Las políticas públicas se diseñan es despachos, pero luego son personas de carne y hueso las que las ejecutan. No cabe duda que el éxito de las políticas estará fuertemente ligado al conocimiento, capacidad, y cómo no, la motivación de los empleados públicos. El otro día, preparando una clase, descubrí que en España la cosa no pinta nada bien…
Este artículo (versión gratis aquí) de los investigadores Cowley y Smith de la Universidad de Bristol, analiza las respuestas de 30,000 individuos repartidos entre 51 países a preguntas de la “World Values Survey” que se realizó entre el 2005 y 2006. Solo hay 8 países donde la motivación de los trabajadores del sector público sea peor que la del sector privado, y como no, España es uno de ellos.
En una de las preguntas de la encuesta, se le pide al entrevistado que indique la característica más importante que buscaría en un trabajo si estuviese buscando. Aquellos que responden que buscarían un trabajo que le proporcione la posibilidad de “realizarse” son categorizados como motivados intrínsecamente. Y se categoriza como individuos altruistas a aquellos que, en otra pregunta, responden que es importante para ellos ayudar a personas cercanas.
En la Tabla 1 reproduzco los resultados para una submuestra de países. En España, Italia y Francia el porcentaje de individuos intrínsicamente motivados y de individuos altruistas es muy similar en el sector público y privado. Al contrario que en Holanda, Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos donde el sector público atrae individuos más motivados intrínsecamente y/o altruistas.
Tabla 1: Porcentaje de individuos con motivados intrínsecamente / altruistas según si trabajan para el sector publico o privado.
Fuente: Cowley y Smith (2014). * Diferencia estadísticamente significativa en una regresión multivariante.
La teoría predice que, en general, las personas más intrínsecamente motivadas y/o más altruistas se van a sentir más atraídas al sector público. Si el sector privado persigue el beneficio económico, muchas tareas que se realizan en el sector público tienen un objetivo “más loable” (educación, salud, etc.) que permitirán al individuo “realizarse”. Además, muchos de los beneficiarios directos de esas tareas son otras personas, por lo que el sector público debería resultar atractivo para las personas más altruistas.
Aunque la predicción de la teoría se cumple en la mayoría de los países, no se así en España, Italia y Francia. Siempre es muy difícil sacar conclusiones a través de un análisis que compare datos de distintos países, porque hay muchas cosas que son distintas entre los países, y por lo tanto es muy complicado atribuir una causa. Una hipótesis que avanzan en el artículo, y para la que encuentran cierta evidencia empírica (véase el gráfico 2), es que si la corrupción es alta, el sector público ya no se identifica tan claramente como con uno donde se persiguen “objetivos loables,” y por lo tanto deja de atraer a los intrínsecamente motivados, o a los altruistas. Y desde luego no nos sorprende que la percepción de corrupción sea alta en España (ver esta entrada de Gerard)
Claro está que hay explicaciones alternativas. Una de ellas es que la experiencia de corrupción cambia las preferencias de los trabajadores: pudiera pasar que haber experimentado la corrupción te hace menos motivados y menos altruista. Aunque ya se sabe que en economía tendemos a disciplinarnos asumiendo que las preferencias son estables…
Otra posible explicación que estaba pensando, es si el sistema de selección (por oposición) tendrá algo que ver. Si existiera una correlación negativa entre altruismo y las cualidades necesarias para aprobar una oposición, pues entonces terminaríamos con el mismo resultado (léase entradas como ésta, en la Jesús nos cuenta los problemas que pueden tener las oposiciones). Pero no conozco ninguna evidencia cuantitativa al respecto. También pudiera pasar que las condiciones de trabajo del sector público sean tan ventajosas (relativamente) que eclipsan cualquier otro aspecto, y hasta los menos motivados acaban queriendo trabajar para el sector público.
¿ Y por qué es esto importante ? Les remito a mi entrada anterior sobre la motivación y los profesores de la guardería donde iba mi hijo. En ausencia de motivación, habrá que aumentar los incentivos y la regulación… o sufrir la falta de motivación.