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Las Notas de "los Notas": Efectos del consumo de marihuana en el rendimiento académico

 De Pedro Rey Biel  (@pedroreybiel)

Como saben, en los últimos años el consumo de marihuana por "razones medicinales" ha sido autorizado en al menos 23 de los estados de Estados Unidos, e incluso se ha permitido para "fines recreativos" en cuatro de ellos. En otros países como Uruguay, todos los aspectos del comercio de cannabis (cultivo, venta mayorista y minorista y consumo) son legales. Y el debate sobre qué aspectos legalizar (o no) y para qué usos, se está produciendo en múltiples países, entre ellos el nuestro. Dicho debate es uno de los más cargados de ideología. Los partidarios argumentan que el coste para el sistema judicial de una "guerra contra las drogas", quizá perdida desde el principio, es enorme y que la legalización llevaría a la desaparición de peligrosos mercados ilegales. Por contra, quienes se oponen esgrimen que la legalización aumentaría la aceptación social de su consumo y con ello el número de individuos que sufrirían sus efectos perversos sobre la salud, la educación y el mercado de trabajo. Respecto a la existencia de efectos nocivos en la salud, la evidencia médica no es excesivamente controvertida. Respecto a los efectos en el mercado de trabajo, ya hablamos de ello en esta entrada.  Por ello, hoy les quiero hablar de la relación entre el rendimiento académico de los estudiantes y el consumo de una de las drogas que éstos más usan, la marihuana.

Lo hago aprovechando la reciente publicación de un muy interesante artículo de Olivier Marie y Ulf Zölitz, en una de esas cinco revistas que Roberto Serrano nos advirtió la semana pasada que pueden causar enfermedades graves entre los economistas, la Review of Economic Studies. Me sirve además el artículo para ejemplificar la bondades de los llamados "experimentos naturales", que ayudan a establecer causalidad entre una medida exógena y sus efectos, sin que se inmiscuyan la multitud de problemas económetricos que encontramos al intentar encontrar la causa y efecto de dos variables que intuimos pueden estar relacionadas. El principal problema para identificar causalidad en la investigación precedente es que los cambios en las políticas sobre legalización de drogas dificilmente se hacen de forma exógena y suelen ser el resultado de una largo proceso de cambios sociales. Además, cuando éstos cambios ocurren, afectan por igual a toda la población, dificultando el separar los efectos del "tratamiento" (la prohibición) de los de las tendencias históricas de consumo subyacentes. Tendencias que, a su vez, han podido causar los cambios legislativos. Este problema de endogeneidad es el que logra evitar el estudio que hoy les comento.

Resulta que durante 7 meses de 2011 en la ciudad holandesa de Maastricht se prohibió de forma inesperada (ésto es clave) la entrada a las llamadas "coffee shops", los establecimientos donde legalmente se puede comprar y fumar marihuana, a los ciudadanos que no pudieran demostrar que eran holandeses, alemanes o belgas. La razón de la medida era el intentar rebajar los altercados provocados por turistas, lo cual es clave para el estudio, puesto que la medida también afectó, de manera exógena a los numerosos estudiantes extranjeros no turistas que estudian en Maastricht, y que, durante un periodo de tiempo, vieron restringidas sus posibilidades de consumir marihuana. La razón por la que no se incluyó a alemanes o belgas en la prohibición tiene que ver con el gran número de estudiantes de estas nacionalidades en Maastricht y con las negociaciones con la asociación de propietarios de los locales. La segunda clave del estudio es que los investigadores tuvieron acceso a los expedientes académicos de todos los estudiantes matriculados en la escuela de negocios y economía de Maastricht, así como a su nacionalidad, por lo que si bien no pudieron observar directamente si un estudiante consumía marihuana o no, sí saben que con el veto por nacionalidad tenían el acceso a la misma mucho más difícil. El estudio utiliza las notas de un mismo estudiante, antes, durante y después de la medida, por lo que se puede hacer un análisis individual de "diferencias en diferencias" en el rendimiento académico.

Como podrían sospechar, pero quizá no establecer de forma causal tan clara como en este artículo, el rendimiento académico de los estudiantes para los que durante la medida era imposible consumir cannabis legalmente aumentó. En concreto, de media los estudiantes "tratados" rindieron un 10.9% de una desviación estándar mejor, y tuvieron una probailidad un 5,4% mayor de aprobar sus cursos. Estos efectos fueron mayores entre las mujeres, los estudiante smás jóvenes y los que sacan habitualmente peores notas. Además, el efecto es más fuerte en aquellas asignaturas que requieren razonamientos matemáticos, lo cual es compatible con la evidencia médica sobre qué tipos de procesos mentales son los más afectados por el consumo de cannabis. Resulta también interesante que se observe evidencia (débil) de la existencia de algunas externalidades positivas, puesto que los estudiantes de clases en las que existe una proporción más alta de compañeros a los que se les prohibía el acceso a los establecimientos de marihuana, tienen una probabilidad marginal mayor de aprobar sus cursos.

Aunque algún compañero ya me ha acusado de "haberme vuelto conservador" por dar publicidad en este post a un artículo que puede interpretarse como "antilegalización", pienso que el mérito de este estudio consiste en poder establecer causalidad entre una medida (la ilegalización para una parte de la población) y UNO de sus efectos (las notas de los "notas"). Obviamente, los efectos de una medida como la propuesta pueden ser múltiples y afectar a otras variables como la tasa de criminalidad o el paro. Considero, no obstante, que aprendemos mucho más de estudiar de forma clara la relación entre una causa y un efecto que de dejarnos llevar por debates guiados por nuestra moral o por nuestras preferencias sobre a prioris no confirmados. Idealmente, nos gustaría poder hacer un ejercicio igualmente limpio que estableciera la relación entre, por ejemplo, legalización de ciertas drogas y el crimen, pero en muchas ocasiones puede ser difícil encontrar un experimento natural tan limpio que a su vez se de en un entorno en el que exista datos tan ricos y claros como las notas de los estudiantes. Así que, como subtitulaba este artículo de ayer en El País, reivindicando el papel de la investigación experimental, "como científicos debemos darnos cuenta de que la verdad, es siempre más bonita que una mentira cómoda".