La educación de las élites españolas por César Molinas

César Molinas ha publicado esta interesante entrada en El País. Le hemos pedido que nos deje reproducirla por su interés.

La transformación del deporte español en las últimas décadas, conseguida a partir de los Centros de Alto Rendimiento, debería tomarse como modelo para reformar nuestro deficiente sistema educativo

En este artículo propongo la creación de un circuito público, exclusivo pero no excluyente, de centros de enseñanza secundaria de excelencia. En primer lugar aclararé el sentido de alguna terminología que podría dar lugar a equívocos. En segundo lugar me referiré al problema de las élites españolas y me preguntaré si el sistema educativo podría ayudar a resolverlo. En tercer lugar pondré al deporte como ejemplo de lo que hay que hacer con la enseñanza. Por último daré algunas ideas sobre el funcionamiento de los centros excelentes y estimaré cuánto podría costar este proyecto al erario público.

En lo que sigue utilizo los términos “libertad” en el sentido de Kant (Crítica de la razón práctica), “nobleza” en el sentido de Ortega (La rebelión de las masas) y “esfuerzo” en el sentido de Manrique (Coplas a la muerte de su padre). Como debería enseñarse en nuestro bachillerato, los tres términos refieren al mismo concepto moral básico y son, en este sentido, equivalentes. Kant nos enseñó que la libertad no surge de ejercer derechos, sino de asumir deberes. No hay libertad sin moral y la persona libre es la que, por consideraciones morales, se obliga. Quien se obliga es noble, dijo Ortega, invirtiendo la convención de que nobleza obliga. Y nobleza es esfuerzo, apostilló Manrique. Más terminología. Un centro educativo de excelencia es aquél que otorga un currículo de una sola línea: “me gradué en Harrow”; “soy Polytechnicien”. Información adicional sobre la persona, en estos casos, es siempre letra pequeña: los centros de  excelencia se caracterizan por formar personas libres, nobles y esforzadas, valgan las redundancias. Educan y, para eso, enseñan.

El problema de España no son tanto las masas, embrutecidas en las últimas décadas por una lista interminable de derechos a la que no da sentido obligación alguna, como las élites. Desde hace siglos estas últimas han sido ortodoxas, conformistas, alicortas, satisfechas de sí mismas y reaccionarias. Ortega condensó en unas pocas líneas lo que a Menéndez y Pelayo le llevó dos mil páginas: “Lo característico de España no es que la Inquisición quemase a los heterodoxos, sino que no hubiese ningún heterodoxo importante que quemar. Cuando por casualidad ha habido algún heterodoxo español importante, se iba fuera, como Servet, y era fuera donde lo quemaban”.  El progreso, donde ha ocurrido, siempre ha sido impulsado por élites heterodoxas, inconformistas, ambiciosas, insatisfechas y progresistas. En España han faltado los visionarios que, plantando con firmeza sus pies en el futuro, tuviesen la energía suficiente para estirar de la sociedad. Lo llamativo del caso es que no se les ha echado de menos. “¡Que inventen ellos!” espetó Unamuno. Así nos va.

¿Puede el sistema educativo contribuir de manera decisiva a generar la nobleza de la que España carece? Es decir ¿puede el sistema educativo formar un número bastante de personas libres, insatisfechas consigo mismas y capaces de estirar de nuestra sociedad hacia el futuro? O sea ¿puede el sistema educativo enmendar el truncamiento moral de la pirámide social española? La verdad es que no estoy muy seguro, pero creo que vale la pena intentarlo.

La transformación del deporte español en las últimas décadas invita al optimismo. Los Centros de Alto Rendimiento (CAR) consiguieron poner a deportistas y atletas españoles en los podios a partir de las Olimpiadas de 1992, rompiendo con la mediocridad de las décadas anteriores. El vuelco que ha dado el deporte de élite español desde esa fecha ha sido tremendo: se han ganado medallas olímpicas, Grand Slams, Tours, copas de Europa y del Mundo… Y no sólo esto. El énfasis puesto por los CAR y por centros como La Masía en la formación integral de la persona y en la educación en los valores del esfuerzo, la ambición y la humildad ha propiciado que los deportistas de élite se hayan convertido en modelo y ejemplo para la sociedad española, especialmente para la juventud. Y hay más. La formación específica de las élites deportivas no ha resultado en un debilitamiento de la práctica del deporte en las categorías inferiores, sino todo lo contrario. La referencia de la élite ha propiciado una verdadera explosión participativa no sólo en categorías competitivas juveniles e infantiles sino también a nivel popular y familiar. La construcción del vértice de la pirámide ha sido esencial para que en España se haga más deporte, no menos, y se haga mejor. A todos los niveles. Este es el modelo que debería adoptar nuestro sistema educativo.

La enseñanza en España ofrece un panorama desolador que recuerda al mundo del deporte anterior a 1992. En el Informe de Competitividad Global 2010-2011 elaborado por el World Economic Forum para 139 países, la calidad de la enseñanza primaria española ocupa el lugar 93, la calidad de la enseñanza secundaria y profesional el lugar 107 y la calidad de la enseñanza de las matemáticas y las ciencias el lugar 114. Este desastre parece no preocupar a nadie en España, y menos que a nadie a las familias con hijos en edad escolar. Consideran que las escuelas de sus hijos son lo suficientemente buenas, siempre y cuando los hijos del vecino no vayan a una escuela mejor. No hay demanda social en nuestro país para mejorar el sistema educativo, esa es la cruda realidad: la escuela española es el reflejo de la sociedad española. Y viceversa.

La creación de un pequeño número de centros educativos de excelencia públicos en la enseñanza secundaria podría ser un factor decisivo para romper este círculo vicioso. Por tres razones. En primer lugar porque supondría reproducir un sistema de formación de élites que funciona bien en los países avanzados de nuestro entorno. Sin élites nobles, heterodoxas e insatisfechas, España seguirá yendo en el vagón de cola del progreso. En segundo lugar, porque para aumentar la calidad media de las escuelas españolas es imprescindible aumentar la dispersión en torno a la media. Es la filosofía de los CAR. El vértice de la pirámide es lo único que puede orientar a un sistema educativo desnortado. Y ese vértice, en España, no existe: hay que construirlo. Y, en tercer lugar, porque la envidia –pecado favorito ancestral de los españoles- puede acabar siendo el fulcro sobre el que apalancar la demanda social de mejores escuelas. Si, a pesar de la envidia, consiguieran establecerse centros de excelencia –reto formidable éste- la misma envidia se encargaría de presionar para que mejorase la calidad del conjunto del sistema.

Los alumnos de los centros de excelencia deberían aprender, básicamente, a hacerse preguntas y a dudar de las respuestas que obtengan. La gestión de los centros debería ser profesional, al contrario de lo que ocurre ahora con las escuelas públicas, en donde es rotativa entre los profesores del centro, como si fueran comunidades de vecinos. Los directivos serían responsables de los resultados obtenidos y deberían tener una remuneración adecuada. Dado el escaso acervo español en este tipo de educación, sería muy conveniente contar con el apadrinamiento y el control de algún programa internacional de enseñanza secundaria de prestigio como, por ejemplo, la Organización del Bachillerato Internacional (OBI). Esto garantizaría no sólo la inspiración y el control de calidad externo, necesarios ambos, sino también la formación continua del profesorado.

Los centros de excelencia deben ser exclusivos, en el sentido de que sólo deben admitir a los mejores, pero no deben ser excluyentes, en el sentido de que nadie debe quedarse fuera por motivos económicos. Esto plantea el problema de cuántos recursos públicos serían necesarios para costear estos centros. El coste de un estudiante de secundaria en un programa de la OBI ronda los 15.000 € anuales. En España este coste es 6.000 €, con lo que el coste adicional de la excelencia quedaría en 9.000 € anuales por alumno. Un sistema de 20 centros con 250 alumnos cada uno repartidos en cinco cursos tendría permanentemente a 5.000 estudiantes en las aulas. El coste anual adicional del sistema sería de 45 millones de € anuales. Esto equivale al coste de construir 4 kilómetros de línea de ferrocarril de alta velocidad o a la mitad de lo que cuesta fichar a un Cristiano Ronaldo. ¿Cuáles son las prioridades de España? ¿Un tren que irá semivacío? ¿Ronaldo?

Hay 38 comentarios
  • Excelente. Creo que en España hace falta un cambio radical en educación, necesitamos crear a los líderes del futuro, muchos de los cuales se pierden en el camino por no encontrar suficiente motivación en el actual método académico.

  • Y recordar que Esparanza Aguirre ya anunció que implementaría un bachillerato de Excelencia en la Comunidad de Madrid, será una prueba piloto para poder ver los resultados

  • Magnifico artículo.
    En él Molinas nos enfrenta a lo que podríamos llamar un 'problema de abrelatas para economistas'.
    Existe un grave problema de formación en la sociedad española y planteamos formas de mejorar el sistema educativo. Pero el problema central es que la mayor parte de la sociedad española no quiere un cambio hacia la excelencia. Actuamos como si la sociedad lo quisiera pero hay una inadecuada regulación cuando la realidad es que hay una inadecuada regulación porque la sociedad lo quiere así. ¡La democracia funciona!
    Si la sociedad realmente no quiere cambiar la situación todas la actuaciones de política serán en la práctica puramente cosméticas.
    Por eso, la propuesta de utilizar la envidia como palanca me parece de una agudeza exquisita. No podemos utilizar herramientas útiles en otros países pero que no son adecuadas a las características del nuestro. Debemos basarnos en nuestros recursos, y la envidia es uno de nuestros recursos naturales más abundantes.

  • Pero aun seguimos con este Raca-raca.... es mas propio del XIX.

    Un modelo de economia abierta como el actual con centros exclusivos de excelencia.... 😉 y ya esta. Bendita Inocencia....

  • Y digo yo, ¿para que tanta excelencia si el sistema educativo, tal y como está produce, al menos en los campos científicos, grandes profesionales con increibles currículos que se ven abocados por las bondades del espíritu empresarial de este país* a cobrar 800€?

    No digo que no haya que mejorar el sistema educativo, pero me parece un debate banal cuando los grandes profesionales de este país tienen que irse al exterior para conseguir un salario acorde con su formación, y no es precisamente por culpa del sistema educativo o porque allí pidan menos CV que en españa. ¿De verdad quiero excelencia para cobrar 800€? ¿o quiero excelencia para devaluar el valor de la enseñanza y los títulos de otras universidades creando 2 clases de profesionales**, los que han estuadiado en A y los que han estudiado en B, que como no es excelente, ya son susceptibles de estar en una categoría salarial inferior.?

    * (recordemos que españa es el país dónde los empresarios declaran menos que sus trabajadores, y digo esto para que no le echemos la culpa a los gobiernos y sus politicas, tanto de pp o psoe, que mo lo veo venir)
    ** (Por no entrar a cuestionar el concepto de clases de estudiantes, que en artículo se habla de pago público, pero quién asegura que no se privatiza o se concerta esa enseñanza, como ya está haciendo en madrid la Sra Esperanza con la educación pública, de manera que ya tienes, como reza el título de este artículo "la educación de la élites", y en el sentido negativo, pues ya no serían las élites intelectuales, sino sociales, que son los únicos que podrían pagar esa enseñanza)

  • Muy interesante, pero soy un escéptico:

    -"La gestión de los centros debería ser profesional, al contrario de lo que ocurre ahora con las escuelas públicas, en donde es rotativa entre los profesores del centro, como si fueran comunidades de vecinos. " Eso de la gestión rotativa, ¿en qué sitio sucede?

    -Creo, no me considero con la suficiente excelencia para pensar, que la evolución, si no el diseño, de la educación española y su desarrollo normativo, desde hace 25 años va en le estricto sentido de dar, ¿darwiniamente?, lugar a unas élites separadas de una masa de borregos-clientes. Esta élite sucede por mera "supervivencia" en los centros públicos (hablo del mío; y me refiero con supervivencia a la del alumno y la del profesor) y planificada en los centros privados (de lo que no tengo nada que decir) y en los concertados (de lo que quizás sí habría algo que decir). Ciertamente subnvencionar públicamente la élite sería poner las cartas sobre la mesa.

    - No considero prima facie que la formación de élites sea reaccionaria ni nada de eso, y que se podría aprovechar hasta el tirón de la envidia siguiendo la analogía del deporte). Pero Ortega era un poco iluso y supongo que se dio cuenta del material que había en España. Por cierto, ¿que quién seleccionaría a los que entraran en la élite? No quiero pensar en que el coche oficial que tan necesario es y tan gustosamente pagamos a la clase política y aledaños se transformara en el colegio público y fetén para los niños (con cargo a los presupuestos y con cargo a mis impuestos). No veo las garantías para que eso no suceda por ningún sitio.
    -No sé siquiera si es moral y/o constitucional plantear una escuela pública que sustituya los fines de movilidad social por los de una estratificación social, por muy útil que ésta sea.
    -Mi proposición sería mucho más modesta: convencer a los buenos ciudadanos de que todo lo público cuesta; y que el derecho implica un deber y un esfuerzo. Lo que se pierde, como valores, con tanta política de la gratuidad de libros y cesión demagógica de ordenadores a los alumnos. ¿Por qué no ca`mpañas que poidan a las familias que eduquen a sus hijos en el valor del esfuerzo, de la autoridad y la disciplina? Frente a esa índole que yo veo anglosajona de las élites que han de informar el conjunto social, ¿por qué no ser un poco más orientales y respetuosos? Lo que pasa, me temo, es que esta petición de los políticos al público sería altamente "impopular".

  • Desde luego lo que desde ya debe saber César Molinas es que su propuesta choca frontalmente no solo con la realidad de nuestra escuela, también y sobre todo con la filosofía que la alimenta, al menos desde la entrada en vigor de la LOGSE. Debería saber que se topará con la oposición del Ministerio, los sindicatos, buena parte de las asociaciones pedagógicas y el mundo de la pedagogía académica, quienes buscando una pretendida inclusividad y equidad, no solo viven felices con un sistema escolar que genera un 30% de fracaso escolar año tras año, también impidiendo que los alumnos con posibilidades de destacar lo hagan, de tal modo que, por ejemplo, frente a un sistema como el finlandés en el que un 25 % de los alumnos alcanzan el nivel de la excelencia, en el nuestro esa cifra se queda en el 4%.

  • Las ideas, como la de remuneración según resultados, son buenas pero no entiendo por qué no pueden ser aplicadas a todo el sistema educativo. Hay un número suficientemente grande en España como para hacer exámenes estandarizados a los alumnos y premiar a aquellos docentes que logren desviaciones positivas en la distribución normal de las calificaciones de sus alumnos. [Teniendo en cuenta otros criterios como nivel educativo familiar, etc...]
    Lo de las élites, sinceramente dudo que al final los pobres puedan/podamos acceder. Los dos primeros quintiles de la distribución de la renta casi no tenemos representación política y me da grima pensar qué se entiende por "seleccionar a los mejores". Al fin y al cabo, y al margen de qué entendemos por mejores/bien, los mejores siempre serán aquellos que recibieron más instrucción desde su nacimiento porque la gran mayoría de nuestras capacidades intelectuales son adquiridas. Piénsese solamente en que hasta algo tan esencial como el habla es una capacidad adquirida.

  • Buenos días.
    Excelente referencia la traída por LG y que sin duda suscitará muchos comentarios.
    Desde que Esperanza Aguirre sacó el asunto a la palestra --a raíz de que los resultados de España en Pisa mostrasen que estamos muy por debajo de la media en el número de "high performers" (3% contra 8%)--- vienen surgiendo en El País algunos buenos artículos como el de César Molinas sobre el mismo asunto. Lo he interpretado como una reflexión de uno de los centros neurálgicos de poder en España.

    Es este un tema harto difícil de digerir para una socialdemocracia cuya labor en España ha resultado en el destrozo del concepto de excelencia. Suena a "Ahora toca revertir lo hecho". Nunca es tarde.
    No es este un fenómeno exclusivo de España. Esta ideolgía, fríamente analizada, es estrictamente igualitaria y de mínimo común múltiplo por lo que sólo desde una profunda contradicción interna puede abordar un asunto de esta naturaleza que, como indica Molinas, implica reconocer el fracaso de un sistema educativo (dirigido públicamente en la España post 78 de modo exclusivo por dicha ideología) y, lo que es peor, la necesidad de revisar “conceptos morales básicos” (su cita de Kant, Ortega y Manrique).

    ¿Cómo se puede hacer esto desde una ideología que niega el concepto de moral individual autónoma universal --la herencia de Kant-- y usa fondos públicos a esgalla para convertir al estado en fuente exclusiva de moral?
    Complicado lo veo y por ello me ha llamado mucho la atención. Tanto que me he ido a Reggio a ver qué estaba pasando en el "club" para que de repente Kant pasase al frontispicio. Suelen usar su nombre. La mayor parte del tiempo en vano. "Para darse pote" que diría un castizo.
    Supongo que buena parte de lo que está pasando tiene que ver con un ajuste de coordenadas estratégicas porque, como diría Dylan, "Times are a'changing" y en este sentido es muy revelador el párrafo de Molinas en el que insiste en la necesidad de crear un grupo selecto de centros (a la Aguirre pero "nuestros") y, ojo al dato, nada de que se gestionen por los mismos docentes del centro como las --¿despreciables?-- "comunidades de vecinos". Vade retro, "deben estar administrados por directivos bien elegidos con remuneración adecuada".

    Pero, hombre de Dios, ya nos daríamos todos con un canto en los dientes si el estado gestionase la mitad de la mitad de bien que las comunidades de vecinos. ¿No tenemos ya bastantes "de los nuestros" gestionando todo?

    Sospecho que el artículo de Molinas suscitará muchos comentarios porque está sembrado de frases que parecen misiles de bombas de racimo.
    Por ejemplo, la colleja que propina a Menendez Pelayo por necesitar ¡2000 páginas! para decir lo que Ortega dice en una frase genial. ¿Será que Ortega pudo resumir porque otros le aportaron la evidencia científica?
    De éstas he contado no menos de 15 en dos páginas y media. Sobresaliente.

    Al mismo tiempo que nuestro Ortega resumía con tanta brillantez, un coetáneo suyo, Werner Jaeger, exiliado en USA, escribía 1200 páginas sobre el mismo asunto.
    El tercer volumen de aquella obra se acabó en 1944. Nuestra primera edición en español es de 1990. Se titula "Paideia; die Formung des griechischen Menschen", 3 vols. (1933–1947; trans. by Gilbert Highet, *Paideia: The Ideals of Greek Culture, 1939–1944 o, Paideia: Los ideales de la cultura griega, FCE, 1990).
    Es un recorrido de 700 años sobre la búsqueda de la nobleza moral (Areté) a través de la educación del ser humano.
    Es evidente desde la primera página que esto es imposible sin un concepto compartido y trascendente de cada individuo de nuestra especie. Esto es lo que la socialdemocracia no ha ni siquiera comenzado a plantearse y de ahí su bajo rendimiento educativo.
    Nunca es tarde.

    Saludos

  • Explico,

    Una vez mas, y por la reincidencia en el tema me lleva a pensar en una especie de compulsion nerviosa al no cuadrar la realidad con los santos modelos. Se confunde la Meritocracia con los llamados Centros de Excelencia, algo que en pleno siglo XXI y con Luis, la Conectividad que tu ya bien has hablado, pues no cuadra...

    Decir que a dia de hoy no importa que centro educativo espanyol no tiene acceso a materiales e ideas de todo el mundo en cuasi tiempo real, y solo la voluntad es lo unico necesario para usarlo... vamos!!

    Si hablamos de financiacion.... eso es otra. Si hablamos de dinero, pues hablemos de dinero. Que un centro educativo puede ser origen de beneficios, ya estamos poniendo el carro delante de los bueyes (expresion muy familiar)....
    Repito, hagan una propuesta clara sin medias tintas, es la Universidad y centros educativos/investigacion un util economico.

    Pd: no se focalicen en modelos pasados, miren al frente y vean quien esta ahora gerendo tecnologia... vayan a los fundamentos de la generacion de dinero, eso que lo llamais economia. Todo proceso economico empieza por una acumulacion de capital. Lo nuestro es subsistencia.

  • Me interesa mucho este párrafo:

    "Desde hace siglos estas últimas han sido ortodoxas, conformistas, alicortas, satisfechas de sí mismas y reaccionarias. (...)El progreso, donde ha ocurrido, siempre ha sido impulsado por élites heterodoxas, inconformistas, ambiciosas, insatisfechas y progresistas. En España han faltado los visionarios que, plantando con firmeza sus pies en el futuro, tuviesen la energía suficiente para estirar de la sociedad. "

    Mi impresión también es esta. No obstante ¿alguien conoce algo más o menos serio dónde se hable (mida) esto? Lo digo porque creo que es sencillo caer en el Spain is different cuando lo que uno ve a su alrededor le desagrada y por eso de que el plural de anécdota no es ciencia. Por ejemplo, ¿se traduce esto de alguna forma en el tejido empresarial que tenemos? ¿no debería ser algo que se se notara en alguna medida objetiva de la movilidad funcional de las élites entre generaciones?

  • el principal prblema de nuestro sistema educativo, son, en mi opinión, la tasa de fracaso y abandono escolar en secundaria . y dudo que se puedan mejorar con centros de excelencia en bachillerato. ¿por qué no se habla primero de resolver el problema en secundaria?
    quien llega a bachillerato con un buen expediente, suelen ser alumnos de un cierto nivel social, y con cierto apoyo de las familias.
    aunque sea radical, lo coherente (en la búsqueda de la excelencia) sería, en primaria, seleccionar a los alumnos con más facultades, y formarlos en centros específicos (o no, aunque eso es más difiicl de gestionar y más caro) . si esperas a bachillerato, mucha gente ya se ha quedado por el camino, por causas ajenas a sus capacidad (entorno social y familiar)
    ¿el problema no era la falta de titulados de grado medio, es decir, la FP?

  • Hola, Cives.

    Buen apunte. Quizás sea esta la época histórica en la que menos abundan "....élites heterodoxas, inconformistas, ambiciosas, insatisfechas y progresistas. En España han faltado los visionarios que, plantando con firmeza sus pies en el futuro, tuviesen la energía suficiente para estirar de la sociedad. ”. Estoy de acuerdo, desde ese punto de vista es una de las épocas más conformistas y de menos nivel de nuestra historia moderna.

    Suelo fijarme mucho en las palabras escondidas y en las premisas que damos por sentadas.
    Del párrafo que citas me ha llamado la atención la palabra "élite" y el cliché "progresista". Ignoro si en Reggio es necesario rendir tributo semántico pero ni una ni otra son ciertas o necesarias.

    Ninguna parte de nuestra historia mejor ha sido promovida por élites sino por individuos, personas concretas, que sintieron la necesidad de salirse del corsé y de la convención social o de un paradigma científico y actuaron con riesgo y en contra de las circunstancias.

    Las élites siempre defienden y protegen el statu quo. Esa es su misión: ser la guardia pretoriana de la "sitación" y sus gestores-.

    Esto no es en sí criticable, pero significa que en el proceso evolutivo lo que llamamos élites (el artículo no cita a nuestros Ingenieros de Caminos y elige a los "polytechniciens") son eso, gestores de alto nivel del paradigma vigente.

    Por otra parte ya está bien de menospreciarnos. Aquí escribe mucha gente que vive y trabaja fuera de España y estoy segurísimo que, sin faltar al respeto a nadie, lo hacen porque en sus países destino han sido vistos como gentes de valía, de alta valía. A veces me enfada y entristece esa propensión nuestra a denigrarnos en contra de cualquier evidencia o necesidad.

    Lo peor que en general hemos tenido en España son sin la menor duda nuestros gobernantes comenzando por Carlos I que destrozó al país de gentes más libres del mundo en aquella época sembrando el orbe de lo mejor de nosotros. Allí se perdieron nuestras "élites individuales" y desde entonces nos pusimos cortos. Cortísimos.

    Nuestra vida colectiva, por otra parte, no es buena.
    Expulsamos al talento o nos lo comemos a base de ruindades.
    Tenemos muy buenos individuos pero nuestra alma colectiva es un poco ruin, muy manipulable a través de emvidias y mezquindades, y la ideología operante en esta Europa lo fomenta.
    El Crowding Out del talento también es un problema estructural puesto en evidencia en esta crisis.
    Pero sus causas son claras: Nos estamos dejando gobernar por gente de escasa valía y que sabe medrar dividiéndonos y enfrentándonos. Si no encaramos esta causa seguiremos mareando la perdiz.

    Saludos

  • Excelente artículo, aunque el comentario de Ortega no me hace ninguna gracia. Me trae a la memoria a Cayetano Ripoll, víctima tardía de la Inquisición, maestro de Ruzafa ahorcado por hereje en 1826. Parece que Ortega no entendiera el equilibrio general. El terror más eficaz es el que consigue paralizar a la población de tal manera que la violencia no llega a materializarse. No ha habido heterodoxos importantes que quemar (y sigue sin haberlos) porque los españoles aprendieron a palos a no meterse en líos y a ser respetuosos con el poder. A día de hoy las características más apreciadas en la administración pública y las empresas de bandera son la “seriedad”, la competencia y la buena disposición a cumplir órdenes con eficacia. Del heterodoxo descontento e inconformista se desconfía (excepto para el teatro) y si se puede se le cortan las alas. Se trata de un modelo organizativo que genera seguridad (o generaba) pero que tiene grandes limitaciones. La principal es que nadie inventa nada y por tanto desperdiciamos el talento natural de los que lo tienen, que los hay como en todas partes.

  • Dire una cosa que solo se sujeta en mi experiencia personal en una decena de multinacionales.

    El profesional espanyol esta largamente formado para trabajar en cualquiera de los puestos de dichas multinacionales. Por lo que este infortunado articulo y sus Centros de Excelencia no se ni donde quiere llegar a ir a parte de mezclar sin ideas claras y en una empanada mental un monton de esteriotipos y topicos.

    Si es posible publicar esto; y pensar que por remota tienen algo que ver con nuestra situacion vamos tan perdidos como los asamblearios de Sol.

    A ver si entendemos. En los paises anglosajones, que supongo se busca modelo, la educacion es un negocio (en el sentido anglo no hispano, vamos una inversion), son centros que se paga mucho, se trabaja mas y que saliendo de el se cobra lo esperado gracias al lobby de alumni y a la natural seleccion de la materia prima. Ese es el modelo, el resto son historias para no dormir, una especie de resucitar la economia planificada, "las elites".... quizas despues se les exigan el carnet de elite... 😉

    Esto me confirma la necesidad de buscar nuevas "elites" que no esten formateadas con sus soluciones de todo a 100, se pegen al terreno de aqui, dejen los aprioris de alli, y vean bien como funciona las tripas de la "maquina", para hecerla funcionar. Esto es como ir a un garage porque no funciona el motor, y que le salga el chapista.... ??

    Se proponen soluciones o pasatiempos ??

  • Pero (respondiendo al comentario anterior), nadie dice que los profesionales españoles no estén preparados y muchos de ellos, de hecho se tienen que marchar fuera para encontrar un salario acorde con su capacidad. Pero, lo que se pretende con estas medidas es potenciar al máximo a aquellas personas que tienen un gran potencial, a lo mejor luego no cumplen las expectativas, pero merece la pena intentar que el capital humano de desarrolle al máximo nivel, no se puede hacer con todos los alumnos, ni en clases de 30, pero se puede intentar creando bachilleratos más especiales, al fin y al cabo la universidad también discrimina por nota, es sólo adelantar dos años esto

  • Outlander,

    Totalmente de acuerdo con tus opiniones.

    Es difícil encontrar un artículo con tantos agujeros por metro cuadrado. Aquí vienen algunos:

    - Según el Informe de Competencia Global de este año, la calidad de la enseñanza de las matemáticas en España ocupa la posición 114, ¡de 139 países!
    Evidentemente, lo que indica ese dato no es el bajo nivel de nuestro país, sino la incompetencia manifiesta de dicho organismo a la hora de hacer informes. Si me dijeran que ocupamos el puesto 30, por ejemplo, me lo podría creer; pero que estemos por debajo de casi toda África ...

    - En el artículo se propone que los alumnos de los centros de excelencia debería aprender, básicamente, a hacerse preguntas y a dudar de las respuestas que les ofrezcan.
    Con formulación tan ambigua, que ya he oído en otras ocasiones, concluyo que el autor no tiene ni idea de lo que debería enseñarse en dichos centros.

    - La gestión de los centros de excelencia debería ser distinta de la de los actuales centros públicos, donde ES ROTATIVA ENTRE LOS PROFESORES DEL CENTRO, COMO SI FUERA UNA COMUNIDAD DE VECINOS.
    Por favor, ¿quién ha dejado en ridículo a este señor engañándole sobre el funcionamiento de la enseñanza pública?

    - Según el articulista, ningún alumno debería quedarse fuera de los centros de excelencia por motivos económicos.
    ¿Y luego? Cuando finalicen la universidad, los alumnos "excelentes" de baja extracción social se encontrarán con que la mayoría de los puestos profesionales de alto nivel están reservados para los hijos de los que tienen los contactos y el poder económico. ¿O no es eso lo que sucede?

    - De todos modos, ¿quién se puede creer que al cursar dos años de bachillerato, por muy excelente que sea, se formarán salvapatrias excelsos con la "capacidad de estirar de nuestra sociedad hacia el futuro? (Al leer esto, sentí vergüenza ajena).

    Sí, que se tome en serio un artículo como éste, me hace asentir a una de la conclusiones del autor: España tiene un problema de élites.

  • No me gusta el ejemplo de los centros de alto rendimiento para deportistas, ya que me parecen un gasto público destinado a hacerse fotos con deportistas y medallas. ¿Cómo se financian esos centros?

  • las prioridad de españa amigo es hacer un tren semivacion para cristiano ronaldo 🙂

  • "embrutecidas en las últimas décadas por una lista interminable de derechos a la que no da sentido obligación alguna"

    O habrán sido unas élites embrutecidas en las últimas décadas por una lista interminable de privilegios a los que no da sentido (auto)limitación o regulación alguna...

    Sin menoscabo de imperativos categóricos, "bonus" o cuentas (cuentos) de resultados...

    Todos hemos "deseado" por encima de nuestras posibilidades

    Mire usté, ni los neokantianos ni los lectores de la "ética protestante" se han librado de este sinsentido

  • Lo malo de estos "tiempos revueltos" es que Kant, Ortega o Manrique pueden convertirse en una manera (ingeniosa) más de vender teléfonos móviles....

  • Hola Luis, totalmente de acuerdo con implantar nuevas iniciativas que puedan reconvertir el sistema educativo actual.
    Que se premie el mérito, y se atienda la diversidad de todo el alumnado introduciendo nuevas fórmulas, la vista d elos resultados de todos los informes y planes de evaluación son necesarios.
    El gasto es asumible, lo que ocurre es que es menos visible (aen términos políticos) que el gasto en infraestructuras...

    Un saludo

  • La idea de centros de excelencia puede ser buena, pero por favor no sustentarla en algo tan falso como que los CAR han sido el fruto del éxito del deporte español en los últimos años. Hace poco también oí que dichos éxitos eran fruto del gobierno de Aznar y ahora parece que todo el mundo se quiere aprovechar del éxito para justificar lo suyo.
    Nada tienen que ver los éxitos deportivos de la selección española de futbol (quizás más relacionados a la política de generación de talento del Barcelona), de Basket, de Rafa Nadal, de Fernando Alonso o de Contador con los CAR. Por favor, seamos un mínimo de serios en esto y para justificar centros de excelencia utilice usted mejores argumentos y no '`pseudo - populismos' sin ninguna justificación. De hecho, los CAR (más vinculados al Atletismo y otros) quizás en los últimos años han obtenido peores resultados que ninguno.

  • Dos objecciones a la analogía que propone el autor del artículo. Una, la inmensa mayoria de los deportistas que han ganado algo no se han formado en los Centros de Alto Rendimiento. Dos, estos centros nada tienen que ver con lo que el autor propone para la enseñanza. Son más bien lugares de entrenamiento en condiciones climáticas, geográficas y de recursos óptimos, nada más. Insisto, es el sistema educativo, el actual que tanto denosta el autor, y las redes de infraestructuras deportivas públicas ( básicamente municipales) los responsables de esta eclosión

  • Dos objeciones a la analogía que propone el autor del artículo. Una, la inmensa mayoria de los deportistas que han ganado algo no se han formado en los Centros de Alto Rendimiento. Dos, estos centros nada tienen que ver con lo que el autor propone para la enseñanza. Son más bien lugares de entrenamiento en condiciones climáticas, geográficas y de recursos óptimos, nada más. Insisto, es el sistema educativo, el actual que tanto denosta el autor, y las redes de infraestructuras deportivas públicas ( básicamente municipales) los responsables de esta eclosión

  • Sólo dos cosas:

    1) A Cristiano Ronaldo no lo ficha ninguna administración pública, creo. El chiste final es demagógico. Por otro lado, en un artículo en el que se habla de la excelencia y se pone como ejemplo al deporte hacemos un chiste sobre un deportista que bate una marca ( record de goles), que digo yo que algo de excelencia debe tener para conseguirlo. Se cae de modo burdo en lo mismo que se quiere combatir y que se critica.

    2) El “éxito del deporte español” basado en los Centros de Alto Rendimiento está cimentado en un dopaje sistemático y bien diseñado. Leed este artículo de 1985 hablando de uno de los arquitectos del "milagro", el mismísimo Eufemiano Fuentes (quien no sepa quién es, que lo busque en Google):

    http://www.elpais.com/articulo/deportes/ESPANA/COMITE_OLIMPICO_ESPANOL_/COE/atletas/espanoles/reciben/ayuda/medica/mejorar/resultados/elpepidep/19850214elpepidep_11/Tes

    Me imagino que el autor del texto desconocía todo ésto, porque si no me da escalofríos pensar en la aplicación de esta metodología en el ámbito educativo...

  • Buenas noches.

    Hola, Antonio, gracias por el artículo y la información que como ves da para un rico debate que nos termina llevando a donde casi siempre: Al "muro" del non plus ultra. Ese lugar donde nos gustaría vislumbrar soluciones. Supongo que el tipo de workshop de académicos/investigadores del cual nos hablas son foros reservados a un público de vuestro tipo. ¿Es así?.
    A lo mejor podríamos organizar un finde supervisado y dirigido por alguno de vosotros donde contrastar ideas en vivo a ver si alguna de ellas tiene visos de llegar a ser solución práctica y practicable. A cielo abierto se ve mucha ortodoxia y un horizonte muy problemático.

    Luisito ha dicho algo que me parece muy realista. ¿De dónde saldría una nueva burbuja? Efectivamente, estamos ya tan "largos de bubbles" que pensar en otra más (como intentan que suceda sin que se resienta la superestructura) produce melancolía.
    Poca gente quiere reconocerlo pero nos enfrentamos a un largo escenario deflacionario en el cual, nuevamente, hay estados que siguen atizando el fuego inflacionario para seguir soñando en PIB's que crecen. Burbujas de PIB virtual que sólo existen en las entelequias estadísticas.
    El trabajo de recoger los trozos y hacer un nuevo mecano es ingente y sin garantías pero creo recordar que Keynes intentó que Wittgenstein regresase a Cambridge tras completar el primer Tractatus con sus miles de proposiciones "definitivas" para toda la eternidad. Tardó en hacerlo algo más de un año, el tiempo que le llevó reconocer que su primer cuaderno era, mayormente, superstición.
    En cualquier caso nosotros ni siquiera alcanzamos a tener unas decenas de "proposiciones" originales y que ayuden a resolver el ingente problema que ya está encima.

    Saludos y buenas noches

  • Perplejo me dejo este post:

    "La gran ventaja que las últimas reformas ofrecen a los disconformes es que les permiten hacer mutis sin que se note y de modo que parezca que hasta se van contentos. Si se tratara de sancionar al que no se atenga a las nuevas normas y no cumpla con la letra y el espíritu de las innovaciones, seguramente más de cuatro se alborotarían y hasta podrían organizarse para protestar y defenderse. Pero no, no hay por qué, podemos seguir llevándonos bien. Todos somos de la Familia.

    A unos pocos que por edad y dignidad podrían decir mucho y muy alto contra los abusos de los nuevos mandarines indocumentados y zánganos (amén de jóvenes y no muy pudorosos) se les pone puente de plata en forma de jubilaciones sin perder un céntimo. El mensaje es diáfano: si usted se queda en lo que ya no le gusta, va a sufrir bastante y a lo mejor hasta tenemos algún desagradable incidente; así que váyase con Dios y con su sueldo a echar pan a los patos del parque. Muchos, algunos muy buenos, se han marchado ya; otros están recogiendo el despacho y con la cuenta atrás. Se había dicho que el objetivo de tales políticas de prejubilación era el recambio y rejuvecimiento de las plantillas, pero se están amortizando las plazas de los que se marchan o cubriéndolas con contratitos provisionales. Ya no se dice mentir como bellaco; ahora es así: eres más falso que rector en celo electoral.

    ¿Y para los objetores que se quedan? Pues que objeten si se lo pueden permitir, no pasa nada. ¿Qué no quiere usted enseñar ni evaluar con arreglo a los sistemas boloñeses? Tranquilo, haga lo que quiera, nadie se meterá con usted. Mismamente en mi universidad hay titulaciones que ya aplican los patrones de Bolonia sobre el papel, pero en las que la mitad del profesorado ha optado por no darse por enterado y seguir como antes. Ni lo apoyo ni lo critico, simplemente constato que no les ocurre nada, y así se evita que se enfaden y armen lío. Cada vez serán menos, pues irán cayendo jubilaciones"
    J.A.Garcia (catedrático de Filosofía del Derecho)
    para leer entero en:
    http://uniseria.blogspot.com/2011/02/los-porques-de-las-tragaderas-por-juan.html
    Este texto del catedratico me parece que se puede enfocar con "la corrosion del caracter" (del sociologo Sennet) debido a la desilusion, la indignacion, el desengaño ante las normas, ante sus compañeros, o ante el mismo sistema universitario.
    Podemos decir que hay desanimo, que hay unas normas pero despues de tantas reformas, de tantas imposiciones, de la falta de consenso.....han entrado en una fase de desengaño...
    Nunca es recomendable generalizar, pero algo falla en nuestra universidad, falta de flexibilidad ? de competitividad ? de que mentes lucidas puedan seguir sus investigaciones aunque se desvíen un poco de la linea recta....Falta de motivacion del profesorado, anomia ?

  • Se puede relacionar con ...
    "Las situaciones de precariedad económica y/o la falta de respuestas político-económicas a la altura de las expectativas desembocan en estados de: -crisis (individual y/o colectiva) que se manifiestan no sólo en la pérdida de puestos de trabajo y desajustes intra e inter-sectoriales sino, a menudo, en vulnerabilidad personal, debilitamiento de los vínculos sociales y afectivos, incertidumbre, indignación, desilusión, desengaño, cuestionamiento de la identidad social, sufrimiento e, incluso, anomia pasajera o crónica" Sennet , la corrosión del carácter, 2000.

  • Estoy completamente de acuerdo con Albert.
    Centros de “excelencia” en Bachillerato en España los hay a puñados, además de los centros privados bilingües, existen en España 57 centros a los que el IBO les ha dado su label.
    Estos centros que imparten IBO no son todos privados más de la mitad son IES.
    El problema es la obligatoriedad y la falta de itinerarios en Secundaria.
    Es este país sigue siendo prioritario tener un título universitario, cueste lo que cueste y todo va enfocado a ese objetivo, sin alternativas, como muy bien se dice tenemos o licenciados o no cualificados y así es muy difícil articular una sociedad del conocimiento.

  • El autor confunde las cosas de la lógica con la logíca de las cosas, es decir, parte de unos supuestos falsos, y luego los desarrolla de forma coherente y convicente, pero al fallar en las premisas... Lo más gordo es que da por cierto un hecho falso: que para aumentar el rendimiento hay que aumentar la desigualdad. Los países con buenos rendimientos en educación tienen bajos niveles de desigualdad (Finlandia, Japón, Corea...). Por otro lado, países con bachilleratos de éltie, cormo Reino Unido o Francia obitienen puntuciones en pruebas como las de PISA ligeramente mejores que nosotros, de una décima de desviación típica, que además se acortan cuando se tienen en cuenta las diferencias socioeconómicas. Es decir, la evidencia disponibible invita a pensar que no es el elitismo lo que mejoraría nuestro sistema.

    Para continuar, educación y deporte no son tan fácilmente comparables. Por un lado, la excelencia deportiva es fácil de medir, pero no la educativa. En educación es fácil ponerse de acuerdo en lo que es la mala educación (no saber leer o la regla de tres), pero no es tan fácil pornerse de acuerdo en lo que es la exelencia (¿saber griego como propone la comundiad de madrid?, ¿saber más de economía o más de filosofía? no se puede ser excelente en todo, y hay que optar... eso sin hablar del desarrollo como persona). POr otro lado, la vida deportiva es muy corta, como mucho acaba poco después de los 30 años, mientras que educación.

    Por último, es el típico artículo arbitrista, en el que escribe se retrata a sí mismo más preocupado por demostrar que él es miembro de esa élite, pero que demuestra escaso rigor en sus opiniones. ¿A qué se debe que un escrito tan mal fundamentado entre en un blog que presume de rigor empírico y lógico?

  • Para Machango en recuerdo de Rorty.

    Por inercia, casi todos solemos hacer lo que tú has hecho: decir que "un hecho X es falso".

    Pero esta frase, aparentemente tan de sentido común, no es correcta para el constructivismo que rige los destinos de la socialdemocracia.
    Debes, debemos, cualificarla del modo siguiente.
    "El Hecho X, de acuerdo con la Teoría Y, que yo comparto, no es verdadero; habiendo otras teorías --igualmente válidas para sus seguidores-- que lo consideran verdad"-.

    Como sabes, para el relativismo gnoseológico de nuestro modelo de estado, todos los hechos son fruto del interés social y siguiendo la conocida ley de Say toda oferta encuentra su demanda y, muy especialmente, viceversa.
    Dado que el liderazgo lo precisaba y pagaba bien por ello, surgió el constructivismo que te impediría creer en el bien o en el mal absoluto.
    De repente hasta el pasamanos nos quitaron.

    Lo anterior es otra de las posibles razones de nuestro descalabro educativo por la parte de abajo (los desheredados de las matemáticas y de otros modos de codificar la vida) y los de arriba, las élites que en su día serán llamados a gestionar el magma y darle forma temporal respondiendo a la demanda social que en ese momento interese.

    Si todo es relativo ¿Por qué hay que estudiar? Para aprender ¿qué? ¿Lo que interesa? ¿A quién?
    A muchos chicos les gustaría escuchar una respuesta atractiva.

    Saludos.

  • ¿De verdad pensáis que la creación de centros de excelencia será buena para el sistema eductativo en general? ¿Y que lo será para España?
    Puedo hacer un esfuerzo y admitir que una segregación de las élites puede tener alguna ventaja para las élites, aunque sinceramente no lo tengo claro, porque todo lo artificioso acaba derrumbándose por falta de fundamento.
    Pero de lo que sí estoy seguro es de que la segregación de las élites supondrá un descenso del nivel de los no agraciados con tal selección. Si me sitúo en la perspectiva del padre de hijos que andan entre el notable y el sobresaliente, me negaría en rotundo a la segregación, porque perjudicaría a mis hijos, que se quedarían sin una referencia por arriba. Si me sitúo en la perspectiva del sufrido profesor de bachillerato no elegido para impartir en el centro de excelencia me opondría totalmente, porque perdería el estímulo que todavía recibe de los dos o tres alumnos buenos-buenos que puede tener en cada grupo, mezclados con los normales tirando a buenos, los regulares, y los malos.

    El símil de los centros de alto rendimiento deportivo es tan ilustrativo como delator. Si ese fuera el modelo, concluiría que aún situándome en la perspectiva de un alumno excelente y candidato a ser seleccionado, me horrorizaría que lo ingresasen en ese modelo de formación.

    Qué le vamos a hacer, algunos españoles como yo, mediocres, no acabamos de entender.

  • Para Más Transparencia.

    Puede que Molina y Feito están ambos en lo cierto. Es muy sensato educar bien a tus élites y es sensatísimo educar bien a toda la población.
    Lo que ya es discutible es el cómo porque si toda la población fuera élite (aristocracia en sentido humanista) terminarían en diáspora para crear sus "pequeños mundos".

    Tradicionalmente esto se ha hecho por pruebas de selección y acceso dejando que cada cual llegue tan alto como quiera y pueda. Ya veremos después cómo se paga la igualdad de oportunidades. Todos estamos de acuerdo en que un chico que pasa el corte de Harvard o Yale debiera tener la oportunidad de ir allí. Francia es un buen ejemplo de generación sistémica de élites y nosotros a nuestro nivel también lo tuvimos. Los exámenes de Estado (el bachiller de la generación anterior a la mía) valían más que cualquier master de hoy día.

    Los argumentos de Feito son los de la izquierda de "toda la vida", los de que conocemos como "déjame igualar por abajo o socializar el talento de unos niños para beneficio de otros". En menos de treinta años se perdieron, en lo esencial, las élites.

    Lo que podría ser enriquecedor en un sistema que reconociese eficazmente el mérito y el esfuerzo, resulta en un lastre para los mejores porque sobre ellos actúan negativamente los siguientes valores "antisociales" de la izquierda. (Todos ellos defendidos ardientemente por su más ilustre filósofo John Rawls).
    1. Si te distingues, como no tienes mérito sino que has tenido suerte por tu familia o por los genes que te tocaron, socializamos tu talento y además pasarás por empollón.
    2. Cualquier deporte que practiques(esto se le olvidó decir a Molina, loud and clear) degrada el rendimiento del mejor si juega con gente inferior y viceversa. Sucede desde el ajedrez al tenis y desde el golf al atletismo. Lo mismo en los de equipo.
    Se puede conseguir con libertad, con gratuidad educativa y con “cheque escolar”. Que decidan las familias sabiendo que son responsables.

    Saludos

  • Para Manu Oquendo

    Gracias por tus reflexiones. Coincido plenamente contigo en la importancia de educar bien a toda la población (que, obviamente, incluye las "élites")

    Una duda: Afirmas: "En menos de treinta años se perdieron, en lo esencial, las élites" Mi impresión, aunque puedo estar equivocado, es que la preparación de los mejores españoles de hoy es sustancialmente mejor que la de los de hace 30 años. Piensa, por ejemplo, en economía ¿Puedes poner ejemplos?

    Saludos

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