La LES y las Descargas: Protege a las grandes casas y a las grandes estrellas a costa de los usuarios y los artistas menores

 La LES se ha aprobado hoy en Consejo de Ministros; aunque su objetivo es avanzar en el cambio de modelo de crecimiento, incluye un nuevo y agresivo tratamiento de las descargas. Como os prometí ayer, os presento un anticipo del eBook sobre la Ley de Economía Sostenible que presentaremos el viernes 26 Manuel Bagües, Jesús Fernández-Villaverde y yo, empezando por este tema. Lo que sigue es un extracto del excelente y mesurado artículo de Michele Boldrin y Pablo Vázquez sobre las disposiciones referidas a las descargas. Argumentan que la protección de derechos de autor y los procedimientos contenidos en la LES favorecerán a las grandes casas discográficas y a las grandes estrellas a costa de los usuarios y de los artistas menores.

La LES y las Descargas 

Michele Boldrin y Pablo Vázquez

La disposición final primera de la Ley de Economía Sostenible establece - mediante la modificación de una serie de leyes ya existentes - la posibilidad de interrumpir la prestación de un "servicio de la sociedad de la información" (sin eufemismos, la desconexión de Internet) o de retirar contenidos que vulneren la propiedad intelectual (es decir, el copyright).  La disposición establece además el procedimiento para hacerlo: una Comisión del Ministerio de Cultura  (formada por representantes de los "creadores" y de los consumidores) acordará si hay o no infracción de propiedad intelectual, decidirá si se debe cerrar o no la página y ejecutará el cierre.

Con estas medidas se pretende eliminar o al menos reducir significativamente el intercambio de música, películas y libros a través de Internet, reforzando los derechos de exclusiva (monopolio decimos los economistas) que el copyright establece sobre esos productos. Se trata incluso de impedir que personas o empresas que hayan legalmente adquirido estos productos y lo hayan pasado a formato digital, posiblemente modificándolos o generando nuevos productos, puedan utilizar Internet para compartirlos con otras personas interesadas.

Sobre este precepto, como economistas, nos gustaría destacar dos aspectos. El primero es sencillo: no existe una justificación económica que ligue el nuevo modelo de crecimiento con estas limitaciones en el uso de la red, se consideren o no acertadas. España ocupa un lugar bastante discreto en cuanto a uso de Internet: 11 millones de usuarios, un índice de penetración de Internet del 56%, y puesto número 15 en cuanto a uso de esta tecnología por detrás de Italia y Austria (Informe Universal McCann, 2008). La amenaza de perder la conexión a Internet por bajarte películas o música en un país en el que el 65% de los usuarios accede a Internet por temas relacionados con el ocio (Fundación BBVA, 2008), probablemente no sea la mejor manera de fomentar el uso de esta herramienta esencial en el "nuevo modelo". Merece la pena detenerse un comento en este argumento.

Alfabetizar una generación

En los próximos años, el uso los ordenadores en la inmensa mayoría de actividades productivas se ampliará y generalizará. Se trata, creemos, de una aspiración deseable dado que es legitimo establecer una relación directa entre adopción de ordenadores y crecimiento de la productividad del trabajo. El propio Gobierno parece compartir este convencimiento, pues ha hecho del programa Escuela 2.0 -dirigido a proporcionar ordenadores a 400.000 estudiantes entre 10 y 13 años- el eje de su proyecto educativo en esta legislatura. Adicionalmente, el desarrollo de la sociedad del conocimiento nos ha enseñado que los ordenadores productivos son los ordenadores en red, los que pueden trabajar y conectarse con otros ordenadores. Desde las compras a los deberes escolares, pasando por la generación de proyectos y las redes sociales y laborales, parece claro que la transmisión y producción del conocimiento se hará cada vez más en red. Podemos pensar que un país productivo será un país donde sus ciudadanos y sus trabajadores "viven y trabajan en la red": usan con familiaridad los ordenadores y sus, cada día mas sofisticadas, aplicaciones. Sin embargo, el ordenador es una máquina atractiva, pero no necesariamente intuitiva y en todo caso bastante más compleja que un tornillo: hay que familiarizarse con él y aprender a utilizarlo desde jóvenes para disfrutar de sus potencialidades en la edad laboral.

Los beneficios que se pueden generar para la sociedad de contar con una generación que tenga destreza en el uso de los ordenadores son, literalmente, enormes. La "alfabetización digital"  de la siguiente generación es, en este sentido, un cometido indispensable: que no sean sólo usuarios, sino que entiendan la lógica de estas máquinas para poder sacarles todo su partido. Creo que todos coincidimos en que si consiguiéramos esa destreza en la inmensa mayoría de los jóvenes entre 12 y 15 años, les habríamos aportado una herramienta muy eficaz para su futuro (sobre todo en un país con una tasa de paro juvenil superior al 40%).

Pues bien, generar habilidades en el manejo de Internet casa mal con limitaciones y prohibiciones de su uso. Que los jóvenes más inquietos se hagan maestros de la red choca frontalmente con la nueva reglamentación de la LES.  Un ejemplo: de acuerdo a las nuevas disposiciones, va a ser suficiente con tener un anuncio (por ejemplo, de Google) en la web para que te la puedan considerar como una web con afán de lucro y por tanto ser clausurada en el caso de que tengas contenido que no esté debidamente en regla con las autoridades de la propiedad intelectual. ¿Es esta una forma inteligente de promover que los jóvenes internautas abran nuevas páginas?  Ganaría tanto nuestro país con disponer de una generación que se maneje sin problemas con la red que se podría compensar a todos los artistas, cantantes y actores españoles varias veces por las eventuales pérdidas que este régimen de libertad les generara. De hecho, como analizamos unos párrafos más adelante, no es obvio que estos sectores vayan a perder a causa de la descarga y del intercambio de ficheros digitales entre usuarios de Internet. Lo único que, probablemente, estas medidas implicarían serían unas pérdidas para unas cuantas estrellas de la música o del cine (la mayoría extranjeras), que ya son bastante ricas y que, con toda probabilidad, no van a ofrecer mejores películas o canciones porque cobren rentas adicionales por productos que muchos ya consideran antíguos. De lo que podemos estar seguros, por el contrario, es que estas limitaciones no van a generar una mejor industria española del cine, de la música o de los libros; solamente harán, para los jóvenes de nuestro país, menos atractivo comprar y aprender a utilizar el ordenador así como navegar en la red.

No detener los cambios

El segundo aspecto que queremos subrayar es que estas disposiciones son desacertadas y que, muy probablemente, van a resultar dañinas para el nuevo modelo de crecimiento económico. Pretender proteger a los autores de obras creativas mediante la desconexión de aquellos internautas que intercambien, por ejemplo, ficheros mediante el Emule, es una forma socialmente poco eficiente de protegerles; y, mas importante, no es para nada obvio que fomente la innovación artística y la producción de nuevas creaciones musicales o cinematográficas. La evolución del mercado de la música en nuestro país nos permite ilustrar estas ideas.

Hoy (2008 es el último dato disponible) los ingresos en este mercado son prácticamente los mismos que hace 4 años. Lo que ha cambiado es la composición. Mientras los ingresos por venta de música (física, los cds; o digital, por itunes por ejemplo) continúa descendiendo -aunque a menor ritmo-, los ingresos por música en vivo han aumentado. Como señalaba Steven Van Zandt, guitarrista de la E Street Band, hoy un disco se ha convertido para los artistas en un billete de avión para patearse la geografía dando conciertos. Este aspecto de la cuestión es fundamental: los cambios tecnológicos inducen siempre un cambio en la organización de la producción y distribución de los bienes y servicios en la industria afectada por el cambio tecnológico.  Estos cambios siempre han generado y siempre generarán ganadores y perdedores entre los insiders de la industria. De hecho, lo habitual es que lleguen normalmente nuevos ganadores y salgan algunos antiguos insiders que no saben adaptarse al cambio tecnológico. La tecnología digital, los ordenadores y el Internet son el cambio tecnológico en la industria del entretenimiento. La transformación que están generando es imparable: la cuestión fundamental no es si se puede parar para favorecer a los antiguos insiders, sino qué medidas favorecen más el desarrollo de la industria (también en nuestro país) y en todo caso cuáles aumentan el bienestar social.

Los ganadores y los perdedores del cambio tecnológico en la industria del entretenimiento son ya muy visibles. Cualquier usuario puede acceder en la actualidad a un catálogo de música impensable sólo hace unos años, y en el que todos hubiéramos soñado cuando éramos (más) jóvenes. No se trata sólo de que se pueda descargar "ilegalmente" el último cd de Beyoncé; es que puede comprar (legalmente) por menos de lo que le cuesta un café la canción que más le gusta de ese cd o puede escuchar on line (sin posibilidad de descargar), prácticamente cualquier cd que pueda uno pensar. Se trata de una mejora sustancial del bienestar para el ciudadano, que no debemos minusvalorar: hoy, la tecnología permite que prácticamente cualquier habitante de este planeta tenga acceso a una de las creaciones más propias del ser humano.

Pero hay otros que han perdido con los cambios. Los principales perjudicados han sido, sin duda, las discográficas y las tiendas de discos. Las tiendas "físicas" están en vías de extinción, pero las virtuales florecen: las ventas on-line han pasado en España  de 1,4 millones de euros en 2004 a 19,8 millones en 2008 (Ministerio de Industria, 2009). Y la discográficas se reinventan. Warner, una de las grandes,  tiene ya a la mitad de los artistas bajo el sistema de contrato 360º: es decir, contratos en los que la empresa discográfica obtiene ingresos de todas las actividades que realice artista (merchandise, derechos de imagen, tours, etcetera). No resulta absurdo pensar en un futuro en el que no haya grandes discográficas, al menos como las hemos conocido, como detentadoras de los "derechos de propiedad" de sus artistas y que nos encontremos un mundo poblado de decenas de miles creadores independientes.  Pero volvamos al asunto principal.

Otras formas de comercializar música están surgiendo: los pagos por acceso a grandes catálogos de música, como tiene por ejemplo Vodafone; o el acceso a esos grandes catálogos con anuncios o pagando por cuenta premium, como es el caso de Spotify o de la Radio Pandora. Estas nuevas vías, junto  a las bibliotecas digitales (de Amazon o de Itunes) y las actuaciones en vivo, demuestran que un mercado de la música sin "antidescargas" no solo puede ser rentable, sino que de hecho lo es; y que meter en un proceso judicial a los internautas que se dediquen a bajar música no va a resolver el problema.

Tal vez, todavía hay algunos lectores que a estas alturas del capítulo - y si no han pasado al siguiente - piensan que lo anterior es cierto (que lo es), pero que resulta inevitable perseguir a los que se descargan música para defender la creatividad; aunque impidamos el acceso a la gran mayoría mediante derechos de exclusiva, argumentan, lo hacemos por una buena causa, por asegurar que habrá música en el futuro. Si no protegemos a los grandes artistas, concluyen, nadie tendrá interés en salir a cantar. ¿Es cierta esta conclusion? Boldrin y Levine, por ejemplo, en los Proceedings de la National Academy of Science (2005) han investigado esta cuestión con bastante detalle, llegando a la conclusión de que simplemente, es falsa. Ellos, junto con otros muchos economistas, coinciden en destacar que no existe ninguna evidencia que ligue el incremento progresivo y la ampliación de los derechos de copyright con una subida, cuantitativa o hasta cualitativa, en la producción de música, libros y películas.

El argumento - menor protección de copyright = menor producción artística - sobre el que descansa la normativa en trámite de aprobarse, es sencillamente equivocado. Los 600 artistas que, de acuerdo con la SGAE, cobran el 75% de los derechos por reproducir su música (informe de la CNC, 2010), son precisamente los que no necesitan derechos de exclusiva: pueden, es más, deberían regalar su música, porque tienen otras muchas formas de ganar dinero. Y precisamente el hecho de hacer accesible su música a cualquiera alimenta su popularidad y les hace más atractivos en otras actividades. Eliminar los derechos de propiedad sobre los cds de Madonna, Beyoncé o Radiohead no es solo una forma de mejorar la vida de todos; es una forma de popularizar sus figuras, convertirlas en más estrellas y añadirles valor. Se gana no con la exclusiva, sino con lo contrario.

Este argumento no es una fantasía de economistas teóricos. De hecho, se encuentra en el origen de la legislación de la propiedad intelectual, y del copyright en particular. El argumento es sencillo: cuando Alejandro Sanz y el último cantante de rumba escogen su futuro, el coste de oportunidad de dedicarse a la música no es muy distinto. Las grandes estrellas y los pocos conocidos no tienen alternativas laborales muy distintas fuera del mercado musical. Por tanto, si le redujéramos los beneficios un 10% a la superestrella X, seguiría haciendo lo que ahora hace ya que la alternativa fuera de la música (trabajar por ejemplo en la construcción como ocurría con ese celebre artista de OT) es sustancialmente peor. La sociedad no necesita sobre-proteger con unos derechos de exclusiva a los mega-artistas para que se dediquen a la música. Lo van a hacer con seguridad dada las posibles alternativas. A quien debe proteger el copyright es al último que ha llegado, a ese que si pierde el 90% de sus beneficios probablemente abandonará la profesión y se dedicará a limpiar mesas. En términos técnicos, el copyright debería estar diseñado para crear incentivos al artista marginal (los de menor éxito) no a los inframarginales (los de mayor éxito). Pero a los artistas marginales muy poca gente les pirateas, así que a estos también el copyright no le ayuda mucho.

Este es el centro del argumento: la "pirateria" no hace daño al que acaba de llegar o al último cantante de rumba, porque no es negocio copiarle y distribuirle fuera de copyright. Una reducción de la sobreprotección del copyright no les afecta a estos miles de artistas; de hecho es lo contrario: un acceso sin persecución permite que sean conocidos y escuchados a bajo coste -que al menos es lo que quieren estos grupos- ganándose así unos pequeños segmentos de mercado y, posiblemente, una audiencia por conciertos en vivo y otras performances. Si para escuchar a un grupo algo desconocido tengo que pagar 18 euros, es bastante probable que no lo haga: si está accesible en la red, aumentan significativamente las posibilidades. El éxito de myspace, la web más visitada de nuestro país, es una buena muestra de esto.

Además, desde el punto de vista del conjunto de la sociedad, la cuestión no es y no debe ser encontrar una legislación que permita a los productores de música, libros, o películas ganar más dinero posible. Al contrario, desde el punto de vista del bienestar social, la pregunta apropiada es: ¿qué regulación facilita que se genere la mayor cantidad de creaciones  artísticas que puedan ser disfrutadas por más personas (es decir, al menor precio posible)?  En otras palabras, la definición de los derechos de propiedad intelectual no deberían mirar únicamente a proteger los intereses de algunos productores sino que deberían buscar maximizar la producción y el consumo bajo la restricción que productores y consumidores hagan lo que hacen de manera libre y voluntaria. Es bastante evidente que la actual regulación del sistema de copyright, y la ulterior protección que los procedimientos contenidos en la LES implican, favorecerán las grandes casas discográficas y las grandes estrellas (los 600 artistas que mencionaba la SGAE) a costa de los usuarios y de los artistas menores.

Conclusión

Concluyendo, la disposición final primera de la Les, por fuerte que sean las presiones del sector, no es una buena idea. No lo es porque no va a aportar nada al cambio de modelo y probablemente lo haga más dificil, haciendo menos atractiva el uso de una herramienta que sí es esencial en este cambio de paradigma; y porque además es equivocada e inútil. Equivocada porque es una ineficaz forma de defender a los artistas e inútil porque cuando se lleve al juez al primer internauta, lo más probable es que mucha gente habrá encontrado otras fórmulas de escuchar música. Sería preferible, por el contrario,  que se aprovechara ese texto legal para incorporar las recomendaciones que ha realizado hace pocas semanas la Comisión Nacional de Competencia acerca de nuestra ley de propiedad intelectual y que ponen en cuestión el grado de competencia de algunas de los elementos de este sector.

Referencias

Boldrin, M y Levine, D (2005): The Economics of Ideas and Intellectual Property. Proceedings of the National Academy of Sciences, 102 (2005), 1252-1256.

Universal Mccann International Social Media Research Wave 3, (2009) en http://www.slideshare.net/mickstravellin/universal-mccann-international-social-media-research-wave-3

Fundación BBVA (2008). II Estudio sobre Internet en España. Disponible en http://www.fbbva.es/TLFU/tlfu/esp/investigacion/fichainves/index.jsp?codigo=315

Comisión Nacional de Competencia (2010):  Informe sobre la Gestión Colectiva de Derechos de Propiedad Intelectual. Disponible en http://www.cncompetencia.es/Inicio/Promocion/Informes/tabid/166/Default.aspx

Informe Anual 2009 de la Industria de los Contenidos Digitales en España,  Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

Hay 66 comentarios
  • Pepe: qué me vas a decir.

    Pero creo que tu razonamiento no encaja. Veamos:

    - El argumento es que alguien se ha arruinado por las descargas.

    - Haya o no dinero de las televisiones, el caso es que aquí producir sin televisión lo hacen los suicidas, es decir, que te arruina una mala decisión o la ausencia de mercado, no las descargas. Si eres un productor serio, de los que producen para el mercado internacional, nadie que no esté fuera de juicio produce sin las preventas internacionales. Y esto sigue siendo así. Es decir, no es que no sean importantes, SON ESENCIALES.

    - Si no hablamos de producción cinematográfica, solo se puede referir a: que es distribuidora de cine (no me vale, todas han bajado lo que pagan por el MG de lo que compran fuera), distribuidora de DVD (incluido porno), que tampoco me vale porque es el caso de una industria que la red desintermedia o, finalmente, de producción televisiva, donde tampoco hay riesgo por descarga porque se trabaja llave en mano y paga la tele.

    - Lo de las preventas de 100 mil de televisión española, se dan casos, pero es de títulos de poca salida comercial. Los autores consagrados tienen mucho más dinero, créeme. Pero, volvemos a lo mismo: si no tienes dinero, no la hagas y no te arruinas. El modelo de "negocio" del cine español se basa en cubrir costes y sueldos de producción ejecutiva y autores con tele más subvención, no en el retorno de las entradas ni en las ventas de DVD, que tienen históricamente un valor marginal. Es decir, las descargas les afectan cero, porque, además, salvo que, de nuevo, sean unos locos, aquí las taquillas se compran para tener los mínimos de subvención.

    - La discusión es utilísima, porque se trata de desmontar las argumentaciones falaces sobre la obsolescencia industrial de un sector que se quiere proteger con medidas regulatorias que constituyen un privilegio inaceptable a sumarse a los que ya tiene.

    - ¿Las grandes perjudicadas? Díselo a Kodak, que ya no vende película ni instamatiks. Se llama que te han cambiado una industria, le gente coge aviones y no carretas de caballos. Con todo, ¿has visto que alguna de las grandes productoras internacionales, que son unas poquitas, haya quebrado? Times/Warner sigue ahí, Mediaset sigue ahí, Disney sigue ahí, News Corp (dueña de Fox), sigue ahí... Claro, pero tienen estrategias diversificadas con negocios en toda la cadena de valor... Además de aprovecharse de la ventaja regulatoria de tener licencias de televisión en abierto. Y eso de que no tienen subvenciones... Cuando una televisión pública con déficit le compra a Warner un output deal...¿no se aprovechan de una creación artificial de mercado? ¿Cuando ruedan en Alicante, Malta o Canadá no es más cierto que tienen incentivos de rodaje pagados con los impuestos de los ciudadanos? No hay estado de EEUU sin film commission que no contenga ayudas y retornos fiscales a quienes rueden en sus territorios.

    - Y, llegando a la televisión en abierto, pues me sobra conocimiento para saber que el pago se produce por "ver" la publicidad... pero seamos serios, el modelo de negocio consiste en darte gratis (al espectador) algo a cambio de ser interrumpido y, hopefully, que veas el anuncio (no cambies de canal, no te levantes a la cocina). El modelo de negocio de la tele es comprar espectadores (atención, si somos más precisos, datos de audiencia) para vendérselos a los anunciantes. El caso es que tu no pagas y, es más, si tienes un grabador en casa, te lo grabas completamente gratis (sí, claro, hay costes: el de oportunidad, el del disco duro, y bla, bla, pero seamos serios). Curiosamente, el modelo de negocio de los agregadores de video online es el mismo: ves un anuncio y te ponen el video haciendo clic. Los de descargas de pago, unos van y otros no. Como todos los negocios.

    En definitiva, hay una industria audiovisual que tiene una vida y otra que no, no es nuestro problema: que hagan pan, fabriquen tornillos o que hagan oposiciones a la caja, pero decirnos que se han arruinado por las descargas y pobrecitos que somos... Lo que sucede es que la economía digital da ingresos mucho menores y, como dices, no lo dudes, que es eso, es que las copias son perfectas y, claro, de eso no tenemos la culpa... ¿son todas perfectas? Noooo! hay gente que las ve piratas grabadas con cámaras en las salas... Piensate si no tiene que ver también la sobreabundancia de contenidos y el hecho de que la atención de la gente es limitada y no está dispuesta a perder del tiempo con sus dos horas de ocio: si no es buena, no sigo. Pero ellos quieren cobrarte el zapato sin que te lo pruebes y, claro, como hay tantos zapatos sin que tenga que pasar por tu filtro obligatorio, me voy a otro donde puedo probarlo. Eso son las descargas y el consumo digital: la mayoría ni siquiera pasan de los primeros cinco minutos.

    El 3D es un arma de marketing para devolver la gente a la sala... por crear un espectáculo y eso es de toda la vida, desde el circo. El negocio de la exhibición consiste en lo mismo desde hace centurias: llegar a la ciudad y decir que tienes a la mujer barbuda - el 3D - y como tienes que llenar hora y media, pones a los equilibristas y a los payasos (es decir, a Pandora y los muñecos). Por cierto, qué delicioso plagio (no, nosotros decimos remix y es lo que defendemos, pero ellos te demandan) el de Avatar. Y aquí hay una de las claves: Avatar es un producto de entretenimiento con un enorme presupuesto de marketing. ¿Nuestro productor fracasado por las descargas tiene presupuesto de marketing? Sigo insistiendo en que me diga qué títulos le han llevado a la ruina, porque este sector es como el capital riesgo, muchas las ideas, pocos los éxitos. Pero curiosamente lo más pirateado es lo que más taquilla y audiencia tiene.

    Es decir: irme a la subscripción online de juegos y al 3D es crear productos que no pueden ser fácilmente duplicados y, por tanto, en los que puedo seguir desarrollando un modelo de negocio en un caso el de venta de copias y el otro el de subscripción. Como el del cable, por cierto, que sigue yendo bien pero que se está transformando a toda velocidad para evitar ser eliminado por el consumo ondemand que trae la red. Es decir: negocios que se transforman con la tecnología. Como los sacrosantos derechos de autor conceden el monopolio exclusivo sobre la autorización de la explotación nos encontramos de nuevo con lo que suponen los monopolios de conocimiento, de los que el señor Boldrin, que es miembro de estas páginas sabe algo, y elimina el incentivo a la innovación: es decir, oiga págueme por ver esto que es mío, no copie esto que es mío y siga pagándome cada vez que lo ve, que es mío. Pues va a resultar que no, que no lo vamos a hacer. Y si te arruinas.... pues como todos los demás.

  • Vamos a ver Gonzalo, que te embalas...jejeje

    "Haya o no dinero de las televisiones, el caso es que aquí producir sin televisión lo hacen los suicidas, es decir, que te arruina una mala decisión o la ausencia de mercado, no las descargas"

    Lo dices como si la ausencia de mercado fuera el efecto, y no la causa. Tal vez lo que haya que preguntarse es...¿por qué hay ausencia de mercado? Tal vez una de las respuestas sea que es imposible competir con el precio 0 de las descargas, y nadie serio quiere invertir en un país en el que hay que "competir" con Seriesyonkis.

    "si no tienes dinero, no la hagas y no te arruinas"

    Sí, eso es lo triste, esa ha sido la máxima de España que nos ha llevado y nos mantiene en la especulación inmobiliaria y el estancamiento tecnológico. Cualquier producción "sofisticada", sea de alta tecnología o audiovisual, como es el caso, lleva incluida un riesgo intrínseco, que si no se asume, impide las ganancias futuras. Nadie, cuando un promotor se presentaba en un banco para construir, se encontraba con esa frase: "si no tienes dinero, no lo hagas". La financiación está para eso: para adelantar capitales en el tiempo, para permitir emprender actividades que si hubiera que financiar vía ahorro, nunca se harían. Y eso o se asume y se gestiona bien, o jamás avanzaremos (ni en el sector del cine ni en ninguno). Pero estoy seguro de que cuando Amenábar pide pasta para una película suya nadie le suelta esa frase que me has estampado aquí, como quien no quiere la cosa.

    En cuanto a lo de las subvenciones...creo que primero te tienes que aclarar tú, porque por un lado dices "(las medidas regulatorias) constituyen un privilegio inaceptable a sumarse a los que ya tiene (la industria del cine español)." Pero en el párrafo siguientes admites que en USA también se apoya al cine, y les va muy bien. Así que no entiendo tu argumentación ¿está a favor de las ayudas al sector en USA pero en España no? Si no me aclaras eso, la verdad que suena cuanto menos a inconsistente, o yo he entendido algo mal.

    Pero atención, que ahora viene lo bueno, en mi opinión:

    "El caso es que tu no pagas y, es más, si tienes un grabador en casa, te lo grabas completamente gratis (sí, claro, hay costes: el de oportunidad, el del disco duro, y bla, bla, pero seamos serios). Curiosamente, el modelo de negocio de los agregadores de video online es el mismo: ves un anuncio y te ponen el video haciendo clic. Los de descargas de pago, unos van y otros no. Como todos los negocios."

    "El negocio de los "agregadores" on line es el mismo de las televisiones"...interesante, si no fuera por un pequeño detalle: que en la mayoría de países civilizados, queda fuera de la ley, y de que en el caso de las televisiones, los productores de contenidos son retribuidos, y en el caso de los "agregadores" (¿Seriesyonkis?) los productores y autores no ven un duro. Pero vamos, que ya la simple ilegalidad invalida tu "argumento" es como si me comparas el comprar un producto farmaceutico en una farmacia, o a través de Internet a alguien que no tiene ni licencia, y vende productos falsos. Y lo mismo cabe aplicar a las descargas de pago. "Unos negocios funcionan y otros no". Supongo que eso te ha llevado mucho tiempo pensarlo, lo mismo que lo de "una industria audiovisual tiene vida y otra no". Pero claro, eso es lo mismo de perogrullo que lo anterior, la cosa es cual tiene posibilidades de vida y la que no, y eso pareces no tenerlo claro ni tu. Así mal vamos.

    El resto de tu "argumentación" son las falacias de siempre con los mismos malos ejemplos de siempre. "La gente coge aviones, y no carretas de caballos". Pues mira, no. He vivido en dos ciudades en que la gente coge carretas de caballos, y los cocheros viven de eso, y muy bien. ¿Y por qué la gente sigue cogiendo carretas de caballos y sigue siendo un negocio rentable? Entre otras cosas porque no hay cocheros de caballos sin licencia, que hacen competencia desleal a los que la tienen. O el ejemplo de que los aguadores ya no existe, o que nadie vende bloques de hielo. Pues en las gasolineras venden hielo, y a mi me traen botellas de agua del supermercado. ¿Por qué? Entre otras cosas porque no se permite que alguien embotelle agua del primer arroyuelo que pille y se la venda a la gente, o que existan productores de hielo que vendan saltándose los controles sanitarios, por poner un ejemplo.

    Es muy curioso que alguien que está dentro de la industria como tú, no sea el primer interesado en hacer desaparecer los screeners y cosas como "seriesyonkis". El otro día escuché a un directivo de Pixar decir algo muy interesante (algo que tal vez la mentalidad española no comprendería todavía). El decía que el negocio de la animación por ordenador, o del cine en general, era de los pocos en los que te interesa que tu competencia sea buena, excepto cuando tú estrenas. Porque si alguien va a ver una película, sea de quien sea, y tiene una mala experiencia, le quita las ganas de ir a otra, y esa otra puede ser la tuya.

    Tal vez por aquí deberíamos aprender de afirmaciones como esa.

    Ah, y por cierto, Planet 51 tiene toda la pinta de que va a recuperar lo invertido, en contra de tu pronóstico. Espero que sea una buena noticia para ti.

    Un saludo.

  • @ Gonzalo.

    Varias matizaciones:

    * Para empezar, el mercado de las preventas internacionales ha caído en picado en los últimos años. ¿Quén diantres te va a pagar una preventa mínimamente decente cuando los ingresos por salas, DVD y las preventas de televisión se han derrumbado en todo el mundo? Lo que ha ocurrido es que las productoras han tenido que rebajar el presupuesto de sus películas o convertirse en pseudosucursales de las productoras de las cadenas comerciales de televisión que hoy por hoy son las que cortan el bacalao en la industria cinematográfica patria.

    * De dos o tres años a esta parte, prácticamente ninguna producción de largometraje español ha conseguido preventas por más de 200.000 euros a TVE. Los datos al respecto son públicos y de fácil acceso.

    * En cuanto a que sólo se puede producir en base a subvenciones y preventas a televisión y home video, efectivamente ése era el modelo imperante hace 5-10 años. Cuando las preventas se reducen o desaparecen, la única manera de seguir produciendo es rebajando costes y/o aumentando el riesgo del productor. Es de cajón.

    * Sobre la supuesta obscolescenia de la industria del entretenimiento, yo lo que veo es que la gente consume más que nunca sus productos. En muchos casos gratis, eso sí. Así que no veo tan claro que esas producciones estupendas por 10.000 euros que alguien proponía más arriba vayan a ser el grueso del consumo de ocio en un futuro próximo. En cualquier caso vuelvo a exponer lo que he dicho anteriormente: Si estáis tan seguros de eso, ninguna regulación va a salvar a la industria establecida. Lo único que hará es alargar su agonía. Así que no entiendo tanto escándalo por la dichosa LES.

    * El símil de Kodak o de los coches de caballos no viene al caso. No estamos hablando de que el producto que fabrica la industria del entretenimiento ya no se quiera consumir o haya quedado obsoleto por otros nuevos productos. Aquí la cuestión clave y fundamental es que el producto que dicha industria ofrece se sigue consumiendo masivamente, pero sin pagar un euro.

    * Me sorprende sobremanera que afirmes cosas como "en la producción televisiva, donde tampoco hay riesgo por descarga porque se trabaja llave en mano y paga la tele". Hace ya unos cuantos años que la mayoría de las producciones de ficción de televisión trabajan con unos márgenes tan ajustados que es prácticamente imposible ver ningún beneficio si una serie al menos no consigue mantenerse una temporada entera en antena. Lo que ha ocurrido es que la producción se ha ido concentrando aún más en las grandes productoras con el músculo financiero para aguantar el tirón de producir dos o tres series que fracasan por cada una que pasa de la primera temporada. Aún así, hasta las grandes productoras están teniendo cada vez más problemas para cuadrar sus cuentas dado el bajón tanto de audiencia como de ingresos publicitarios en los últimos años. Tan solo entre 2008 y 2009 el global de la inversión publicitaria en el mercado español ha descendido un 23%, porcentajes que se traduce en más de 700 millones de euros menos de ingresos.

    * El modelo de negocio de la televisión en abierto sí que está obsoleto. En primer lugar por sus propios desmanes con la saturación publicitaria y la contraprogramación. En segundo lugar porque sólo en un país tan mediatizado por la política como éste se puede entender que en un mercado de 45 millones de espectadores haya dos cadenas públicas estatales, cuatro cadenas privadas de ámbito nacional, tropecientas autonómicas, y varias redes distintas de televisión por cable, satélite y ADSL. Y en tercer y último lugar porque gran parte de su producción es de usar y tirar, absolutamente efímera y con unas posibilidades bajísimas de explotación a posteriori. Han podido ir aguantando el chaparrón del cambio de modelo porque tienen un público cautivo más o menos fiel (la población de 50 años para arriba) y un mercado publicitario que ha tardado en reaccionar porque está tan despistado como ellos por los profundos cambios que se están produciendo. Pero les ha llegado su sanmartín y ahí las tenemos fusionándose para intentar salvar los pocos muebles que les van quedando.

    * En lo que estoy completamente de acuerdo contigo es en que el futuro de la industria del entretenimiento en general pasa necesariamente por modelos on demand (streaming o descargas) fáciles de usar, rápidos, multiplataforma y a precios asequibles. Pero de pago.

    En resumen, que si alguien no quiere pagar por un producto está en su perfecto derecho de no hacerlo. Tiene multitud de obras gratuitas a su disposición y un montón de cosas interesantes más que hacer con la estupenda y fenomenal herramienta que es internet. Pero lo que no es de recibo es justificar que porque existe la posibilidad tecnológica de hacer una copia no autorizada de una película, un disco, una serie de televisión o un videojueo ya no es necesario pagar por ello.

    El productor (que es quien realmente detenta los derechos de explotación de una obra, no el autor o autores de la misma) está en su perfecto derecho de reclamar una compensación económica por el disfrute de un bien de su propiedad. Y el espectador está en su perfecto derecho de mandarle a paseo y no consumirla. Pero el triple salto mortal de justificar que el espectador la puede ver gratis gracias a una herramienta estupenda que se usa de forma poco ética no cuela.

  • Pepe, intervenciones como la tuya son las que de verdad aportan algo.

    Por eso te agradecería infinitamente que me dieras alguna pista de dónde puedo encontrar datos fiables de la industria como los que citas, por que de verdad estoy harto, harto de lo desesperante que es visitar páginas como las de Gonzalo en las que el apoyo de los argumentos son links hacia blogs en los que se cuentan teorías rarísimas nunca puestas en práctica y que lo más que hacen es aportar gráficas en las que muchas veces incluso faltan las variables en los correspondientes ejes (en serio que lo he visto más de una y dos veces).

    Datos, quiero datos de la industria, reales, para que después yo mismo pueda sacar las conclusiones. Y es curioso que en la era de la información y bla bla bla, cuando de verdad te pones a buscarlos no es tan fácil.

    Por eso reitero, agradecería desde aquí links a webs con datos serios que confirmaran o desmintieran las correspondientes teorías.

  • A ver, cambio social, vamos por orden, pero siento que sabes muy poquito y dicho con todo respeto del mercado audiovisual y de la distribución online. Luego iremos con lo otro.

    - La "ausencia de mercado" no se debe a series yonquis. Se debe a que este es un mercado pequeño para la recuperación de los costes del cine. Los productores españoles producen para el mercado local, que no da. Simplemente. Y ya era así antes de seriesyonquis. Tampoco da para muchas teles, pero los gobernantes han decidido que tiene que haber muchas televisiones pagadas con impuestos creando un pseudomercado artificial basado en las preferencias políticas de los gestores políticos. Las subvenciones del cine, es crear un mercado aritificial. Y en series yonquis, lo que no se ve masivamente es cine español, precisamente.

    - "Sí, eso es lo triste, esa ha sido la máxima de España que nos ha llevado y nos mantiene en la especulación inmobiliaria y el estancamiento tecnológico" Bella frase de consumo que no tiene nada que ver. Es al revés: la creación de un modelo protegido basado en subvenciones (van 30 años) ha creado un "mercado" acomodaticio, no basado en la rentabilidad y sí en el favor político y el nepotismo. Sería más bien hacer lo contrario: si queremos industrias innovadoras han de ser rentables en el mercado, porque es innovación lo que el mercado acepta, no lo que es "nuevo". En la producción cinematográfica española, salvo un par de locos, nadie sale del esquema profundamente innovador de una subvención más una tele que tiene que invertir obligatoriamente.

    - Agregadores online: ¿Tu conoces el mercado? ¿Sabes que hay varios de los llamados legales? ¿Que se financian unos con publicidad otros son descargas pagadas? Que los agregadores "piratas" muestran un modelo de explotación que los productores establecidos son incapaces de reproducir en sus propias ofertas sólo muestra, legalmente o no, que no desean desarrollar un modelo de explotación que en otros funciona. Y fíjate que ahora no hablo de rentabilidad, sino de ingresos: los mismos que llaman filibusteros a seriesyonquis les atribuyen unos ingresos que son decenas de veces superiores a los que ellos consiguen con sus ofertas. ¿Porque no pagan derechos? Ese no es el quid, eso tendría que ver con el resultado neto final no con los ingresos. Pero es mucho más cómodo que el gobierno me cambie la ley que ponerme a competir o desarrollar un mercado. Porque quiero imponer unas condiciones absurdas. Luego entraremos en seriesyonquis.

    - subvenciones usa: no sé de donde sacas que estoy a favor de unas y de otras no. Léete mi blog lleno de teorías rarísimas y verás lo que digo. También conviene aclarar que en USA solo hay apoyo local a los rodajes generalmente en forma de incentivos fiscales, no subvención directa. Es decir, se argumentaba que la afirmación que se hacía anteriormente es incorrecta: que las grandes productoras mundiales no tienen subvenciones. Las grandes productoras aprovechan cualquier cosa en todas partes para reducir su riesgo. Eso sí, no tienen un sistema basado en pérdidas como el español, esa forma de crear industrias modernas que nos dices que es la vía. En general, todo el mercado audovisual mundial está repleto de ayudas públicas. Y las rentables siguen siendo esencialmente las mismas, las que se producen para el mercado mundial.

    - caballos, hielos y agua. te contestas tu solo. Hay modelos de negocio que funcionan y m modelos que no, en mercados donde funcionan y en mercados donde no funcionan. Perogrullo es muy útil: los negocios se basan en vender por más de lo que cuesta, si no te lo pagan, no lo fabriques. Porque... ¿a que en madrid no vas a poner un modelo de coches de caballos para competir con el taxi? ¿A que no? O sí, esas bonitas calesas para dar paseos a turistas. Ese modelo, puede funcionar. ¿Licencias a dedo? Ese bello instrumento para suprimir la competencia y crear corruptelas. En el caso de la producción "creativa": pues que cada uno encuentre su modelo. Si te pagan la entrada, enhorabuena. Al circo se la siguen pagando. Pero si no hay gente dispuesta a pagar, pues inventaré otro modelo: esta a cambio de publicidad, lo hay por subscripción y acceso. Son las formas de ganar dinero, pero que no me digan que tiene que ser obligatorio hacerlo de una forma. Y si ningun modelo me sale, mejor me dedico a otra cosa.

    - Suprimir o no series yonquis. Tu no me has leído a pesar de que dices lo de las teorías raras. Haré un paréntesis: ya que te muestras tan proclive al avance y al progreso por la innovación, al cambio social, es sorprende el desprecio con ese argumento al trabajo intelectual y académico. Las teorías, la discusión intelectual, pueden someterse a falsación y ser refutadas, pero ¿despreciarse por raras? En fin. Es largo, pero haré un resumen: yo estoy a favor del devolucionismo progresivo y del dominio público como norma como efecto final. Progresivo porque, lo he dicho y lo tengo escrito, no se puede cambiar a toda una industria basada en una arquitectura legal de golpe: se han hecho inversiones legítimas basadas en ello. Así que hay que hacerlo por reducción progresiva de plazos hasta la extinción de los derechos. Y extinción de derechos porque asumo las conclusiones de Michele Boldrin (autor enlazado en este blog) por las cuales no es cierto que no exista incentivo a la creación si no se constituye un monopolio sobre las ideas. El caso series yonquis y megaupload son un claro abuso de lo que la ley prevé, porque la ley se ha construido otorgando el monopolio total de las decisiones de explotación al titular de derechos. Otra cosa es que los jueces no puedan probar el vínculo entre puesta a disposición (lo ilegal) y la construcción de la página de enlaces (lo que no sería perseguible, porque es como perseguir a google por decirte donde está algo). Una tercera cosa es que la ley se haga clara diciendo que no puedo explotar mediante enlaces las obras de terceros como hace series yonquis, otra cosa es prohibir o bloquear el P2P (estoy en contra) y otra cosa es asegurar como dijo nuestro comentarista objeto de esta polémica que él se ha arruinado por las descargas. Y una cosa más es si, es posible limitar la tecnología de alguna forma para conseguir lo que desean y lo que me parece que me estás defendiendo: el control de la obra por parte del productor. Cualquier cierre de una tecnología o sitio ha conllevado la mutación de los intercambios. Y, si miras la caída de los precios de memoria, te será fácil predecir que si se cierran las redes la gente intercambiará pens repletos de música y películas. Esto es parte del contexto de la ley sinde y las descargas: el "problema" es la digitalización y eso sí son los aguadores que no hacen falta. Me digais lo que me digais, el debate sobre si es posible un concepto de explotación y de propiedad intelectual basado en el control del mundo analógico es este: si es posible impedir que la gente copie sin recurrir a un estado policial, más allá de si discutimos si la "propiedad" intelectual es algo que pueda tener tal y nombre y sea legítima, que yo lo discuto y me apoyo en investigaciones de terceros. Todo eso trasciende seriesyonquis. En ese proceso de transición a otra normativa de propiedad intelectual, yo veo lógico el que se regule la explotación que hace un sitio como seriesyonquis, pero no veo lógico el formato de cierre administrativo y la doctrina de recaudación, canon, leyes a medida que imponen (impone, porque amenaza a los gobernantes) las entidades de gestión ylos lobbies organizados de la industria. Aquí resulta que el lobby más antidemocrático del mundo, el de la industria del entretenimiento (toma cambio social, toma democracia) quiere imponer leyes para que, aunque cambie la tecnología, aunque desborde todas las consideraciones teóricas y morales sobre la propiedad intelectual, a ellos se les hagan las leyes a medida: el último cambio americano se llamó Ley Micky Mouse. Pregúntate por qué. Y lo hacen vendiendo como reales afirmaciones sobre las descargas como las de que este señor que no sabemos qué títulos dicen que le han arruinado. Como ves, cada pregunta tiene una respuesta y un matiz. Querer ver todo este proceso sólo por series yonquis... En fin, es de una limitación verdaderamente grande.

  • Bueno Gonzalo, veo que te despachas con lo de siempre, y en el mismo sentido de lo que criticas: me haces un comentario de ideología pura, sin apoyar en DATOS, que es lo que llevo pidiendo no sé cuantos comentarios. Porque lo que quiero que me demuestre alguien con números en la mano, es muy simple, os lo pongo por puntos, a ver si lo pilláis de una vez:

    1) Que el intercambio de archivos en las redes P2P y en los "agregadores" incontrolados (aka "Seriesyonkis", etc) aumenta la producción audiovisual de los productos que se intercambian, propone un modelo de ingresos sostenible para la industria (o cualquier otro agente que quiera ofertar su producto en el mercado), y propicia la cantidad y la calidad de las creaciones audiovisuales.

    2) Que el nuevo "paradigma digital" en lo que al audiovisual se refiere, propicia la creación y beneficia a los que empiezan, frente a los "grandes".

    3) Que los ingresos de la industrias del cine, música y edición de libros crecen, beneficiados por el nuevo "paradigma digital".

    Recuerdo que quiero datos, no parrafadas con lo de siempre, datos concretos que apoyen vuestras teorías, y recuerdo también que por ahora NADIE, excepto Pepe, ha puesto datos sobre la mesa, y los datos que se han puesto sobre la mesa (aportados por Pepe y por mi más arriba) contradicen lo que dices, Gonzalo, te pongas como te pongas.

    Un saludo.

  • Pepe, iré con brevedad, es mucho comentario, pero lo ampliamos cuando quieras con unas cervezas:

    - Ningún productor de cine español sensato produce sin tener derechos de televisión. Sin más. Porque no se pueden descontar los contratos para financiar la película. Su valor, se reduce, es cierto, pero eso no quiere decir que no se financien sin ellas. Sobre los 200 mil... pues depende de cada película. Te aseguro que la de Trueba de este año que ha comprado RTVE son más de 200 mil. Y varias más. ¿Datos públicos? Quiero verlos, porque lo que se ha publicado son un muestreo de las compras, no todas.

    - Ningún productor de cine español produce a riesgo si sabe lo que hace. Los presupuestos están hinchados con juegos oscuros para poder optar a las subvenciones máximas y hay extraños arreglos de taquilla si no salen las cuentas. Es decir, un productor promedio español no tiene riesgo si hace la película de acuerdo al sistema. Las descargas no le suponen nada, supuesto que realmente se descarguen - y realmente se vean- los títulos que tanto dicen que pierden. Lo que la gente no sé si sabe es que el modelo de negocio de un productor español consiste en garantizarse su - elevado - sueldo de productor ejecutivo y, si puede, cobrar por el guión y ser director. Es decir, no hay ruina que valga dentro de un sector que, de por sí, no es un un buen sector para invertir. Antes de seriesyonquis y ahora.

    - las televisiones bajan precios ¿yyyy? También otros sectores. Se llama mercado. Hemos pasado de seis canales a más de cuarenta. La misma población, menos publicidad. Pero, en nuestra cuestión, de nuevo el productor tiene la producción financiada aunque l bajen el margen: el riesgo de descarga es de la tele. Y no se puede decir que ese sea el problema de Aguila Roja o Dr Mateo. Es decir, nuestro productor arruinado no se dedica al negocio correcto. ¿Que se concentran? Bueno, y los bancos.

    - las ventas internacionales bajan. Sí ¿Y qué? Sigue siendo el modelo de negocio de las producciones internacionales. ¿Está antiguo¿ Que cambie. No veo donde está el problema. Antes había unos pocos estudios de postproduccion ahora hay muchos. Bajan los precios. Claro. Hay poco margen en la postproducción. Vale, no lo hagas si no te gusta. Pero la realidad es que la preventa sigue siendo el modelo generalizado. Los productores que lo saben hacer, no arriesgan su patrimonio. Ganan dinero en la gestión, no por el equity. Quien gana generalmente son los distribuidores, que son los que pagan los MG's. Que pagan menos? Qué se le va a hacer. Se harán menos o más baratas. Como en todos los sectores.

    - Me pones la reducción de la publidad como excusa para qué? Es mercado No tiene que ver para nada con que nuestro comentarista se "arruine" por las descargas. Todavía no ha dicho qué fantásticos títulos le han arruinado (por cierto, cambiosocial, esos datos los publica Infoadex son públicos).

    - El escándalo de la LES es el método de los lobbies de imponer leyes al poder político. Resulta que las sentencias, con su ley, escrita por ellos, no salen, así que me quito al juez de enmedio, pues no va a entrar en el tema de fondo, sino a ratificar lo que ha decidido u organo de una indepedencia y legitimidad sin duda fuera de toda sospecha.

    - Si el futuro son producciones de 10 mil o de 100 millones lo dice el mercado. Así de simple. Más bien parece que el futuro está en los extremos, en las carísimas y en las baratísimas. Lo intermedio, mal. Nada tiene que ver con la ruina de nuestro amigo.

    - Television en abierto obsoleta: pues según como se mire. No hay nada mejor para ver la formula1. Toda la argumentacion que realizas sobre los criterios estéticos y la contraprogamación no te los compro, mucho menos en nuestro caso, el del productor arruinado por sus descargas. Insisto en que no ha dado un título para que podamos analizar. La televisión en abierto va a evolucionar con el desarrollo de los televisores concectados a internet para desarrollar interactividad y consumo ondemand. Los grandes conseguiran reunir buenas ofertas de contenidos y adaptarlas a esos entornos de consumo. Es obsoleto querer vivir con el 1% de audiencia basado en publicidad por GRP's. Puede no serlo en un modelo de televenta o de juegos participativos (no te digo call tv por lo que tiene de cuasiestafa, hay más fórmulas). Pero es más obsoleto no empezar a aver el video como ubicuo y no ver el video como video por televisión, video por cable, video por el movil, etc. El video es una revolución por acceso y por la voladura de las barreras de entrada.

    ¿En ese escenario tu dices que el modelo es de pago? Se verá. Se verá que la gente combinará muchas fórmulas para un único producto. Se verá qué cosas y en qué momento el mercado las acepta y cuales no. Toda la música de itunes se puede descargar libremente, pero hay gente que la paga. Pero el grueso de lo que lleva en su memoria, no lo ha pagado. Y va a ver conciertos. En audiovisual, el modelo serán franquicias de contenido en algo muy parecido al brand management de Procter&Gamble con muchas fuentes de ingresos. Hay ya y habrá más conexiones entre mundo físico y mundo virtual, más merchandising y más donaciones en la produccion independiente.

    ¿EL productor tiene derecho a reclamar por el disfrute? Supongamos que sí, ¿puede? ¿Es moralmente legítimo que se les pague varias veces por lo mismo de forma impuesta por las leyes? Todo esto atañe a problemas que tienen que ver con el concepto de "propiedad" intelectual. Y es muy debatible.

    En fin, me dejo muchas cosas, pero esto se hace largo. Cuando quieras debatimos con unas cañas que quedará más claro.

  • Me dejaba lo de Planet.

    Han publicado una nota de prens que lo que viene a decir es que han recuperado. Yo lo que argumentaba es que en EEUU no iban a ganar dinero y que les ha podido costar. Las cuentas son: 50% exhibidor, menos fee de distribución (del 15 al 25%, según lo que negocies), menos P&A (seguro que no menos de 20 millones de dólares), menos el coste de financiacion del P&A (al 25%, es financiacion de riesgo). Como verás, lo que ha tenido que volver a casa... no ha sido como para echar cohetes. Si ha llegado. Resto del mundo? Preventas (vaya por dios). Si con eso han cubierto, pues excelente. Pero una cosas es cubrir y salvar el cuello y otra ganar.

  • Ahora sí, Gonzalo...ahora si me queda claro lo que quieres decir, y sí estoy fundamentalmente de acuerdo con lo que dices.

    Pero mi pregunta se proyecta al futuro...¿tiene futuro el modelo del nuevo paradigma? Eso es lo que no me queda tan claro, y de ahí mi duda, y de ahí que lo interesante es que alguien acertara con el modelo a seguir.

    Para constatar lo que está pasando, ya lo estamos constatando todos.

  • Ah y por cierto...respecto a lo de Planet 51...
    Según la información que yo tengo es que los beneficios lleguen a unos 5 millones de euros...Supongo que no está mal, para ser la primera iniciativa que se arriesga a hacer algo como esto en España...Competir con Pixar no lo veo fácil, y ellos se han comportado cuanto menos con dignidad. Ya están preparando su primer largo, supongo que esa es la dirección que querían tomar.

    Y por cierto...no me olvido de que nadie ha respondido a mis preguntas con datos todavía 🙂

  • Gonzalo, gracias por la invitación a las cañas. Te tomo la palabra. 😉

    Sigo sin estar de acuerdo con gran parte de lo que argumentas. Básicamente, porque al igual que el artículo que ha dado pie a esta conversación se basa en predicciones más o menos aventuradas que la realidad no parece soportar.

    Por no seguir estirando la conversación hasta el final de los tiempos, resumiré lo que para mí son las claves de todo este asunto:

    * Los empresarios y trabajadores del entretenimiento por supuesto que están en su legítimo derecho de cobrar un precio razonable por su inversión y/o su trabajo. Al igual que el espectador está en su legítimo derecho de no consumir esos productos y favorecer con sus pautas de consumo otro tipo de modelos basados en el copyleft o la gratuidad total.

    * Lo que no me parece de recibo es lanzar una serie de predicciones que supuestamente sólo se pueden cumplir si una parte de los competidores ven mermados sus derechos legítimos. Los que creéis en modelos alternativos al existente me parece estupendo y muy saludable que apostéis por él. Lo que no vale es dar patente de corso a una serie de modelos que se basan en la copia y distribución no autorizadas de obras cuyos legítimos propietarios no quieren ceder gratuitamente al consumidor.

    * Como tú bien dices, dejemos que el mercado decida. Con LES o sin LES, si los modelos de pago no funcionan y no tienen suficientes clientes, acabarán desapareciendo más pronto que tarde. No sé por qué hay tanto miedo a dejar que los diferentes modelos compitan entre sí y dejar que el consumidor decida.

    Por cierto, ya he dicho por activa y por pasiva que a mí el problema del productor que posteó en este hilo y de la industria cinematográfica española en general no me parecen significativos en esta discusión, tanto por lo atípico de sus mecanismos de financiación como por la ínfima cuota de mercado (y de subvenciones) que suponen.

    Un saludo.

  • En fin...veo que desafortunadamente el debate se salda como casi siempre: ideas no sustentadas en nada, y sin aportar datos por parte de los defensores del "nuevo modelo".

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