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La desagradable aritmética fiscal del acuerdo PSOE-C's

Esta es una versión ampliada del artículo que publiqué ayer en El Mundo.

En los últimos meses he escrito unos cuantos artículos hablando del proceso de consolidación fiscal que lleva a cabo nuestra economía (por ejemplo aquí, aquíaquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí o aquí), incluso analizando los diferentes programas en materia fiscal de las elecciones de diciembre.

Desde el año 2009, España está envuelta en el mayor proceso de consolidación fiscal de su historia. En estos años hemos reducido el déficit en 60,000 millones de euros. Pero los últimos datos publicados han puesto de manifiesto que la crisis fiscal se encuentra lejos de estar resuelta. El déficit público se ha reducido en 0,6 puntos porcentuales de PIB este año (del 5,8% del PIB en 2014 al 5,2% del PIB en 2015), pero se ha quedado muy lejos del objetivo del 4%.

Gráfico 1. Necesidad (-) / Capacidad (+) de financiación como porcentaje PIB

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El problema fiscal de España es que no cuenta con ingresos suficientes para financiar nuestro Estado del Bienestar. De hecho, en 2014, España era el cuarto país de la Unión con menores ingresos sobre PIB como puede observarse en el Gráfico 1.

Gráfico 2. Ingresos como porcentaje del PIB

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Sólo hay dos posibilidades para resolver nuestro problema fiscal: aumentar la recaudación o reducir considerablemente algunos programas del Estado del Bienestar. El acuerdo PSOE-Ciudadanos evita enfrentarse a ese dilema. Aunque en principio parece apostar por el camino de subir la recaudación, ante un déficit de 52,000 millones de euros en 2015 propone unas medidas cuyo efecto sobre la recaudación es simplemente ridículo y además plantea, aunque levemente, aumentar el gasto.

Centrémonos primero en los ingresos. El acuerdo quiere eliminar deducciones del impuesto de sociedades. De acuerdo con la memoria de presupuestos de 2016, los beneficios fiscales de este impuesto son aproximadamente cuatro mil millones (ver aquí, pág 187). También plantea la creación de un impuesto extraordinario sobre las grandes fortunas. Si introdujéramos un impuesto a la riqueza similar al francés recaudaríamos un 0,25% del PIB o 2,500 millones. Dado que ahora recaudamos unos 1.000 millones por este concepto, eso serían unos 1,500 millones adicionales. Finalmente proyecta revisar los impuestos especiales. Si se subiera la recaudación de los impuestos especiales como porcentaje del PIB al nivel de la media europea obtendríamos tan sólo cinco mil millones adicionales.

Es decir, todas estas medidas permitirían aumentar la recaudación en 10,500 millones, cuando el déficit es de 52,000 millones. Por lo tanto deja en manos de la lucha contra el fraude la mayor parte del esfuerzo recaudatorio. Eso es pedirle peras al olmo. Es imposible pensar que se puede solucionar el problema del déficit fiscal español usando como única arma la lucha contra el fraude.

Pero esto no es todo. Por si fuera poco, el acuerdo recoge un gasto adicional de siete mil millones en gastos sociales. Es decir, que el acuerdo recoge medidas concretas que aumentarían la recaudación en 10,500 millones y el gasto en siete mil millones con lo que el efecto neto sería de 3,500 millones. Es verdad que el acuerdo también menciona la creación de una comisión de expertos para el estudio del IRPF, pero dado el poco caso que se le hizo a la última comisión de expertos no pondría muchas esperanzas en ella. Nos guste o no, ésta es la desagradable aritmética fiscal del acuerdo PSOE-Ciudadanos.

Concluyendo, el acuerdo pretende solucionar un problema de 52,000 millones de euros con medidas por valor de 3,500 millones de euros. Si no fuese por la seriedad del problema (recordemos que la deuda pública ha aumentado desde menos del 40 % del PIB al 100% de este durante la crisis) sería para reír hasta la saciedad. Pero la verdad es que ésta es una malísima propuesta desde el punto de vista de la consolidación fiscal y es sorprendente que los economistas de contrastado calibre que se encuentran envueltos en la negociación hayan firmado algo como esto.