La Organización Mundial de la Salud estima que una de cada tres mujeres en el mundo ha sido víctima de violencia de género (VdG) en algún momento de su vida. Uno de los principales desafíos al que se enfrentan los gestores de políticas públicas cuando diseñan estrategias contra la VdG es la baja tasa de denuncia de estos delitos, que limita, por ejemplo, la efectividad de medidas basadas en sancionar al agresor y ofrecer protección a la víctima. En España, por ejemplo, se denuncian apenas 1 de cada 5 delitos de violencia de género.
En un estudio reciente coautorado con Marta Martínez Matute investigamos el efecto de una de las medidas más utilizadas por los gobiernos para incrementar la tasa de denuncia: la creación de juzgados especializados en violencia de género. Aunque en nuestro estudio nos centramos en el caso español, en las últimas décadas se han creado juzgados similares en Estados Unidos, Canadá, Australia y Reino Unido, entre otros países. Sin embargo, pese a su relevancia, apenas hay evidencia empírica rigurosa sobre los efectos de la creación de estos juzgados en la denuncia de la VdG y en feminicidios.
La creación de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer (JVsM) en España fue una de las medidas principales introducidas por la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, y, aunque no existía evidencia rigurosa al respecto, su efectividad y pertinencia han sido objeto de controversia en numerosas ocasiones. En nuestra opinión, las políticas públicas no deben juzgarse sólo por sus intenciones, sino sobre todo por sus efectos. En un mundo de recursos limitados, cuanto más relevante es un problema, más importante es evaluar los efectos de las políticas públicas que lo intentan solucionar. Sólo conociendo qué políticas públicas son efectivas podremos afrontar con éxito un fenómeno tan complejo y dramático como la VdG.
¿Cómo funcionan los JVsM?¿Y cómo podrían afectar la tasa de denuncia y la incidencia de la VdG?
En España, los partidos judiciales son las unidades geográficas y administrativas más pequeñas sobre las que los juzgados tienen competencia. En los partidos judiciales en los que existe un JVsM, estos se encargan de llevar a cabo la fase de instrucción e investigación judicial de los casos de VdG. Durante esta fase se establecen las medidas de protección y también se sobreseen aquellos casos en los que no existen indicios de delito. Estos juzgados se encargan además de dictar sentencia en ciertos delitos leves y en aquellos casos en los que exista conformidad, es decir, en los que el agresor reconozca el delito por el que se le investiga. En aquellos partidos judiciales en los que no existe un JVsM, estas tareas las desempeña un Juzgado de Instrucción que investiga todos los casos penales y no sólo aquellos relacionados con la VdG.
Los JVsM tienen como objetivo reducir los tiempos del procedimiento judicial, así como ofrecer una atención específica a las necesidades de estas víctimas. Para conseguir este objetivo, los magistrados de estos juzgados sólo investigan y juzgan casos de VdG, lo que reduce su carga de trabajo y permite su especialización. Además, la mayoría de estos juzgados cuentan con recursos y personal específico que permite una experiencia menos ardua para la víctima. Una de las razones por las que algunas mujeres deciden no denunciar la violencia de género es precisamente la complejidad y lentitud del sistema judicial. En la medida en que hacen el proceso más rápido y menos difícil para la víctima, los JVsM podrían incrementar el porcentaje de mujeres víctimas de VdG que deciden dar el paso y denunciar.
Pero los efectos de estos juzgados podrían ser más amplios. Si imaginamos la VdG como una escalera con distintos niveles, el incremento en las denuncias que causarían estos juzgados podría llevar a la adopción de medidas tempranas que evitaran una potencial escalada en la violencia. Además, la disminución en el “coste” de denunciar podría mejorar el poder de negociación de las mujeres que son víctimas de VdG, lo cual podría disminuir los niveles de VdG.
¿Cómo estimamos el efecto de los JVsM?
Para estimar los efectos de la creación de estos juzgados utilizamos una base de datos longitudinal facilitada por el Consejo General del Poder Judicial con información a nivel de partido judicial y año durante el período 2005-2018 sobre casos denunciados de VdG por tipo de delito, duración del procedimiento judicial, porcentaje de casos sobreseídos y número de órdenes de protección.
Entre el año 2006 y 2011 se crearon en España JVsM en 60 partidos judiciales. El principal problema para cuantificar los efectos de estos juzgados es que se crearon en partidos judiciales muy concretos, que en promedio tenían una mayor población y más actividad judicial. Para corregir este sesgo de selección, utilizamos técnicas de matching para seleccionar un grupo de control comparable que incluya partidos judiciales en los que no se crean estos juzgados pero que por lo demás son parecidos a los partidos judiciales en los que sí se instalan estos juzgados. Una vez que tenemos un grupo de control comparable, estimamos los efectos de la creación de estos juzgados utilizando modelos de diferencias en diferencias. La validez de nuestras estimaciones descansa sobre la premisa de que, en ausencia de la creación de los JVsM, la denuncia de delitos de VdG en partidos con y sin juzgados debería seguir trayectorias paralelas. La figura 1 muestra evidencia consistente con esa premisa: Antes de la creación de estos juzgados, las variables examinadas siguen una evolución pareja en los partidos judiciales tratamiento y control.
¿Qué efectos tienen los JVsM?
La siguiente tabla muestra los resultados principales del estudio utilizando dos métodos de estimación diferentes: un modelo de Two-Way Fixed Effects y el método desarrollado recientemente por Callaway y Sant’Anna. Los coeficientes de las tablas sugieren que la creación de estos juzgados disminuye la duración del proceso judicial en estos partidos en más de un 60%. Sin embargo, ¿lleva esta mejora en la celeridad y en los recursos disponibles a un incremento en el número de denuncias por VdG? Los resultados mostrados en la columna 2 sugieren que sí. La creación de estos juzgados aumenta el número de casos denunciados de violencia de género en el partido judicial en aproximadamente un 20% respecto a los municipios en los que no se crean JVsM. Los resultados mostrados en la columna 3 muestran, además, que la creación de los JVsM no aumenta el porcentaje de casos sobreseídos, lo que sugiere que el incremento en el número de casos denunciados no es causado por un aumento en el número de denuncias falsas.
En la siguiente tabla examinamos qué delitos se denuncian más tras la creación de los JVsM. Los resultados muestran que sobre todo aumentan los delitos menos severos, que son precisamente los que menos se denuncian. Por el contrario, no encontramos efectos de la creación de estos juzgados sobre la denuncia de los casos más graves de violencia de género ni sobre el número de feminicidios. Estos resultados sugieren que el incremento en la denuncia de delitos menos graves no llevó a una reducción en la incidencia de homicidios, al menos durante el período estudiado. En línea con esta interpretación, los resultados observados en la columna 6 muestran que la creación de los JVsM tampoco incrementó el número de órdenes de protección, que en su mayoría son utilizadas en los casos más graves.
¿Qué significan (y qué no) nuestros resultados?
El principal objetivo de los JVsM es aumentar el número de casos de violencia de género que son denunciados. En este sentido, los resultados de nuestro estudio muestran que los JVsM están cumpliendo su objetivo. El hecho de que más casos de violencia de género salgan a la luz es un resultado socialmente muy deseable. Existe, además, evidencia de que la denuncia puede tener efectos positivos en los resultados escolares de los hijos de las víctimas.
Por el contrario, los resultados sugieren que el aumento en el número de denuncias causado por la creación de los JVsM no contribuyó a reducir el número de feminicidios durante el período estudiado. ¿Significa esto que denunciar la VdG no ayuda a prevenir feminicidios? No necesariamente. De hecho, hay varios estudios (éste y éste, por ejemplo) que muestran que incrementar la tasa de denuncia sí reduce los feminicidios. ¿Qué otras razones podrían explicar entonces nuestros resultados? En primer lugar, el efecto escalera descrito en el séptimo párrafo podría operar en plazos más largos de tiempo y nuestro análisis, limitado al período 2005-2018, no sería suficiente para capturarlo. Además, también es posible que los hombres que son denunciados como consecuencia de la creación de los juzgados de violencia de género no sean aquellos que más tarde cometen feminicidios. Desafortunadamente, el nivel de agregación de nuestros datos no nos permite discernir las razones que explican este resultado.