En mi entrada anterior discutía la evidencia acerca de algunos de los efectos negativos que tenía la falta de competencia en el sector del taxi en España. Sin embargo, una de las preguntas que surgen en este caso es si además de los efectos sobre la calidad del servicio (y que se discuten extensivamente en los comentarios) la falta de competencia afecta el precio. En esta entrada exploro un poco este tema.
Una manera de ver si las tarifas del taxi son altas es comparar su evolución con la de los costes asociados al servicio. Existen pocos estudios sobre el coste del servicio de taxi pero uno que llevó a cabo el Institut Metropolità del Taxi de Barcelona en 1995 llamado "Papers del Taxi. Restructuració" calculaba que el 51% del coste variable correspondía al carburante (el resto serían lubricantes, neumáticos, mantenimiento y reparación). Por ello, voy a tomar como evolución de los costes del servicio el IPC del transporte para la Comunidad de Madrid por un lado y una media del IPC de los carburantes y del IPC de reparaciones y lubricantes obtenidos por el INE. También incluyo el IPC general de la Comunidad de Madrid como comparación.
Como la tarifa de taxi de una ciudad como Madrid incluye hasta 14 conceptos distintos (incluido el suplemento para el Recinto Ferial o el suplemento de Nochevieja y Nochebuena) voy a tomar tres precios distintos: Tarifa por 1km diurno, tarifa por 5km diurnos y tarifa 1km nocturno. Estas tarifas incluyen la bajada de bandera y el precio por kilómetro. Utilizo datos que van desde 2003 a 2016.
Lo primero que llama la atención es que cualquiera de las tres medidas de indice de tarifas que utilizo muestran un crecimiento substancialmente mayor (entre un 60 y un 80%) que los costes en ese periodo (menos del 40%). Esto especialmente cierto para la tarifa nocturna, cuya evolución errática se debe a la también errática política del Ayuntamiento de fusionar y separar la bajada de bandera según sea un lunes a viernes, fines de semana, etc.
La segunda característica que vale la pena subrayar es que las tarifas se han mantenido constantes en los últimos años a pesar de la substancial disminución del precio de los carburantes. Una explicación es que ante la disminución de la demanda de los últimos años y el hecho de que a diferencia de cualquier otro mercado el número de taxis (es decir, de licencias) no se ha ajustado en consonancia, se ha compensado la caída en los ingresos manteniendo el precio, mientras bajaban los costes.
Por supuesto, el gráfico no sirve para comparar niveles de precios y costes. Sin embargo, es difícil argumentar que el incremento de precios que observamos en los datos de los últimos 13 años se deba a la falta de rentabilidad del sector del taxi. En caso contrario, no observaríamos el precio de las licencias que vemos y que, al fin y al cabo, es el valor de trabajar en ese sector comparado con el empleo alternativo.
Nota: El estudio sobre economía colaborativa de la CNMC recoge una serie más larga de tarifas de taxi e incluye Madrid y Barcelona. Su estudio se concentra en el precio por kilómetro y muestra que su evolución en ambas ciudades es bastante parecida.
Hay 1 comentarios
Relacionado con el tema del taxi y la competencia hay un fenómeno creo que interesante y es cómo las nuevas tecnologías introducen competencia en este sector tan regulado en el que no hay competencia en precios (concretamente me refiero a aplicaciones como Mytaxi que creo han hecho que mejore la calidad del servicio, ofreciendo taxis más limpios, mediante la puntuación de los usuarios a los taxis y la posibilidad de seleccionar modelos menos contaminantes)
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