Hace 200 años los disturbios luditas en Inglaterra marcaban una de las mayores rebeliones contra el progreso tecnológico. El motivo: la mecanización del textil amenazaba con dejar (y dejó) sin empleo a miles de trabajadores. El mismo temor existe hoy ante la creciente incorporación de robots en el mercado laboral. Pero el rechazo a la automatización del trabajo está típicamente basado en una idea errónea: que en una economía hay un número finito de tareas por realizar, de modo que si automatizamos una parte de estas tareas los trabajadores desplazados no tienen nada más que hacer.
La semana que viene voy a impartir una serie de clases en el CaixaForum de Madrid en el marco de la Cátedra "La Caixa" Economía y Sociedad. En las clases hablaré de los efectos del cambio tecnológico en el empleo y en la desigualdad, y en particular discutiremos en qué medida están fundados los temores sobre una IV Revolución Industrial. Los lectores de NeG estáis todos invitados. En esta entrada os dejo con la discusión sobre la falacia descrita en el párrafo inicial.
150 años de progresos tecnológico
Si la teoría del trabajo finito fuera cierta, después de 150 años de progreso tecnológico acelerado tendríamos que esperar que hubiera hoy poca gente trabajando. Sin embargo, como vemos en las dos figuras de abajo, las tasas de empleo (fracción de gente trabajando) no han descendido lo más mínimo ni en el Reino Unido ni en España.
El motivo de que las tasas de empleo no hayan caído secularmente es que la falacia del trabajo finito ignora cómo el cambio tecnológico genera nuevos empleos.
En primer lugar, la sustitución de trabajadores por máquinas requiere la construcción y programación de dichas máquinas, su mantenimiento, y distribución, y también la construcción de redes de energía o datos que las alimenten. Es decir: el progreso tecnológico genera nuevas industrias. Pocos de nuestros abuelos podrían haber imaginado que habría hoy gente ganándose la vida como community manager o especialista en ciberseguridad.
En segundo lugar, y más importante, no todas las ocupaciones se ven igualmente afectadas por el progresos técnico. Mientras que el número de trabajadores necesarios para producir un coche o una quilo de soja ha ido cayendo de forma imparable durante el siglo XX, el número de trabajadores necesarios para cuidar un bebé, tirar una caña, o tocar un concierto de rock ha permanecido más o menos invariable. Esto implica que el coste relativo del primer grupo de bienes cae relativamente respecto al segundo, o visto al revés, aumenta el valor de las actividades donde los seres humanos tienen su ventaja comparativa. Esta idea, que se debe a Baumol, es muy importante. Como los consumidores perciben que los coches y las cervezas son malos sustitutos (no quieren aumentar mucho el consumo de los primeros a expensas de las segundas), la bajada de precio de los coches se gasta en parte en aumentar el consumo de coches pero también en parte en salir a cenar más a menudo. Este efecto genera que se destruyan trabajos en automoción (un pequeño aumento de demanda de los hogares no compensa la sustitución de trabajadores por máquinas) y se creen en restauración (donde hay aumento de demanda sin mejora tecnológica). Dicho de otro modo: como la tecnología nos ayuda a producir unos bienes que nos gustan, la economía reasigna trabajadores hacia aquellos bienes que también nos gustan pero en los que la tecnología no nos regala nada.
Como el progreso tecnológico ha sido más rápido en la agricultura que en la industria, y más rápido en ésta que en los servicios, este argumento es consistente con los hechos estilizados de Kuznets-Maddison. A saber: a medida que una economía se desarrolla el empleo se desplaza primero de la agricultura a la industria y los servicios, y después de la industria a los servicios. Este patrón de reasignación del empleo lo vemos de forma clara en las dos Figuras siguientes para el Reino Unido y España (el argumento formal se puede seguir en este artículo, aunque existen también otras explicaciones para este patrón empírico,ver aquí y aquí).
Las últimas cuatro décadas
Acabamos de ver que el trabajo que se destruye en un sector se crea en otro. Coincidiendo con la entrada de los ordenadores al mundo laboral, disponemos de mejores datos para analizar qué tipo de trabajos se han destruido y que tipo de trabajos se han creado. Lo que ha sucedido desde los 80's es un fenómeno conocido como polarización del empleo (véase aqui y aqui), muy bien descrito en este post de Samuel.
Básicamente, lo que ha sucedido es que ha retrocedido el empleo en las ocupaciones basadas en tareas repetitivas y codificables, que es lo que los ordenadores hacen mejor que los humanos. Estas ocupaciones incluyen, por ejemplo, contables o empleados en cadenas de montaje.
En cambio, se ha creado empleo en (a) ocupaciones basadas en tareas manuales (entendidas como aquellas que requieren interacciones personales, adaptabilidad o reconocimiento visual) como cuidado de personas o preparación y servicio de comida, y (b) ocupaciones basadas en tareas abstractas (entendidas como aquellas que requieren resolución de problemas, intuición o capacidad de persuasión) como directivos o doctores. Las tareas manuales y abstractas requieren habilidades en las que los ordenadores han sido, hasta ahora, muy poco útiles. Pero esto podría cambiar rápido con el aprendizaje automático, que permite a los ordenadores aprender a hacer tareas por inferencia estadística basándose en millones de ejemplos en lugar de requerir un algoritmo previamente diseñado (ver esta entrada de Jesús para saber más de aprendizaje automático)
Comentarios finales
Naturalmente, reconocer la falacia en el argumento de los trabajos finitos no significa despreocuparse de las consecuencias sociales de la rápida automatización del trabajo. De hecho, hay motivos para preocuparse por las consecuencias del progreso tecnológico. Primero, a corto-medio plazo los trabajadores desempleados pueden tener problemas en encontrar nuevas ocupaciones si las cualificaciones necesarias en los nuevos empleos son muy distintas a las suyas (o si el mercado laboral funciona de forma poco eficiente). Y segundo, como sugiere la experiencia de las últimas cuatro décadas, las consecuencias del progreso tecnológico sobre la desigualdad de rentas laborales son potencialmente importantes.
El que quiera saber más sobre estos temas pude venir a clase.
Hay 51 comentarios
Yo soy un cuñado y en principio la tesis del post me parece totalmente contrastada. Sin embargo hay un factor que si me preocupa. Un pequeño Ludita que me susurra a mi oído que si bien hasta ahora no había problema porque la construcción de nuevas maquinas "requiere la construcción y programación de dichas máquinas, su mantenimiento, y distribución, y también la construcción de redes de energía o datos que las alimenten" se ignora que hoy en día estamos ante un progreso que hace que haya ordenadores aprendiendo a programar ordenadores. Por lo que he leído, estamos ante un momento en el que podría llegar a automatizarse buena parte del trabajo de "producción de maquinas", incluso sus aspectos altamente cualificados de diseño.
Lo único que parece a salvo son tareas como la cocina u otras tareas de mucho contacto humano como la educación, dependencia... yo veo un riesgo de que no podamos solucionar el problema de distribución y desigualdad que esto puede ocasionar.
Hola jetkom, efectivamente la capacidad de las máquinas de hacer más y más tareas hasta ahora reservadas a humanos es sorprendente y quizás preocupante. Pero creo que aun estamos bastante lejos del escenario Terminator o 2001, de modo que siguen habiendo suficientes necesidades humanas que satisfacer cuya producción depende de personas. La evolución de la desigualdad en EEUU durante las últimas décadas es catastrófica, y ya empieza a ser hora que nos preocupemos de ello.
El problema viene si llega el momento en que las personas ya no seamos mejores en nada o casi nada.
Por cierto, ya hay quien está trabajando en un robot doméstico cocinero:
http://www.moley.com/
Aunque la tecnología está mas lejos de lo que nos quieren hacer creer los de esta compañía para lograrlo.
Hola Alnair, gracias por el link: espectacular. El éxito de la thermomix demuestra que el trabajo de pinche es claramente rutinizable, y no me sorprendería que en un futuro cercano las franquicias de hamburguesas baratas se automatizaran aun más. Pero cocinero-cocinero es más complicado: no solo el cocinero-creativo a la Adrià, sino también el cocinero-concienzudo que ajusta las recetas (tiempos de cocción, cantidades relativas) a la calidad de los ingredientes disponibles.
Ya existen restaurantes especializados en un producto cuyos cocineros son robots:
https://www.youtube.com/watch?v=UKSiUK45iQU
La cosa es que de momento no tenemos idea de cual pueden ser las nuevas ocupaciones que tendrán los humanos, ya que antes se pasó del campo a las fábricas y de las fábricas a los servicios, y ahora parece que muchísimos servicios están siendo amenazados por la robotización. Y de momento no parece que tengamos claras cuales serán nuestras nuevas alternativas, aunque imagino que ya las hay o las habrá.
Puestos a especular, podemos imaginarnos un mundo en el que los robots hagan (casi) todo el trabajo y los humanos dispongamos (casi) de 24 horas de ocio al día. ¿Entrañaría esto alguna contradicción desde el punto de vista económico?
Ninguna, siempre es una buena noticia que otros trabajen por ti. El problema es como se distribuyen las rentas de la producción. Ahora lo hacemos mediante los salarios, si nadie trabaja habría que inventar otros mecanismos. Habría que pensar en intervenciones públicas para evitar una división social entre capitalistas y lumpen, pero no creo que eso sea un problema irresoluble.
''El problema es como se distribuyen las rentas de la producción''
Distribución de rentas de producción robóticas que vendría dada SOLO por la Distribución de la propiedad de esos mismos robots. Ahy¡¡, la propiedad ese viejo asunto: Platon (La Republica), Tomás Moro (Utopia), ¿K. Marx (El Manifiesto..)?...
Saludos
En Estados Unidos la evolución de la tasa de empleo desde 1950 es parecida a la de España. Sin embargo, si miramos los datos desagregados por sexo, se aprecia que la tasa de empleo masculina ha decrecido de forma ininterrumpida a lo largo del tiempo (aunque todavía sigue siendo más alta que la femenina). Desconozco si sucede lo mismo en otros países.
https://fred.stlouisfed.org/series/CIVPART (total)
https://fred.stlouisfed.org/series/LNS11300002 (mujeres)
https://fred.stlouisfed.org/series/LNS11300001 (hombres)
Hola Ernest, gracias por los enlaces. Así es, la participación masculina ha estado cayendo de forma secular en los EEUU, y especialmente para los hombres menos educados. Un argumento es que los empleos disponibles en la cola de la distribución son tan malos (esta tan mal pagados) que los hombres sin estudios de secundaria se salen del mercado laboral (ver aquí). Pero esto no invalida el argumento principal: la tasa de empleo agregada (juntando hombres y mujeres) no ha descendido (al menos hasta la Big Recession), de modo que en neto no se han destruido empleos.
Gracias por el post, aunque desde mi punto de vista requeriría muchas matizaciones.
Yo no soy partidario de la teoría de la cantidad de trabajo finita, e indudablemente la automatización y robotización destruirá un tipo de trabajos y creará otros. Pero a efectos de creación o destrucción de empleo se debe valorar el resultado neto, y en este sentido, la evolución del empleo en las primeras revoluciones industriales no tiene necesariamente porque repetirse ahora, incluso a pesar del desplazamiento del factor trabajo a los sectores de mayor demanda.
De hecho, el desarrollo tecnológico se produce actualmente a gran velocidad, de tal forma que el desempleo tecnológico es mayor debido a la mayor dificultad de adaptación a los nuevos requerimientos de los empleos.
El mantenimiento de las tasas de empleo no creo que sea una variable adecuada, ya que aunque el empleo se mantiene, el número de horas trabajadas se reduce, lo cual, tampoco es malo si se mantienen los ingresos y calidad de vida.
En cualquier caso no se debe entender los procesos de robotización y automatización como negativos, ya que incrementan la productividad . Sin embargo deducir que las actividades en el sector servicios no se han reducido no me vale, ya que si bien es cierto ¿hasta cuándo? Hasta que nuevos robots hagan lo mismo. Y el desarrollo de la inteligencia artificial también reducirá el empleo en las tareas creativas.
Creo que aunque el empleo pueda seguir la tendencia explicada en el post, no creo que se
CONTINUACION: pueda afirmar de forma tan rotunda que la evolución del empleo será así, el futuro es una incógnita, y la reducción del empleo, o más bien de la jornada laboral, puede ser una buena noticia. El problema será político y de redistribución de la riqueza, y con los políticos que tenemos el futuro no augura nada bueno. Muchas gracias por el post.
Excelente post! Es muy llamativo el observar que la tasa de empleo se ha mantenido casi constante en los últimos 150 años tanto en UK como en España, aunque con cambios muy bruscos en nuestro caso en los últimos 30 años, pero al final volvemos a tasas de empleo muy por debajo de las británicas. ¿Estamos condenados para siempre a bajas tasas de empleo? También es impresionante (y decepcionante) el ver que las proporciones de empleos en agricultura, industria y servicios en España empezaron a ser similares a las británicas con 150 años de retraso!!!
Una visión más optimista es ésta: dado el país que era España en los años 40s-50s, no está mal hasta donde hemos llegado 😉
A tener una deuda difícilmente asumible; una seguridad social insostenible;un sistema educativo vergonzante y unas pensiones sin futuro?
La deuda pública es asumible, las pensiones son un gran problema, y con la educación hasta te habrás quedado corto. Podemos añadir los problemas de productividad, de capitalismo clientelar, mercado laboral disfuncional, y sistema impositivo que no recauda. Hay mucho por hacer. Pero lo que había en España en los años 40 y primeros 50 era hambre. Entre el 1958 y el 2014 hemos crecido a más del 3% de media anual y a día de hoy gozamos de un nivel de vida con mucho ocio, larga esperanza de vida, y un nivel de confort material inimaginable para nuestros abuelos. A esto me refería.
Eso de que la deuda es asumible es discutible:Si a la deuda computable le sumamos la no computable,la deuda de las sociedades semi-públicas y parapúblicas no computada,que aflore deuda no declarada-sólo tiene que observar lo que aumentó la deuda en Castilla-la Mancha con el cambio PSOE-PP para ver lo que se oculta bajo las alfombras-la futura deuda derivada de los esquemas de protección de activos, de la sareb, de una sanidad en gasto creciente, un sistema pensiones deficitario,auxiliado por el estado,y los años en los que vamos a seguir endeudándonos hasta que alcancemos un equilibrio,si lo logramos.Ah!Y unas previsiones de los PGE de coña que dicen que va a aumentar la recaudación desproporcionadamente en comparación con el crecimiento previsto.Sólo hace falta un par de factores:vg que suba un tanto el petróleo y que aumente el coste de la deuda por disminución del soporte que nos da el BCE,que no puede ser indefinido,para que España reviente por todas las costuras.Ah!Y claro que creció España despúes del cincuenta, un país de posguerra que abandona la autarquía no podía sino crecer, pero eso es como sacar pecho por que crece el empleo más que en ningún otro país sin considerar que éste había caído tanto después de la burbuja que no podía sino subir a poco que algo mejorase.Eso sí, si nos comparamos con los niveles de empleo de otros países europeos o con su productividad,la perspectiva ya no es tan halagüeña.Aunque a lo mejor sólo es que me he levantado con el pie cambiado
Sr. Pijoan:
Tiene usted razón con respecto al crecimiento de España pero creo que se equivoca con respecto a la deuda creo que, desgraciadamente, estamos asistiendo a una pauperización de España y la deuda es una espada de Damocles peligrosa. Me reafirmo en lo dicho y en alguna perla más Como esta:
http://www.vozpopuli.com/desde_la_heterodoxia/Dijssembloem-Gobierno-Comision-aclarar-PIB_7_1019967996.html
Pregunta ¿No son los datos de las tasas de empleo un poco bajas? Por lo que tenía entendido, en España, en la última década la tasa ha sido superior al 55%, llegando incluso en la burbuja a superar el 65%. En el gráfico indicado no supera el 50% ni el dato ni la tendencia. Es posible que este manejando un dato diferente y que esté equivocado, pero me ha llamado la atención. Por lo demás el artículo es magnífico y argumenta muy bien contra los profetas del apocalipsis.
Datos Eurostat: http://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/File:Employment_rate,_age_group_15%E2%80%9364,_2004%E2%80%9314_(%25)_YB16.png
Hola Jorge, quería responder esto ya a raíz del comentario anterior. Así que procedo aquí. Esto son series históricas construidas para ser comparables o largo de muchos años, de modo que las definiciones no tienen por qué coincidir con las tasas de empleo que manejamos de la EPA. Según la web de Leandro Prados, La serie Española de empleo es ésta: "El número de trabajadores a tiempo completo (ETC) se obtiene dividiendo el número total de horas trabajadas al año por las horas trabajadas por un empleado a tiempo completo en ese mismo año", en cambio para la serie del RU son personas trabajando. Esto significa que los niveles de la tasa de empleo entre España y RU no son directamente comparables. En ambos casos el denominador para construir la tasa de empleo es población total (no población en edad de trabajar). Esto explicaría que las tasas de empleo sean menores que las que mandas tu.
Muchísimas gracias por tu aclaración 🙂
Echo a faltar una comparación a población constante. Los aumentos de población crean aumento de necesidades a cubrir y de empleos que cubran eso.
En mi opinión no se trata el problema correctamente. El trabajo no es un bien en si mismo, sino un medio para producir. Que disminuyera el trabajo incrementándose a la vez la producción debería ser una buena noticia, siempre que consigamos que esta producción llegue a la población. Si partimos de la hipótesis de una disminución del trabajo esto significa incrementar los impuestos al capital.... justo lo contrario de lo que llevamos haciendo las últimas décadas.
Quizás podemos encontrar trabajo para unos cuantos economistas estudiando como evitar que el capital se libre de pagar impuestos..... al final será verdad eso de que la automatización crea nuevos puestos de trabajo 😉
El problema de la afirmación "Que disminuyera el trabajo incrementándose a la vez la producción debería ser una buena noticia, siempre que consigamos que esta producción llegue a la población", es que la producción no llegaría a quienes no trabajan.
Pero por lo demás de acuerdo, en especial con obligar a pagar más impuestos a las rentas del capital. Siendo ambos, trabajo y capital, los factores de producción clásicos, nose entiende la discriminación.
Así que "la falacia del trabajo finito ignora cómo el cambio tecnológico genera nuevos empleos", pero " lo que ha sucedido es que ha retrocedido el empleo en las ocupaciones basadas en tareas repetitivas y codificables, que es lo que los ordenadores hacen mejor que los humanos", por lo que "se ha creado empleo en (a) ocupaciones basadas en tareas manuales como cuidado de personas o preparación y servicio de comida, y (b) ocupaciones basadas en tareas abstractas como directivos o doctores. "
En pocas palabras, a medida que se introduce tecnología, los empleos tienden a uno de los dos extremos, o serviles (manuales) o aristocráticos (en el sentido etimológico)
Vamos, que la tecnología nos lleva de vuelta al medievo...
Siento decirle que no está valorando los datos como debe.
Es cierto que hay parecidos puestos de trabajo. Pero no el mismo de horas de trabajadas y no se pueden bajar mucho más para llevar una labor completa
Desde la revolución industrial el empleo se ha reducido más de la mitad, los trabajadores ingleses han pasado de trabajar 62 horas a la semana a 30 horas ( sin contar el alargamiento de las vacaciones) y no es viable tener jornadas de 3 horas diarias en los puestos de trabajo para reducirla más.
Aquí tiene los datos https://es.wikipedia.org/wiki/Jornada_de_ocho_horas#Evoluci.C3.B3n_hist.C3.B3rica_de_la_reducci.C3.B3n_de_la_jornada_de_trabajo
Gracias por el enlace con los datos de horas, hydra. Efectivamente, a diferencia del número de trabajadores por persona, las horas trabajadas por trabajador han descendido secularmente. El consenso sobre este fenómeno es el siguiente: a medida que las sociedades se enriquecen las personas escogen consumir más tiempo de ocio (técnicamente, el efecto renta del aumento de los salarios es mayor que el efecto sustitución. Ver por ejemplo este reciente artículo de Timo Boppart y Per Krusell). Una visión alternativa es la que tu propones: cada vez hay menos empleo y en lugar de bajar la tasa de empleo lo que está pasando es que estamos repartiendo este empleo entre las mismas personas, de manera que se reducen las horas por persona. De todos modos, a mi me parece que si le preguntas a un trabajador inglés si querría trabajar 60 horas a la semana, no tener vacaciones, ni días de baja por enfermedad, ni subsidio de desempleo yo creo que te diría que no.
La reflexión es curiosa porque si fuera el Estado (muy probablemente el francés) el que decretase la bajada de la jornada laboral de las 60 a las 30 horas la medida sería objeto de celebración y demostraría el avance de la sociedad en su conjunto y de los derechos de los trabajadores en particular.
Si ese mismo descenso ocurre por qué asi lo deciden los agentes de manera voluntaria, entonces, es sin duda un desarrollo sospechoso que nos conduce, sin remedio, a la distopia incomprensible de un mundo donde una sola persona "poseé" todas las máquinas y consume el solo (gordo pero feliz) todo lo que todas sus máquinas producen
Me parece que el artículo es claro con respecto a que la redistribución del trabajo con el tiempo compensa los puestos que se puedan perder con la tecnología.
Hay, sin embargo, un aspecto que, a mi entender, se toca poco en el artículo. Las diferencias en la distribución de la renta y cómo se puede traducir en la vida de las personas de los distintos países. Para ser justos, el autor comenta que se expandirá sobre el tema en la conferencia.
Entiendo que las diferencias en las rentas dentro de un mismo país se puede compensar parcialmente con el tiempo puesto que hay una serie de instituciones que se encargarán de ello.
Sin embargo, las diferencias entre diferentes países (o diferentes regiones económicas) resulta más complicado de gestionar. En los gráficos incluídos en el ertículo comparando la proporción de trabajadores por sectores se puede ver que España alcanzó los niveles de partida en Reino Unido unos cien años después. Mi pregunta sería, ¿cuál sería la comparación en estos momentos entre países occidentales (digamos OCDE) y países en desarrollo como los BRICs?
No es una pregunta retórica. Imagino que alguién habrá hecho un análisis.
Dados los cambios en la economía mundial después de la caída del muro de Berlin, los vaivenes del comercio exterior (sobre todo de servicios) y la distribución de la población y capital en los distintos países podrían hacerse proyecciones interesantes.
Uno de los resultados empíricos más robustos en la literatura de crecimiento es que la proporción de trabajadores en cada uno de los tres sectores mencionados está muy estrechamente relacionada con el PIB per capita (en PPP) de un país (mira el gráfico 6.1 en este artículo). Es decir, as así de sencillo: los países con más PIBpc (OECD) tienen mucho empleo en servicios, muy poco en industria y casi nada en agricultura. Los países en desarrollo, pues depende del punto en el desarrollo en que estén. No hay mucho hecho sobre el efecto del comercio internacional sobre este patrón del empleo. Creo que el motivo es el siguiente: empíricamente este patrón de empleo depende del nivel de renta del país y no del año de observación. Dado que la importancia del comercio internacional ha variado bastante a lo largo del tiempo, esto nos hace pensar que no puede tener efectos de primer orden. Dicho eso, hay cosas en los datos de Corea del Sur que me hacen pensar que sí ha sido importante en ese caso. Y seguramente habrá más casos.
Creo que hay una diferencia significativa respecto a las revoluciones tecnológicas anteriores: la evolución de la inteligencia artificial (la singularidad), tiene el potencial de sustituir completamente al ser humano.
Otro apunte importante, desde mi punto de vista, es que el número de empleos se mantendrá a nivel global, pero no local. A una barriada obrera de Barcelona o París le sirve de poco consuelo que sus trabajos se vayan a un ciudad alemana o prefectura japonesa. Y es muy difícil ponerle remedios a esto.
Lo que es muy difícil es "crear" en cada pueblo los trabajos que necesitan los que nacen allí ... dios nos libre de ese Gran Hermano!! (a la Orwell, no a la TV).
Afortunadamente ni pasó, ni pasa ni pasará; si no seguiríamos en Africa o Norteamérica estaría apenas poblado o las barriadas obreras de Barcelona estarían vacias porque nunca se habrían llenado de andaluces y extremeños (según en que momento decidamos que la gente tiene que nacer y morir en el mismo pueblo).
"hay motivos para preocuparse por las consecuencias del progreso tecnológico", es curiosa la persistencia del "mito del buen salvaje" ... parece que nunca vamos a poder superar la "melancólia primitiva" que producen las barrigas llenas, las caries curadas y las esperanzas de vida por encima de los 80 años (que dan, indiscutiblemente, más tiempo para pensar incluso insesateces).
Basta darse un paseo por Tanzania o el Perú rural para darse cuenta que lo preocupante, lo realmente preocupante son "las consecuencias de la AUSENCIA de progreso tecnológico".
Como decía mi abuelo: "cuando el diablo se aburre ...."
https://www.monde-diplomatique.fr/IMG/png/Evolution-du-systeme-terre.png
https://www.monde-diplomatique.fr/local/cache-vignettes/L890xH856/Devellopement-socio-economi-aba18-cc934.png
Mantener esos niveles de ocupación en tiempos de la automatización tiene un coste, un coste ineludible e inasumible
Me temo que falacias son más bien las que este artículo intenta hacer pasar por verdades.
En primer lugar, la cantidad de trabajo no puede ser infinita, porque nada humano lo es. Entonces, debe ser finita.
En segundo lugar, es una falacia que las series históricas nos ofrezcan nociones fehacientes sobre cómo será el futuro. Nunca lo han hecho. (Y podría añadir: y nunca lo harán. Pero entonces estaría incurriendo en el mismo error que denuncio.)
También es una falacia la afirmación de que el progreso tecnológico genera nuevos empleos. ¡Es evidente que el objetivo de la automatización es precisamente destruir empleos! Si genera otros, será tan solo como un efecto secundario, y dicho efecto jamás se puede dar por seguro basándonos en una fuente predictiva tan poco fiable como las series históricas.
Hola Jaime. Lamento que no te haya gustado el artículo, pero agradezco tu interés. Tu primer argumento o no lo entiendo o es totalmente ortogonal a la tesis del artículo. Respecto al segundo, obviamente la experiencia histórica no es un predictor infalible del futuro ni pretendo afirmar que lo sea, simplemente argumento que llevamos más de 150 años oyendo la cantinela que las máquinas van a destruir el empleo y empobrecer a la mayoría, y eso simplemente no ha sucedido. Quizás esta vez sea diferente. Pero está bien tener un poco de perspectiva. Y tercero, no es una falacia "que el progreso tecnológico genera nuevos empleos", sino un hecho. Quizás te confundes pensando que quiero decir que estos nuevos empleos creados de forma directa por el cambio tecnológico compensan completamente los que se destruyen. Nunca he dicho esto. El motivo por el que inicio el siguiente párrafo con "En segundo lugar, y más importante, ..." es porque hay un segundo efecto y es más importante.
Josep:
Agradezco su tono educado a la hora de recibir críticas. (Eso importa más que tener razón.)
Empezando por el final, me refería a que no puede afirmarse que el progreso tecnológico cree nuevo empleo NETO. En especial, el progreso en automatización de actividades productivas necesariamente debe destruir empleo neto, salvo que nos empeñemos sibilinamente en buscar recónditos efectos de sustitución.
Mayor importancia tiene la falacia de la cantidad infinita de trabajo. Y no, no es ortogonal al tema.
Ustedes, los economistas educados en la tradición neoclásica, parten de un concepto irreal del ser humano. Sobre ese concepto construyen todos sus modelos. Para ustedes el ser humano es racional pero, a la vez, posee ansias infinitas de consumo. ¡Como si ambas cosas fueran compatibles! No importa cuál sea el nivel de consumo ya alcanzado por un humano, siempre estará dispuesto a consumir más. Después del Audi querrá el Jaguar, después el Masseratti y después el Ferrari. ¡Siempre más!
Un consumo siempre creciente obliga a una producción siempre creciente. Salvo (y esta salvedad es importante) que la producción esté totalmente automatizada, la aportación de factor trabajo a cualquier producción será mayor que cero y, por tanto, una producción creciente supone un uso siempre creciente de factor trabajo. Ergo, la cantidad potencial de trabajo es infinita.
Pero esto es una falacia, ya que las premisas también lo son.
Hola Jaime, lo del infinito es un argumento retórico. Si el ser humano es capaz de ambicionar 10^100 bienes diferentes, eso es un número finito, pero a efectos prácticos el sol habrá implotado antes de que lleguemos ahí. El homo sapiens evolucionó en Africa hace 200,000 años. A ojos de un ser humano de esos tiempos, la variedad de bienes y servicios que consumimos a día de hoy le parecería infinita, pero no lo es. De hecho ese ser humano habría sido incapaz de imaginar la mayoría de bienes y servicios que valoramos hoy. Lo mismo podría decirse de los humanos en tiempos de nuestros bisabuelos. ¿Seguiremos ambicionando nuevos bienes y servicios en el futuro? Mi opinión es que sí, entiendo que la tuya es que no. Mi argumento es que, aunque la historia no determine el futuro, sí podemos aprender de lo que ha sucedido en el pasado.
Josep:
Naturalmente mentiría si dijera que he cuantificado el problema, pero intuyo que existe y ya tiene efectos considerables. Por contra, me temo que la economía ortodoxa no quiere siquiera introducirlo en sus modelos, porque entra en conflicto con unas premisas que, en el fondo, son de índole filosófico-moral. El paradigma calvinista ha arraigado con mucha fuerza.
Cada vez más, cuando hablo con gente de todas las edades, me encuentro con gente que no tiene especial interés en aumentar sus niveles de consumo. Les preguntas: ¿usted qué haría si se (pre)jubilase ahora?
¿Se compraría un yate quizá, se iría a hacer submarinismo al gran acerrife australiano? ¿O tal vez un submarino como Abrahamovich, para explorar turísticamente los fondos oceánicos?
Respuesta: ¡ah,,,!, pues no, nada de eso. Me dedicaría a pasear por el parque, a ver pájaros en mi pueblo con unos prismáticos, a coger setas, a jugar al veo-veo con mis nietos, a ordenar las fotos familiares, a ver películas, a leer libros que tengo en casa sin leer...
Para este tipo de personas el ahorro no es concebido siquiera cómo un consumo diferido (¿de qué?), sino, simplemente como un colchón de seguridad.
Estará usted de acuerdo conmigo en que esta actitud es letal para el sistema tal y como lo conocemos ahora. El sistema actual, basado en el circuito producción-consumo siempre creciente, puede enfrentarse con éxito a los más variados enemigos, pero jamás podrá sobrevivir a la generalización de esta actitud.
Parece demostrado que el individuo (neoclásico o real) tiene capacidad para consumir 50,000 - 70,000 USD por año en bienes y servicios. Como prueba razonable: ya lo hace siempre que puede como por ejemplo en USA, Noruega, Suiza, Estados Unidos, Dinamarca ......
Imaginemos que ese es, efectivamente, un techo. En el mundo hay 7,000 millones de personas, imaginemos que esos "otros seres humanos" tienen la misma capacidad para consumir (si pudieran) antes de llegar a su "techo existencial"
Eso nos lleva a una demanda agregada "potencial" de 490,000,000 millones de USD. Puesto que el PIB mundial actual es de unos 70,000,000 millones de USD parece que queda demanda suficiente para multiplicar por 7 la producción mundial actual antes de agotar la demanda "conocida" (y yo tengo más confianza en nuestra capacidad individual de consumir).
Infinito, infinito es el número de dígitos que tiene el cociente entre la circunferencia y su diámetro pero 490,000,000 de USD se le parece mucho ...
No creo que el agotamiento de la demanda sea el mayor problema de la humanidad, sinceramente ...
Jose Pablo:
En ningún momento he puesto en duda la existencia de demanda latente, no realizada. De lo contrario, por definición, no habría pobreza.
El problema es qué hay que hacer para realizarla. Claro que sería maravilloso que se llegara a un equilibrio general de tipo “plano”, con igualdad (o algo muy próximo a ella) de rentas y consumos. En tal sociedad, no habría demanda insatisfecha y estarían resueltos todos los problemas económicos. Mejor aún si dicho equilibrio se hubiera conseguido, gracias a la automatización, con semanas laborales de 10 horas trabajadas.
(Es llamativo, por otra parte, que su argumento postule precisamente una igualación de rentas y consumos. ¿No decía usted que la desigualdad no era mala?)
Por lo que sabemos de las sociedades reales, parece que los malos equilibrios acechan por doquier, son habituales. Y todo indica que nos encontramos en uno de ellos. Los pobres no consiguen producir para sí mismos, sino que necesitan el consumo de la gente con rentas más altas para, a través del empleo generado, percibir un salario que a su vez les proporcione acceso al consumo.
Me pregunto, es un suponer, si una solución no sería entregar a los pobres los medios de producción, para emanciparlos del consumo de los ricos.
¿Vuelve Marx?
Muy interesante el artículo. Sin embargo creo que hay razones de peso que demuestran la tesis del "esta vez es diferente". Por ejemplo en el enlace de abajo, David Rotman, del MIT Review habla de la llamada "Gran Desconexión" a partir de inicios de la década pasada. Por primera vez en la historia el número de puestos de trabajo deja de crecer en paralelo al aumento de la productividad en EE.UU. Sin una redistribución de la riqueza generada por este incremento fabuloso de la productividad, el sistema tal y como lo conocemos corre el riesgo de colapsar por la caída del consumo entre grandes segmentos de la población, y por la eventual inestabilidad social que eso conlleva. La trampa del argumento del artículo reside en que al final sólo unos pocos realmente se puedan "ir de cañas, gracias al incremento de la productividad en la fabricación de automóviles". Probablemente, un mayor gravamen sobre "las máquinas", similar al de los trabajadores, permitiría una mejor distribución de esa riqueza. Eventualmente un mejor reparto del empleo a través de la reducción de la jornada semanal y la implementación de una renta universal básica sea la manera más efectiva de preservar nuestro sistema de libre mercado.
http://www.technologyreview.com/featuredstory/515926/how-technology-is-destroying-jobs
Hola Rai, efectivamente Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee son muy pesimistas sobre el futuro del empleo. Robert Gordon en cambio es muy pesimista sobre el futuro de la productividad. Las buenas noticias son, como dice Joel Mockyr, que los dos no pueden estar en lo cierto a la vez. Y no es difícil pensar que los dos estén equivocados. El aumento de la desigualdad en las últimas décadas (y el previsible aumento si continúan operando las mismas fuerzas) es muy importante económicamente, socialmente y políticamente, y lamentablemente se ha ignorado por completo. De todos modos no entiendo tu crítica: el precio de los bienes automatizados desciende relativamente al precio de las cañas, así que si piensas que la elasticidad renta de los primeros es menor que el de los segundos y te preocupas por los trabajadores poco cualificados, esto es un argumento en favor del progreso tecnológico.
No debemos olvidar que desde un punto de vista macroeconómico, el desarrollo tecnológico aumenta el pmk o producto marginal del capital de las empresas y por tanto su productividad. Es decir a igual número de trabajadores puede producir más, lo que la hace más competitiva. Esto no significa necesariamente que tenga que reducir sus plantillas. Puede optar por crecer adaptando a sus trabajadores a las nuevas necesidades mediante una adecuada formación.
Dejar la solución al argumento histórico, no me convence, sinceramente.
Indudablemente nuevas tecnologías implican profesionales que las desarrollen y mantengan. Pero los últimos avances parecen indicar que los puestos más complejos de sistematizar, pueden empezar a serlo. Y que donde la toma de decisiones usaba la experiencia y capacidad analítica humana, las maquinas empiezan a ser competencia. Quizá con un pensamiento "único" (basado en los modelos de sus desarrolladores) pero eficaz y menos proclive a los errores.
Y claro, la capacidad de reciclaje de los trabajadores se soporta en la cualificación, reorientación y la disponibilidad de recursos (Económicos y temporales)
Por último los procesos de sustitución producen periodos inevitables de abundancia de personas cualificadas en puestos en retroceso. Esto exige una solución de distribución, ¿Del trabajo.... de las Rentas? Pero alguna.
Todo ello no es inmediato, lo que permite la adaptación, pero si inevitable, así que mejor nos dotamos de alternativas para evitar rupturas y sus riesgos.
Entre las que la reducción de la dedicación al "trabajo obligatorio" debe ser un primer paso. Aquel trabajo que me permite vivir y desarrollarme. Otra cosa es el ocio productivo....también es trabajo, pero cumple otros objetivos.
Y desde luego financiar todo ello, implica modelos impositivos mejor distribuidos. Que no solo se aprovechen de los objetivos fáciles.
Jaime,
aunque supongo que los hilos se limitan por algo solo una aclaración (apelando a la benevolencia del moderador): el que una distribución tenga un valor medio no implica que sea plana. De hecho, si pensamos que el "consumo humano satisfecho" es del decil más alto de la población occidental, la demanda latente es aún más infinita (y sí, la única forma de llegar a esa "barbaridad histórica" de media que disfrutamos en occidente es con el "motor de la desigualdad" empujando).
Como sé que le gusta leer le dejo el argumento extenso:
http://www.audible.com/pd/Nonfiction/The-Upside-of-Inequality-Audiobook/B01LDVHJM6?mkwid=DSATitle_dc&pcrid=158258695635&pmt=b&pkw=&source_code=GO1GB907OSH060513&cvosrc=ppc%20dynamic%20search.google.97175169&cvo_crid=158258695635&cvo_pid=5075902449&gclid=CjwKEAjw5_vHBRCBtt2NqqCDjiESJABD5rCJfjdhYaBtuHa6zqI5Lbf0zbWt2xR6mjQtbht4ia29ThoCM2zw_wcB
La teoría 'trickle down' (de la que Conard es defensor) sostiene que cada individuo anhela alcanzar el nivel de consumo de la capa social inmediatamente superior, y teme caer al de la inferior. Ese es el "motor de la desigualdad" que impulsa el crecimiento.
Precisamente mi tesis es que esto debe funcionar mucho mejor en sociedades en desarrollo que en las ya muy desarrolladas. Usted presupone que quien ha llegado a un nivel de 70,000 USD/año posee "demanda latente" para llegar a 100,000; el que está en 100,000 se muere por estar en 150,000, etc. Esto es lo que yo pongo en duda.
El paradigma calvinista quiere convertir al ser humano en un pelele siempre anhelante, siempre ansioso, siempre insatisfecho. Una de las obsesiones de la reforma es erradicar la vida contemplativa, cerrar los monasterios. ¡Aquí todo el mundo a trabajar y a forrarse! Nada hay peor valorado que esa busca de la paz espiritual que caracteriza a las religiones tradicionales y que Escohotado llama, despectivamente, el "pobrismo",
No dudo que haya mucha gente, por complejos o traumas de la infancia, siempre quiere más, pero también son muchos los que se quedan muy a gusto con lo que ya tienen, una vez han alcanzado cierto nivel, o los que renuncian de buen grado a posibles mejores a cambio de mayor seguridad.
Hola Jaime, agradezco tu visión alternativa pero vamos a cortar ya este hilo. No, el hombre no es un pelele siempre anhelante siempre insatisfecho con traumas infantiles ni el calvinismo está detrás del crecimiento económico y el nivel de bienestar material, cultural y social del que disfrutamos a día de hoy en muchos países del mundo. Para lo segundo te puedes mirar los ejemplos que acaba de poner Jesús en los comentarios de su reciente post sobre el nuevo libro de Wickham. Para lo primero basta que observes las personas de tu alrededor con un poco más de cariño. Por supuesto que la gente valora el ocio, el tiempo libre y pasar tiempo con sus hijos a la vez que le desagrada el estrés de trabajos de alta responsabilidad. Por supuesto que hay trade-offs entre ganar más dinero y tener más tiempo y no todo el mundo decide igual cuando se enfrenta a estos trade-offs. Todo esto está contemplado en la teoría económica clásica y la teoría económica más moderna y nada de esto entra en contradicción con los contenidos de este post.
Ojalá en el futuro las máquinas trabajen solas, con mínima intervención humana, y que produzcan todo lo que necesitamos. Así todos tendremos tiempo para disfrutar la vida compartiendo en familia, viajando o haciendo pasatiempos.
El problema será repartir la producción entre todas las personas. Pero nadie debería quejarse de no tener que trabajar.
Los comentarios están cerrados.