Los Padres de la Victoria y de la Derrota

Los Padres de la Victoria y de la Derrota

de @ricard_gil

Napoleón Bonaparte dijo muchas cosas en su vida pero una frase que a mí me llama la atención es "La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana." Esta frase según el portal de internet que uno consulta aparece como originaria de otras personalidades del siglo XX como John Fitzgerald Kennedy o Marlene Dietrich, y esto quizás es propicio para mostrar que la gente tiende a apropiarse de los logros de otros mientras que cuesta asumir responsabilidades.

Esto sucede también (y muy a menudo) a todos niveles en la política española, no lo voy a ocultar, es algo que me revienta cuando leo la prensa escrita o veo el telediario. Más allá de partidismos parece ser que los políticos en España no dudan en recordar a sus colegas (ya sea en la oposición o en el gobierno) de la mala o buena situación de la economía aunque ellos tengan (o no) parte de responsabilidad. Esto es cierto para todos los grupos políticos (PP, PSOE, IU, CiU, ERC … y con el tiempo incluso podremos añadir a la lista Podemos, Ciudadanos, UPyD y los que vengan) y hace que algunas veces las sesiones parlamentarias se conviertan en puras sesiones demagógicas. “Por qué?” me pregunto. Yo considero que esta pregunta tiene al menos tres posibles respuestas: (1) Quizás es que la clase política española no entiende la diferencia entre correlación y causación; (2) quizás algunos son oportunistas y confían en que el ciudadano medio español no recuerde que poco antes era el partido de la oposición el que gobernaba y sus políticas eran tan o más ineficientes; finalmente (3) quizás los políticos de nuestro país sobrevaloran su capacidad para liderar cambio y mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos. Obviamente puede que haya más explicaciones, pero si nos centramos en estas tres razones, mi cinismo me indica que (1) y (2) no me valen porque nuestros políticos saben bien lo que hacen y dicen, y quizás entran dentro del juego estratégico de la política. La explicación (3) puede ser la llave que explica este comportamiento y responde a la formación de creencias adquiridas tras muchos (a veces no tantos) años de experiencia. Así pues, en esta entrada, voy a comprobar empíricamente si el cambio de fuerza política más votada en una ciudad está relacionado con el cambio de indicadores económicos a nivel de municipio. Si lo estuvieran, esto explicaría de donde salen estas creencias que llevan a los políticos de nuestro país a pensar que su hierba es más verde que la del vecino.

Para ello, voy a juntar dos bases de datos que son accesibles para todos: el anuario económico de “La Caixa” y los resultados de elecciones municipales del Ministerio del Interior. La primera ofrece información anual de 1997 a 2011 a nivel de municipio, mientras que la segunda contiene resultados de elecciones municipales des de 1995 hasta 2011. Así pues, utilizando mínimos cuadrados ordinarios (MCO), voy a comparar la evolución de tres indicadores económicos como son el porcentaje de paro registrado, el número de comercios minoristas, y un indicador del peso económico del municipio (esta variable es un índice elaborado por “La Caixa” que resume todas sus otras variables) para cada ciudad y comprobar empíricamente si estos indicadores económicos reaccionan al cambio de fuerza más votada en un municipio. Voy a comparar resultados electorales en 1995 y 1999, 1999 y 2003, 2003 y 2007; y cruzarlos con cambios en indicadores económicos entre 1997 y 2001, 2001 y 2005, y 2005 y 2009. Si los datos en el anuario de “La Caixa” existieran para 2012 o 2013 podríamos ver el impacto de cambios tras el inicio de la crisis más reciente (no voy a entrar en el debate de si ha terminado o no por temor a represalias). En total, cerca de 1000 municipios de un total de 9000 cambiaron de fuerza más votada durante los tres periodos examinados en la muestra.

Antes de meternos de lleno en el ejercicio, debemos señalar dos limitaciones de los resultados aquí. Por un lado, los resultados obtenidos por MCO pueden sufrir de causalidad inversa, es decir, cambios en indicadores económicos pueden ser la causa de los cambios en la fuerza política más votada en un municipio. Por otro lado, los datos que el anuario de “La Caixa” solamente contiene información para ciudades grandes y por lo tanto más de 5000 municipios en España que cuentan con menos de 1000 habitantes no llegan a formar parte de la muestra final. Una vez dicho esto, vamos con los resultados de MCO de cambios en indicadores económicos cuando hay un cambio en la fuerza política más votada en la primera tabla.

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Nótese que el grupo de control aquí (y en las siguientes tablas) son los municipios que no cambiaron la fuerza política más votada. Los resultados indican que NO hay relación alguna entre cambio político (fuerza más votada en un municipio) y estos indicadores económicos. Las columnas (1), (2) y (3) implícitamente asumen que todas las ciudades crecen al mismo ritmo y que no hay ciclo económico, por eso que en las columnas (4), (5) y (6) añado efectos fijos de ciudad y periodo de cuatro años. Volvemos a encontrar que no hay ninguna relación robusta (estadísticamente hablando) entre cambio político y cambio en el curso de la economía. He repetido el mismo análisis año por año, y TAMPOCO encuentro ninguna relación en cada una de esas especificaciones.

Al encontrar este resultado, cabe preguntarse si la ausencia de relación viene dada por diferencias en partidos políticos perdiendo y ganando las elecciones. Así pues, decidí separar las observaciones en grupos que separen ciudades por el partido en el poder (status quo) y por partido entrante en el poder. Divido aquí todo el espectro político entre PP, PSOE y otros por falta de espacio pero cualquiera interesado puede hacer el ejercicio para otros partidos.

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En esta segunda tabla de la entrada separo ciudades por si al inicio de cada periodo de cuatro años el partido en poder era el PP (columnas 1 a 3), el PSOE (4 a 6) u otro partido (7 a 9). Así pues, el cambio de partido político más votado es el cambio de ir de PP a PSOE u otro en columnas (1) a (3), o el cambio de ir de PSOE a PP u otro en columnas (4) a (6). Es interesante ver que el cambio político jamás viene asociado (estos resultados siguen siendo correlaciones) con disminuciones de paro o incrementos en la actividad económica. De hecho, si algo sucede estadísticamente hablando, es lo contrario!

En la siguiente tabla divido la muestra según la identidad del partido entrante, y de nuevo volvemos a observar que cambio político nunca está asociado con una mejoría de los indicadores económicos. En este caso, la entrada del PP como fuerza más votada está asociada con un incremento del paro y la entrada del PSOE con una disminución de los comercios minoristas. Esto NO tiene porque ser indicación de que la entrada de estos partidos haya empeorado la situación. Esta correlación podría venir de que el empeoramiento gradual de la situación económica de estos municipios ha llevado a sus habitantes a cambiar su voto respecto con las anteriores elecciones (causalidad inversa que he comentado anteriormente). Aun así, y disculpando el signo de las correlaciones, ningún cambio político en nuestra muestra (se corten los datos como se corten) se asocia con una mejoría de los indicadores económicos.

RG3

Llegados a este punto, toca tomar un paso atrás y preguntarnos qué hay detrás de estos resultados (o su ausencia). Por una parte, si la falta de correlación (estadísticamente hablando) en los resultados de las tablas mostradas hasta ahora se debe a un motivo de endogeneidad, es decir, que ciudades que cambian “su voto” son muy distintas a las ciudades que no lo cambian, entonces deberíamos entender estas diferencias. En la siguiente tabla, estimo un probit muy sencillo y muestro el efecto marginal en la probabilidad de cambiar el voto de cada una de las variables utilizadas hasta ahora.

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En general, parece ser que ciudades más pequeñas, ciudades con más negocios minoristas por cápita, y mayor paro registrado tienden a cambiar más a menudo de fuerza política más votada. También cabe destacar que ciudades donde el partido en el gobierno es PP o PSOE tienen un 5% menos de probabilidad de cambio que ciudades gobernadas por otros. Una explicación alternativa podría ser que estas ciudades que tienden a cambiar más a menudo son también lugares donde los indicadores económicos usados reaccionan menos al cambio político o existe un mayor coste político de cambiar las cosas. Si esto es así, porque entonces cambian de fuerza política? Discutible.

Finalmente, queda hablar de la endogeneidad en el cambio de fuerza más votada y su posible impacto en los indicadores económicos utilizados en esta entrada. Una estrategia de identificación alternativa que podría ayudar en esta dimensión sería la comentada por Gerard Llobet en su post del 27 de Noviembre de 2013. Según esta estrategia de identificación, podríamos comprobar si el impacto del cambio político fue mayor o estadísticamente significativo en ciudades donde el partido entrante lo hizo con más de un 50% de los votos. Los resultados se pueden ver en la siguiente tabla y nada cambia. Ciudades que cambian de fuerza política más votada y el partido entrante obtiene mayoría absoluta tampoco no ven su paro disminuir, el número de comercios minoristas o poder adquisitivo de la ciudad aumentar. Las especificaciones en las columnas (4), (5) y (6) incluyen efectos fijos de ciudad (básicamente tendencias específicas por ciudad) y año (controlando por shocks macroeconómicos a nivel nacional) y de nuevo muestran que no hay cambio alguno.

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Que conclusiones podemos sacar entonces de que no haya ningún tipo de impacto (positivo) del cambio en fuerza política más votada en estos indicadores económicos? Una conclusión (para mi) es que los datos no justifican el uso de discursos triunfalistas de nuestros políticos (son nuestros porque los pagamos entre todos) señalando a sus colegas de profesión como responsables de malos resultados y apuntándose el mérito de los buenos resultados (he aquí un ejemplo bien reciente). Y entonces, la pregunta siguiente es “por qué no están correlacionados???” Lo deberían estar. Ingenuamente, creo que para eso tenemos políticos, para que cambien el rumbo de la sociedad a mejor. Algo está fallando y quiero creer que si tuviéramos la respuesta a esta pregunta, la pondríamos a funcionar en seguida. Quizás una explicación alternativa es que los indicadores económicos que he utilizado no son los adecuados, pero sin embargo todo el debate político se centra en el paro, la creación de empleo, y el poder adquisitivo de los ciudadanos como están recogidos por mis tres variables. Quizás, estos indicadores económicos no reaccionan a políticas municipales, pero entonces porque se habla de ellas en los debates preelectorales. Quizás, los partidos políticos que llegan al poder no se quieren arriesgar a hacer las reformas que realmente pueden cambiar nuestra sociedad. Quizás, nos hace falta una cultura política más constructivista y menos preocupada con señalar al prójimo o apuntarse méritos. Sea cual sea la razón hace falta un cambio de actitud ya, y mirarse un poco al ombligo. Y, más que nunca, hace falta que ese cambio se note en los datos.

Hay 17 comentarios
  • Muy interesante. Creo que hay algunas cosas que podrían matizar los resultados:

    1)En la política municipal el tipo de personalidad del alcalde es tan importante como el partido al que pertenezca. Quizá la omisión de esa variable pueda hacer perder insesgadez a los estimadores.
    2)Quizá habría que estudiar el impacto en otras variables, como los cambios en el urbanismo o la satisfacción con los servicios públicos municipales, por ejemplo.

    No obstante, creo que la política municipal tiene un margen restringido de diferenciación, algo que también sucede en la política autonómica. Existen competencias, pero poco margen para diferenciarse. Con el camino demasiado marcado, lógico es que el cambio político altere poco la situación.

    Un cordial saludo.

  • Me inclino por la teoría de que una gestión municipal difícilmente pueda generar impacto positivo al corto plazo.

  • Dado que las señales que observamos (o nos creemos) serán las que tenemos más próximas, me suena bastante a
    Overconfidence in Political Behavior AER Feb 2015 (pp. 504-35)
    Pietro Ortoleva and Erik Snowberg
    aunque no he leído la parte empírica del paper con cuidado...
    Cuando los votantes/ políticos no se dan cuenta de la correlación en los signals que reciben y sus bias ideológicos... confirman sus bias (y por lo tanto echan la culpa a los contrarios...)
    Además como en votaciones grandes no somos pivotales la agregación de info no tiene costes inmediatos (para los votantes,... nos lo tragamos todo)

  • Muy buenas;
    Muy interesante el post.
    En mi opinión, los indicadores económicos elegidos no reaccionan bien a las políticas municipales.
    Las políticas municipales no tienen demasiada incidencia ni capacidad de incidencia sobre esos indicadores. En este aspecto hay que tener en cuenta las competencias locales y el régimen normartivo, donde los reglamentos locales estan subordinados a las leyes estatales y autonómicas.
    Sin embargo es cierto, que cada vez más lo debates políticos locales se centran en temas que no son de su estricta competencia.
    Es raro ver un debate centrado en la verdera esfera competencia local, como pueden ser los servicios de los centros culturales, del trasporte interurbano, la recogida de basuras,lo servicios de los polideportivos ec...
    Aaparte de esto; yo creo que nuestros políticos tienden a ser conservadores a la hora de la verdad si se trata de políticas que puedan tener repercusiones marcoeconómicas.
    es obvio, que incluso dentro del estrecho margen de las competencias locales si que hay ciertas políticas que podrían servir para dinamizar la economía o para favorecer la implantanción de empresas(y consiguiente creación de empleo); sin embargo , los beneficios serían a largo plazo y muchas veces los perjuicios serían a corto.
    Pongamos por ejemplo que se bajan los impuesto drásticamente: IBI; IVTM; ICIO...; evidentemente eso puede ayudar a las empresas y a los particulares, pero dentro de un ámbito local donde la financiación escasea pero lo servicios han de seguir siendo prestados con eficacia,el coste de una bajada drástica impositiva pueden ser tremendos.
    CONTINUO...

  • El Alcalde o Alcaldesa ve como el coste político a corto plazo resulta inasumible, toda vez que la gente, sobre todo en el ámbito local, quiere los servicios y los quiere ya.
    Bajo el prisma del principio de subsidiaridad, ya defendido por la Carta Europea De Autonomía Local; el ciudadano acude directamente a su administración más cercana y esta es el Ayuntamiento.
    Si ya es difícil muchas veces al Estado hacer políticas a largo plazo, aún es más difícil en el ambito local.
    Aparte, es muy posible, que una bonanza económica en un municipio determinado quede inmediatamente rentabilizada por el gobierno autonómico y el propio gobierno de la nación.
    Así las cosas los alcaldes y alcaldesas prefieren seguir prestando sus servicios, cuadrando sus cuentas(que bastante tienen); y dedicando sus esfuerzos a hacer las mejores fiestas patronales.
    Tema no baladí es el de la finanaciación local; altamente insuficiente si la comparamos con la autonómica y si la comparamos con los servicios que presta un municipio.

  • Seguramente, la tradición-votar al que votaba mi padre-juega un factor determinante.

  • ¿Sobrevaloran nuestros políticos su capacidad de influir en el curso de la economía (y de la sociedad en general)? Creo que sí, y también los ciudadanos la sobrevaloran. Sobre este tema, es muy recomendable el reciente libro de Ignacio Sánchez Cuenca, "La impotencia democrática".

  • Hablando de política me sorprende que desde estas páginas no se haya nombrado el reciente fichaje del excolaborador Luis Garicano por la formación política de “ciudadanos” para elaborar su programa económico. Con el permiso del autor del post aprovecho desde aquí para darle mi enhorabuena. De acuerdo o no con su ideología lo considero una persona inteligente y honrada y eso hoy en día es un lujo en el panorama político español.

    Dicho esto, Sñ. Ricard, su análisis me recuerda a uno en el que asistí sobre elecciones sindicales. Una vez recontados los votos, tanto UGT como CCOO se felicitaban porque todos habían ganado. Quien ganó de verdad, por haber ganado, quien perdió, por haber perdido menos que en las elecciones pasadas. Hubo un dato, el de las abstenciones - que fue quien ganó de verdad- que no se consideró en ningún momento. Cuando desde mi ignorancia hice notar que el número de abstenciones superaba al de votantes se me vino a decir que “el que no llora no mama”. Eso sí, con mucha retórica.
    Me pregunto qué pasará en estas elecciones a falta de un sindicato incapaz de valorar las abstenciones al sistema.

    Quizás esperamos demasiado de los líderes políticos, quizás tengamos mala memoria, y quizás no entendemos bien la diferencia entre correlación y causación, pero con esto que he observado, lo que queda meridianamente claro es que nuestros representantes no acaban de entender “el equilibrio de Nash” que nos comentaba ayer Pedro Rey.

    http://www.zonaeconomica.com/modelo-de-elecciones-politicas

  • Entonces la idea es que las opciones políticas no cambian nada?! entonces en qué van a trabajar políticos, asesores y tertulianos?? pobres...

    Si fuera cierto q el margen de maniobra de las políticas municipales es limitado a la hora de influir en estos indicadores, lo realmnt interesante sería ver si a nivel nacional existe correlación, x.ej. evaluando los cambios d tendencias en diferentes países para ampliar el espacio muestral.

    Mi hipótesis es q sí, pero menos a medida q ns acercamos a la época actual de decisiones más globalizadas. O mejor dicho, será más debido a causalidad inversa.

    Gracias y un saludo

  • Otra posible causa de que nos se observen cambios en los resultados tras la alternancia política es... que no haya una verdadera alternancia política. Cada vez está más en la calle la idea de que 'todos son iguales'. Esto puede ser especialmente cierto en el ámbito municipal. Si tras las elecciones solo se producen cambios nominales pero no en las políticas y actitudes difícilmente se podrán observar modificaciones en el resto de las variables.

  • La cita de ?Napoleón? está bien escogida, aunque también se puede utilizar la de otro militar francés, Joseph Joffre. En su caso, la atribución de la cita es indiscutible:

    "No sé quién ganó la batalla del Marne, pero sí que sé quién la hubiese perdido."

  • Un tema de peso.

    En la arena política, como en la guerra, lo importante es apuntarse tantos y adjudicar los daños al resto. También sucede en ocasiones en las empresas donde las responsabilidades no están claras y los ejecutivos hábiles van sacrificando peones eludiendo su responsabilidad mientras puedan.

    Como muchos otros "rituales" tienen una larga data.

    Al parecer la frase “La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana” tiene su origen en el libro "Vida de Julio Agrícola" (ca. 100 d.c.) de Tácito:

    "Iniquissima haec bellorum condicio est: prospera omnes sibi vindicant, adversa uni imputantur." (27).

    http://www.thelatinlibrary.com/tacitus/tac.agri.shtml

    "Este es el punto más injusto de las guerras: todos reivindican para sí una parte de las victorias, pero achacan las derrotas a un solo. "

    http://es.wikisource.org/wiki/Agricola_(T%C3%A1cito)

    Tácito fue muy popular durante el Renacimiento, así que posiblemente es una idea que estaría flotando por el ambiente e incluso arraigaría en refraneros populares.

    La rescató Galeazzo Ciano, yerno de Mussolini en su Diario:

    "La victoria trova cento padri, a nessuno vuole riconoscere l'insuccesso." (9 sep 1942).

    El empujón definitivo fue obra de J.F. Kennedy en una rueda de prensa del 21 de abril de 1961, en respuesta a una pregunta de Sander Vanocour.

    One of the problems of a free society, a problem not met by a dictatorship, is this problem of information ...
    There's an old saying that victory has a hundred fathers and defeat is an orphan,

    Public Papers of the Presidents: 1961, pp. 316-317, question #17.

    http://www.jfklibrary.org/Research/Research-Aids/Ready-Reference/Press-Conferences/News-Conference-10.aspx

    http://forum.quoteland.com/eve/forums/a/tpc/f/99191541/m/1651988786

  • Interesante estudio. Pero creo que el nivel de compromiso ciudadano en la politica es inversamente proporcional a la capacidad y honradez de los politicos.

  • Pregunta impertinente: si el cambio de Administración municipal no genera cambios verificables en el entorno económico de la misma, ¿para qué perder el tiempo y el dinero eligiendo a los ediles?
    Mejor tener una administración local profesionalizada y que se decida democráticamente a un nivel superior las grandes líneas económicas ( y políticas) de la misma

  • Veo dos problemas en este análisis:

    Primero, como ya han señalado más arriba, no creo que la política municipal sea el mejor termómetro para valorar cambios en variables como la tasa de paro y otras de índole económica. ¿No sería mejor hacer un estudio a nivel nacional que evaluase estos mismos hechos?

    Por otro lado, olvidamos que cualquier acción humana no produce efecto inmediato, ni para mal ni, sobre todo, para bien. Por ejemplo, el gobierno de Aznar llegó al gobierno en 1996, cabalgando cierta inercia que venía de atrás, y se fue en 2004. Zapatero llegó al poder en 2004 y lo dejó en 2011. Rajoy se extiende desde 2011 hasta la vaya usted a saber cuándo. Implementar medidas que funcionen, o no, lleva tiempo. Los efectos de esas medidas, por otro lado, también llevan tiempo.

    Si gano las elecciones el día 1 de enero, no tomo posesión hasta el 15 de marzo; luego tengo que asentarme, así que empiezo a tomar medidas allá por el 15 de mayo. Luego los efectos de algunas serán a corto plazo, pero los de otras, sobre todo en materia económica, serán a largo plazo y durarán años.

    Por tanto, para hacer estos análisis, quizás sería interesante establecer un gap temporal de, por ejemplo, un año.

    Aznar gobernó de 1996 a 2004, pero sus efectos se tendrían que medir desde 1997 hasta 2005... y así. Creo que, con toda la imprecisión que esta estrategia de medida supone, siempre es más realista que juzgar partiendo de la fecha de toma de posesión, que no implica nada a efectos prácticos.

    • Estimado Jose,

      Gracias por su comentario, asi como agradezco los comentarios de los demas anteriormente.

      Unicamente quiero aclarar dos cosas que han salido antes y usted ha vuelto a plasmar quizas con un poco mas de atino:

      - Es cierto que hay muchas politicas que se deciden centralmente y lo "ideal" seria hacer un estudio a nivel de pais, pero entonces nos perderiamos todavia mas en el discurso de la correlacion y causacion sin instrumentos y peor, SIN CONTRAFACTUAL. Mariano Rajoy se encargo de ayudarme con un ejemplo el martes en su analisis de la situacion economica del pais.
      - El paro quizas no es la variable que mas palpe cambios de ambito local, pero el numero de comercios minoristas (tiendas) y el peso economico del municipio (aqui entran el impacto de las politicas sociales del municipio) ayudan un poco.
      - Finalmente, algo que quizas no quedo claro en mi post (mea culpa), las elecciones municipales que captura el ejercicio son las de 1995, 1999, 2003, y 2007, mientras que los datos economicos vienen de los anhos 1997, 2001, 2005 y 2009. Asi pues, la variable dependiente varia cada 4 años, para dar mas tiempo a reaccionar a un cambio politico desfasado por 2 años.

      Aun asi, le repito que el proposito de la entrada del blog es unicamente indicar que los debates electorales que escuchamos analizando las contribuciones de los partidos a la situacion economica del pais NO tienen solvencia empirica.

      Gracias de nuevo por leer la entrada, y participar en el debate (a todos!),

      Ricard

      • Muchas gracias por sus aclaraciones, que me ayudan a entender mejor su análisis y sus conclusiones, con las que estoy, por lo demás, totalmente de acuerdo.

        Cordiales saludos.

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