De Natalia Fabra y Gerard Llobet
En el pueblo de Porquerizas de la Sierra han descubierto un manantial de agua con propiedades curativas. El manantial vierte sobre el embalse que suministra agua al pueblo, pero sólo aporta la mitad del agua embalsada. Un 25% de los habitantes de Porquerizas están dispuestos a pagar un poco más por el agua curativa. Por ello, se les cobra y pagan un precio ligeramente superior a cambio de que su factura de agua diga que el 100% de su consumo proviene del manantial. Por el contrario, la factura del 75% restante dice que sólo un tercio de su agua proviene del manantial, el resto del embalse. Ello es así a pesar de que el agua que consumen unos y otros tiene la misma composición, y a pesar de que el coste de explotación del manantial se financia a través de las arcas municipales (el sobreprecio por el agua 100% curativa es pequeño en relación con el coste total). Las últimas noticias que nos llegan desde Porquerizas es que algunos de sus habitantes, convencidos de que su agua es 100% curativa, han decidido aumentar su consumo – mala noticia teniendo en cuenta que una fuerte sequía ha dejado el embalse bajo mínimos.
De la alegoría a la práctica
Como habrán imaginado, Porquerizas no es más que una alegoría para ilustrar un fenómeno cada vez más extendido: la comercialización de energía eléctrica renovable. La energía eléctrica, una vez producida, se vierte a la red, donde se mezclan MWh producidos en centrales renovables con otros producidos en centrales contaminantes sin que sea posible distinguir el origen de unos y otros. La similitud con el agua de Porquerizas es evidente, no en vano los ingleses llaman electricity pool a este sistema en el que todo se mezcla irremediablemente. Esto quiere decir que el consumidor no puede escoger qué electricidad consume. Su electricidad será la misma independientemente de qué empresa comercializadora se la venda, e independientemente de que la etiquete como 100% renovable o no. Ninguna etiqueta debiera contradecir las leyes de la física porque estaría, simplemente, falseando la realidad.
El sistema de Garantías de Origen
¿Qué permite entonces a las comercializadoras alegar que su suministro es 100% renovable? Desde 2007, en España está implantando un sistema de Garantías de Origen (GdO) que certifica el origen renovable de la electricidad (véase el informe de UNEF). Los productores pueden emitir GdO por cada MWh renovable producido, y venderlas a comercializadoras que quieran certificar que una cuantía equivalente a sus ventas ha sido producida en centrales renovables. Esta transacción es apuntada por la CNMC que verifica que la misma electricidad verde no se vende dos veces.
A pesar de que la compra de GdOs ha ido en aumento (actualmente hay 169 comercializadoras), ésta sigue siendo muy inferior a la producción renovable total. Por ejemplo, en 2018 las GdO cubrieron un 40% del total de la producción renovable (más de la mitad de las cuales se exportaron fuera de España). Al ser la demanda de GdO muy inferior a la oferta, sus precios son muy bajos (entre 0,5 €/MWh y 1€/MWh) y apenas hacen aumentar la retribución de cada MWh renovable. Incluso para las nuevas inversiones renovables que sólo perciben el precio del mercado eléctrico (a diferencia de las primeras inversiones en fotovoltaica, que perciben pagos regulados del orden de los 300-400€/MWh) los ingresos vía las GdO apenas suponen un 1-2% de su facturación.
Contratar el PVPC no quiere decir contaminar más el planeta
Por ello, resulta paradójico que, si bien todos los consumidores financian la mayor parte del coste de las renovables, sean sólo aquellos que contratan un suministro 100% renovable a los que se les pone la etiqueta verde. ¿Y los demás? Según las facturas eléctricas de los Comercializadores de Último Recurso, el consumo sujeto al PVPC (Precio Voluntario del Pequeño Consumidor) es altamente contaminante porque casi la totalidad de la producción renovable del sistema eléctrico nacional ha sido imputada a los contratos “verdes” del mercado libre. Por ejemplo, en el pasado mes de Marzo, sólo un 3,7% del consumo sujeto al PVPC tuvo origen renovable – en comparación con el porcentaje de la media nacional, 10 veces superior – mientras que un 82,1% se generó en centrales contaminantes, casi 32 puntos porcentuales por encima de la media nacional. ¿Quiere decir esto que quienes se acogen al PVPC están contaminando más? ¡Ciertamente no! Su consumo no es ni más ni menos contaminante que el del resto. Lo que pasa es que al pintar de verde los MWhs que las comercializadoras venden en el mercado libre, cobrando así un precio más alto, han tenido que pintar de marrón los MWhs sujetos al PVPC, cuyo precio no pueden elevar.
El café es a la electricidad…
Las GdO también se utilizan en otros mercados. Por ejemplo, podemos comprar café de comercio justo cuyo vendedor garantiza que se ha fabricado siguiendo estrictas regulaciones laborales. Y es que en el caso del café se puede trazar su origen y su destino, a diferencia del caso de las renovables que se mezclan sin remedio en el pool eléctrico. Comprar más café de comercio justo hará que aumente su producción y se reduzca la del café que no cumple con los mismos estándares. Pero comprar GdO renovable no hará que aumente la producción renovable, únicamente se imputará más energía renovable a unos consumidores y menos a otros. Sería como si en el caso del café, cada bote adicional de comercio justo que comprase un consumidor hiciera menos justo el café de los otros, manteniendo las ventas de café justo constantes.
La etiqueta 100% renovable como reclamo comercial
Quienes contratan energía 100% renovable lo hacen creyendo que están contribuyendo al bien común, pero lo cierto es que la cantidad de energía renovable que se produce sería la misma con o sin las GdO. Y es que la comercialización 100% renovable sirve, principalmente, como un reclamo comercial con el que las comercializadoras buscan artificialmente diferenciar su oferta. Como en repetidas ocasiones ha indicado la CNMC (véase gráfico 21 de su último informe), el PVPC es significativamente inferior al precio medio en el mercado libre, y las diferencias de precio no se explican por el coste de las GdO. Esto es, etiquetar la energía como verde les permite a las comercializadoras no sólo recuperar el bajo coste de las GdO sino además aumentar sus márgenes, a pesar de que las GdO ni mejoran la calidad del suministro eléctrico ni reducen su impacto sobre el medio ambiente. Muy al contrario, puede producirse un efecto pernicioso sobre el medio ambiente si – como ocurría en Porquerizas de la Sierra – quienes contratan electricidad 100% renovable se despreocupan del ahorro y la eficiencia energética creyendo que, ¡total!, su consumo es limpio.
¿Para qué sirven entonces las GdO?
Uno podría objetar que el argumento anterior no tiene en cuenta los incentivos a invertir en nuevas plantas renovables. Esto sólo es cierto en teoría. Primero, las GdO sólo harían aumentar la inversión en renovables si cubriesen el 100% de la energía renovable, de tal modo que no se pudiera desplazar la energía sucia al resto de consumidores. Pero entonces el precio de las GdO sería muy elevado – lo que quizás haría tambalear la conciencia medioambiental de más de alguno. Segundo, los objetivos medioambientales implican que toda la inversión futura vendrá únicamente de fuentes renovables, con GdO o sin ellas, de tal manera que incluso si el porcentaje de consumidores que contratara energía 100% renovable fuera alto, el mix energético futuro sería el mismo.
Es precisamente la imposibilidad de distinguir un MWh de otro lo que hace del suministro renovable un bien púbico. Al repartir los costes (y los beneficios) de las renovables a través de partidas reguladas, se está consiguiendo que todos los consumidores contribuyan y se beneficien por igual. Es como si todos, de forma obligatoria, hubiéramos contratado GdO por la totalidad del suministro renovable, y no sólo unos pocos con buenas intenciones. Es sabido que la financiación de los bienes públicos no se puede dejar a la buena voluntad individual. ¿O es que pensamos que la pobreza se soluciona con la caridad?
¿Qué podemos hacer entonces a los que nos importa el medio ambiente?
Esto no significa que la conciencia ecológica de los consumidores sea irrelevante. Más bien al contrario. La transición energética requiere que los ciudadanos seamos conscientes de las implicaciones medioambientales de nuestras decisiones, para que modifiquemos nuestro comportamiento y para que exijamos la puesta en marcha de políticas medioambientales ambiciosas. Pero de nada sirve limpiar nuestra conciencia pensando que nuestro consumo energético es 100% renovable, cuando no lo es. Desde el punto de vista individual, es más efectivo reducir nuestro consumo energético, mejorar nuestra eficiencia energética e invertir en autoconsumo, porque sólo de esa manera estaremos contribuyendo - de verdad - a la tan necesaria reducción de emisiones.
PD. No se pierdan la bonita historia de cómo Porquerizas de la Sierra pasó a llamarse Miraflores de la Sierra, sin que nada de lo aquí dicho sobre el manantial curativo y el embalse tenga ningún parecido con la realidad.
Hay 11 comentarios
Un artículo muy clarificador. Había preguntado varias veces a estas comercializadoras de "humo verde" como eran capaces de separar la electricidad según la fuente de generación, lo cual es un buen recurso para cortar rápidamente la conversación. Estos trucos de marketing no son inocuos. Proporciona a los consumidores que se los creen una falsa sensación que están contribuyendo a mitigar el cambio climático, lo que es un freno para adoptar hábitos verdaderamente efectivos.
Gracias. Todos buscamos soluciones sencillas a problemas complicados y éste es un buen ejemplo.
Buenos días Gerard. Muy interesante. En primer lugar, comento que trabajo en un grupo eléctrico que usa tal GdO para decir que el 100% de su energía comercializada es renovable (limpia) como estrategia de diferenciación, así que empezamos bien jajajaja.
Me gustaría hacer algunos comentarios, en primer lugar entiendo que el resultado de las GdO actualmente no es bueno, y hoy leyéndote he visto que irrelevante. Pero como idea, no era mala, ¿no? Al final vamos a terminar, como dices, con energía renovable por la ley de objetivos medioambientales ya que imagino la cosa no está tan bien como para dejarla al mercado (consumidor), pero si el consumidor estuviese concienciado, como tu citas, los GdR harían más atractiva la generación renovable y se lucharía contra el cambio climático por el frente del mercado a parte del estado. Intuyo que mejor así.
De todas formas, entiendo que si al final no produce nada sobre el factor energía renovable producida es una transferencia de rentas inútil hacia las empresas. Visto así, el error no lo cometen las comercializadoras (en parte), lo comete el estado creando un mercado de certificación que vende humo al consumidor. ¿Quizás si las GdO fuesen a escala mundial funcionaría mejor? Impulsando en aquellos países con menos recursos (¿dónde ese € (o lo que pudiese ser) el MWh es más dinero?)
Sigo en otro post que no tengo espacio.
Gracias,
Continuación de comentario anterior.
Añado como pregunta que espero me puedas ayudar a entender, y es que a más leo más veo que la comercialización de energía eléctrica es un error de mercado evidente. ¿Estoy equivocado? Si ya tenemos una gran parte de los costes asociados a la energía determinados (y seguro podría ser aún más precisos?) y citando de tu post: "Su electricidad será la misma independientemente de qué empresa comercializadora se la venda" y entiendo, todas las comercializadoras les cuesta la luz lo mismo (igual que todas las centrales, exclusivamente por el mercado eléctrico d'OMIE, reciben el mismo dinero), ¿por qué tenemos comercializadoras? ¿Es útil/indispensable que la demanda en el mercado la hagan las empresas comercializadoras? Si eso al final quién lo determina es el distribuidor, ¿no? ¿Por qué necesitamos su actividad? ¿Qué valor genera?
Añado una pregunta más.
En muchos mercados el valor agregado de los comercializadores es proporcionar productos más ajustados a las preferencias de los consumidores. Este aspecto es menos importante en el mercado de la electricidad dado que la electricidad es la misma independientemente de la comercializadora. Sin embargo, hay cierto margen para la diferenciación, por ejemplo, ofreciendo tarifas que no expongan al cliente a las variaciones horarias o diarias del precio de la electricidad en el mercado mayorista. Este tipo de "productos" existe ya y algunas comercializadores ofrecen precios fijos o que varían en tramos horarios, por ejemplo.
Este tema no es específico de la estructura del mercado español tal y como Paul Joskow discute ampliamente aquí
https://dspace.mit.edu/handle/1721.1/44965
De nuevo, muchísimas gracias Gerard. No sé cuando voy a leerlo entero o si lo voy a entender, pero agradezco mucho la referencia. Yo no la hubiese encontrado. Vas directo al punto que buscaba.
Sin leer más que el abstract y las conclusiones ya veo que el tema da para mucho más de lo que pensaba. Igualmente, sigo viendo evidente que gran parte de los consumidores (especialmente domésticos) si supiesen que las comercializadoras son un "seguro" que pagan por algo que no les haría falta asegurar... Ya que entiendo aseguras para costes altos inesperados, evitando riesgo de bancarrota, y no para variaciones que porcentualmente sobre la renta no suponen un problema, pero de nuevo, seguro que me dejo muchas cosas aquí.
Y luego está el tema que si tu precio va enlazado a mercado y te lo trasladan bien informado, quizás volvería el consumo más eficiente.
Ojalá creemos valor. Gracias por el rayo de esperanza, a ver si para mañana somos capaces de mejorar un poco más la experiencia del consumidor 😉
Gracias Gerard
Y por último, de tu post: “es más efectivo reducir nuestro consumo energético, mejorar nuestra eficiencia energética e invertir en autoconsumo” ¿es de verdad el autoconsumo una solución? ¿O como los GdO solo hace ver que lo es? Me pregunto si saldría tan a cuenta poner placas en el techo de una casa si no fuese porqué el precio de la factura de la luz carga muchos otros factores al consumo. Visto así, el autoconsumo quizás es útil económicamente mientras no todo el mundo tenga, porque quizás el ahorro proviene del hecho que el autoconsumo te separa de la red, que es justamente lo difícil de mantener, ¿no? Porque lo caro aquí me parece no es generar luz con fotovoltaica (por lo menos ya no tan caro) lo caro aquí es poder consumir luz cuando quieras, y que esa luz sea renovable más. Si todos tenemos autoconsumo en casa, intuyo el precio de la factura de la luz subirá para compensar el coste de la red, que deberemos mantener igualmente ya que los hogares, por ahora, no tienen pinta de volverse autosuficientes. Sobre reducir consumo y ser eficiente sin duda, pero el autoconsumo... No he hecho nunca números aunque el tema parece interesante, si tan bueno fuese energéticamente montaríamos campos de placas en zonas con mucho sol, no?, pero parece sale a cuenta en las casas, porque sospecho, al igual que los GdO, el precio por desconectarse de la red va a subirse al resto de consumidores, y cuando todos lo tengan me parece que terminaría a todos por igual.
El tema del autonconsumo es algo que hemos discutido en NeG varias veces con argumentos relacionados con los que mencionas. Dos ejemplos, cuando el tema era especialmente controvertido a raíz de la ley de 2016, son estos:
https://nadaesgratis.es/admin/la-regulacion-del-autoconsumo-en-espana-un-impuesto-al-sol
https://nadaesgratis.es/gerard-llobet/la-ley-sobre-el-autoconsumo-y-la-estrategia-del-parche
Muchísimas gracias Gerard, muy interesante. Y disculpa por no haber buscado más antes de abrir mi bocaza! Agradezco mucho tu respuesta.
Muchas gracias por la entrada. Hay dos cosas que no comprendo. Primero, si es imposible separar la parte renovable de la que no lo es, ¿por qué se permite a las comercializadoras usar el reclamo verde? ¿No es publicidad engañosa? En mi caso, desde hace un par de años tengo contratada una de estas comercializadoras verdes. Antes estaba con una de las grandes compañías, que no usaba esta propaganda (al menos en mi caso), pero aún así me cobraba mucho más caro que la que actualmente tengo, lo que tampoco acabo de entender muy bien. En fin, el mercado eléctrico es absolutamente incomprensible para los profanos.
Hay mucho por hacer a la hora de proporcionar transparencia e información a los usuarios. Y en un mercado tan complejo como éste es especialmente complicado. El objetivo de entradas como ésta es contribuir un poquito a dicho objetivo.
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