Debido a la evolución reciente de mis temas de investigación, llevo unos meses tratando de aprender sobre Economía de la Salud, a través de la asistencia a talleres especializados y lecturas. Es por esto que el anuncio del Nobel de este año a Angus Deaton me pilló en plena lectura de su libro de 2013, “La Gran Evasión”, que recomiendo encarecidamente a todos aquellos que estén interesados en temas de crecimiento económico, pobreza, salud, o desigualdad. En esta entrada intentaré resumir algunos de los puntos principales del libro, que por lo demás es de lectura amena para cualquiera, economista o no.
El objetivo principal del libro es hablar sobre riqueza y salud en el mundo, centrándose en la actualidad pero también documentando cómo llegamos al momento actual, y por tanto con un enfoque histórico importante. La primera parte del libro es sobre salud, y en ella se documentan los principales avances a lo largo del tiempo, y también lo que queda por hacer. La segunda parte habla sobre los estándares materiales de vida, comenzando por EEUU pero ampliando luego al resto del mundo. La tercera parte es sobre lo que Deaton piensa que se debería hacer para mejorar la situación actual.
A continuación presento a modo de lista lo que para mí son los 20 argumentos principales que se desarrollan en el libro (con mayor énfasis en el área de la salud):
1) El nivel de renta y el estado de salud son dos componentes importantes del bienestar (aunque no los únicos), y por tanto es importante estudiarlos en paralelo.
2) La “Gran Evasión” del título se refiere a cómo la humanidad ha “escapado” de la pobreza extrema y la muerte temprana desde la Revolución Industrial (hace unos 250 años), y sobre todo desde 1950.
3) Toda etapa de progreso (tanto en términos de salud como de renta) va acompañada de un aumento en la desigualdad, porque inicialmente sólo unos pocos se benefician de los avances. La desigualdad es por tanto consecuencia directa del progreso.
4) Aunque salud y renta ejercen sin duda influencia la una sobre la otra, con frecuencia a lo largo de la historia los grandes avances en una u otra dimensión fueron desencadenados por avances en el conocimiento científico.
5) Durante los últimos 300 años, el nivel de renta de la humanidad en su conjunto se ha multiplicado muchas veces, y la esperanza de vida es más del doble de la que era. La “evasión” continúa hoy en día, y está lejos de ser completa. Al mismo tiempo, el mundo es mucho más desigual hoy que hace 300 años.
6) La historia no es lineal ni el progreso inevitable. Ha habido pasos atrás y los puede volver a haber.
7) Es importante poder medir bien lo que nos interesa: el estado de salud de una población, el nivel de renta o de consumo, etc, así como entender de dónde proceden los datos y cómo se construyen las variables que usamos. La medición es esencial para poder realizar un buen diagnóstico de la situación, y por tanto para poder realizar recomendaciones de cambio.
8) Existe una correlación alta (y positiva) entre el nivel de renta medio de un país y el nivel medio de satisfacción con su vida de la población (incluso entre los países ricos), aunque por supuesto la relación no es perfecta y hay excepciones.
9) También hay una correlación alta entre el nivel de renta de un país y la esperanza de vida de su población (así como otras medidas del estado de salud). De nuevo, la asociación no es perfecta, y hay excepciones. Fijarnos en ambas dimensiones en paralelo revela que la desigualdad entre países en términos de bienestar es mayor de lo que parecería si nos fijáramos solo en salud o sólo en riqueza material.
10) Desde 1950-60, casi todos los países se han vuelto más ricos y han visto aumentar la esperanza de vida. Entre los pasos atrás en décadas recientes se cuenta la epidemia del SIDA en África.
Salud
11) No hay evidencia de grandes mejoras en la esperanza de vida durante cientos (seguramente miles) de años. La cosa empieza a mejorar para las élites a partir de 1750, y para la población en general de los países ricos, desde 1850.
12) La esperanza de vida aumentó enormemente en el siglo XX. En 1910, una niña nacida en EEUU tenía una esperanza de vida de 54 años. Hoy, la esperanza de vida al nacer de una mujer en EEUU es de más de 80. Sin embargo, existen grandes diferencias entre países, y hay algunos que en la actualidad apenas superan una esperanza de vida de 40 años.
13) Los aumentos en la esperanza de vida fueron mayores en la primera mitad del siglo XX que en la segunda. Esto se debe a que salvar vidas de niños afecta más a la esperanza de vida al nacer que salvar vidas de adultos, que es la dimensión en la que se ha avanzado más en las últimas décadas.
14) Las mejoras en la esperanza de vida no parecen deberse sólo a los mayores niveles de renta. Las mejoras en el conocimiento científico y médico seguramente han jugado un papel importante. Las mejoras en la salud infantil de finales del siglo XIX y principios del XX seguramente estuvieron relacionadas con mejoras en la nutrición, pero también con mejoras en el control directo de enfermedades, a través de mejoras en la salud pública (alcantarillado, calidad del agua, vacunación, etc). Jugó también un importante papel el descubrimiento y la aceptación de la teoría de los gérmenes como causantes de enfermedades.
15) La “transición epidemiológica” marca la diferencia entre los países (o periodos de tiempo) donde las enfermedades infecciosas siguen siendo causas importantes de mortalidad, y la mortalidad infantil es alta, y aquellos otros países donde la mortalidad infantil es muy baja y la mayoría de la gente muere a edades elevadas de enfermedades crónicas, sobre todo cardiovasculares o cáncer.
16) La mayoría de países no había superado esta transición en 1945. Los países más pobres mejoraron su esperanza de vida a partir de 1950, reduciendo la desigualdad entre países. Pero sigue habiendo países con tasas de mortalidad infantil muy elevadas (por causas fácilmente evitables), sobre todo en Africa y algo menos en el Sur de Asia.
Riqueza
17) La desigualdad entre países en nivel de renta medio apenas ha cambiado desde 1960. China e India, los dos países más poblados del mundo, han crecido mucho en este periodo. Como consecuencia, la pobreza global sí se ha reducido de manera importante, sobre todo desde 1980.
18) A pesar de la reducción en la pobreza global desde 1980, sigue habiendo 1.000 millones de personas que viven en la pobreza extrema.
Qué hacer
19) Los habitantes de los países ricos tenemos la obligación moral de ayudar a reducir la pobreza y la enfermedad en el mundo.
20) En opinión de Deaton, la ayuda internacional al desarrollo no es efectiva, y puede que sea incluso perjudicial (ver aquí). Una de las razones es que la ayuda internacional puede dificultar la mejora de la calidad de los gobiernos, que es lo que de verdad podría ayudar a los países más pobres a mejorar su situación.
Espero haberles abierto el apetito, el libro es mucho más ameno que mi lista.