de J.Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz), Carmen Marín y Juan Rubio-Ramírez
Este post es una versión más extensa de un artículo publicado en el País el 21 de octubre [ver aquí].
Desde el inicio del ajuste fiscal en 2009, las Comunidades Autónomas (CC.AA.) han reducido sus gastos no financieros en un 13% (22.300 millones), descontando el efecto del pago de los intereses, o lo que es lo mismo, en casi un 2,2% PIB. Este ajuste volverá a repetirse en 2014. Los presupuestos detallan que las CC.AA. recibirán unos 2.000 millones menos en concepto de Entregas a Cuenta y Liquidaciones con respecto a 2013. Estos recursos representan en torno al 80% del total de ingresos de las CC.AA. de Régimen Común de Financiación. La caída de estos recursos en un 3% con respecto al año anterior se suma al ajuste exigido por las CC.AA. para poder cumplir con su objetivo de déficit.
El funcionamiento del Sistema de Financiación es el siguiente: el Estado realiza Entregas a Cuenta a las CC.AA. en concepto de la estimación de recaudación de los impuestos compartidos del sistema de financiación (IRPF, IVA e Impuestos Especiales) y sobre las cantidades que recibirán a través de los Fondos. La liquidación de esas Entregas a Cuenta se produce dos años después, y puede ser positiva o negativa. Será positiva si la estimación de la recaudación es menor que la recaudación real y será negativa en caso contrario. En concreto, para el año 2014 las Entregas a Cuenta caen un 3% (de 82.690 millones de 2013 a 80.533 millones de 2014). Mientras que las Liquidaciones caerán en un 1%.
Por CC.AA., la caída de estos recursos se repartirá de manera desigual. Así, tenemos el caso de Castilla-León, Castilla-La Mancha, C. Valenciana y Cataluña que son las comunidades que presentarán unas reducciones mayores de sus entregas a cuenta y liquidaciones en 2014. En cambio, Canarias es la única comunidad que tendrá mayores entregas a cuenta y liquidaciones en 2014 con respecto a 2013. Por su lado, Extremadura es la comunidad en la que menos se reducen estos recursos. Estas caídas tan volátiles entre CCAA pone de relieve las carencias del actual sistema de financiación autonómica.
Las CC.AA. deben terminar 2014 con un déficit del 1% para cumplir con su objetivo marcado por Bruselas. El ajuste que tendrán que hacer va a depender de cual sea el déficit de cierre de 2013. Vamos a considerar dos escenarios. El escenario optimista que supone que estas administraciones cumplen con su objetivo de déficit para el 2013 (1,3%). Y el escenario pesimista donde se desvían de este objetivo. A este respecto, según nuestras propias estimaciones (publicadas en el Sexto Observatorio de las CC.AA.,), las autonomías podrían terminar el año con un déficit del 1,8%.
En el escenario optimista, si asumimos que los ingresos de 2014 son los mismos que este año, las comunidades deberían reducir sus gastos en 3.000 millones. Pero, tal como hemos dicho antes, dado que los ingresos caerán en 2.000 millones, el ajuste de los gastos ascenderá a 5.000 millones (-0,5% PIB). En el escenario menos optimista- cierre de 2013 con un déficit del 1,8%-, el ajuste a realizar puede subir hasta los 10.000 millones.
Para mayor dificultad, este importante ajuste del gasto deberá hacerse en un contexto donde las CC.AA. deberán hacer frente a un aumento del Gasto en Intereses como consecuencia del aumento del nivel de deuda. Y donde apenas hay margen para reducir los Gastos en Inversiones, pues éstos presentan una caída del 60% desde 2009. Esto significa que la mayor parte del recorte de gastos caerá sobre Sanidad, Educación y Servicios Sociales. En este sentido, queremos recordar que esta cantidad de 10.000 millones es equivalente al recorte que se realizó en 2012 en Gasto en Sanidad y Educación.
Es cierto, que alguien podría pensar que las CC.AA. pueden aumentar el “Resto de Ingresos” no sujetos a Entregas ni Liquidaciones por parte de la Administración Central para no tener que seguir recortando gastos. Pero aquí nos encontramos con otro problema.
En referencia al aumento del “Resto de Ingresos”, observamos que con datos hasta junio, han caído en un 10%. Muy lejos, del aumento del 11% anunciado por las CC.AA. en sus Presupuestos de 2013. En el “Resto de ingresos” tenemos, como podemos ver en la siguiente tabla, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD), las Tasas, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, Impuestos especiales no sujetos a entregas ni liquidaciones y otras transferencias del Estado. Es evidente que son ingresos con escaso margen de recuperación en los próximos años.
Para el año 2014, la mayoría de las CC.AA. no han anunciado un aumento de estos ingresos. Por el contrario, la C. Madrid, Extremadura, Cantabria y la Comunidad Valenciana han anunciado una rebaja en los mismos.
Pero aquí está la paradoja, hasta septiembre 2013 los Ingresos Tributarios del Estado están aumentando en un 3,4% en términos homogéneos (casi 4.000 millones). Y si miramos a lo presupuestado en 2014 vemos que los ingresos tributarios del Estado (antes de descontar las participaciones de las Administraciones Territoriales en IRPF, IVA e impuestos especiales) aumentan en un 2,6% (4.500 millones de euros) con respecto a lo presupuestado en 2013. Entonces, ¿Cómo puede ser que aumente la recaudación para el Estado Central y que incluso se presupueste un aumento de 4.500 millones de euros y al mismo tiempo los recursos que transfieren a las CC.AA. caigan en unos 2.000 millones?
La explicación reside en que las subidas de impuestos realizadas por el Gobierno no han supuesto en la práctica más ingresos autonómicos. Parte de los 4.500 millones se basan en subidas del impuesto de sociedades, IVA e impuestos especiales. Las subidas del Impuesto de Sociedades, al ser un impuesto a nivel estatal, no han supuesto más ingresos para las CC.AA. Además, la subida del IVA (en 2012) y de los Impuestos Especiales (en 2012 y 2013), a pesar de que estos impuestos si que se comparten, no se refleja en más recursos para las regiones puesto que se ha visto compensado con una reducción de las transferencias del Fondo de Suficiencia por la misma cuantía. Este recorte en la cuantía del fondo está reflejado en la ley de Financiación Autonómica aprobada en 2009.
Es posible que esta ausencia de corresponsabilidad fiscal esté detrás de algunas de las tensiones en las CC.AA. En definitiva, ahora más que nunca es necesario afrontar el verdadero problema de las CC.AA.: la mayoría de ellas tienen que hacer frente a unos gastos muy difíciles de recortar sin dañar el Estado del Bienestar y no tienen los instrumentos necesarios para poder aumentar sus ingresos. Por este motivo, tal como hemos dicho en innumerables ocasiones, es necesaria la reforma del Sistema de Financiación Autonómico. Así, podemos concluir que la incapacidad de los ejecutivos autonómicos para generar recursos propios, o la falta absoluta de corresponsabilidad fiscal, les obliga a reducir gastos (Sanidad, Educación y Servicios Sociales). Dado que el problema del déficit español es principalmente de ingresos, sería mejor opción proveer a las comunidades de mecanismos para aumentar los ingresos y que éstas fueran las que tomasen la decisión de aumentar el ingreso o reducir el gasto. Ahora la decisión la toman otros por ellas.
Hay 10 comentarios
Muchas gracias por vuestro interesante post, del cual me gustaría
comentar lo siguiente. Al margen de, como bien expresan, la necesidad
de reformar el Sistema de Financiación Autonómico, no encuentro
justificada la afirmación de que "...la mayoría de ellas (las CC.AA.)
tienen que hacer frente a unos gastos muy difíciles de recortar
sin dañar el Estado del Bienestar". No conozco ningún estudio
que cuantifique el costo fiscal de muchos organismos pertencientes
a las CC.AA, tales como empresas públicas, fundaciones, observatorios,
mancomunidades, etc., pero quizás dicho costo, en términos agregados,
es sustancial, y podría no estar muy alejado del 1 por ciento del
PIB, que es justamente la necesidad de ajuste total que habeís estimado
para el escenario menos optimista.
Coincido. De hecho creo que la mayoría de los recortes hechos hasta ahora se han hecho por ideología, no con estudios económicos que los avalen.
Lo que cada vez se pone más difícil para "nuestros representantes" es no recortar en "su entorno" (subvenciones a "amigos", "consejeros",...)
Mientras se hace esta imprescindible reforma, el gobierno central podría ayudar mucho a reducir ese gasto eliminando las diputaciones mañana mismo, unos organismos que consumen un 60% de sus recursos en ellos mismos: http://hayderecho.com/2013/10/24/la-diputacion-provincial-esa-gran-desconocida-con-algunos-numeros-para-empezar-a-conocerla/
Yo soy más partidario de eliminar las CC.AA. y dejar las diputaciones que en general son unos entes bastante austeros que no gastan en televisiones, publicidad, embajadas, etc
Tal como indica Carlos, se me hace muy difícil creer que antes de recortar en Sanidad o Educación se han agotado ya todas las otras opciones que conllevan un gasto superfluo o redundante. Creo que las 'élites extractivas' simplemente no están dispuestas a renunciar a las oportunidades que el entramado autonómico ofrece.
Gracias por el artículo.
Evidentemente parece deseable que los que manejan "autonómicamente" dinero público lo hagan de forma "corresponsable". La tendencia, según diversos estudios (http://www.fundacionsistema.com/media/PDF/Ppios7_Duran.pdf, http://www.ief.es/documentos/recursos/publicaciones/revistas/presu_gasto_publico/62_04.pdf), parece ir en ese sentido.
Probablemente, dado el "problema político con Cataluña" y los problemas financieros de bastantes otras CC.AA., el aumento de la corresponsabilidad con un nuevo sistema de financiación autonómica debería llevar ya bastante tiempo discutiéndose en España... el esperar a 2014 (como parece la consigna del gobierno de Rajoy) me parece un error (me parece una táctica pensando en términos de partido político, no de interés general).
Ahora sólo falta encontrar la manera de que nuestros gobernantes piensen (en algún momento) en el "interés general". Probablemente ello requiera un cambio social de manera que exijamos responsabilidades.
Mi comunidad parece ser de las más ahorradoras. Tanto que se han encontrado un problema: tenían presupuesto no ejecutado y han decidido ejecutar (de aquí a final de año) un miniplan de choque, que describe perfectamente este alcalde:
"El alcalde .... reseñó que esta actuación no estaba prevista, pero se ha podido financiar con fondos de los presupuestos que no estaban adjudicados a falta de poco tiempo para cerrar el año. "Se hace en contratos menores, inferiores a 60.000 euros, mediante un negociado sin publicidad, una forma mucho más ágil y que permite hacer la obra en el año".
No se lo pierdan: la actuación que presentaban NO ESTABA PREVISTA, vieron que les sobraba dinero y dijeron "venga, a gastar!"
Es decir que el ajuste que calculais que tendrían que realizar las CCAA para cumplir en 2014 (8000 millones) es el que segun el gobierno central tienen que hacer en dos años (2014 y 2015)
El principal problema fiscal en España es que, aunque las tarifas de los impuestos son de las más altas de Europa (y quienes pagamos todo lo que hay que pagar, pagamos por tanto como los europeos que más pagan), el %PIB que se recauda como impuestos en España es de los más bajos (casi un 10% de PIB menos que la media). Es decir, hay muchas fuentes de renta que se escapan escandalosamente del fisco.
Una corresponsabilización fiscal de las CCAA tendría que pasar necesariamente por responsabilizarlas lo más posible de la inspección, marcándoles un límite mínimo de recaudación para que pudieran recibir otros ingresos del estado.
Viendo que los impuestos que han subido van todos al Estado y a las CCAA no les llega un duro más, da la impresión de que el que iba a sufrir el coste político (el gobierno) ha diseñado la subida de impuestos para beneficiarse al máximo de ella, sin preocuparse de que a los demás les lleguen también más fondos. Totalmente comprensible. Si las CCAA quieren más ingresos, tendrán que tomar medidas para aumentarlos, y sufrir el coste político asociado. Si prefieren salir sonrientes anunciando que ellos bajan el tramo autonómico del IRPF, por ejemplo, tendrán que recortar gastos.
No veo dónde está la falta de corresponsabilidad fiscal: en esta situación, cada agente tiene que hacer frente a los efectos de sus decisiones.
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