no reducir el gasto general en sanidad que puede afectar a la calidad del servicio sanitario?.

  • Muy buen post. Clarificador.

    Parece claro que el modelo fiscal español está agotado. En estas condiciones parece claro que lo necesario es una reforma fiscal en profundidad y no meros retoques.

    A mí siempre me ha gustado el impuesto DIRECTO al gasto (el “expenditure tax” de Kaldor/Meade) y pongo directo con mayúsculas para que no se confunda con una especie de IVA, que sustituya al IRPF y al de Sociedades.

    ¿Qué os parece?

    Saludos.

  • Hola:
    El dato de la caída del 5.4% en la recaudación no concuerda con el dato que publica Xavier Sala i Martín en su página web. En ésta dice:
    "Entre 2008 y 2009, la actividad económica cayó aproximadamente un 4% por lo que la recaudación debería haber caído cerca de esa proporción. ¡Pero no! En lugar de un 4% se desplomó entre un 30% y un 40%"
    Si ambos datos son correctos, hay algo que no he entendido.
    Saludos

  • @Basilio,

    La recaudación baja del 41,1% del PIB en 2007 al 35,7% del PIB en 2011, son 5,4 puntos de PIB pero también se puede calcular (41,1 - 35,7)/ 41,1 = 13,3% aún suponiendo que el PIB se hubiera mantenido constante. Como el PIB ha bajado el porcentaje real de descenso de la recaudación es aún mayor, no sé si tanto como un 30 ó 40%.

    Expresar ingresos, gastos y sobre todo déficit como porcentaje sobre PIB confunde bastante, un 7% de déficit sobre PIB suena a poco pero en realidad esconde que los gastos son un 30% superiores a los ingresos.

  • Hola,

    siempre sacáis la coletilla del marginal de IRPF. ¿ Podeís decirnos que trabajadores cualificados no vienen a España a trabajar por los tipos ? Os recuerdo
    1) que los trabajadores extranjeros pueden durante 6 años optar por tributar al 24,75 % hasta 600.000 euros (ley Beckham modificada).
    2) que la mayoría de países no tienen topadas las cotizaciones sociales y pagan tanto a nivel de trabajador como de empresa mucho más (ver informes de KPMG por ejemplo), lo que hace que sumando IRPF + SS en España la imposición al trabajo es regresiva para rentas altas.

    A lo mejor la solución es converger en cotización de SS a los otros países y dejar de quejarse por un IRPF marginal tan alto. Lo cierto es que tanto en IRPF como en SS nuestra presión fiscal es inferior a la europea, tanto a nivel de PIB como implícita (ber Eurostat)

    Feliz año

  • La cuestión que se debate es si la austeridad en forma de consolidación fiscal es la medicina adecuada a nuestros males. Desde de una situación pre-crisis de superavit presupuestario basado en un modelo fiscal que extraía ingentes ingresos de la actividad inmobiliaria, gravando todo las fases de su proceso productivo hemos pasado al derrumbe debida a la crisis financiera que da fin la la burbuja y provoca una disminución de ingresos proporcional al peso del sector en los ingresos tributarios, mayor que su peso en la producto nacional. Además se produjo un aumento inevitable del gasto social que actúa como estabilizador automático agravando el déficit público. Pero el problema de la gran recesión es que la crisis financiera provoca una contracción del crédito y una asunción por parte del estado de deuda privada que acaban afectando a la deuda soberana. Reducciones adicionales de gasto público para disminuir el déficit, que no es la causa de la crisis sino su consecuencia, conllevarán contracciones adicionales de la demanda agregada sin posibilidad de ser compensada por una demanda exterior débil y unos precios crecientes de la factura energética que moderan en gran medida las mejoras derivadas de la devaluación interna. La reforma fiscal debe perseguir ente todo remover la injusticia que significa que para determinados contribuyentes, amparados en la impunidad o el abuso de la norma, el pago de impuestos sea un ejercicio voluntario y que exista una mayor equidad lo que redundará en un mayor aprecio social del sistema.

Los comentarios están cerrados.