El pasado lunes 27 y martes 28 de mayo se celebró una nueva edición del COSME gender economics workshop, !y ya van 16 ediciones!
Gracias a la visión de gente brillante y avanzada a su tiempo (como Laura Hospido), el workshop de COSME es un elemento extremadamente consolidado en el panorama de investigación económica en cuestiones de género. Creo que no es exagerado decir que todo el mundo que trabaja en estos temas conoce el workshop y que muchas personas juniors (estudiantes de doctorado y postdocs) están dispuestas a desplazarse para asistir al evento como oyentes. Quiero destacar que sería imposible poder hacer este workshop año tras año sin la confianza incondicional y reiterada de la Fundación Ramon Areces.
En el evento de este año contamos con la presencia de 9 ponentes y sus correspondientes 9 discussants, más 2 ponentes invitadas dentro del programa académico y una ponente invitada dentro del programa abierto al público en general. Las dos ponentes del programa académico fueron Núria Rodríguez-Planas, de Queens College – CUNY, y Christina Felfe, de la Universidad de Konstanz. La ponente del programa abierto al público este año era Ana María Tribín, senior economist en el Banco Mundial – DECWBL.
Todas las presentaciones fueron muy buenas y aprendimos mucho sobre varios aspectos relacionados con la economía del género, desde el impacto de tener acceso a internet en la representación política de las mujeres en África subsahariana, pasando por los efectos de informar a las mujeres sobre el impacto económico futuro de sus decisiones actuales de mercado laboral, hasta los efectos de las marchas de las sufragistas americanas en los roles de género. Para poder tener una muestra de algunas de estas fantásticas presentaciones, estoy intentando convencer a algunas de las ponentes para que escriban una entrada en Nada es Gratis sobre su trabajo. Mientras tanto, podéis consultar el programa aquí y yo voy a hacer un pequeño resumen (muy pequeño) sobre las tres ponencias invitadas.
Núria presentó un artículo interesante y muy completo sobre “gender norms and the motherhood employment gap” con Simone Moriconi, en el que utilizan datos del European Social Survey para explorar la relación entre las normas de género y las brechas en el mercado laboral de las mujeres que son madres. El estudio incluye 186 regiones europeas, de 29 países, para el período de tiempo del 2002 al 2016. Para intentar aislar el efecto de las normas de género de otros elementos que puedan influir en la participación laboral de las mujeres emplean un índice que mide el grado de liberalización en la tecnología que permite controlar la fecundidad a las mujeres (píldora reproductiva y aborto) de la generación anterior (las abuelas). Sus resultados muestran una relación positiva entre las normas de género de la generación de las abuelas y la probabilidad de que las madres con niños pequeños estén trabajando (comparado con mujeres de la misma cohorte sin hijos).
Después de Núria, le tocó el turno a Ana María Tribin, que nos presentó el proyecto “mujeres trabajo y leyes; Eliminando barreras para la igualdad de género”. En este interesante trabajo, el grupo de género del Banco Mundial recoge información sobre el marco legal (leyes y regulaciones), el marco de apoyo (instrumentos de política pública y acceso a la justicia) y las opiniones de expertos (opiniones recopiladas mediante encuestas a expertos en derechos de las mujeres). Es imposible para mi resumir todos los ámbitos que se miden y que se explican en el informe de 2024, pero solo voy a destacar una conclusión general y algunas de más específicas para el caso español. A nivel mundial, a través de la recopilación de los marcos legales y las opiniones de expertos de 164 países, se observa que las mujeres de todo el mundo tienen sólo dos tercios de los derechos legales de los hombres.
En el caso español, en el índice del marco legal sobre la igualdad de género, en 2024 España recibe una puntuación de 90 sobre 100, muy por encima de la puntuación recibida en la media de los países de la OCDE, de 84.9, y la global, de 64.2 puntos. En cuanto al marco de apoyo, España se sitúa en 82.5 puntos, en comparación con los 68.1 de la OCDE y los 39.5 a nivel global. Finalmente, el único elemento en el que la puntuación española queda por debajo de la media de la OCDE es en las opiniones de los expertos sobre el nivel de igualdad real entre hombres y mujeres, donde España obtiene un 81.3, la OCDE un 82.9, y a nivel global la cifra es de 65.7 puntos. Este informe es increíblemente completo y me permito animar a todos los interesados en los temas de género a consultarlo.
Finalmente, Christina Felfe nos presentó un trabajo sobre el que está trabajando junto con algunos de sus coautores, en el que intentan medir la influencia de los progenitores a la hora de definir las aspiraciones ocupacionales de sus hijos/hijas. Yo creo que esto es algo que todos los que somos mares/padres hemos pensado en algún momento. La manera de medir estos efectos es super interesante. Van a varias escuelas de Alemania y, de manera aleatoria, a una parte de los estudiantes les preguntan sobre sus aspiraciones profesionales del futuro, explicitando que esta información no se va a compartir con sus progenitores. En cambio, a la otra parte de estudiantes les hacen exactamente las mismas preguntas, pero dejando claro que la información sí que se va a compartir con sus progenitores. Así, los autores simplemente comparan si las aspiraciones que los estudiantes niños/niñas exponen cambian en función de si la información se va a compartir o no con sus progenitores. Y, claro, estas diferencias no son iguales para niños y niñas. Mientras que los niños aumentan las respuestas sobre sus aspiraciones de ocupaciones en áreas STEM cuando las respuestas (supuestamente) se comparten con sus progenitores, las niñas reducen sus respuestas sobre sus aspiraciones en ocupaciones STEM.
Un año más, COSME ha sido un lugar de encuentro entre nuevas y menos nuevas generaciones trabajando en temas de economía de género. Algunas de nosotras llevamos años y años participando en COSME y la consideramos como una de nuestras joyas más valiosas dentro de nuestra profesión. Muchas gracias a las personas que impulsaron esta iniciativa hace 16 años y a las que la han perpetuado durante todo este tiempo. ¡¡Larga vida a COSME!!