La naturaleza es a veces incomprensiblemente cruel con algunas de sus mejores criaturas, y nos niega el recurso de apelación y hasta las hojas de reclamaciones. Hoy se ha llevado por delante a Nicolás Porteiro, Nico para sus amigos. Habría cumplido 38 años en Octubre. Hombre discreto, es difícil que se sepa quién era más allá de su entorno académico y personal. Déjenme que les cuente que Nico era uno de los jóvenes investigadores en economía más brillantes de nuestro país. Profesor de Análisis Económico en la Universidad Pablo de Olavide presentaba un perfil de actividad de esos que hacen que a uno todavía le queden algunas esperanzas en la Universidad.
Nico realizó sus estudios de licenciatura en Economía en la Universidad de Vigo, ciudad en la que había nacido en 1974. Pasó luego a la Universidad Autónoma de Barcelona donde desarrolló sus estudios de Master y Doctorado, mientras hacía sus primeras armas como Profesor Ayudante en las Universidades Autónoma de Barcelona y de Alicante. En 2002 defendió su Tesis Doctoral para obtener a continuación una beca europea Marie Curie que le llevaría a hacer una estancia postdoctoral en Bélgica, en el prestigioso Centro de Investigación Económica y Econometría (CORE), de 2002 a 2004. En el año 2004 se incorporó a la Universidad Pablo de Olavide, el mismo año que la Asociación Europea de Economía le concedía un premio de investigación (el “Young Economist Award") por su trabajo "The Role of Mediation in Peacemaking and Peacekeeping Negotiations". En el año 2007 consiguió uno de los exigentes contratos del Programa Ramón y Cajal del Ministerio de Ciencia e Innovación. Y en el año 2008 obtuvo su plaza como Profesor Titular de Universidad.
Ha sido un magnífico docente, dedicado y riguroso, preocupado por transmitir los conocimientos de forma que se convirtieran en instrumentos de pensamiento, más que en almacén informativo.
Su investigación destaca tanto por la amplitud y la calidad de sus trabajos, publicados en las mejores revistas internacionales, como por la variedad de los temas que ha abordado. Sus contribuciones se refieren a campos tan variados como la descentralización fiscal, la regulación de la industria, el análisis de la mediación, el papel de los lobbies en la negociación política, los efectos de la transparencia en los ensayos clínicos, el copago sanitario, etc. Temas que abordó desde el punto de vista de las implicaciones de los comportamientos estratégicos y los efectos de la información asimétrica.
Pero todo esto solo es currículum, que se puede constatar en su página web. Lo que ahí no dice es que Nico era, además de todo eso, una excelente persona, fiable, positiva, comprometida con la universidad, dispuesto siempre a echar una mano, firme en la defensa de sus convicciones, de una curiosidad ilimitada, lector omnívoro, sabedor de tantas y tan variadas cosas, desde la mecánica a la papiroflexia pasando por la historia y la literatura (y aquí mucho tienen que ver sus padres), generoso con su talento y con sus habilidades, padre feliz y comprometido con su familia, …
Algunos hemos perdido un amigo y un compañero. Otros mucho más, un hijo, un hermano, un padre, un marido. Y todos hemos perdido un ser humano y un universitario difícilmente repetibles.
Decía mi abuela que “lo olvidado, ni agradecido ni pagado”. No quería que su discreción personal nos hiciera ignorar su contribución a esta Universidad y a esta Comunidad a las que ha aportado su esfuerzo para hacernos a todos un poco mejores.
Por eso gracias Nico, gracias por todo.