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Efectos de la volatilidad

Desde que la crisis estalló allá en el 2008 la volatilidad de que parecía haber desaparecido de nuestras vidas ha vuelto. No sabemos si es para quedarse o para irse (esperemos que lo segundo) pero, de momento, aquí está.

Hoy voy a hablar de ella, y de sus posibles efectos en las decisiones de los agentes. Jesús y yo (con acompañados de Pablo Guerrón muchas veces y de Martín Uribe otras) hemos estudiado los efectos de cambios en la volatilidad en muchos modelos. En particular, acabamos de finalizar un trabajo en el que mostramos que, bajo algunas circunstancias, aumentos en la desviación estándar de los tipos de interés a los que se paga la deuda puede causar recesiones considerables. En otras palabras, países altamente endeudados pueden entrar en recesión hoy mismo si la incertidumbre sobre el tipo de interés que tendrán que pagar en el futuro aumenta (todo esto aunque el tipo interés se mantenga constante hoy).

Pero hoy quiero hablar de otro trabajo (con Jesús, Pablo y Keith Kuester) y de los posibles efectos de otro tipo de volatilidad. En particular, estamos estudiando que es lo que pasaría con las decisiones de los agentes si aumentase la incertidumbre sobre la senda de posibles políticas fiscales futuras (es decir sobre los tipos de marginales a pagar o sobre el nivel de consumo público)  aún en el caso de que tales políticas se mantengan constantes en el presente. Por ejemplo, cual es la consecuencia sobre las decisiones de los agentes de un aumento en la incertidumbre sobre los tipos marginales a las rentas del trabajo futuras aún en el caso de que los tipos se mantengan constantes hoy.

Pues bien, según resultados bastante preliminares, los efectos son bastante perniciosos; al menos cuando utilizamos datos para la economía americana. Los efectos negativos de aumento típico de la incertidumbre sobre las políticas fiscales futuras sobre el producto son bastante similares a los que tendría un aumento no esperado de los tipos de interés de 25 puntos básicos. Y dado los incontables trabajos (algunos más interesantes que otros claro esto) que se han publicado sobre los efectos de un aumento no esperado de los tipos de interés de 25 puntos básicos, no parece que este sea un efecto desdeñable.

Los resultados son muy preliminares (y sujetos a revisión 🙂 ), pero, de confirmarse, no harían sino confirmar lo que se ha comentado en innumerables tertulias: toda esta incertidumbre sobre el nivel de gasto, de impuestos, de deuda soberana y muchas otras variables bajo el control del estado no es buena y no nos esta ayudando a salir de la crisis. Todo lo contrario.