Better than expected… pero no menos preocupante….

de J. Ignacio Conde-Ruiz, Manu García, Juan Rubio-Ramírez

Como algunos lectores habrán notado, últimamente estamos prestando bastante atención a nuestras cuentas públicas. Esto podría parecer algún tipo de filia perturbadora no apta para cenas de navidad, pero en realidad todos deberíamos estar estar bastante pendientes al respecto. Si ya era grave de por sí tener situaciones de alto déficit año tras año tras la crisis, ahora que ya rozamos el 100% del PIB de deuda pública (de la que debemos refinanciar grandes cantidades cada trimestre), seguir gastando mucho más de lo que ingresamos cada día, se convierte en un deporte de alto riesgo.

No olvidemos dónde estamos. España debía cumplir un objetivo de déficit del 2.2% del PIB para este año, objetivo que parece seguro que no va a cumplir (AIREF dixit) aunque Bruselas nos lo dejará pasar por alto, bajo el argumento de que no se debe responsabilizar a un gobierno que entró durante el ejercicio de las cuentas del gobierno anterior (posiblemente la situación existente en otros países europeos haya reforzado ese silencio). Todo parece indicar que el dato del 2.7% de déficit que notificó el gobierno actual será el objetivo final. Puede parecer una buena noticia que Bruselas no vaya a sancionarnos, y lo es, pero nuestro deseo es que el alumno aprenda y tenga claro que en cualquier otra circunstancia el castigo llegaría. Además, sería deseable que el alumno no se viera tentado a aumentar el gasto bajo ningún concepto dada la coyuntura política y económica actual.

Por ello, debemos analizar los datos siempre que podamos, para así no vernos sorprendidos por la realidad. Hace unos días analizábamos los últimos datos disponibles aquí, en un nuevo episodio de esta gran colección (para episodios pasados leer por ejemplo aquí, aquí, aquí, aquí o aquí).

Como ya indicamos en el Observatorio Fiscal y Financiero de las CC.AA recientemente publicado y sólo hace unos días en nuestro último post, un déficit del 2.7 supone una reducción de 0.4 puntos porcentuales del PIB desde el 3,1% del PIB (sin ayuda financiera) de cierre de 2017. Este ajuste, en teoría, no debería suponer ningún esfuerzo puesto que, el saldo cíclico mejora un 1,2% del PIB respecto a 2017.

El pasado 27 de diciembre se publicó el dato correspondiente al tercer trimestre para las Corporaciones Locales (CCLL) y el dato de octubre para el resto de las Administraciones Públicas (AAPP). Con esos datos podemos construir nuestro déficit sintético. El déficit sintético mezcla los datos disponibles para el 2018 con datos del 2017 para aquellos meses en los que no hay datos. Pero, para afinar el calculo, a los déficits del pasado los depuraremos de gastos o ingresos extraordinarios. Tal y como pusimos de relieve en el ya citado observatorio, estos gastos o ingresos “one-off” (o extraordinarios) más relevantes se produjeron en las Comunidades Forales y la Administración Central (AC) como consecuencia de las regularizaciones de ejercicios anteriores del Convenio (Navarra) y del Cupo (País Vasco). En concreto, esto supuso para la AC un 0.1 punto de PIB mas de déficit en el año 2017 que no se producirá este año. Y un menor déficit por el mismo importe para dichas CCAA. Esto lo tendremos en cuenta a la hora de calcular nuestro déficit sintético (aunque no solo afecta a la composición del déficit y no al agregado).

La última actualización de nuestro déficit sintético situaba se situaba en el 2.8 (aquí), con los últimos datos disponibles, parece que hemos mejorado, lo que es una noticia para cerrar el año ya que, bajo los supuestos habituales, podríamos cerrar por debajo del 2.7, algo que dada la situación política, es mejor de lo esperado.

De momento, no superar el 2.8% serán noticias mejores de las esperadas, ya que ha mejorado la previsión pues el dato de recaudación de octubre ha sido mejor de lo esperado, especialmente el impuesto de sociedades. Ahora bien, miremos los datos con cautela, una actualización más, la Administración Central y la Seguridad Social están lejos de cumplir sus objetivos de déficit, algo que ya se ha convertido en sistemático. Las CCAA nuevamente están en el filo, y son las CCLL aquellas que nos permiten mantenernos en el objetivo actual.

Mejor de lo esperado, sí, pero no por ello menos preocupante. Seguimos gastando más de lo ingresado y parece que esa situación no va a cambiar en el corto plazo. El servicio de la deuda en breve se convertirá en una de las partidas más grandes del presupuesto. España sigue necesitando una reforma fiscal que permita aumentar sus ingresos para cuadrar, de una vez por todas, sus cuentas públicas.

Hay 3 comentarios
  • Juan y coautores, insisto en lo que dije en dos comentarios al post anterior

    https://nadaesgratis.es/rubio-ramirez/deficit-2018-nada-nuevo-bajo-el-sol

    Peor, por lo que leo sobre lo está ocurriendo en España, dada la grave situación financiera del gobierno --a todo nivel-- cada día se recurre más a la regulación para conseguir objetivos personales de los políticos. Si bien los cambios en regulación pueden ser racionales para los políticos, lo más probable es que la gran mayoría no pasaría una evaluación social seria (algo que parece no interesar ni siquiera a los economistas).

  • Para el 100% de mortales cuando no se llega a fin de mes uno empieza a hacer régimenes de gasto brutales hasta la siguiente paga.
    Para el gobierno y sus proponentes, la solución invariablemente pasa por quitar dinero a los demás.

    • Creo que no ha hecho bien las cuentas.El gobierno del pais solo obedece ordenes.En realidad,lo real, es que son las mismas personas y empresas las que,por un lado,le obligan a reducir sus gastos (por causa de que se han apoderado del mercado de su empresa) y,por otro, son las que,insaciables e imparables a dia de hoy, se apoderan,tambien, de sus impuestos.Cuando posees el 90%de la riqueza de una sociedad,te puedes permitir eses lujos (extracciones de rentas)y algunos mas.?Quienes somos ?

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