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Instituciones barriales y reincidencia criminal

Por Andres Barrios Fernández y Jorge García Hombrados

Entre el 30% y el 50% de las personas condenadas a prisión son reencarceladas en los dos años posteriores a su liberación. Estas altas tasas de reincidencia son costosas para las sociedades, no sólo por los costes directos del crimen, sino también porque las cárceles son instituciones caras. Por poner un ejemplo, el gasto medio anual por recluso en los países de la OCDE se acerca a los 70.000 dólares.

Por estas razones, fomentar la rehabilitación social de las personas que salen de prisión se ha convertido en un objetivo político clave. Sin embargo, a pesar del creciente interés en comprender qué factores ayudan en la rehabilitación de estas personas cuando vuelven a sus barrios, sabemos muy poco sobre el papel que juegan las instituciones vecinales en este proceso.

En un paper reciente con Andrés Barrios Fernández, investigamos cómo determinadas instituciones vecinales afectan la reincidencia de ex-reclusos en Chile. En concreto, nos centramos en el papel que desempeñan las iglesias evangélicas.

Las iglesias evangélicas

En Chile, la proporción de la población que se identifica como miembro de la iglesia evangélica creció del 12% al 18% entre 1992 y 2019. En contraste, la proporción de católicos se redujo del 77% al 45% durante el mismo período. Como se muestra en la Figura 1, el número de iglesias evangélicas también ha experimentado un crecimiento persistente en las últimas décadas, especialmente en los barrios desfavorecidos. De hecho, durante los 8 años estudiados (2006-2014), se abrieron en Chile 1.659 iglesias evangélicas.

Figura 1 Apertura de iglesias evangélicas en Santiago, 2006–2014.

Nota: La imagen ilustra la apertura de iglesias evangélicas en Santiago, la capital de Chile, entre 2006 y 2014.

Con un fuerte arraigo en las comunidades locales, la acción social, el proselitismo y la presión política de las iglesias evangélicas están transformando el panorama social en muchos países de América Latina. Las comunidades evangélicas desarrollan además una fuerte acción social en sus barrios, en las que el apoyo y rehabilitación de las personas vulnerables de su comunidad es uno de sus fines principales.

Para identificar el efecto causal de las aperturas de iglesias evangélicas en la reincidencia criminal utilizamos datos administrativos que incluyen la dirección del domicilio y las fechas exactas de entrada y salida de prisión para el universo de personas menores de 30 años que ingresaron en un centro penitenciario chileno entre 2006 y 2015. Los datos de entradas y salidas de prisiones los combinamos con registros oficiales que incluyen la dirección y fecha de apertura de todas las 1.659 iglesias evangélicas que comenzaron su actividad entre 2006 y 2015.

Para estimar los efectos de las iglesias utilizamos un modelo de diferencias en diferencias. Dentro de cada barrio, definimos un área de tratamiento y un área de control. El área de tratamiento corresponde a un anillo adyacente a la iglesia, mientras que el área de control corresponde a un anillo externo un poco más alejado y que, dado el presumible efecto local de estas iglesias, está probablemente menos afectado por la actividad de la iglesia. Para estimar los efectos de las iglesias nos enfocamos en las personas que ingresan en prisión antes de que se abra una iglesia cerca de ellos y comparamos sus probabilidades de reencarcelamiento dependiendo de si su hogar está más cerca o más lejos de la iglesia (tratamiento o control), y de si vuelven al barrio antes o después de la apertura de la iglesia. Al centrar nuestro análisis en las personas que ingresan en prisión antes de la apertura de la iglesia nos aseguramos de que su primera entrada en prisión no estuvo afectada por la presencia de la iglesia.

El efecto de las iglesias evangélicas en la reincidencia

Los resultados de nuestro estudio muestran que la apertura de una iglesia evangélica reduce las tasas de reencarcelamiento a los 12 meses entre los criminales que fueron condenados por delitos contra la propiedad en más de 11 puntos porcentuales, efecto que representa una caída del 18% con respecto a las tasas de reencarcelamiento de referencia de estas personas. Una parte importante de esta caída ya es evidente tres meses después de salir en libertad. Este resultado es consistente con resultados de estudios previos que muestran que una parte significativa de los reclusos reinciden poco después de ser liberados y que el apoyo que encuentran los reclusos inmediatamente después de salir de prisión es crucial para reducir la reincidencia. Además, nuestros resultados muestran que la apertura de iglesias también reduce el número de jóvenes en el barrio que van a prisión por vez primera.

Por otro lado, los efectos de las iglesias sobre reencarcelamiento de delincuentes que fueron encarcelados por delitos violentos o relacionados con narcotráfico son más pequeños y estadísticamente no significativos.

Figura 2 Efecto de la apertura de iglesias evangélicas en la reincidencia criminal a los 12 meses (delitos contra la propiedad)

Nota: Esta figura ilustra cómo el efecto estimado de la apertura de iglesias evangélicas sobre la reincidencia evoluciona con el tiempo. Los puntos representan los coeficientes estimados y las barras los intervalos de confianza del 95%. Los errores estándar se agrupan a nivel de vecindad (es decir, anillos internos y externos).

 

¿Qué hay detrás de estos efectos?

Utilizando datos de los Censos de 2002 y 2012, nuestros resultados muestran que las iglesias evangélicas apenas aumentan en un punto porcentual la proporción de personas que se identifican como evangélicos en el barrio. Además, el efecto de las iglesias sobre reincidencia opera fundamentalmente sobre ex-reclusos que ya eran evangélicos antes de la apertura de la iglesia. Estos resultados sugieren por tanto que los efectos beneficiosos de las iglesias sobre la reincidencia criminal no parecen estar causados por conversiones religiosas masivas en estos barrios.

Por el contrario, nuestros resultados son consistentes con la hipótesis de que los efectos beneficiosos están causados por las redes de apoyo y acción social que las iglesias ofrecen a las personas cuando salen de prisión y regresan a sus barrios. En este sentido, encontramos que los efectos de las iglesias evangélicas son particularmente grandes en áreas donde la presencia del Estado es más débil (es decir, en áreas en las que hay menos servicios públicos), lo que sugiere que las iglesias evangélicas sustituyen al estado en la prestación de algunos servicios sociales. Además, mostramos que la apertura de ONGs no religiosas que promueven la inserción laboral o la rehabilitación de drogadictos y alcohólicos genera efectos muy similares sobre reincidencia a los que documentamos para las iglesias evangélicas. Por último, nuestros resultados también muestran que la apertura de iglesias evangélicas tiene un efecto significativo beneficioso sobre la participación laboral de los hombres evangélicos menores de 30 años, el grupo etario y religioso sobre cuya reincidencia encontramos mayores efectos de las iglesias.

Más allá de los efectos de las iglesias evangélicas, los resultados de nuestro estudio sugieren que las instituciones e intervenciones públicas que brindan acceso a redes de apoyo dentro de sus vecindarios podrían desempeñar un papel importante en el fomento de la rehabilitación de ex-convictos.