En algunas, demasiadas pocas, ocasiones, los premios van a personas de tan obvios méritos que nadie que conozca minimamente la materia puede negar los méritos del premiado, como cuando recibió un Nobel Vargas Llosa. En esta categoría de indiscutible entra sin duda el Jaime I a Manuel Arellano. Manuel es el economista con más impacto de España—su trabajo acumula más citas (la medida clave de impacto) que el de economistas célebres como Paul Krugman o Edward Prescott.
El trabajo de Manuel es principalmente metodológico—Manuel se dedica a afinar y descubrir las herramientas que luego utilizamos todos los demás en nuestro análisis empírico, pero tambien ha contribuido al conocimiento con su investigacion de temas como la duración del desempleo, las decisiones migratorias, la distribución salarial, y la participación laboral de las mujeres.
Además de un excelente economista, Manuel es una excelente persona y un gran español. Iniciando su carrera en LSE, Rafael Repullo, uno de nuestros más ilustres (el otro es Andreu Mas Colell) emprendedores académicos, le convenció para que dejara una posición bien remunerada y con prestigio para venirse a Madrid a emprender la aventura de crear un Centro de postgrado, el CEMFI, ahora el mejor centro de investigación y docencia, con el CREI/UPF, en economía y finanzas de España. Manuel ha sido y es excelente profesor, investigador, director de tesis. Un economista académico de primera fila, una excelente persona, siempre con tiempo y ganas de discutir cualquier problema teórico o práctico, siempre con buen sentido.
Su premio es un honor no para Manuel Arellano, sino para el jurado que ha tenido el buen sentido de dárselo. Y desde NEG nos alegramos muchísimo. ¡Enhorabuena!