El efecto del descuento de 20 céntimos sobre los precios de gasolinas y diésel en España

Por Juan Luis Jiménez, Jordi Perdiguero y José Manuel Cazorla-Artiles

 

En los últimos meses, y sobre todo tras la invasión de Ucrania, los precios de los hidrocarburos en España (y en buena parte de Europa) han ido en aumento (véase aquí). Y este incremento tiene un efecto directo negativo para cualquier economía: la inflación.

En este contexto, varios países europeos han implementado medidas de intervención en estos mercados con el fin (aparente e intencionado) de reducir los precios finales pagados por los consumidores, entre las que se encuentran la fijación de precios máximos (Eslovenia, por ejemplo), reducciones impositivas (Irlanda o Bélgica, por ejemplo) o incluso subsidios, como es el caso de España.

El 28 de marzo de 2022, el Gobierno anunció que a partir de 01 de abril entraría en vigor una medida temporal (hasta el 30 de junio del presente) consistente en la reducción de 20 céntimos en el precio final de los hidrocarburos en las estaciones de servicio.

Pero la medida traía un matiz importante: las estaciones pertenecientes a empresas con capacidad de refino en España (Repsol, Cepsa y BP), que además son las de mayor presencia en el país, deberían descontar 5 céntimos mientras el Estado aportaría los otros 15. Para las otras estaciones, el descuento sería íntegramente cubierto por fondos públicos (20 céntimos).

En un trabajo en evaluación (disponible en breve, bajo petición a los autores), analizamos los efectos que estas medidas han tenido sobre los precios del diésel y la gasolina 95 en Europa. Y, entre ellos, los cambios en España. Veamos este caso concreto.

Datos y estrategia empírica

Para ello contamos con un panel de datos de precios medios semanales de la gasolina 95 y diésel, tanto antes como después de impuestos, desde la primera semana de enero de 2022 hasta la segunda semana de Mayo de 2022 (19 semanas, fuente Comisión Europea en el Weekly Oil Bulletin); además de la cotización semanal media del barril de crudo tipo Brent, expresado en euros (tras aplicar tipo de cambio).

Para evaluar los efectos causales de una política se necesita disponer no solo de información acerca de cómo se ha comportado la variable de interés (en este caso, los precios) en el grupo afectado por la política (España), sino también en otro grupo que no estuviera afectado por la política, lo que  se conoce como el “grupo de control”.

Por suerte para el análisis, varios países europeos no implementaron política alguna en el periodo estudiado (Austria, Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Suecia), conformando los precios medios de los hidrocarburos en estos el grupo de control.

En definitiva, se trataría de observar cómo se comportan los precios en España tras la política respecto de aquellos países que no aplicaron política alguna. Esto nos definiría una situación contrafactual: ¿qué precios hubiera tenido España si la política no se hubiera aplicado?

Los resultados

La ecuación estimada es la usual en los modelos de diferencias-en-diferencias:

Donde Pit es el precio del hidrocarburo (gasolina o diésel) en el país i en la semana t; DiD es la variable de interés (la interacción entre las binarias “Tratado” y “Después”), y que nos mostraría cuánto varían los precios en España respecto al comportamiento medio de los países que no tuvieron política alguna (grupo de control) tras la política. Los resultados de las estimaciones se muestran en la tabla siguiente.

Tabla 1: Estimaciones modelo Difference-in-difference

Los resultados son claros: los precios medios en España aumentaron tras la política en, aproximadamente y en media, 5 céntimos. Concretamente la gasolina 95 incrementó 2,7 céntimos de euros antes de impuestos y 3,7 después de impuestos; y el diésel aún más, llegando a 4,1 y 6 céntimos de euro antes y después de impuestos, respectivamente.

Como cuestión técnica, resaltar que el análisis de regresión de tendencias paralelas previas a la política entre el grupo de control y España muestra que ambas se comportaron de manera similar. Eso quiere decir que España y los países del grupo de control tenían un comportamiento similar antes de la aplicación de la política y, por lo tanto, son comparables y los resultados son válidos.

Conclusiones

Varias son las lecciones que se pueden extraer de estos resultados. En primer lugar muestran cómo en un mercado con severos problemas de competencia en todas los eslabones de la cadena productiva (véase entradas al respecto aquí o aquí), y una demanda inelástica, el establecimiento de un subsidio permite que los productores se apropien de una parte de este (la traslación a precios depende de la competencia, como se evalúo aquí).

Y en segundo lugar, la inefectividad de la medida: una parte de la subvención no se refleja en menores precios para los consumidores, que deberían pagar 20 céntimos menos, y no 15 como realmente está pasando. Además, con el agravante doble del coste que tiene para el sector público y el medioambiental, al estar financiando e incentivando la generación de emisiones contaminantes.

Hay 2 comentarios
  • Reveladora entrada.

    Los precios son señales. Los jueces del libre-cambio. Mucho se habla desde el ala liberal de dejar caer empresas porque es la forma natural que tiene el mercado de expulsar a aquellos negocios ineficientes y de premiar a aquellos que sí demuestran su eficiencia y utilidad.

    Entiendo que las medidas correctoras, son un reconocimiento claro de una situación anómala o excepcional, que condiciona el mercado, cuando este se aleja de su fórmula ideal o perfecta.

    Habiendo señales, precios o semáforos. La solución contra los señores del oligopolio, que accionan las manecillas del semáforo a su antojo, no pasa por incentivar a que lo hagan con menor frecuencia, sino a limitar su capacidad de hacerlo.

    Como demuestra este estudio, contra la picaresca, la medida de los veinte céntimos no sólo resulta ineficaz sino irrisoria. Como he sostenido por estos lares, en alguna ocasión, una posible solución sería empoderar al consumidor, en clubs o trust de compras, que equilibren o articulen una amenaza real, contra el oligopolio, tanto en esta, como en otros escenarios económicos.

    Un saludo cordial.

  • Gracias por aportar evidencia clara de lo que ya sospechábamos. Añadiría una tercera conclusión: urge que el gobierno elimine la subvención generalizada tal como está diseñada y la sustituya por otra medida (o ninguna):

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