Lucha contra el fraude fiscal en España: ¿Dónde estamos?

de J. Ignacio Conde-Ruiz y Javier Monzó-Torrecillas.

Hace pocos días, descubrimos que 2015, a pesar de crecer un 3,2%, cerro con déficit del 5.1% del PIB, desviándose significativamente respecto al objetivo acordado con Bruselas. A continuación, la prensa se inundo con los papeles de Panama, que revelan el nombre de numerosos empresarios, políticos y deportistas (algunos reincidentes) que cuentan con sociedades offshore en paraísos fiscales. Para todos nosotros es difícil asimilar la necesidad de nuevos recortes para cerrar el déficit, a la vez que vemos como ciertos contribuyentes con recursos consiguen escapar del fisco. Por este motivo, nos hemos preguntado, como han sido los resultados de la lucha contra el fraude fiscal en los últimos años.

A la luz de los últimos datos publicados (aquí la nota de prensa), los resultados parecen ser espectaculares. Como se observa en el siguiente gráfico, tras superar la barrera de los 10.000 M€ en 2010, la recaudación se mantuvo entre los 10 y 11 mil millones durante los siguientes tres ejercicios, y aparentemente se ha incrementado de forma muy notable en los dos últimos, hasta sobrepasar los 15.000 M€ en 2015, de acuerdo con los datos de la Agencia Tributaria.

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Fuente: Ministerio de Hacienda y AAPP

¿A qué es debido este espectacular incremento del 27% en 2015? Un primer análisis, rápidamente relacionaría este dato con la evolución general de la economía. La salida de la recesión y las tasa de crecimiento de la economía habría producido el incremento inmediato de la recaudación por las actuaciones inspectoras y recaudatorias de la Agencia. Sin embargo, no podemos olvidar el retardo que llevan estas actuaciones, tanto en las labores de inspección, siempre a posteriori, como, sobre todo las de recaudación de la deuda liquidada en dichas inspecciones. De hecho, si observamos la evolución de las bases imponibles durante el mismo periodo, se concluye que no existe relación entre el resultado de la lucha contra el fraude y la evolución de las bases imponibles. Hay que tener en cuenta que las bases imponibles de un año dan lugar a recaudación por fraude al año siguiente. Sorprendentemente las bases impositivas apenas si han variado.

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Fuente: Ministerio de Hacienda y AAPP

Así que, nos toca analizar un poco más en profundidad los datos. Las preguntas que nos hacemos son: ¿Cuáles son las principales actuaciones de control del fraude?; ¿De dónde proviene principalmente esta recaudación?; ¿Son los datos de la serie “homogéneos”?

La actuación contra el fraude fiscal de la Agencia Tributaria se articula en dos grandes frentes:

Las actuaciones inspección tributaria propiamente dicha como, que contabilizan miles de “actuaciones” al año, como por ejemplo:

  • La verificación del cumplimiento de la limitación de pagos en efectivo de 2.500€, que ha derivado en más de 1.300 expedientes sancionadores
  • Las actuaciones de Auditoria Informática y el desarrollo de nuevas herramientas informáticas para la investigación por Internet de la llamada Economía Digital
  • Visitas presenciales en el marco de la lucha contra la económica sumergida, e.g. alquileres no declarados
  • Control extensivo sobre el sistema de módulos.
  • Investigación de movimientos financieros
  • Control aduanero para luchar contra el contrabando, e.g. droga, tabaco, falsificaciones, como por ejemplo esta.

Las actuaciones de minoración de devoluciones, con ocasión de rectificación de autoliquidaciones presentadas por el contribuyente, e.g. las campañas de renta, como la que se desarrolla en estos días respecto al IRPF 2015.

A este respecto, la propia nota de prensa del Ministerio ofrece importantes pistas en cuanto a los principales origines de esta recaudación. Efectivamente la misma reconoce que el incremento del 27% en 2015 no es homogéneo, ya que incluye “expedientes singulares de minoración de devoluciones por un importe conjunto de 2.700 millones de euros que, por sus características, resultan de difícil repetición en el tiempo”, es decir “one-off revenues”. Por lo que el incremento, en términos homogéneos, es de 600 M€, un 13%, un porcentaje importante, pero menos de la mitad del 27% citado.

Por desgracia, no existen datos públicos desglosando la lucha contra el fraude por tipos de actuaciones, ya que no se dispone de datos por tipo impuesto (IRPF, IVA, etc) o por tipo de persona (física o jurídica). Aun así, se puede hacer un primer análisis con la información disponible. El grueso de los ingresos son los procedente de actuaciones de control, que aumentan un 12% hasta alcanzar los 9.687 M€. Las actuaciones de control son: ingresos procedentes de liquidaciones y actos de recaudación, ingresos extemporáneos previo requerimiento, control aduanero, de impuestos cedidos y de expedientes judicializados. No obstante, de estos, el core que marca la tendencia según la Agencia son los primeros, los ingresos procedentes de liquidaciones y actos de recaudación, que aumentan un 8% hasta situarse en los 8.346 M€. Sin embargo, como muestra el gráfico siguiente, estos ingresos sólo han crecido un 1% si se compara con 2012.

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Fuente: Ministerio de Hacienda y AAPP

La segunda gran partida procede de la minoración de devoluciones solicitadas por los contribuyentes, donde se registra un incremento del 96% pero motivado íntegramente por los expedientes one-off antes mencionados, hasta alcanzar los 5.501 M€. No podemos olvidar tampoco que es posible que algunas de estas devoluciones no practicadas no sean permanentes pues los tribunales en ultima instancia pueden acabar dando la razón a los contribuyentes.

En resumen, ¿Qué ha pasado entonces en el periodo 2012-2015? Hay que recordar que en 2012 se aprobó la Ley 7/2012 de adecuación de la normativa financiera para la intensificación de las actuaciones en la prevención y lucha contra el fraude, así como el Plan Especial contra la Economía Sumergida, cuando se introdujeron diversas medidas como la limitación de pagos en efectivo, la declaración obligatoria de cuentas en el extranjero, medidas para evitar los vaciamientos patrimoniales o la ampliación de plazos de prescripción y de las actuaciones inspectoras. Pues bien, en datos brutos, que la recaudación por lucha contra el fraude fiscal ha crecido un 36%, aunque, en términos homogéneos lo ha hecho sólo un 12%. Es decir los resultados de la lucha contra el fraude han mejorado un 4% anual, en promedio.

Este dato, marca una tendencia positiva en el esfuerzo del Ministerio de Hacienda contra el fraude tributario, pero también nos ofrece una medida realista de lo que se puede esperar de este tipo de actuaciones, lejos de algunas promesas en durante la campaña electoral hemos escuchado (y ya analizadas en este blog). En un contexto de hastío social respecto al fraude, en sus distintas vertientes, surge la necesidad política de descubrir una fuente de ingresos tributarios que permita sostener sus promesas de gasto social sin incrementar en exceso los impuestos sobre los contribuyente cumplidores.

Por ultimo, ¿Son buenos o malos datos estos datos de lucha contra el fraude, en el contexto de una economía sumergida en el entorno del 20% del PIB? No existe una respuesta objetiva a esta pregunta, por la dificultad de realizar análisis comparados consistentes en sistemas tributarios diferentes y con información pública muy limitada, y en todo caso, ello implicaría un estudio en profundidad que sobrepasa el alcance de este post. Cabe decir, no obstante, que no procede conformismo ni autocomplacencia respecto a la tendencia al alza de esta recaudación, sino intensificar las medidas que permitan que la misma crezca a tasas más altas en el próximo periodo.

Y ello debería centrarse, entre otras vertientes, en incrementar el porcentaje de recaudación efectiva de la deuda liquidada (o pendiente de cobro), que según las últimas estadísticas, se sitúa en torno a 50.000 M€. Un 40% de esta cifra se corresponde con aplazamientos y fraccionamientos en el pago de impuestos y la deuda suspendida por procesos judiciales, es decir, aquellos casos en que el presunto defraudador ha impugnado el acta de inspección a los tribunales. El resto, más de 28.000 M€ se encuentran en vía ejecutiva, es decir, son los verdaderos impagos al Fisco, que por diversas circunstancias (insolvencia, vaciamientos patrimoniales, utilización de testaferros o sociedades offshore, etc) la Administración no ha sido capaz de cobrar. Lamentablemente, las estadísticas demuestran la mayor parte de estas deudas nunca se cobrarán, como se puso de manifiesto en un informe del Tribunal de cuentas.

En la esfera de la actualidad política, el acuerdo de PSOE-Ciudadanos promete, en materia de fraude fiscal, combatir decididamente el fraude, la evasión y la economía sumergida, para enunciar a continuación un paquete de doce medidas, expuestas mediante bullet points en la página 18 del documento. Pero, el documento no concreta ningún tipo de recaudación agregada ni por partidas (excepto 2.800 millones de euros one-off al revisar la amnistía fiscal). En cualquier caso, todo esfuerzo en este area es bienvenida.

La Agencia, por su parte, incide en 2016 en medidas continuistas de lucha contra la economía sumergida, la planificación fiscal internacional y la investigación de patrimonios y rentas ocultos en el extranjero. En concreto, en materia de esquemas de tributación internacional, se busca la utilización de instrumentos ‘híbridos’ (con distinto trato tributario en España y en un país tercero), o el análisis de precios de transferencia en multinacionales (ver aquí). En este aspecto, será de utilidad los avances realizados en el marco de la OCDE, que ha aprobado el paquete BEPS (Erosión de Bases y Traslado de Beneficios), en base a estudios que fijaban en un 10% las pérdidas de recaudación en el Impuesto Sociedades.

Este acuerdo, así como los Convenios internacionales de intercambio de información tributaria , son un buen ejemplo de la necesidad de coordinar y compartir información como un instrumento efectivo contra el fraude de las grandes corporaciones y patrimonios, aunque queda mucho por hacer, como se ha puesto de manifiesto en el escándalo de Panamá. No lo es, sin embargo, las periódicas solicitudes de Agencias Tributarias propias en algunas CCAA (e.g. Cataluña) ni tampoco, las ya existentes (Regímenes Forales), que añaden complejidad y reducen la información disponible por los inspectores de finanzas en el ejercicio de sus funciones.

Por último, reconocer la labor de otras unidades participantes en la lucha contra el fraude a la Hacienda Pública como los Interventores del Estado en materia de fraude en el gasto, subvenciones y ayudas públicas, o los Inspectores de Trabajo y Seguridad Social en material laboral, que quedan fuera del alcance de este post.

En definitiva, la lucha contra el fraude debe ser siempre una prioridad de política económica, máxime en una situación como la actual donde se esta pidiendo esfuerzos a los contribuyentes cumplidores para conseguir nuestros objetivos de déficit público. Los resultados de la misma no son tan espectaculares como la nota del Ministerio apunta y como han recogido algunos medios (aquí, aquí o aquí). Como hemos visto, en términos homogéneos, la mejoría ha sido prácticamente la mitad (un 13% en el ultimo año en lugar de un 27%). Queda mucho por hacer, incluyendo la necesaria mejora en la coordinación fiscal internacional.

Hay 15 comentarios
  • Enhorabuena por el "post" al diseccionar analíticamente los triunfales datos oficiales. Me quedo especialmente con que "es posible que algunas de estas devoluciones no practicadas no sean permanentes pues los tribunales en ultima instancia pueden acabar dando la razón a los contribuyentes" y que "un 40% de esta cifra se corresponde con aplazamientos y fraccionamientos en el pago de impuestos y (...) aquellos casos en que el presunto defraudador ha impugnado el acta de inspección a los tribunales".
    A este respecto, aporto las consideraciones que se hacían en un reciente "post" del "blog" ESPACIO TRIBUTARIO: http://fiscal.blogsiga.net/index.php/ay-el-fraude/

  • Claro como el agua, gracias por ser concretos. Y por incluir tan claras referencias.
    Como debiera resultar evidente, aunque muchas veces no queramos verlo, recaudar en la mina del fraude fiscal es negocio; pero no todos los filones son faciles de explotar.
    Y comparto que vigilar el despilfarro o las irregularidades de gasto es tan importante como resolver fallos en la recaudación. Reforzar esos cuerpos (gasto a corto) es rentable.
    Quizá incluso modelar la participación ciudadana, si algunas decisiones de gasto que generan diversidad de opinión, (Inversiones relevantes en cada nivel: nacional, regional o local) aunque legales, pasasen filtros de consulta popular. No es malo preguntar y de paso informar desde distintos puntos de vista de pros y contras.
    Porque en gasto:
    Nadie debe poner su patrimonio en riesgo cuando no se beneficie ilicitamente o favorezca a terceros en un proceso ilegal.
    Podemos reforzar el delito de administración desleal y de inhabilitación para cargo público. Si tanto los estudios previos como el realizado a posteriori coinciden en lo inapropado de una inversión. Claro, eso exige que toda inversión relevante se compañe con su estudio de rentabilidad (¿¿Socio-económica??) previo.

    • Gracias Miguel Angel. Tanto los ingresos como los gastos públicos deben gestionarse con la maxima eficiencia por la Hacienda Publica.
      En el tema del gasto publico se han implementado medidas en la AGE, como la reforma CORA y la diaria labor de control sobre el gasto publico que realizan los Interventores del Estado mediante auditorias, control de subvenciones publicas, etc, etc.

      • He visto que es un tema denso, lo revisaré con calma a ver que aporta al....sinsentido del pasado (Amiguismos y corrupción aparte) Gracias.

  • Nacho Afirmáis ''No lo es (buen ejemplo) las periódicas solicitudes (de información) de Agencias Tributarias propias en algunas CCAA (e.g. Cataluña) ... que añaden complejidad y reducen la información disponible por los inspectores de finanzas en el ejercicio de sus funciones''. ¿Puedes precisar a que te refieres poniendo algún ejemplo? A mi me llega lo contrario: que la falta de colaboración de la Agencia es lo que dificulta el buen hacer de la gestión autonómica en algunos campos (por ejemplo a la hora de implantar una prueba de medios en becas, prioridades en asignar colegios, dependencia...)
    Fuera de esto, que suena a generar sospechosos habituales, el análisis es muy interesante Txs

    • Ciao Guillem, la idea que queríamos transmitir es que para mejorar la lucha contra el fraude seria conveniente converger hacia una única agencia (probablemente europea), y que por lo tanto las idea de trocear la agencia estatal territorialmente, en principio no ira por le buen camino. Per0 bueno, es una idea general y tampoco soy consciente de los problemas que planteas en tu comentarios, que parecen graves, quizá alguien se anime con un nuevo post?

  • La mejora de las medidas de lucha contra el fraude es necesaria y conveniente por muchas razones (fomenta la ejemplaridad en el cumplimiento, la ilegalidad se debe perseguir siempre, ...), pero no, desde luego, por el impacto "directo" en recaudación: atribuyendo toda la mejora de recaudación 2012-15 a la ley del 2012, su efecto son unos 4,000 millones de euros para un gasto total cercano a los 500,000 millones (o sea, aproximadamente, el 0,8% del gasto del estado).

    Agradecida como es la narrativa de "evitar el fraude garantiza el estado de bienestar", el análisis de las cifras solo ahonda en la idea de que la lucha contra el fraude es (parafraseando la definición de estado de Friedman) "esa falacia por la cual todo el mundo cree poder vivir a consta de los defraudadores de impuestos".

  • Enhorabuena por el post

    Los trabajadores de la AEAT hace mucho tiempo que somos conscientes de que los resultados que publica la agencia en sus notas de prensa tienen bastante más de acción propagandística que de información pública.

    Las propias memorias publicadas por la AEAT cada año suelen ser bastante poco clarificadoras ya que no siempre desglosan todas las partidas que componen los resultados en la recaudación. No es una dificultad nueva. El propio Tribunal de Cuentas en su informe anual suele criticar a la AEAT la falta de transparencia en este asunto. La agencia tributaria no da a conocer el origen de los datos que publica ni la metodología que ha utilizado en la elaboración de la información. No olvidemos que los datos de que estamos hablando son públicos y deberían estar a disposición de quien lo solicitase, pero lamentablemente no es así.

    A este respecto os paso un enlace con un análisis que hacen los Técnicos de Hacienda de Gestha sobre los datos de recaudación publicados por la AEAT:

    http://www.ioncomunicacion.es/noticia.php?id=16949

    Un saludo

    • Gracias Antonio, con este post hemos intentado analizar dicha información de forma objetiva.
      Personalmente no dudo de la veracidad de los datos proporcionados por el Ministerio aunque, lógicamente, los gabinetes de prensa los presentan en sus notas lo mejor posible.
      Un saludo

  • Gracias Jose Pablo por tu comentario.
    La lucha contra el fraude, fiscal y de otro tipo, es un deber de la Hacienda Publica entre otras, por las razones que indicas, con independencia de que, obviamente, no garantice el Estado del Bienestar (ninguna figura tributaria lo hace por si sola, sino la suma de todas ellas, en su caso).
    Por supuesto no es nuestro objetivo otorgar a la lucha contra el fraude el poder de ser la panacea, ni mucho menos.
    La cuestión de la sostenibilidad del Estado del Bienestar actual, es un tema mucho mas amplio y de plena actualidad, pero queda fuera del alcance de este post.

    • Gracias a ti por el post y los comentarios.

      Estando básicamente de acuerdo Javier, como tu mismo señalas en el post, el discurso de que la lucha contra el fraude fiscal resuelve los problemas de financiación del estado se ha escuchado mucho (y se escuchará más) y es una narrativa agradecida pero falsa (como la de que se resuelven eliminando el Senado y los coches con conductor, más o menos).

      Relevante poner en perspectiva que la diferencia entre una lucha contra el fraude "relajada" y una "excepcional" (el 0,8% de los gastos), apenas serviría para reducir un 8% del déficit!! (tomando el 5.1 % del PIB como referencia).

      Un matiz, el estado del bienestar no lo garantizan "la suma de todas las figuras tributarias" si no las "bases imponibles" que una sociedad es capaz de generar. El matiz es relevante porque hay figuras tributarias y tipos impositivos (e incluso "luchas contra el fraude"), con impacto negativo en la capacidad de una sociedad para generar "bases imponibles".

      http://www.economist.com/news/business/21693213-big-tax-rises-are-driving-companies-out-country-actual-grexit

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